Entrevista a Gabriel Absi, Gerente del Área de Proyectos Espaciales de INVAP
Pocos días después de que INVAP y la Comisión Nacional de Actividades Espaciales de Argentina hayan puesto en órbita el segundo satélite de la familia SAOCOM, dialogamos Gabriel Absi, Gerente del Área de Proyectos Espaciales de la empresa tecnológica, sobre éste y todos los demás proyectos satelitales que llevan a cabo.
Por Santiago Rivas
Entrevistamos a Gabriel Absi, Gerente del Área de Proyectos Espaciales de INVAP, sobre el logro alcanzado con la puesta en órbita del segundo satélite SAOCOM y también los demás proyectos que la empresa lleva adelante, tanto con la Comisión Nacional de Actividades Espaciales de Argentina (CONAE) como junto a otras organizaciones.
Uno de los puntos fuertes de INVAP es la capacidad para poder realizar toda la cadena completa “desde un papel en blanco, interpretar los requerimientos que tiene un cliente, hacer todo lo que es la ingeniería conceptual, lo que se conoce como ingeniería básica, ingeniería de detalle, las compras de los componentes que se necesitan, la producción, los test funcionales y los test ambientales, transportarlo hasta el sitio de lanzamiento, hacer las operaciones necesarias de lanzamiento y desarrollar los procedimientos de puesta de operaciones que después utiliza el cliente para operar el satélite y darle soporte al cliente durante las operaciones, que generalmente es durante la vida del satélite” explica Absi para describir las capacidades de INVAP en el área de satélites. “Con esto lo que te explico es que estamos en toda la cadena de valor desde el momento que se arranca a ver cuál es la necesidad y los requerimientos que tiene el cliente hasta ponerlo en órbita y hacer los procedimientos de operación para el satélite y el posterior soporte en las operaciones. Por otro lado, tenemos una rama que está más orientada a las aplicaciones y a los productos. Por lo general los satélites de observación a la tierra generan imágenes o generan información. Y con esa información le acercamos una solución a los usuarios. Un caso en particular: estamos bastante enfocados en el agro hoy en día. Dándole soluciones al agro a través de una empresa que tenemos que se llama Frontec. Pero también estamos entrando en otras áreas de negocios como defensa y seguridad”.
¿Qué proyectos tienen actualmente?
Los proyectos que tenemos hoy en día: el SAOCOM, que ya estamos en su etapa final, estamos haciendo el commisioning del satélite, la aceptación en vuelo del satélite.
Hace un año y medio formamos una empresa nueva con socio de Turquía, que se llama GSATCOM, para hacer el desarrollo y la comercialización de satélites de comunicaciones de nueva generación, globalmente, no solo en Argentina. Y ese desarrollo se está haciendo en Argentina, armamos un equipo de argentinos y turcos. Antes de la pandemia estábamos trabajando todos acá, después con la pandemia los ingenieros turcos se fueron a su país y estamos haciendo el desarrollo de un satélite para entrar en un nicho de mercado que detectamos que es…en las jergas se conocen como SmallGEO, con ciertas características que los convierten en las plataformas que se vienen en el futuro. Están bastante cerca del estado del arte de los que son los satélites de comunicaciones. Por otro lado, estamos desarrollando para la CONAE, un satélite que se llama Sabiamar, a partir de un acuerdo que tiene la CONAE con la Agência Espacial Brasileira (AEB).
¿El Sabiamar lo hacen ustedes solos o junto con los brasileños?
No, en ese acuerdo Argentina hace un satélite, Brasil pone un satélite igual y después compartimos la información. Argentina y Brasil comparten la información que generan los dos satélites, los dos vuelan en la misma orbita, en tándem y la información se comparte. Ya estamos en la etapa en la que terminamos la ingeniería de detalle, estamos haciendo la compra de los componentes y a producir lo que se conoce como modelo de ingeniería y a su vez haciendo las compras de los componentes que vamos a usar en el satélite que vuela.
Para completar el panorama, como ya salió en varios medios, estamos terminando de especificar junto con la gente de ARSAT lo que sería el tercer satélite de la flota, que es el ARSAT SG-1. Está en paralelo a todo ese trabajo técnico de definir bien el satélite a partir de las necesidades que tiene ARSAT. Se está trabajando en el contrato con ARSAT para ese satélite y la expectativa es firmarlo pronto.
¿La idea es que sea dentro de este año?
Si, la idea es firmarlo de acá a fin de año seguro. Estamos bastante cerca de la firma.
Por otro lado, hemos participado de un par de licitaciones internacionales, en una de ellas con buenas perspectivas, que todavía seguimos en carrera.
Con la CONAE a su vez estamos empezando a hablar en las próximas misiones, más allá de que estemos haciendo el SABIAMAR ahora, darle continuidad al SAOCOM, con la misión SAOCOM 2.
Argentina e Italia firmaron un convenio hace un año y medio para extender el acuerdo que había, para hacer la segunda generación de los satélites, tanto los argentinos que son los SAOCOM como los italianos que son los COSMO-SkyMed.
¿Cómo se fue posicionando INVAP en el área satelital?
INVAP arranca en el área espacial por los años 90. La empresa tenía ciertas competencias y cierto conocimiento, que venían del área nuclear. INVAP hasta ese momento había desarrollado mayormente proyectos nucleares. Y había áreas de la ingeniería que eran bastante compatibles con el área espacial. La CONAE elige INVAP como contratista principal para su primer satélite, que fue el SAC-D. Hizo un acuerdo de cooperación con la NASA, expertos de la NASA nos ayudaron a generar las aptitudes que necesitábamos para poder llevar adelante ese satélite.
Después hicimos, también con la NASA, el satélite SAC-A, el SAC-C y el SAC-B y ahí fuimos aprendiendo. Sobre los satélites, cada uno de ellos fue incrementando su complejidad.
Y con todo ese conocimiento, cuando surge la necesidad de ARSAT de hacer los ARSAT 1 y 2, confían en nosotros. Los satélites anteriores también los habíamos hecho solos, no es que la NASA hizo el satélite con nosotros, pero de alguna forma hacía de consultor técnico.
Los satélites de ARSAT los hicimos sin la consultoría de la NASA. ARSAT contrató a algunos consultores internacionales que eventualmente usamos para hacerles algunas consultas.
Y si, los satélites ARSAT 1 y 2 fueron los que más prensa tuvieron. Pero, antes de hacer los ARSAT, yo diría que el SAC-D fue una misión muy relevante para la NASA, porque pusieron en manos de argentinos instrumentos que valían 180 millones de dólares. Ya INVAP empezaba a tener un renombre internacional en el mundo chico de los satélites de determinado porte.
Yo diría que el ARSAT 1 y 2 fue la coronación de demostrar que no solo podíamos hacer satélites de observación de la tierra de orbita baja, sino también de comunicación. Y a partir de ahí fue que pudimos formar la sociedad con la empresa turca. Y de los ARSAT para acá ya empezamos a aparecer en los reportes internacionales del área espacial, como una de las siete u ocho empresas que tienen esta capacidad de arrancar desde un papel en blanco y poder poner en órbita, con algunas características que otras empresas no tienen, que todo el satélite lo hacemos en casa. Tenemos todas las disciplinas dentro de INVAP, cuando la mayor parte de las empresas no tienen todas dentro, sino que subcontratan a otras empresas.
Claro porque incluso pueden hacer hasta las pruebas en CEATSA
Claro, nosotros también tenemos CEATSA, es una asociación que formamos entre ARSAT e INVAP, cuando se hicieron los ARSAT y ahí se probaron los ARSAT, el SAC-A y el SAC-B. Así que, dentro de todas las empresas que hacen satélites, que son en el orden de siete u ocho, INVAP tiene todas las disciplinas dentro de la empresa y eso es algo bastante relevante en la industria.
¿Hoy como ves posicionada a INVAP a nivel latinoamericano? ¿Es la empresa que lidera el mercado en la región?
Si, yo diría, no solo INVAP, Argentina tiene relevancia en el mercado latinoamericano. No hay otro país que tenga el desarrollo espacial que tiene la Argentina. Aún Brasil, que es de los países más poderosos de la región. E INVAP se destaca como la única empresa en Latinoamérica. En América tenés empresas que compiten con nosotros en Estados Unidos y Canadá, después el resto de los países están muy lejos de las capacidades que tenemos nosotros.
¿Qué podés contar del SAOCOM 1B que se lanzó hace unos días?
El proyecto nace a partir de un acuerdo de la agencia espacial nuestra con la agencia espacial italiana donde Argentina tenía que poner dos satélites e Italia tenía que poner cuatro, los satélites italianos son COSMO 1 y Skymed y los argentinos SAOCOM. Y la característica que tiene esta constelación es que se diseñó para hacer la gestión de emergencias del planeta. Los seis satélites llevan radares de apertura sintética, los dos satélites que puso Argentina usan la banda L, porque tiene ciertas características que son muy buenas para la actividad agrícola y para el desarrollo socioeconómico del país. Italia elige la banda X, que son de frecuencia más alta, que simplifica un poco el satélite, sobre todo en lo que tiene que ver con su tamaño y su antena, los Skymed pesan la mitad de lo que pesa el SAOCOM. El SAOCOM pesa 3 toneladas y el Skyymed pesa casi una tonelada y media.
Lo que hace el SAOCOM con el radar es tomar imágenes de la tierra, como si fueran las imágenes de Google Maps pero con características adicionales. Por empezar, en algunos modos de funcionamiento podes hacer fotos en 3D, no solo resolver las dos dimensiones, sino también resolver la altura y hacer mapas topográficos. Y algunos otros tipos de productos, podes medir la altimetría, determinar ciertas características del suelo, como medir la humedad, a partir de que la onda en banda L penetra el suelo, podes ver lo que está debajo del follaje de los bosques, si hubiera autos, casas, caminos, debajo de los árboles, los podrías ver. Podés ver a través de las nubes y esto es muy relevante, porque los satélites convencionales ópticos no pueden, y Argentina en la zona pampeana tiene muchas nubes.
Esto es por las características del radar ¿no?
Eso por las características que tiene el radar, y eso te da una ventaja porque para hacer el seguimiento de las cosechas, determinados índices que tienen las plantas, que te permiten mirar el vigor de la planta, necesitás observarlo con una periodicidad menor a una semana. Y lo que pasa cuando usas satélites ópticos es que pasas y hay nubes, no podés ver lo que está debajo y te perdés esa información para hacer el seguimiento de las cosechas, con el SAOCOM eso no pasa. Así que para la actividad agropecuaria no solo es determinar la humedad del suelo, sino también el hecho de que podés observar el crecimiento de las plantas y determinar plagas o lo que la planta tenga.
Otra gran característica que tiene es que te permite tomar imágenes de día y de noche y eso también es muy relevante para el país. Sobre todo, porque la Argentina tiene una plataforma marítima muy rica, que es muy codiciada y ha sido noticia en todos lados la cantidad de barcos pesqueros de todo el mundo que vienen a pescar a la plataforma nuestra. La Argentina pierde alrededor de 1500 millones de dólares al año, producto de que hasta ahora no ha estado controlando la pesca. Y el SAOCOM, como toma imágenes de día y de noche, permite ver los barcos pesqueros, que por lo general pescan de noche, utilizan luces para atraer a los camarones a las redes y eso con una cámara convencional, como llevan la mayor parte de los satélites, no lo podés ver y con el radar sí y tomar acción al respecto.
Lo otro que hace poderosa a la constelación es que, los radares de banda L tienen ciertas características buenas y los de banda X tienen otras características, y a partir de ese acuerdo que tiene la Argentina con Italia, como estos seis satélites viajan en línea, uno atrás del otro, prácticamente mirás el mismo punto de la tierra con los dos radares al mismo tiempo. Y eso te permite combinar la información de ambos satélites y obtener productos o imágenes que no podrías obtener con cada uno de ellos de forma individual.
Por otro lado, la Argentina es el único país que tiene en el espacio un satélite con las prestaciones que tiene el SAOCOM. El único país que tiene otro radar SAR en banda L es Japón, pero de un satélite que no es comercial, no tiene las prestaciones ni las características que tiene el SAOCOM. Y eso posiciona a la Argentina en un lugar geopolíticamente muy importante. Al punto tal que países del primer mundo están queriendo hacer acuerdos con para acceder a esas imágenes. Entre ellos te cito la NASA, Israel, que tecnológicamente está muy desarrollado.
¿Qué ventajas tiene que sea un radar de apertura sintética?
Los radares comunes no hacen imágenes, vos lo que detectas es un blanco. El radar de apertura sintética lo que te permite es hacer una imagen como si fuera una cámara de fotos. Y eso lo hace muy complejo. Los radares que tenés en los aeropuertos para detectar tienen que girar, acá el radar no gira, lo que hace es un barrido electrónico con los haces del radar y eso lo convierte en algo muy complejo tecnológicamente. Tecnología que argentina no tenía, que se desarrolló de la mano del SAOCOM. Y eso genero otros spin off, o como nosotros lo llamamos: derrame.
Cuando SAOCOM nace e INVAP firma el primer contrato, esa tecnología no se conocía en la Argentina. Nos pusimos a estudiar, tanto CONAE como nosotros, y a partir de haber hecho el SAOCOM adquirimos conocimiento que después nos permitió hacer los radares de defensa que hoy tiene la Argentina y de control de tráfico comercial y meteorológico.
Si no, la Argentina tendría que haber comprado esos radares afuera y haber gastado divisas. Gracias al conocimiento que desarrollamos con el SAOCOM, INVAP hizo la provisión a un precio competitivo. No solo que gastó menos plata la Argentina en comprar los radares localmente, sino que además ese trabajo quedó acá, no solo en INVAP, sino alrededor de las más de sesenta empresas que trabajan para INVAP. Y, bueno a tal punto que hoy 23 aeropuertos de la Argentina tienen radares nuestros, hay 11 radares meteorológicos a lo largo y ancho de la Argentina y hay tres radares en el Escudo Norte para controlar el tráfico ilegal de aviones.
Hoy en día también, no solo se está participando en licitaciones internacionales en el área espacial, sino que también para la provisión de radares.
¿Y cómo sigue ahora el proyecto SAOCOM?
El proyecto casi está en su etapa final del contrato, lo que estamos haciendo ahora junto con la CONAE son los ensayos de aceptación del satélite en órbita, y una vez que se terminan esos ensayos, que CONAE acepta el satélite, el contrato queda finalizado, esto va a ocurrir dentro del próximo mes, y a partir de ahí, lo que tenemos es un contrato para darle soporte a las operaciones. La operación del satélite la hace la CONAE desde el centro espacial Teófilo Tabanera en Córdoba. Nosotros tenemos una línea 24/7 con todo un equipo de soporte en caso de que haya consultas, si hay algún problema con el satélite se ponen en contacto con nosotros.
Estamos empezando a hablar con la CONAE de la segunda generación, de los SAOCOM 2.
¿Ya está definido o es solo una idea?
En principio la idea es que tengan prestaciones parecidas a los que tienen los SAOCOM 1. Pero la tecnología desde que se empezó a hacer el SAOCOM ha evolucionado bastante, entonces, introducir todos esos cambios tecnológicos por la obsolescencia, incluso nacionalizar cosas que en el pasado no se pudieron nacionalizar, porque no estaban disponibles en Argentina.
En cuanto al ARSAT SG1 ¿Qué cambios traería con respecto al 1 y 2?
Los cambios más relevantes son tener un equipo de comunicaciones de última generación, es algo bastante nuevo que se llama sistema HTS por las siglas en ingles High-Throughput Screening, que da mayores prestaciones que los equipos convencionales, por tener un mayor ancho de banda. Eso, por un lado, por otro lado incorporaríamos lo que es la propulsión eléctrica y eso es una ventaja bastante grande en lo que hace al peso del satélite y el costo de lanzamiento del satélite, porque los lanzamientos de los satélites están directamente relacionados con el peso. Para que te hagas una idea, más o menos hoy está en el orden de entre 25 y 30 mil dólares el kilo.
Para ponerlo en forma comparativa, un satélite como el ARSAT 1 o 2 pesa tres toneladas. Teniendo propulsión eléctrica y este sistema de comunicaciones, estaría en el orden de una tonelada y media, la mitad. Y eso serían 40 millones de dólares que te ahorrás en el lanzamiento. Por otro lado, en los ARSAT hubo muchos equipos que se compraron como provisiones externas. Hoy la mayor parte de esos equipos, por lo menos de la parte de la plataforma de servicios del satélite se están desarrollando en la Argentina en estos momentos.
Lo mismo que con el SAOCOM dos, estamos apuntando a nacionalizar más, que eso genera trabajo nacional. No solo en Invap sino en las empresas que están alrededor de ella.
Y estas dos características que convierten al satélite en un satélite del estado del arte, lo más cercano a la última generación.
¿Qué porcentaje de integración nacional se espera que llegue en este nuevo ARSAT?
En los ARSAT 1 y 2 estábamos en el orden del 10 por ciento y acá estamos llegando al 25 o 30.
¿Se está previendo un espacio para comunicaciones militares?
En el SG1, siempre podés poner comunicaciones encriptadas. Por lo general defensa utiliza la banda X para hacer sus comunicaciones y el SG1 no va a tener banda X, por lo menos como esta especificado ahora. No sé si hubo charlas entre el Ministerio de Defensa y ARSAT, un viejo anhelo.
¿Qué capacidades que sumaría con respecto a los dos que ya están en el espacio?
Bueno, los Arsat 1 y 2 estaban orientados a las comunicaciones, pero lo que tenía más que ver con televisión broadcast y telefonía. Este satélite está más orientado a la comunicación broadband. O sea, internet o datos, que por eso es la nueva generación de satélites. Como la tecnología ha cambiado mucho, la televisión va por streaming, la radio va por streaming, todo va por datos. Entonces este es un satélite orientado a dar conexión de internet. Es una necesidad de los argentinos que está desatendida. Porque de alguna forma los ARSAT 1 y 2 están usándose en más de un 90 por ciento de su capacidad, así que es necesario agregar otro satélite a la flota para poder cumplir la demanda.
¿Y hoy se piensa en un cuarto ARSAT?
También se está hablando de un SG2, pero todavía estamos con la cabeza puesta, tanto ARSAT como nosotros, en terminar de definir el SG1, queda mucho trabajo, pero ARSAT ya está haciendo algunos trabajos en paralelo. No todavía con nosotros, pero si ellos para el Arsat SG2.
¿En la región hay otros países que estén demandando servicios del ARSAT?
Si, para empezar, parte de las comunicaciones del Departamento de Defensa de Estados Unidos pasan por el ARSAT 2. Eso tiene que ver con la buena performance que tiene la banda C del ARSAT en Norteamérica y eso lo han contratado. Y además da servicio de comunicaciones en algunos países de la región.
En defensa y seguridad, en la parte satelital ¿qué está ofreciendo INVAP?
Las dos cosas que más piden en el mundo son los satélites ópticos de alta resolución, con cámaras de 50 y 60 centímetros, lo que se llama satélites submétricos, en múltiples bandas. Nosotros iniciamos hace algún tiempo el desarrollo de cámaras de alta resolución, una cámara con un telescopio bastante sofisticado. Y otra cosa que pide el mercado internacional son radares de apertura sintética de banda X, que es lo que tiene aplicaciones militares. En ese sentido nosotros estamos haciendo un desarrollo de radares de apertura sintética en banda X para volar en aviones que pueden ser utilizados. Ya desde su concepción en el diseño lo tenemos pensado para que pueda ser usado no solo en aviones sino también en satélites.
La idea entonces es que INVAP pueda ofrecer satélites tanto con cámaras ópticas submétricas como también con radares de banda X.
Si, esas cosas las tenemos en el portfolio de productos que ofrecemos cuando salimos al mundo y está armado de lo que vemos que es la demanda, versus la capacidad que nosotros tenemos. Y te diría que en el área militar y de defensa básicamente se centran en esos dos.
¿Cómo ves la demanda de productos de INVAP a nivel internacional?
En lo que es el área espacial hay un mercado. El área espacial viene de un parate medio grande desde el año 2018. Lo que estamos viendo y los pronósticos que hay es que esa actividad está empezando a crecer de nuevo y estamos participando de un par de licitaciones. Así que para nosotros es muy bueno, algún mercado que podamos capturar con esta nueva empresa GSATCOM, el escenario es prometedor. Pero hay que empezar a transitar ese camino que nunca es fácil. Exportar desde Argentina no es fácil, porque nos ha pasado hacia fines del año pasado que no nos podíamos presentar para una licitación porque no podíamos conseguir las garantías bancarias, los clientes te piden financiación. Es muy difícil ofrecer financiación desde Argentina cuando competís con empresas que ofrecen tasa subsidiada o negativa.
¿Cuáles ves que son los desafíos más grandes que tienen para seguir creciendo en el mercado satelital?
No tienen que ver con lo tecnológico sino con el volumen de trabajo. A medida que haya volumen de trabajo vamos a necesitar crecer en personal y capacitar más gente, así que el principal desafío diría que pasa por ese lado. En la situación de pandemia es muy difícil, si uno tuviera que crecer, traer gente a Bariloche, donde está la sede central de INVAP. Ese sería el primer desafío grande, que ya lo estamos haciendo, a partir de esta nueva realidad en la que nos sumerge la pandemia, tratando de hacer home office, que los ingenieros trabajen, ya sea desde Córdoba, Buenos Aires o alguna localidad.
¿Hay oferta de personal calificado en la Argentina?
En líneas generales no hemos tenido problema, no hemos incorporado muchos, pero hemos incorporado una decena de personas y la verdad que no nos ha sido muy difícil.
¿Cómo ves el desarrollo hacia el futuro? Tanto nacional como internacional
Yo lo veo prometedor, ese estudio de mercado que hicimos afuera plantea un escenario interesante para nosotros y el nacional también. La CONAE este año presentó su plan espacial nacional a once años y no solo están los SAOCOM 2, sino que están los satélites de arquitectura segmentada SAR y los satélites meteorológicos regionales, o sea, el escenario que se presenta es prometedor.
El plan lo tiene que aprobar el poder ejecutivo. Está en revisión en estos momentos. El plan nacional anterior se venció en el 2015, así que desde 2015 hasta ahora estamos sin plan espacial. Desde 1994 hasta el 2015 hubo un plan espacial y en el gobierno anterior se presentó un plan que no se aprobó. Ahora está en revisión, la idea es que se apruebe bajo este gobierno.
¿En la región hay algún tipo de cooperación más allá de SABIAMAR?
Cooperación a nivel agencia hay, por ejemplo, la Argentina con Perú, que tiene un satélite muy bueno, submétrico militar y a partir de un acuerdo que hay, Perú recibe las imágenes del SAOCOM y Argentina recibe las imágenes submétricas del PeruSat-1, que es un satélite muy interesante. Después, hay otras cooperaciones como Argentina y Brasil, Paraguay, hay algunas cosas con Chile, con México, Colombia…
O sea, más bien a nivel interagencial entre la CONAE con las agencias de esos países, no a nivel de ustedes como empresa.
No, nosotros a nivel de empresa tenemos acuerdos con agencias y con otras empresas. En Chile, Perú, Paraguay, Colombia y Brasil. Tenemos contacto y tenemos charlas, en concreto no tenemos nada hoy, pero sí hemos mantenido contacto con gobiernos, ministerios o empresas de esos países.
https://www.pucara.org/post/entrevista-a-gabriel-absi-gerente-del-área-de-proyectos-espaciales-de-invap?fbclid=IwAR3L5zZkWhQ9vi46BYzPnZp3QKcaRzzpGv6YBXMpPSjk2IZp_6ECiblkcYs