Novedades INVAP
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Yo no se nada de los Anemone, pero hace rato que digo que hay que prestarle atención a lo que se está haciendo en los Puca Fenix, la plataforma es lo de menos
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Así son los radares argentinos RPA desarrollados por Invap
https://youtu.be/aYRasAUPzIM
La empresa argentina Invap estuvo presente en la última edición de la Feria Internacional del Aire y del Espacio (Fidae), que tuvo lugar en Santiago de Chile entre el 5 y 10 de abril pasados. InfodefensaTV conversó con el ingeniero Santiago Ripetta quien brindó detalles sobre la familia de radares RPA de la firma.
Entre los sistemas exhibidos, destacó el radar RPA-170M, un sistema de alta movilidad diseñado para el despliegue rápido con mínima dotación de personal, actualmente operado por la Fuerza Aérea Argentina.Su capacidad para la detección y seguimiento de blancos de baja velocidad y baja altitud, convierten al RPA-170M en una herramienta ideal para contribuir con la defensa y seguridad nacional, control de fronteras y lucha contra el narcotráfico.
Asimismo, capaz de asumir un rol clave en sistemas de defensa aérea, exhibiendo un notable desempeño en ambientes de guerra electrónica.
DESCRIPCION
El RPA-170M es un radar táctico de defensa aérea 3D de mediano alcance de última generación que opera en banda L/D. Se trata de un sistema de alta movilidad diseñado para el despliegue rápido con mínima dotación de personal. Con tecnología del estado del arte, posee un excelente desempeño en una amplia gama de escenarios operacionales, aún en las condiciones más adversas de clutter e interferencias.
Derivado de la versión de largo alcance RPA-240T, actualmente operado por la Fuerza Aérea Argentina, el RPA-170M utiliza los mismos módulos (LRUs) que su predecesor, posibilitando la gestión del ciclo de vida y el soporte logístico de manera unificada, y a la vez heredando sus excelentes características de confiabilidad y desempeño.
PERFORMANCES
El despliegue y puesta en funcionamiento se realiza en menos de 30 minutos, con una dotación de dos personas mínimamente entrenadas. Puede ser operado de manera local, constituyendo en sí mismo un centro de comando, control y comunicaciones completo, o bien de manera remota y prácticamente desatendida, pudiendo integrarse a sistemas de comando multi-sensor. En cualquier caso, la configuración operativa puede ser adaptada según requerimiento del usuario.
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Frecuencia de operación: Banda L (D)
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Rango instrumentado: 170 NM (315 km)
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Altura máxima: 100 Kft
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Velocidad de giro: 6 a 14 RPM
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Seguimiento de blancos simultáneos: > 600
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Tiempo de despliegue: < 30 min.
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MTBCF (Mean Time Between Critical Failure
> 1500 horas
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MTTR (Mean Time To Repair
< 1 hora
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Modos IFF: 1,2,3/A, C, S
CARACTERISTICAS TECNICAS
El RPA-170M emplea una antena de tipo phased array, con barrido electrónico en elevación pencil beam, y técnicas digitales tanto para la generación de formas de onda, formación de pinceles y procesamiento de señal. Su operación definida por software, proporciona gran flexibilidad al sistema, permitiéndole adaptarse a diferentes requerimientos de misión en los más variados entornos de operación.
En particular, sus haces especiales para baja elevación, permiten un desempeño destacable en la detección de aeronaves de pequeño porte.
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Módulos de Transmisión y Recepción (MTR) de estado sólido refrigerados por aire.
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Generación digital de formas de onda con diversidad de frecuencia intrapulso.
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Agilidad de frecuencia con gran ancho de banda.
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Configuración independiente por pincel incluyendo formas de onda, conformación de la ráfaga y tipo de procesamiento.
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Parámetros de exploración del volumen configurable por sector.
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Procesamiento digital avanzado, incluyendo MTI, Doppler, mapa de clutter, filtrado adaptivo.
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Monopulso en acimut y elevación.
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Adquisición y seguimiento automático de blancos (Track-While-Scan).
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Capacidad de autodiagnóstico completa (BIT).
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Herramientas de calibración integradas.
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Operación y monitoreo local y remoto.
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Interrogador secundario integrado, con fusión de datos radar (PSR-SSR).
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Sistema de comunicaciones tierra-aire.
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Sistema móvil de despliegue rápido, transportable por tierra y aire.
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Alimentación de red o mediante generador diesel (incluido en configuración de
transporte).
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Salida de datos: ASTERIX y no estándar a requerimiento del cliente.
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Configuración y control: consola de comandos y herramientas gráficas para uso local y remoto.
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Protección electrónica / Contra-contramedidas electrónicas
RESEÑA HISTORICA
En el año 2018 la Fuerza Aérea Argentina, firma con la empresa INVAP el contrato para la fabricación y provisión de un Radar de Mediano Alcance a efecto de ser incorporado en oportunidad de la realización de la reunión G 20 en nuestro país.
La contratación se realiza sobre la base de los requerimientos técnico-operativos establecidos y aprobados por la Fuerza Aérea Argentina como organismo responsable de la defensa, vigilancia y control integral del espacio aéreo.
Con este sistema, la Fuerza Aérea Argentina recupera y sostiene su capacidad del despliegue inmediato de sensores para lograr la Vigilancia y Control en el Aeroespacio de interés, sin estar atado a la necesidad de contar con gran infraestructura. - (Source/Photo:Various Media)
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INVAP se consolida como proveedor de radares
15 mayo 2022, 05:50
La enorme antena del radar SAR en banda L del satélite SAOCOM. Solamente el tamaño explica por qué potencias espaciales como los EEUU o la UE no quisieron aventurarse con un radar espacial de este tipo.En 2021 INVAP firmó varios acuerdos de diseño y fabricación de radares para usuarios civiles y militares de Argentina, pero además logró su primera exportación de estos sensores complejos.
INVAP pertenece a la provincia de Río Negro y fue siempre una empresa de raíz nuclear, dedicada mayormente a reactores de investigación y sus aplicaciones médicas. Sin embargo, su éxito mundial y casi indiscutido en este campo fue posible por su baquía en varias disciplinas tecnológicas, varias de las cuales (electrónica e informática y control) le facilitaron la diversificación y los contactos con el sistema científico argentino que hoy, tras aprovechar bien algunas oportunidades y resistir muchas adversidades, la hacen pisar firme como una empresa aeroespacial, de seguridad y control de grandes espacios, y de radares. En suma, una empresa de defensa.INVAP desarrolló su primer radar a fines de los ’90, cuando la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) le encomendó el diseño de un Sistema de Radar de Apertura Sintética (SAR por sus siglas en inglés) en Banda L.
Esto lo comentamos en muchas ocasiones: es como iniciarse en andinismo haciendo cumbre en el Everest. Un SAR no es un radar fácil de hacer. En un satélite, donde las partes móviles están bastante prohibidas por la imposibilidad de mantenimiento, un SAR consta de una antena plana y fija capaz de emitir haces móviles que sustituyan el barrido tradicionalmente ejercido por la rotación de un emisor cóncavo. Los haces tienen otra ventaja: pueden barrer un campo de 180 grados (todo lo que hay delante de la pantalla) miles de veces por segundo.
El procesamiento informático de los rebotes de radiación suele ser ulterior, y permite construir imágenes tridimensionales del paisaje bajo el satélite, asunto normalmente delegado a computadoras demasiado potentes, pesadas y voluminosas como para subirlas a bordo. Pero todos los componentes de un radar de este tipo deben soportar la radiación espacial, súbitas amplitudes térmicas de centenares de grados Celsius cuando la antena pasa de la luz a la sombra, y los ruidos y vibraciones del cohete durante el lanzamiento.
Por último, el pedido de la CONAE era bastante inusual: banda L implica emitir radiación de entre 20 y 30 cm. de longitud de onda (bastante larga), lo que pide de una antena gigantesca, casi como un frontón de squash. Eso exige también una potencia eléctrica desmesurada para lo que eran los satélites tipo de observación de la Tierra en los ’90.
INVAP hizo todo bien. Sus dos primeros radares SAR son los instrumentos principales de los dos Satélites Argentinos de Observación por Microondas (SAOCOM), en órbita desde 2018 (el 1A) y desde 2020 (el 1B). Emiten microondas de 23 cm. de longitud de onda, capaces de penetrar parcialmente el suelo y detectar agua, o su ausencia. Por eso, se han vuelto un sistema indispensable de información para combinar con los pronósticos climáticos y prever inundaciones y sequías.
En su larga lucha por hacerse notar por la gente de campo, que ha sido fundacional y arranca en 1996, los SAOCOM son el primer intento realmente exitoso de la CONAE de suministrar información exclusiva, que ninguna empresa rural argentina le puede comprar a la NASA o la ESA. ¿Por qué?
Porque estas agencias espaciales, y para el caso tampoco la rusa o la china, se atrevieron a construir radares satelitales en banda L. ¿Por qué?
Dése una vuelta por Google para ver fotos de las antenas SAOCOM, e imagínese que tiene que llevar eso a 660 km. de altura, suministrarle potencia, garantizar que jamás agote sus baterías y lograr que todo funcione bien 5 años. ¿Ahora me entiende? Por el momento, en este campo el único competidor es la agencia japonesa, la JAXA, con su solitario satélite Alos Daichii-2. Y la JAXA es cliente de la CONAE, no competidora.
Nos encantaría que el campo manifestara su gratitud poniendo algún dinerillo en los próximos satélites SAOCOM, que tan buen servicio les viene dando. Los de nueva generación probablemente pesen la mitad pero tengan mucha mayor potencia disponible, baterías de litio mediante. Con una financiación adecuada podrían no envejecer 20 años en sala de integración, como pasó con los SAOCOM, y transitar de planos a lanzamiento en 3 o 4 años, lo normal.
La Argentina es famosa por haber ido a la guerra contra la potencia número 2 de la OTAN -que viene a ser el Reino Unido- y haberle hundido entre 6 y 9 barcos con sus cazas de ataque, según quién cuente, pero a costa de pérdidas horrorosas de aeronaves. En buena parte, se debieron a que ninguna de éstas estaba radarizada. Bueno, sí, una estaba radarizada «fatto in casa»: un viejo bombardero Canberra, el B-101.
En toda la Fuerza Aérea Argentina, el B-101 era el único avión de ataque capaz de rastrear un blanco móvil de noche, pero a velocidad de aterrizaje o despegue volaba pésimo por los vórtices aerodinámicos que producía la enorme antena incrustada en su morro.
Esa protuberancia le valió a) hacer de guía del resto del escuadrón, como un tuerto que lidera a ciegos, b) el sobrenombre de «El Pelícano», porque parecía una de esas aves con un pez atravesado en el garguero, c) el accidente de aterrizaje que lo hizo puré en la pista de Río Gallegos, y dejó heridos a sus dos tripulantes el 5 de junio.
Que la Argentina se pusiera a construir radares a fines de los ’90 fue una consecuencia de ésta y otras muchas desventuras de guerra, y no tanto de las pérdidas de hombres y material propios, como la de las que no sufrió el enemigo porque nuestros aviones sencillamente no lo encontraban. Lógicamente, que INVAP se lanzara a construir radares -¡y espaciales!- era también consecuencia del fin del menemismo, de nuevos aires en la Fuerza Aérea, y fue algo que en cierta cancillería cercana al río Thames no pasó inadvertido.
Pucará Fénix, con las nuevas turbinas Pratt & Withney canadienses. Con la instalación de un «pod» subalar con un radar AESA, otro pod ventral con un sensor visual e infrarrojo FixView y un «data link» encriptado también nacional, el aparato se convierte en un avión patrulla marítimo y de fronteras, con capacidad propia de ataque, pero además factible de dirigir a otros aviones de ataque desde retaguardia, como un AWACS de capacidades limitadas.Es la misma cancillería que determinó que Chile recibiera un vetusto avión AWACS Nimrod de vigilancia aérea para tenernos, en fin, muy vigilados; reemplazado este año por 3 aviones Boeing 707 Sentry, también del año de ñaupa. El 707 no se fabrica desde 1978, y el De Havilland Comet 4 que era la base del Nimrod, desde 1964. Algunos regalos ingleses son presentes griegos: andá a conseguir un repuesto.
Si le sirve como consuelo, nosotros podríamos -y deberíamos- radarizar aviones comerciales todavía en servicio y tener todos los AWACS necesarios para controlar los 2,74 millones de km2 de territorio continental incontestado -por ahora- que nos hacen el 8vo país del mundo por superficie. Es más, según dijo el Brig. Gral Xavier Isaac, titular de la FAA, al asumir el cargo, además, según hemos aprendido de sensores remotos, podríamos exportar AWACS, y lo haremos. Pero los hermanos transandinos, que en la guerra de 1982 trabajaron para los ingleses, no. Para ser soplones de Su Majestad dependen de requechos de Su Majestad.
Intentos de radarización que no anduvieron
Fueron al menos dos los intentos de radarizar la aeronavegación y el control del espacio aéreo nacional: el primero data de 1976 y lo intentó el gobierno del Gral. Rafael Videla a través del “Sistema Integrado de Control del Espacio Aéreo” (SICEA). Previsiblemente, se generaron muchos viajes y estadías dispendiosas en EEUU y Europa, pero de radares, niente. Y se intentaba comprar llave en mano, no fabricar bajo licencia y con transferencia de tecnología, algo un poco más ambicioso e industrial. No sé si queda claro, pero casi nadie quiere que nos radaricemos.
En 1996 hubo otro fracaso más divertido, el llamado “Plan Nacional de Radarización” (PNR) del presidente Carlos Menem, que no era exactamente nacional. Se presentaron Hughes, Raytheon, Thales, Alenia, Indra y todos los etcéteras imaginables de la parte autodenominada «democrática» del Hemisferio Norte. Por supuesto, comprarle radares a la OTAN cuando tenemos un conflicto limítrofe de la gran siete y sin resolver con la OTAN es no sólo una pelotudez en términos militares, sino una falta de respeto horrorosa para los argentinos que lucharon en Malvinas, pero en los noventa éramos así, irrespetuosos. Y pelotudos.
Y más de lo que imagina el lector. Cada oferente del ’96 tenía su lobby, con y sin gorra, dentro de la Argentina, y ninguno cotizó precios decentes. Eran de afano. Pero como el mercado radárico mundial es caníbal, se terminaron agarrando judicialmente entre sí, acusándose unos a otros de coimeros, acaso no sin razones. Y la justicia argentina, que raramente tiene apuros, en estos casos carece de ellos, pero de un modo firme y enérgico.
Después de la casi disolución del estado nacional debido a los demasiados éxitos económicos del Dr. Domingo Cavallo, el gobierno de Eduardo Duhalde se atrevió a pedir a INVAP sus primeros radares de control de aeronavegación civil, los INKAN 2D. Y era tanta la precariedad de la aeronavegación en el país y tan debilitada estaba esa parte de la política nacional que prefiere comprar importado y de la OTAN, que la cosa pasó.
Para darle más blindaje a lo que era una compra directa, el flamante gobierno de Néstor Kirchner firmó el Decreto 1407 crear en 2004 el “Sistema Nacional de Vigilancia y Control Aeroespacial” (SINVICA), y quedó bastante claro que la futura y ulterior radarización comercial y militar de la Argentina sería cosa de argentinos, y que la única empresa capaz de ello, por un largo tiempo, sería INVAP. Todavía recuerdo la furia de algún mandadero de uno de los oferentes de los del ’96, enredado en dulce de leche judicial espeso, del que sirven en Comodoro Py, y viendo pasar la pelota sobre su cabeza. INVAP y Maradona me han dado alegrías.
Centro de Comando y Control Aéreo ITROKOM, el primer desarrollo de INVAP allá por 2005 para integración en red de radares terrestres móviles, fijos y aerotransportados.El SINVICA, en su diseño inicial, preveía la instalación de casi treinta radares primarios terrestres -fijos y móviles- así como también la incorporación de tres aeronaves de alerta y control aéreo tipo AWACS (Airborne Warning and Control System). Y lo primero se vino haciendo, y lo segundo (los AWACS) «te lo debo». Pero ojo, viene algo parecido en camino.
¿Cuánto se vino haciendo de lo primero? Bastante. El 95% del territorio continental argentino está dotado de 23 radares secundarios de INVAP, que dan ubicación y altura de los vuelos colaborativos. A ello se añaden 12 radares 3D militares capaces de detectar vuelos no colaborativos, lo que en buen criollo significa narcos u hostiles. Con buen criterio, INVAP no sólo hizo sus propios radares terrestres militares fijos y móviles de alcances de entre 280 y 400 km., sino que modernizó y mejoró cantidad de otros importados en poder de las tres fuerzas. Esto significó mucha ingeniería inversa, bastante aprendizaje técnico, un ahorro importante de divisas y restitución de capacidades.
Los radares de INVAP en general fueron una buena compra: inicialmente, costaban 1/3 del promedio ofertado en la licitación fallida de Menem. Pero además siguen funcionando bien, se rompen poco, el «service» viene rápido y más allá de seguir comparativamente baratos al momento de compra, lo son mucho más a término de vida útil, porque los repuestos se hacen casi todos aquí. Tome un radar cualquiera de INVAP (póngale un RMA, un meteorológico): el 80% de los componentes son nacionales. Es el promedio de todos los diversos tipos de radares de INVAP, y son decenas.
No ha sido fácil cumplir con los objetivos del SINVICA, máxime cuando inevitablemente pintan presidentes o candidatos que consideran que 1) las Fuerzas Armadas son un gasto inútil, 2) que para repartir palo y bala a los hambrientos alcanza con la Gendarmería, y sobre todo, 3) que los conflictos exteriores del país se arreglan fácil mediante la genuflexión y regalando territorios o recursos.
Pero el problema de fondo siempre fue otro: faltaba una partida de fondos directos para el rearme de las Fuerzas Armadas al menos cuando gobiernan quienes creen que deben existir. Esto, a través de la ley 27565, propulsada por el exministro Agustín Rossi, llegó con el FONDEF.
Este fondo por ahora no es especialmente generoso (en 2023 alcanzará el 0,8% de los Ingresos Corrientes del estado). Pero por primera vez permite que gobiernos civiles dispongan de partidas previsibles para reparación, renovación y adquisición de equipos. Y ya sea por el dólar caro o por los vetos tecnológicos del Reino Unido o por la chatarra infame que nos ofrecen arafue, muchas cosas no tenemos más remedio que hacerlas aquí. Brindo porque eso dure.
Ya en el decreto 1407 se exigía que la radarización se hiciera con la mayor participación posible de la ciencia y la industria argentina en el desarrollo y producción de los radares y los sistemas de comunicaciones, comando y control que se armaran con ello. El asunto no sólo generó infraestructura terrestre, sino una pequeña pero interesante cadena de proveedores de INVAP, repartida sobre Bariloche, Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires, y otras provincias.
En estas dos décadas y monedas de radarización por la propia, INVAP maneja bastante de taquito una tecnología que es dual «per se»: control de vuelos comerciales, seguridad náutica, pesca, búsqueda y rescate; pero también vigilancia y control del aeroespacio, fronteras y lo que nos queda de Mar Argentino después de Malvinas (nos queda 1 millón de km2, y hemos perdido entre 1,7 y 2,4 millones de km2 de Zona Económica Exclusiva, según quien calcule). Es decir, incluso lo poco que queda es mucho, y está por eso sometido a una sobrepesca pirata brutal.
Por ello, al combo de equipos nacionales hay que añadir radares aerotransportados compactos, de tipo SAR o AESA, y también los muy reducidos como para caber en la nariz de un drone de vigilancia o de navegación de un misil, y que, conexión «data link» mediante, forman parte de sistemas mayores de guiado y control, redes del tamaño del país.
Configuración probable del satélite de telecomunicaciones ARSAT NG-1 que INVAP está desarrollando en sociedad con TAI, de Turquía.Si consideramos que INVAP se fundó en 1974, a partir de un grupo de la Comisión Nacional de Energía Atómica capitaneado por Franco Varotto, en 1982 ya era una empresa nuclear, con un reactor construído en la Argentina (el RA-6 de Bariloche), y en 1988 ya había participado en la construcción de 2 reactores diseñados por la CNEA en Perú, el RP-0 y el RP-10. Es más, entre fines de los ’70 y 1983 había diseñado y construido la planta de enriquecimiento de uranio de la CNEA en Pilcaniyeu, instalación secreta hasta que se informó de su existencia y buen funcionamiento a Raúl Alfonsín cuando ya era presidente electo. Con nuevas ventas de reactores a Argelia, Egipto, Australia, Arabia Saudita y Holanda, INVAP se terminó de instalar de un modo poco contestable como el principal proveedor mundial de este tipo de aparatos.
Pero vivir de este tipo de ventas es como tener un negocio de mitras papales. Se gana plata, pero en parte por la durabilidad de los Papas, la demanda es esporádica. La entrada de INVAP al negocio de construcción satelital empezó con el SAC-B, y luego se profundizó con los SAC-A, C y D, satélites de complejidad y peso crecientes, a lo que hay que sumar los ya referidos SAOCOM 1A y 1B, y -en un rubro totalmente distinto y con otra tecnología- los satélites geoestacionarios de telecomunicaciones ARSAT-1 y 2. Pero más importante aún, al atreverse a entrar en órbita con sus satélites, ARSAT empezó a darnos cierto dominio de nuestro territorio con sus radares.
A fecha de hoy, no existe ninguna empresa privada o estatal en el Hemisferio Sur que tenga 4 satélites de diseño y construcción propios en servicio simultáneamente. De no haberse dado de baja los ARSAT subsiguientes en 2016, con gran beneplácito de los EEUU y la UE, hoy serían 6 en vuelo. De todos modos, vendrán más satélites: por sus interesantes pergaminos, INVAP se asoció con TAI, Turkish Aerospace Industries, para una nueva línea de satélites de telecomunicaciones, el ARSAT NG1. Literalmente, nos tocaron el timbre.
TAI no salió de un repollo ni lo hizo ayer: ex fabricantes bajo licencia del caza Lockheed Martin F-16, tienen algunos aviones propios de diseño más que interesantes y en 2019 facturaron U$ 2260 millones, así como satélites de observación terrestre. No tienen los geoestacionarios de telecomunicaciones, que deben durar 3 veces más y a alturas hasta 120 veces mayores. Pero desde que empezó la guerra de Ucrania esa firma (en realidad, una subsidiaria, Baykar) no deja de salir en los medios. Son los diseñadores del drone Bayraktar TB2, que lleva destruidos cantidad de tanques y barcos rusos, performance que antes demostraron con otros enemigos y en escenarios menos mediáticos (Armenia y Libia). El teléfono les viene sonando a cada rato.
Pero volvemos a INVAP, porque con tanto satélite y tanto radar se ha transformado ya no sólo en una empresa nuclear, sino en una de defensa, y como tal, en un pilar estratégico del estado argentino. En sus talleres y laboratorios, la empresa barilochense tiene RRHH y materiales para hacer todo lo que sigue:
Diseñar, fabricar, testear, calibrar, mantener y modernizar radares propios de uso civil y militar; primarios y secundarios; de dos y tres dimensiones (2D y 3D); terrestres, fijos, móviles y transportables; de corto, medio y largo alcance; navales, aerotransportados y para satélites; en bandas L, S y X; de tecnologías SAR y AESA.
Mantener y modernizar radares de otros fabricantes.
Desarrollar y proveer Sistemas de Comando y Control fijos y móviles
Diseñar y fabricar simuladores de radares, para entrenamiento de radaristas.
Capacitar al personal técnico de los clientes para que operen y/o mantengan los radares.
Sostener el ciclo de vida completo de estos sistemas
Como INVAP contrata preferentemente con otras empresas e instituciones del sector público (CONAE, CONEA, VENG, FAdeA, CONICET, INTA, INTI, las universidades nacionales), le da un sentido profundamente industrial, práctico y de mercado a la investigación pura y aplicada del país, en general de alta calidad, pero bastante dispersa. Ayuda a agrupar la ciencia alrededor de proyectos nacionales, pocos pero concretos. Si antes INVAP transformaba en productos y exportaciones la pericia de la CONEA en ciencia de materiales, neutrónica, radioisótopos y termohidráulica, ahora canaliza las potencias de casi todos los actores del sistema científico nacional. Eso es verdad, salvo en un campo donde a partir del licenciamiento de los cultivos industriales HB4, somos una potencia emergente por otros caminos: el de biotecnología vegetal.Pero además INVAP contrata constantemente a industrias privadas argentinas del sector aeronáutico, como FixView para sensores remotos, o Redimec para aviónica. Al traccionar sus proyectos propios, INVAP crea puestos indirectos de trabajo muy calificados en su cadena de provisión, reduce la fuga de divisas y genera exportaciones.
Portafolio de radares de INVAP y sus usuarios
En las últimas dos décadas, INVAP ha desarrollado y/o modernizado más de cien radares de diversos tipos y aplicaciones, tanto para usuarios civiles como militares, del Estado nacional, entre los cuales figuran las siguientes instituciones: Fuerza Aérea Argentina, Ejército Argentino, Armada de la República Argentina, Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA), Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), Subsecretaría de Recursos Hídricos, y sigue la lista.¿Qué radares fabrica INVAP? Un poco de todo, y va por más. Le falta volumen, pero le sobra diversidad. Sigue la lista declarable:
Radar Secundario Monopulso Argentino (RSMA). Veintitrés unidades entregadas y en servicio bajo la órbita de la EANA.
RSMA Transportable (RSMA-T), alias «il muletto». Equipo que INVAP provee mientras hace el mantenimiento o modernización de los RSMA.
RSMA Naval (RSMA-N). Un radar navalizado, resistente a ambiente salino y a muy bajas temperaturas, instalado a bordo del Rompehielos ARA “Almirante Irízar” de la Armada Argentina. El primario sigue siendo un Plessey AW2 británico (en fin…), aunque modernizado por CITEDEF (Centro de Investigación y Desarrollo de las Fuerzas Armadas).
Radar de Apertura Sintética (SAR) en Banda L para Satélites. Dos unidades construidas y en servicio a bordo de los SAOCOM-1A y 1B.
Radar Meteorológico Argentino (RMA). Veintiún ejemplares para la Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Nación, 11 ya operativos.
Modernización de radares móviles AN/TPS-43 al estándar MTPS-43. Dos ejemplares ya modernizados y operativos en la FAA. Posible continuación del upgrade a dos unidades adicionales de la FAA. Para más referencias, el AN/TPS-43 instalado en Puerto Argentino guió y dirigió la mayor parte de los ataques de la Fuerza Aérea contra la Task Force, y aunque los ingleses lo cañoneaban cada noche desde las fragatas y trataron de surtirle un misil antirradar HARM, sobrevivió a todo. Noble aparato, los costos se amortizaron hace décadas, sigue vigente, merece modernización.
Modernización de radares terrestres “Rasit” al estándar “Rastreador”. Más de 45 unidades entregadas y en servicio en el Ejército Argentino. Para más datos, fue con un Rasit nada modernizado y apenas 30 km. de alcance que se le hizo la emboscada misilística de la madrugada del 12 de junio al crucero HMS Glamorgan, y aunque se salvó de hundirse, quedó fuera de combate. Otro noble aparato que merecía modernización, y tenemos cantidades.
Radar Primario Argentino de 240 millas náuticas (MN) de alcance Transportable (RPA-240T). Siete unidades fabricadas para la FAA, 5 en servicio y 2 en proceso de instalación.
Radar de Alcance Mediano (RAM), una unidad en servicio por la FAA.
Sistema de Consolas de Defensa Aérea (SCODA). Varias unidades fabricadas y en servicio con diversos clientes militares.
Radar Primario Argentino de 200 MN de alcance Fijo (RPA-200F). Cinco ejemplares en etapa de fabricación para la FAA.
Radar Primario Argentino de 170 y 200 MN de alcance Móvil (RPA-170M y RPA-200M). Un RPA170M entregado y en servicio en la FAA y [UdW1]
RPA de 200 MN de alcance, Móvil, de uso Civil (RPA-200MC). Dos unidades en construcción para Nigeria. ¡¡PRIMERA EXPORTACIÓN!!
Pod ISR con Radar AESA aerotransportado. Un ejemplar con capacidad operativa inicial a entregar a mediados de 2022 y cuatro unidades más hasta 2025 para equipar los aviones IA-58 Pucará Fénix de la FAA.Ojo con este último radarcito, porque transforma al Pucará en un avión patrulla marítima y de fronteras con algunas capacidades AWACS. No es un Boeing 707 Sentry, pero tiene el encanto de lo local: argentino el avión, argentino el radar, y argentina la aviónica de procesamiento. Un AESA es el tope de capacidades en un radar militar: se lleva bien con una pantalla plana inmóvil, como para alojarse en espacios minúsculos, gracias a sus muchos haces móviles tiene un campo de barrido interesante (90 grados en vertical y horizontal), y puede saltar de frecuencia y perfil de onda para disimularse como radiación de microondas ambiental, sin delatar mucho su origen. Con un AESA, no es fácil transformar este buscador de blancos en un blanco, que es lo que hace hoy tan interesante pero corta la vida de los radaristas de ambos bandos en la guerra de Ucrania.
Será un gusto llevar el Puca Fénix dotado de un AESA a la próxima FIDAE, la principal feria aeroespacial del Hemisferio Sur, en 2024, en Santiago de Chile. Para decirlo con todas las letras: es un combo EXPORTABLE.
Simuladores de Radares. Entregados a varios clientes, civiles y militares.
Entre los nuevos desarrollos que INVAP se encuentra impulsando con esfuerzo propio podemos citar:Radar Argentino en banda X Aerotransportados (RAXA). Equipo en desarrollo por INVAP a riesgo propio para aviones y helicópteros, tripulados y no tripulados.
Radar de Vigilancia Terrestre y Costera de 30, 50 y 80Km de alcance (RVT-30, 50 y 80). Sensores en desarrollo a riesgo propio por INVAP.
Radar Multifunción 3D (sobre tráiler o integrado en vehículo 4×4) de 200Km de alcance para Vigilancia (RMF-200V). Desarrollo a riesgo propio de INVAP.
Radar Multifunción 3D de 200Km de alcance Naval (RMF-200N). Sensor en desarrollo a riesgo propio de INVAP con foco en los nuevos Patrulleros Oceánicos (OPV), las Corbetas y Destructores clase MEKO-140 y 360 de la Armada Argentina.
Radares específicamente orientados a la detección de drones y la protección de infraestructura crítica.
Casualmente, INVAP está asociada con los fabricantes de helicópteros CICARÉ, empresa bonaerense y la única aeronáutica privada argentina que sobrevivió al menemismo, y con Marinelli, contratista agrícola santafecino, para la construcción del helidrón RUAS-160. No es imposible que estos aparatos duales, hechos para la fumigación de precisión, carguen cámaras infrarrojas FixView y algún radar de baja potencia. Son el modo más barato de extender 200 km. las capacidades de una patrullera oceánica.
2021, el año récord
Tanto para INVAP en particular como para la Argentina en su conjunto, el año pasado no será “un año más” o “común” en materia de radares.Esto es así porque en 2021 se reactivaron de manera importantísima los procesos de radarización para distintos ámbitos del Estado Nacional, sino también porque se concretó la primera exportación de radares “made in Argentina” a otro país.
En ese sentido, INVAP proveerá a Nigeria dos radares RPA-200MC de uso civil y cursos de capacitación para el personal que los operará las 24 horas, los 365 días del año, para mejorar la seguridad de su aviación civil.
El RPA-200MC es un 3D radar móvil de largo alcance, de diseño modular, con transmisores y receptores distribuidos en su antena, que puede operar con muy alta disponibilidad, mínimo mantenimiento preventivo y bajos costos logísticos y operativos a lo largo de todo su ciclo de vida.
Esta primera exportación de radares “made in Argentina” a un nuevo mercado en el continente africano permitirá a INVAP continuar consolidándose como un proveedor fiable y competitivo. Y no será «veni, vidi, vici», como dijo Julio César para hacerle creer al Senado que su conquista de las Galias había sido facilonga. Éste (sólo hay que recordar Argentina en 1996) es un mercado caníbal. Lo importante es haber salido del menú.
Además, el Estado nacional celebró diversos acuerdos con INVAP para el desarrollo, provisión y modernización de más de treinta radares de diversos modelos, por ejemplo:
5 RPA-200F para la Fuerza Aérea Argentina (FAA) con su infraestructura de sitio asociada.
1 RPA-240T para la FAA con su infraestructura de sitio asociada.
1 Pod ISR con el segundo Modelo de Evaluación Tecnológica (MET-2) del Radar RAXA con Capacidades Operacionales Iniciales (COI) para la FAA.
2 RPA-200M y su simulador específico para el Ejército Argentino.
10 RMA para la Subsecretaría de Infraestructura y Política Hídrica de la Nación, con su infraestructura de sitio asociada.
3 Radares Primarios PSR-SSR Modo A/C/S, ADS-B MET, 2 Radares Secundarios SSR Modos A/C/S y funcionalidad ADS-B para la Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA), con su infraestructura de sitio asociada.
Modernización de 22 sistemas RSMA a RSMA-S/A (modos S y ADS-B) y provisión de unidades de ADS-B stand alone.
Entre los radares exportados a Nigeria y los acordados por el Estado nacional para equipar a las Fuerzas Armadas y otras instituciones civiles, en 2021 INVAP gestionó acuerdos por casi 180 millones de dólares en radares civiles y militares, de los cuales casi un 20% corresponde a su primera exportación.El volumen de ventas de radares alcanzado en 2021 es una novedad, porque no sólo de diversidad vive una empresa. Genera una gran carga de trabajo predecible para los próximos años y puede dar paso a la apertura de nuevos mercados. Todo esto da cierta continuidad, esa palabra mágica y tan evanescente cuando se trata de la Argentina y las tecnologías estratégicas.
Conclusiones
Los países más avanzados, como EE.UU., Francia, Alemania, Israel, llevan décadas implementando un modelo de gobierno que, sin importar la ideología de quienes resulten elegidos en las urnas, mantiene un fuerte compromiso respecto a fomentar el desarrollo científico-tecnológico y productivo de sus naciones. Eso falta, pero no es culpa de INVAP.Esos estados priorizan que el presupuesto de sus compras de seguridad y defensa sea satisfecho por empresas locales. Y cuando ello no es posible, exigen los mayores «offsets» y compensaciones industriales con la finalidad de lograr una autonomía cada vez mayor en el dominio de tecnologías sensitivas. Si no transferís tecnología y garantizás construcción o integración total, ni te reciben. La compra «llave en mano» es para ignorantes.
Durante la firma del contrato entre INVAP y la Fuerza Aérea Argentina para la compra de radares, el ministro de Defensa, Lic. Jorge Taiana, afirmó que: “INVAP es un ejemplo de empresa exitosa y coloca a la Argentina entre los países que tienen proyectos de tecnología de punta. Hoy veo aquí la expansión de un trabajo exitoso, de una empresa que es reconocida internacionalmente, pero además veo la sinergia entre una empresa que funciona como una empresa comercial, pero que tiene el impulso extraordinario del Estado, que la ha puesto a competir, no solo a nivel nacional, sino a nivel internacional”.
El FONDEF es reciente (2021), pero permite proponerse proyectos que al menos para nosotros resultan caros: inversiones plurianuales de decenas a centenares de millones de dólares, como lo es el caso de los radares primarios, los cazas supersónicos, misiles, buques y tanques que requiere la Defensa Nacional de un país tan extenso y rico como la República Argentina.
Ya que hemos citado a un romano, citémoslos a todos: «Si vis pacem, para bellum», decían. Traducible como «si quieres la paz, prepárate para la guerra». Un país extenso, rico y desarmado dura en ese estado lo que un chocolatín en la puerta de un colegio. El mundo funciona así.
Dice INVAP en un comunicado:
«También resulta necesario contar con una Ley de Investigación, Desarrollo, Innovación y Producción para la Defensa, que articule sinérgicamente las capacidades científico-tecnológicas e industriales del sector público y privado argentino para hacer un uso más estratégico y eficiente del FONDEF.
Confiamos que, más pronto que tarde, la dirigencia política argentina en su conjunto, gobierno y oposición, entenderá que invertir en tecnología nacional avanzada es la mejor manera de reequipar a las Fuerzas Armadas y, simultáneamente, genera puestos de empleo calificados, se sustituyen importaciones, se incrementa la independencia nacional al contar con una base industrial y tecnológica propia, y se generan nichos de exportación».
Se vienen nuevos tiempos, lectores. Y no serán necesariamente peores.
Daniel E. Arias
https://agendarweb.com.ar/2022/05/15/invap-se-consolida-como-proveedor-de-radares/
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@zonca Fumala Arias, el inicio de la producción nacional de radares fue por iniciativa del Presidente Néstor Carlos Kirchner, que anuló por decreto la licitación internacional vigente y dispuso de 236 millones de pesos de la época (unos 90 palos verdes) para poner en marcha un nuevo proyecto para construir y desarrollar radares en el país con empresas nacionales. (hubo una importantísma colaboración de la FAA)
Ahora todos saben de radares y te la explican como les conviene, cuánta gente de m... en nuestro pobre país -
Buenas noticias de INVAP, se retomaron las negociaciones con un importante país de África del norte para la modernización de su sistema radar.
La transferencia de tecnología más el ofrecimiento de participación de la industria local (áfrica) posicionan muy bien a INVAP para pelear un gran contrato que pondría a prueba a los radares argentinos en un entorno inmejorable -
@sam dijo en Novedades INVAP:
Buenas noticias de INVAP, se retomaron las negociaciones con un importante país de África del norte para la modernización de su sistema radar.
La transferencia de tecnología más el ofrecimiento de participación de la industria local (áfrica) posicionan muy bien a INVAP para pelear un gran contrato que pondría a prueba a los radares argentinos en un entorno inmejorableTe referís a Nigeria?
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@h234 dijo en Novedades INVAP:
@sam dijo en Novedades INVAP:
Buenas noticias de INVAP, se retomaron las negociaciones con un importante país de África del norte para la modernización de su sistema radar.
La transferencia de tecnología más el ofrecimiento de participación de la industria local (áfrica) posicionan muy bien a INVAP para pelear un gran contrato que pondría a prueba a los radares argentinos en un entorno inmejorableTe referís a Nigeria?
Si es africa del norte, hay varios grandes e importantes, Argelia y Marruecos, y por otro uno que fue cliente de Invap tengo entendido, Egipto.
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@h234 >No, ese contrato ya fue cerrado con Jampur International FZE, de Emiratos Árabes Unidos, en este caso se está trabajando con Marruecos
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Invap desarrolla un sistema de video para inspeccionar buques en el Mar Argentino
Es una innovación que permitirá un mejor control de la actividad pesquera y redundará en la protección de las especies marinasPOR REDACCIÓN JUNIO 5, 2022
Invap, la empresa pública de la provincia de Río Negro, diseña un sistema de control a través de cámaras de video y del registro de información a bordo de buques pesqueros. Es una innovación que permitirá una fiscalización más exhaustiva y frecuente de la actividad pesquera y redundará en una mejor protección de las poblaciones de especies en el Mar Argentino.
La tarea de fiscalizar a bordo las actividades de los buques pesqueros suele ser difícil. Los inspectores deben estar en los buques por mucho tiempo y a grandes distancias de la costa. Por eso, las inspecciones se hacen generalmente en los muelles.Desde la Dirección Nacional de Control y Fiscalización Pesquera, que depende del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, se convocó a la empresa Invap para que desarrollara un sistema integrado de control.
La iniciativa no consistirá solo en instalar cámaras en los buques porque esa intervención generaría tanto material de video que sería imposible de revisar. En cambio, el sistema que desarrolla la empresa rionegrina será capaz de reconocer patrones sobre las imágenes capturadas por las cámaras y podrá grabar material en ciertos momentos. Además, enviará alertas en tiempo real al organismo de fiscalización. De esta manera, el sistema permitiría registrar eventos clave como el momento y lugar de despliegue de las redes y si se están usando aquellas con un tamaño de malla aprobado.
El mes pasado, ya se hicieron las primeras pruebas. Se instalaron cuatro cámaras en el buque pesquero de merluza y langostino “Mellino VI” de Mar del Plata. Ese testeo servirá para determinar cuál es la ubicación óptima de las cámaras y qué eventos se pueden reconocer.En el mundo todavía no existe un estándar para generar este tipo de fiscalización en buques pesqueros y depende mucho de la regulación y las costumbres de pesca de cada país.
“Lo más importante es desarrollar los algoritmos de reconocimiento de imágenes para que reconozcan las acciones y después viene la programación de gestión de las imágenes, los mensajes, la información, los datos de GPS, la integración y gestión de todo el proceso”, dijo Gustavo Cabrera, asesor de la Gerencia General de la empresa a la agencia de noticias TSS.
Pronto, se harán pruebas en el buque de investigación pesquera y oceanográfica Holmberg. Esto significará un avance ya que permitirá hacer lanzado y recogido de redes a pedido en diferentes horarios y probar posibles trampas que pueden hacer los buques comerciales para evitar la fiscalización. Se espera que el sistema sea lo más independiente posible de los sistemas del barco para evitar el ingreso delos ruidos electrónicos.
Nota: https://www.rionegro.com.ar/ciencia/invap-desarrolla-un-sistema-de-video-para-inspeccionar-buques-en-el-mar-argentino-2332399/ -
Invap arrancó la construcción de Sabiamar, su último satélite
Tendrá como misión la observación del mar desde una órbita ubicada a más de 650 kilómetros de la Tierra.Martín Belvis
POR MARTÍN BELVIS
JUNIO 22, 2022 5:35 AM
En el cuarto limpio de Invap hay aún un prototipo del Saocom (foto: Chino Leiva)
El Satélite Argentino-Brasileño para Información del Ambiente Marino, Sabiamar, comenzó a tomar forma en el cuarto limpio que la empresa rionegrina Invap tiene en su planta de Bariloche. Por ahora, es un bastidor vacío pero a medida que se vaya integrando con sus componentes y su carga útil, será un aparato de 700 kilos que girará alrededor de la tierra a más de 650 kilómetros de distancia y a una velocidad tal que tardará dos días para pasar por el mismo sitio.
La empresa, que según la gobernadora Arabela Carreras, está en el mejor momento de sus 46 años de historia, enfrenta por estos días un reto porque la virtualidad hizo del mundo un mercado laboral global en ciertas disciplinas y le cuesta retener personal de ciertas especializaciones.
El cuarto limpio de Invap es un ambiente tan grande como impoluto, con sumo cuidado de lo que entra y sale de él, filtrado de aire y medidas contra la estática. Alguna vez hubo en ese ambiente dos satélites en construcción, las estructuras de un tercero y hasta el prototipo de uno de ellos, que se usa para ensayos.

Gabriel Achtig, jefe del proyecto, observa el esqueleto de lo que será el satélite Sabiamar (Foto: Chino Leiva)El freno al desarrollo espacial argentino de 2016 se siente ahora: luego de la puesta en órbita del Saocom 1B, en 2020, se produjo un bache. Por ahora, el Sabiamar, que esperan que esté en órbita en 2023, es el único proyecto espacial en construcción. Y el tercero de los Arsat, llamado SG1 (por “segunda generación”), recién atraviesa etapas de diseño.
En ambos casos, el cliente es una agencia del Estado argentino (la Comisión Nacional de Actividades Espaciales en el del Sabiamar y la empresa estatal Arsat, en el segundo), pero avanza otro desarrollo, con aspiraciones internacionales, para vender satélites geoestacionarios de comunicaciones pequeños (“smallgeos”, les llaman) junto con una empresa de Turquía.
Invap factura unos 200 millones de dólares por año. La mitad proviene de exportaciones y el otro 50% es fruto de ventas dentro de Argentina. Para cumplir con estos contratos, la empresa importa el 20% de sus insumos.
Mientras miro las nuevas olas
El Sabiamar tendrá dos cámaras principales que permitirán observar el océano Atlántico. En la costa argentina tendrá una definición de 200 metros por píxel y en el resto de 800.Pero además tendrá una tercera cámara de alta sensibilidad, con gran funcionalidad en la oscuridad de la noche, según explicó Gabriel Achtig, jefe del proyecto Sabiamar por parte de Invap.
Este satélite puede llegar a ser clave para combatir la pesca ilegal en el mar Argentino, especialmente la que se hace de noche, con potentes reflectores, que atraen cardúmenes de calamares.
El tamaño final, sin instrumentos desplegados, es de 2 metros por 1,5, con un peso de 700 kilos, lo que incluye el combustible líquido que se usa esencialmente en el momento de entrada en su órbita y, a lo largo de su vida útil, para realizar maniobras de corrección de posición y para eludir alguno de los tantos objetos que conforman una cada vez más grande basura espacial.
En una recorrida de la sede central, que organizó la empresa para la prensa, hicieron además un repaso de las actividades en las áreas de defensa y seguridad (radares), nuclear y medicina.
El contrato de exportación más importante es hoy la construcción de un reactor nuclear de investigación en Países Bajos, de acuerdo con lo que dijeron los subgerentes Felipe Albornoz (área nuclear) y Pablo Abbate (desarrollo de negocios). Pero en lo que estrictamente nuclear hay varios desarrollos, como el reactor argentino RA10.
La venta de radares a Nigeria y la provisión más o menos sistemática de aparatos para el control aéreo a la Fuerza Aérea o la autoridad regulatoria de vuelos son otros de los proyectos en ejecución.
La competencia en el mundo del trabajo se hizo global
“Hay gente que quiere desarrollar tecnología aplicada en Argentina para Argentina”. El CEO de Invap, Vicente Campenni, explicó que este es uno de los principios que guían a los especialistas que se quedan en la empresa a pesar de las ofertas que reciben desde todo el mundo.“Estamos compitiendo por el talento argentino”, añadió en un contacto con periodistas.
Lo que ocurre es que hay áreas (la ingeniería que se escribe antes de que se ejecute, la programación de software) que no obligan a la presencialidad que durante los tiempos duros de la pandemia se desarrollaron con normalidad de manera remota y que hoy son un recurso global, sin fronteras.
Vicente Campenni, el CEO de Invap, en una charla con periodistas (Foto: Chino Leiva)
-Tenemos muchísimo trabajo. Nos cuesta pelear con otras empresas que buscan captar el talento. La estamos peleando -respondió antes de dar detalles sobre esta encrucijada laboral.
La empresa tiene unos 1.400 trabajadores; la inmensa mayoría cumple funciones en la ciudad de Bariloche, pero hay núcleos más pequeños en Buenos Aires, Córdoba , pero también en Países Bajos, donde Invap construye un reactor nuclear de producción de radioisótopos.
En esa zona de Petten, al norte de Amsterdam, en la costa del Atlántico norte, hay un horizonte de trabajo tal de los especialistas argentinos que los empleados de Invap se mudan con sus familias.
Están acostumbrados. Desde hace más de 20 años, cuando vendieron el reactor a Australia, el trabajo en el exterior es una constante.
Los radares y la seguridad
Invap detectó sus propias habilidades en materia de radares cuando tuvo que desarrollar los dos satélites Saocom 1, que mediante un sistema de microondas, puede observar la superficie de la Tierra y algunos metros por debajo de ella inclusive.Hizo radares de seguimiento de vuelos colaborativos (aerocomerciales) y de control de las fronteras, además de meteorológicos.
Cuando nuestro país fue sede temporal del G20, del que participan las naciones occidentales más desarrolladas, la Fuerza Aérea Argentina y el ministerio de Defensa contrató a Invap para actualizar viejos radares de su planta.
La empresa desarrolló incluso para esa cumbre radares primarios móviles y les dio a varios equipos casi obsoletos una vida útil de décadas y un abanico mayor de prestaciones.
Este trabajo le permitió competir y ganar la licitación para exportar dos radares primarios a Nigeria, con un contrato que está en plena ejecución.