Historias de la IIº GM
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-(Nota N° 2)
LAS BUSQUEDAS DE SUBMARINOS ALEMANES EN COSTAS ARGENTINAS
#histarmar
Rendicion del U-530 y del U-977El 10 de Julio de 1945, el submarino alemán U-530, un tipo IX C/40 comandado por el Oberleutnant Otto Vermouth se rindió a la Base Naval Mar de Plata y el 17 de Agosto en el mismositio se rindió el U-977, un tipo VII C, comandado por el TT. Heinz Schaffer. Ambos buques se rindieron luego que Alemania ya habia caído a los Aliados y el Alto Comando Aleman hubiera dado la orden a todos los u-boats que se rindieran a buques o puertos aliados. Las historias de ambos submarinos estan en esta web en Histarmar/Informacion Historica/Submarinos nazis.
Entre ambas rendiciones y especialmente entre el 19 y el 25 de Julio hubo varios avistajes de U-boats en la costa Bonaerense. El 25 de Julio un posible submarino fué visto en el área de Claromecó, luego en Necochea, Copetonas y San Clemente del Tuyú.Era esto "histeria colectiva"? Posiblemente, pero esta "histeria" también llegó a Brazil y a Uruguay, donde informaron de avistajes de submarinos alemanes. Aún la pérdida del crucero Bahía el 4 de Julio fué culpado a un ataque de U-Boats- cuando está bien comprobado por relatos de sobrevivientes que fué el estallido accidental de una carga de profundidad lo que ocasionó que su popa explotara y se hundiera -
Por lo tanto, tomando en cuenta que el U-530 ya se había rendido en Mar del Plata y de acuerdo a la bitácora del U-977, no estaba ni cerca de la costa Argentina, cuáles eran los submarinos que estaban operando en esta área?
Pero ya que lo que se comenta fué después que terminó la guerra, estos posibles submarinos no tenían un puerto donde regresar y eran ilegales, ya que no habían cumplido con las órdenes Aliadas de rendicion, por lo que podían disparársele sin contemplaciones. Aún más, si hubieran traído jerarcas nazis o valores no podrían arriesgarse a que fueran encontrados. Por lo tanto es sólo de sentido común que hubieran sido hundidos por propia mano en algún lugar, y que mejor lugar que las desiertas costas patagónicas?
Estos datos han dado pié por muchos años a una verdadera leyanda sobre la presencia de submarinos alemanes hundidos en nuestras aguas, que por supuesto dieron pié también a sus respectivas búsquedas.
https://www.histarmar.com.ar/InfHistorica/BusquedasUBoats/2-RendU530-977.htm
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La Batalla de Lutsk-Dubno-Brody-Rovno, ¿La mayor batalla de tanques de la Segunda Guerra Mundial?
El 22 de junio de 1941, el 6° Ejército alemán (Reichenau) y el 1° Grupo Panzer (Ewald von Kleist) en medio de las denominadas batallas fronterizas atacaron a lo largo del eje Lutsk-Rovno en suelo ucraniano con el objetivo de apoderarse de Lutsk, Rovno, Dubno y Ostrog. A las 18 horas del inicio de la invasión alemana, los elementos del IV, XV, XXII y IX Cuerpos Mecanizados soviéticos comenzaron a movilizarse a posiciones para un contraataque. En los siguientes tres días, se produjo una serie de encuentros entre los diversos cuerpos mecanizados que se acercaban y los cuerpos Panzer que intentaban ponerse a cobertura. En 24 horas, los soviéticos habían atacado con seis cuerpos mecanizados completos, una división mecanizada adicional, un cuerpo de caballería completo y dos cuerpos de fusileros completos (el XXXVI y XXXVII) buscando contrarrestar a las fuerzas alemanas en lo que se conoce como la “batalla del triángulo sangriento” de Lutsk-Dubno-Brody (al cual agregamos Rovno).
Para el 25 de junio, las divisiones 13° y 14° del III Cuerpo Panzer (Hasso von Manteuffel) habían asegurado el control sobre Lutsk. Sin embargo, el 26 de junio, el principal contraataque soviético se desplegó con el objetivo de aislar y destruir la 14° División Panzer del XIV Cuerpo Panzer (Wietersheim) y la 11° División Panzer del XXXXVIII Cuerpo Panzer (Walter Kempf). La situación apenas fue salvada por varias divisiones de infantería alemanas que avanzaban y dos divisiones Panzer que contraatacaban sobre los flancos de los diversos grupos de ataque soviéticos. Entre el 28 y el 29 de junio, la posición soviética comenzó a deteriorarse rápidamente cuando se quedaron sin combustible y municiones, y todo el flanco izquierdo de la línea soviética se derrumbaría en forma definitiva para el 1 de julio.
Las fuerzas enfrentadas en esta área comprendieron 18 divisiones alemanas del 6º Ejército y del 1º Grupo Panzer, directamente involucradas en la batalla del “Triángulo Sangriento”. Se considera que esta duró del 22 de junio al 2 de julio, en el área de Vlodava en el norte a Krystonopol en el sur y al este a Ostrog. Estas 18 divisiones se dividieron en 10 divisiones de infantería, 1 división de seguridad, 2 divisiones motorizadas y 5 divisiones Panzer. Las cinco divisiones Panzer reunían aproximadamente de 600 a 650 tanques entre ellas, con aproximadamente 100 tanques adicionales y cañones de asalto en cuatro batallones independientes. En oposición a este grupo alemán de fuerzas estaba el 5º Ejército Soviético, con infantería de reserva adicional y un cuerpo mecanizado, que constaba de 28 divisiones en total. Estas fuerzas se dividieron en 11 divisiones de fusileros, 11 divisiones de tanques y 6 divisiones de fusileros motorizados.
Según nuestra fuente de la página rusa https: //zen.yandex.ru/, cita la cantidad de vehículos blindados que participaron así: 2 803 tanques del Ejército Rojo y 799 tanques y cañones de asalto del Ejército alemán. Posteriormente, otros 325 tanques (8º División de Tanques del IV Cuerpo Mecanizado) se sumaron a las tropas soviéticas, elevando el número total de sus vehículos blindados. Los tanques formaron la base de las fuerzas blindada de la URSS en la batalla de la siguiente manera: KV-2 (33 unidades); KV-1 (136 unidades); T-35 (48 unidades); T-34 (171 unidades); T-26, OT-26, T-27, T-36, T-37, BT-5, BT-7 (2415 unidades en total). El 24 de junio se sumaron otros 50 tanques KV-1 y 140 tanques T-34. Mientras que los tanques que formaron la base de las fuerzas alemanas se distribuyen así: Panzer IV (80 unidades); Panzer III con cañón de 50 mm (195 unidades); Panzer III con cañón de 37 mm (89 unidades); Panzer II (179 unidades); Befehlspanzer (42 unidades).
Se estima que al menos 2 280 tanques soviéticos se perdieron por completo del 22 de junio al 1 de julio de 1941 durante el conjunto de combates en el sector del “Triángulo Sangriento”. En cuanto a la fuente basada en la página rusa https: //zen.yandex.ru/, nos dice que en el período del 23 al 30 de junio de 1941, el Ejército Rojo perdió en esta batalla, 2 648 tanques y los alemanes 260 blindados. Citando al historiador David M. Glantz, todo el conjunto de batallas fronterizas en Ucrania del 22 de junio al 02 de julio dejaron vapuleado al Frente Sudoeste con las pérdidas de 241 594 soldados, incluidos 172 323 muertos, capturados o desaparecidos, 4 381 tanques (destruidos o capturados), 5 806 cañones y morteros y 1 218 aviones de combate. Lo peor aún, era que las tropas del Grupo de Ejércitos Sur, ahora estaba en una posición ideal para atacar hacia el sur desde el oeste de Kiev en el área de retaguardia de los Frentes Sudoeste y Sur.
Surge la pregunta ¿por qué un gran número de formaciones mecanizadas soviéticas fueron derrotadas con cierta facilidad por su contrincante alemán? El autor Victor Kamenir nos cita un informe escrito el 5 de agosto de 1941 por el mayor general Morgunov, jefe de las fuerzas blindadas del Frente Sudoccidental. En su informe, el general Morgunov esbozó sucintamente la mayoría de las principales causas que condujeron a la derrota apabullante de las formaciones mecanizadas del Ejército Rojo en el período inicial de la guerra. En síntesis se llegó a la conclusión que: “desde el primer día de la guerra, los cuerpos mecanizados fueron empleados incorrectamente, porque, mientras el cuerpo mecanizado (no todos ellos) eran realmente un activo para el combate frontal, sin embargo todos fueron asignados a los ejércitos de infantería. Naturalmente, los casos de reasignación de un cuerpo mecanizado directamente a un ejército deberían haber sido posible, pero sólo en casos que la situación realmente lo exigiera, siendo que en realidad tendrían que estar agrupados como un grupo compacto de ataque”.
Otro punto mencionado en el informe es que “todas las operaciones de los cuerpos mecanizados se llevaron a cabo sin un minucioso reconocimiento; algunas unidades desconocían por completo lo que estaba sucediendo en sus inmediaciones. No había absolutamente ningún recurso de reconocimiento asignado específicamente para los cuerpos mecanizados. El control de los cuerpos mecanizados por comandantes de [ejércitos] de todas las armas estaba mal organizado; las unidades estaban muy separadas entre sí y en el momento de la ofensiva no tenían contacto entre ellas. Los cuarteles generales de los ejércitos no estaban completamente preparados para controlar formaciones mecanizadas tan grandes. Y peor, al igual que el cuerpo mecanizado, la infantería, por regla general, actuó de forma independiente, lo que no permitió la organización adecuada de operaciones combinadas”.
Fuentes:
“The Bloody Triangle – The Defeat of Soviet Armor in the Ukraine, June 1941” de Víctor Kamenir (2010)
“Operation Barbarossa Hitler’s Invasion of Russia, 1941” de David Glantz (2011)
https://www.operationbarbarossa.net/the-lutsk-rovno.../
https://zen.yandex.ru/.../23-iiunia-1941-goda-tankovaia... -zabytoe-srajenie-elikoi-voiny- -
La arremetida de Operación Bagration, el Ejército alemán en fuga
En seis días de iniciada la “Operación Bagration”, el Ejército Rojo había avanzado de 120 a 150 km, alcanzando hasta tasas de avance de 20 a 25 km por día. Con la ayuda de la mala y tardía toma de decisiones en el grupo del ejército alemán y los niveles del Alto Mando, los soviéticos habían alcanzado los objetivos especificados para la primera fase cuatro días antes de lo planificado. Prácticamente habían aniquilado al 3° Ejército Panzer y destruido en gran parte al 9° Ejército, ambos como resultado de cercos. La vigorosa explotación de las brechas abiertas en los flancos del Grupo de Ejércitos Centro había de establecer las condiciones para el cerco planeado del 4° Ejército alemán restante por avances concéntricos sobre Minsk mientras luchaba por escapar siendo disminuido por una persecución frontal y paralela por las tropas soviéticas.
Los intentos alemanes por estabilizar la defensa en la línea del río Berézina era improbable que tuviera éxito, ya que en gran medida esta se basaba en divisiones de seguridad de la retaguardia y unidades misceláneas devaluadas conformando un grupo de batalla. Muy poco del primer escalón operacional de los alemanes y las reservas habían sobrevivido a la primera fase en forma meritoria para retroceder a una posición sólida, y las fuerzas que se redesplegaban desde una posición de los sectores aún en relativa calma eran pocas y actuaban demasiado tarde para restablecer la situación.
En la mañana del 28 de junio de 1944, Ernst Busch (comandante del Grupo de Ejércitos Centro alemán) entregó a Kurt Zeitzler (jefe del OKH) un informe de la situación. El 9° Ejército destruido; El 4° Ejército se retiraba; y El 3° Ejército Panzer, con un cuerpo que quedaba apenas, fuera de los tres originales, fue perforado en numerosos lugares. No obstante, Busch pretendía ejecutar la Orden de Operaciones 8, que había llegado durante la noche, al pie de la letra. Para esta disposición Hitler, aparentemente usando una regla, había trazado una línea al norte y al sur de Berézina en el que exigía que los tres ejércitos se detuvieran.
El mismo 28 de junio, en el otro bando, luego de las conversaciones con Vasilevskiy y Zhúkov, el Stavka emitió su directiva para la siguiente fase de la ofensiva, ahora con propósitos ampliados, más profundos. Minsk se había convertido simplemente en un objetivo intermedio. Se ordenó al 1° Frente Báltico que tomara Polotsk y avanzara hacia el oeste con el grueso de sus fuerzas para profundizar la cuña de 80 km de ancho que se abría entre los Grupos de Ejércitos Norte y Centro alemán. El 3° Frente bielorruso debía avanzar sobre el eje de Minsk-Borisov, actuando como el ala norte del cerco sobre el 4° Ejército alemán y golpeando en su flanco norte; su nueva prioridad era progresar simultáneamente hacia el oeste en el eje de Vilnius, explotando la brecha de más de 50 km entre el 3° Ejército Panzer y el 4° Ejército alemán y penetrando en Molodechno antes de que el enemigo pudiera organizar su defensa.
El 2° Frente bielorruso debía avanzar sobre Minsk, inmovilizando y fragmentando las tropas germanas, en una persecución frontal del ejército alemán que se retiraba ante él. El 1° Frente bielorruso debía converger en Minsk desde el sur para completar la trampa para el 4° Ejército y otras formaciones alemanas en el área de Minsk. Al mismo tiempo, su nuevo principal esfuerzo era profundizar la penetración hacia el oeste en el eje Slutsk-Baranovichi-Belostok. Al día siguiente, buscando preservar el equilibrio y la flexibilidad; y dar profundidad a la ofensiva, el Alto Mando soviético retiró el 39° Ejército a la reserva del Stavka para su reacondicionamiento en el área de Vítebsk, añadiéndola a los todavía no comprometidos 51° y 2° Ejércitos de Fusileros de la Guardia.
Durante el día 29 los mandos del Grupo de Ejércitos Centro y la rama de Operaciones del OKH, concluyeron que la ofensiva contra el Grupo de Ejércitos Centro era más ambicioso que lo previsto asumiendo que probablemente tenía como objetivo retomar Minsk, pero el OKH creía que un aún podría esperarse un golpe más poderoso contra el Grupo de Ejércitos del Norte de Ucrania. A fin de resolver el dilema, Hitler anunció en la tarde en que Model tomaría el mando del Grupo de Ejércitos Centro al día siguiente y al mismo tiempo mantendría el mando de Grupo de Ejércitos del Norte de Ucrania para facilitar el intercambio de fuerzas entre ambas formaciones. Sin embargo, no había medida eficaz, el destino del 4° Ejército alemán quedó sellado el 30 de junio. Los tanques pesados soviéticos y la artillería de los vehículos autopropulsados ya estaban al alcance del puente Berézina. Conseguir incluso que las tropas en fuga cruzaran el río sin su equipo de combate fue toda una hazaña.
Como un sobreviviente lo recordaba: “Nadie estaba a salvo de los aviones soviéticos nos estábamos movilizando hacia el puente Berézina en la autopista. De vez en cuando los aviones aparecían sobre la autopista y descargaban todo el fuego sobre las columnas densamente pobladas. Avanzamos unos tres kilómetros más hasta que ya estábamos cerca del Puente Berézina. Aquí todo el asunto se complicó. Una masa de vehículos de todo tipo, tirados por caballos y motorizados, cañones, obuses, camiones de suministros, cañones de asalto, tanques, artillería antiaérea ligera y pesada, extendiéndose hasta donde alcanzaba la vista, columna sobre columna en la autopista delante del puente, un vehículo detrás del otro, uno al lado del otro, a izquierda y derecha de la autopista. Todo el mundo estaba tratando de llegar al cruce. ¡Si tan solo pudiéramos llegar al otro lado del río! Sólo teníamos que salir de este lugar peligroso. Cuanto más tarde se hizo, más peligroso se volvió…Y ahora nuestros antipáticos camaradas están de vuelta en el aire, ¡alrededor de veinte! ¡Disparando a vehículo tras vehículo!, no sabíamos cómo escapar sin ser golpeados. Cada minuto parecía una eternidad. La Fuerza Aérea Roja siguió descargando”. durante los seis días posteriores a la directiva del Stavka, la operación sobre Bielorrusia como se concibió originalmente se completó en forma efectiva, y su profunda explotación ya era imparable.
Fuentes:
“From Defeat to Victory: The Eastern Front, Summer 1944” de Charles J. Dick (2016)
“Stalingrad to Berlin: The German Defeat in the East” de Earl Ziemke y Magna Bauer (1987)
“The Wehrmacht’s Last Stand: the German Campaigns of 1944–1945” de Robert Citino (2017) -
Batalla en Raseiniai, la titánica lucha de un solitario tanque KV-1
Eran los primeros días de Operación Barbarroja y las batallas fronterizas estaban en todo su apogeo. Los soviéticos emprendieron un último movimiento ofensivo en la batalla de Lituania, al acometer con la 2° División de Tanques (al mando del general mayor Yegor Solyankin) la cabeza de puente que defendía el XXXXI Cuerpo Motorizado alemán (al mando del coronel Erhard Raus) de la 6° División Panzer en el río Dubysa cerca de Raseiniai el 24 de junio. Aunque sólo consiguió alcanzar la región designada el 2° Regimiento de Fusileros Motorizados, los pocos carros KV-1 que poseía bastaron para causar daños considerables a la división alemana. Dichos vehículos se lanzaron al ataque tras una descarga en cortina de la artillería. Entonces llegaron cien carros de combate de la 6° División Panzer incluidos 30 Panzer IV, a fin de repeler la contraofensiva soviética atacando desde tres lados diferentes. Sin embargo, sus proyectiles rebotaban sin más en los KV-1, que no tardaron en acabar con un tanque alemán tras otro. Hizo falta que apareciera la aviación germana de apoyo y los cañones de 88 mm para acabar con el ataque soviético.
Sin embargo, el rechazo del contraataque soviético no supuso el fin inmediato de las dificultades de la 6° División Panzer. Uno de los KV-1 consiguió avanzar en solitario hasta bien entrado el sector de la retaguardia enemiga, en donde el día 24 se apostó en la única carretera por la que recibía sus suministros la división blindada y dejó fuera de combate hasta el último de los 12 camiones que conformaban la columna de abastecimiento llegada de Raseiniai.
El coronel Erhard Raus envió una batería con cañones anticarro de 50mm para que neutralizara al KV-1. Las dotaciones de aquellos avanzaron por un bosque a fin de llegar a él sin ser notados, y tomaron posiciones a una distancia de 600 metros. Uno de sus proyectiles fue a dar en el tanque soviético, y a continuación lo siguieron dos más. Sin embargo, no ocurrió nada: el KV-1 seguía intacto y ni siquiera se movió. Sólo después de recibiera cuando menos 8 proyectiles comenzó a girar la torreta. El comandante soviético tomó puntería con cuidado, el artillero disparó y destrozó uno de los cañones anticarro. La segunda descarga aniquiló a otro de ellos con toda su dotación. Así fue dejándolos fuera de combate a todos los cañones de la batería alemana. La vía de abastecimiento seguía, pues bloqueada.
Por la tarde de ese mismo día, fue posible contar con uno de los cañones antiaéreos de 88 mm que hasta ese momento estaba tomando parte en la batalla por la cabeza de puente, con la finalidad de acabar con el KV-1 soviético. Al parecer, el comandante del tanque, observó al enemigo mientras se acercaba el cañón, esperando el momento oportuno para hacer fuego. De pronto el cañón de 88 mm se detuvo en el punto donde iba a ser emplazado. Fue en ese preciso instante que el KV-1 giró la torreta y descargó con estruendo el poderoso cañón de 76 mm. El cañón de 88 mm quedó volcado con un fogonazo cegador, mientras las ametralladoras del KV-1 barrieron a la dotación alemana.
Había un cierto desánimo en los hombres de la 6° División Panzer de aquel sector. En horas de la noche trataron de destruir el carro de combate soviético doce voluntarios del grupo de zapadores con una poderosa carga explosiva. Al amparo de la oscuridad, se acercaron con sigilo al tanque para colocarla en él antes de emprender la marcha al bosque y activar el detonador. La quietud de la noche se vio rota por una violenta explosión y un destello entre la negrura de los árboles. El repique enérgico de las ametralladoras del KV-1 anunciaba, que seguía en pie d combate.
La mañana del 25 de junio, los alemanes trataron de recurrir a los bombarderos en picado de la Luftwaffe para acabar con el KV-1, pero se rechazó la petición. Al final surgió otra idea para neutralizar la amenaza mortal que encarnaba el solitario tanque. En esta ocasión lanzaron una operación combinada. La escasa densidad del bosque permitía aproximar al KV-1, tanques de menor silueta como el Panzer 38(t). Buscando protección tras arbustos, árboles y colinas poco pronunciadas, comenzaron a hacer fuego sobre él. Huelga decir que sus cañones de 37 mm no bastaban, en absoluto, para producir daño alguno en aquel carro pesado. Sin embargo, sus disparos repetitivos acabaron por incordiar a la tripulación del KV-1 que acabó por responder a fin de librarse de ellos. Esto le impidió reparar en el cañón antiaéreo de 88 mm que apostaron los alemanes en la retaguardia del coloso de acero.
Los tripulantes del cañón de 88 mm descargaron seis proyectiles que dieron de lleno en el tanque KV-1. El blindado se agitó con violencia; y todo apunta a que el mecanismo de giro de la torreta quedó atascado. En ese momento entraron en acción los zapadores alemanes, quienes arrojaron granadas de mano a través del agujero que había producido uno de los proyectiles del cañón de 88 mm. Del interior del tanque soviético salió un estallido sordo antes de que se abriera la escotilla y todo se sumiera en el silencio. El zapador alemán que se asomó con cuidado a la abertura topó con la espantosa visión que ofrecían los restos de la tripulación del tanque pesado. Impresionados en lo más hondo por el valor desplegado, los alemanes no dudaron en dar sepultura a los restos de la tripulación, con todos los honores.
Nos hemos quedado con estas fuentes, que aseguran que el tanque soviético era un KV-1 y no un KV-2 como se afirmó durante mucho tiempo.
Fuentes:
“Operación Barbarroja – la Invasión Alemana de la Unión Soviética” de Christer Bergström (2016)
“Operaciones Panzer – Memorias del Frente del Este del General Raus 1941 – 1945” de Erhard Raus (2015) -
La súper fortaleza nazi secreta en la Antártida: ¿realidad o ficción?
Billy Moncure || War History Online
La principal estación de investigación de Noruega, Troll, en Queen Maud Land. Foto: Islarsh Islarsh CC BY-SA 3.0La idea de que los nazis establecieron una base secreta en la Antártida puede sonar como una loca teoría de conspiración de los rincones más oscuros de Internet, pero esta historia en realidad ha existido desde poco después de la guerra.
La “teoría” original fue propuesta en 1947 por Ladislas Szabo, un húngaro exiliado en Argentina. Afirmó que Hitler sobrevivió a la guerra y que los submarinos que atracaron en Argentina después de la guerra lo habían dejado primero en una base nazi secreta.
Propuso que el Schwabenland , un barco alemán que navegó a la Antártida en 1938, había establecido allí una base.
La acción militar británica y estadounidense en la zona alimentó las teorías conspirativas, y cuando Estados Unidos detonó tres bombas nucleares en la zona en los años 50, las especulaciones se descontrolaron.
Sorprendentemente, muchos de los eventos descritos en la historia fueron reales, incluso si la base nazi no lo fue.
El hidroavión alemán catapulta el barco MS Schwabenland, que llevó la expedición alemana Neuschwabenland a la Antártida de 1938¿Por qué los nazis estaban en la Antártida?
Antes de profundizar en los hechos de la situación, cabe señalar que existen varias versiones sobre la historia de una base nazi en la Antártida. En los últimos años, varias de estas historias se han vuelto populares en línea, con docenas de sitios que las perpetúan.La historia más simple es que había una importante base nazi escondida en la Antártida y que algunos nazis resistieron allí durante años después de la guerra.
Las teorías más extremas afirman que los nazis encontraron vida extraterrestre, o al menos tecnología extraterrestre, en la Antártida. Esto los llevó a establecer una extensa base subterránea en un conjunto de cavernas.
Obviamente, este no es el caso.
Territorio que comprende el territorio alemán reclamado Nueva Suabia marcado en rojo. Foto: Thomas Blomberg CC BY-SA 2.5Aunque el Schwabenland navegó a la Antártida en 1938 con la intención de reclamar un área ahora conocida como la Tierra de la Reina Maud para el Reich, no se quedó el tiempo suficiente para construir estructuras significativas.
Según las estimaciones de un estudio de 2007, habría tomado alrededor de 20 días llegar al sitio de la supuesta base y regresar. Dado que Schwabenland solo estuvo en la Antártida durante unos 30 días, esto habría dejado solo diez días para construir una base completa.
Esto es inviable dado el clima y el hecho de que la construcción de la base habría tomado una cantidad significativa de tiempo.
El hidroavión alemán Lufthansa Dornier Do 18E (D-ABYM “Aeolus”) en la catapulta del MS Schwabenland. Foto: archivo de la revista The Flight CC BY-SA 4.0El Schwabenland estaba en aguas antárticas por razones muy simples: intereses económicos y territoriales alemanes. La caza de ballenas desempeñó un papel importante en la economía alemana en la década de 1930, pero las ballenas en el Atlántico Norte habían sido cazadas en exceso.
Por lo tanto, los alemanes querían más información sobre las poblaciones de ballenas en el Atlántico Sur y pensaron que reclamarían algunas tierras mientras lo hacían.
El Schwabenland tenía dos hidroaviones que lanzó varias veces para inspeccionar el área. Aunque desembarcaron en la Antártida, los nazis nunca se quedaron allí más de unas pocas horas.
El Lufthansa Blohm & Voss Ha 139 “Nordmeer” alemán despegando del barco catapulta Schwabenland. Foto: archivo de la revista The Flight CC BY-SA 4.0En cuanto a los submarinos que, según algunos, visitaron la base antes de dirigirse a Argentina para rendirse, ninguno de ellos tenía la capacidad de llegar a dicha base.
Para llegar al supuesto sitio, los submarinos habrían tenido que permanecer bajo el hielo marino durante unos diez días, lo que no pudieron hacer.
Participantes de la expedición antártica en la cubierta “Schwabenland”¿Por qué hubo tanta actividad militar británica y estadounidense en la región?
Los teóricos de la conspiración aprovechan mucho la Operación Tabarin británica, que describen como un grupo de soldados de élite del SAS que se dirigen a la Antártida para evitar la amenaza nazi.En realidad, la misión se lanzó con fines de investigación y para reforzar los reclamos territoriales británicos en 1943. Las bases que establecieron habrían sido una fuerza militar bastante pobre, ya que tenían un promedio de solo cinco ocupantes, ninguno de los cuales era SAS.
Estas bases también habrían estado mal posicionadas para el combate con los nazis en la Tierra de la Reina Maud, ya que se construyeron en el lado opuesto del continente, a unas 1.500 millas (2.414 kilómetros) de distancia.
La principal estación de investigación de Noruega, Troll, en Queen Maud Land. Foto: Islarsh Islarsh CC BY-SA 3.0También hay que recordar que el mundo no se calmó tan pronto como los nazis se rindieron. Tanto los soviéticos como la OTAN lucharon por la Antártida al comienzo de la Guerra Fría.
En 1946, Estados Unidos llevó a cabo la Operación Highjump. Con más de 4700 hombres involucrados, esto podría parecer significativo. Sin embargo, 11 periodistas estuvieron presentes para cubrir toda la misión.
USS Sennet (SS-408) participando en la Operación HighjumpEsto se debe a que la misión fue diseñada para fortalecer los reclamos estadounidenses sobre el territorio, por lo que el gobierno quería que se informara ampliamente.
La operación también proporcionó a los soldados estadounidenses entrenamiento en condiciones árticas en caso de que alguna vez fuera necesario luchar contra los soviéticos en un terreno similar. Esta operación se llevó a cabo en el lado opuesto del continente desde la supuesta base.
Helicóptero Sikorsky R-4 aterrizando en el rompehielos USCGC Northwind durante la Operación HighjumpLa bomba final
Entonces, si no hubiera una base, ¿por qué los estadounidenses arrojarían múltiples armas nucleares en esa área? La respuesta a eso es: no lo hicieron.En realidad, las bombas se lanzaron sobre el océano a 1.500 millas (2.414 kilómetros) al norte de la Antártida y se detonaron intencionalmente a altitudes extremadamente altas.
Esto se llevó a cabo como parte de un acuerdo internacional para probar el impacto de las armas nucleares detonadas a gran altura.
Mapa alemán de la Antártida (1941) que muestra NeuschwabenlandLos observadores querían saber si la radiación caería hasta el suelo (no lo hizo) y cuál sería el impacto de las detonaciones en los equipos electrónicos.
Aunque estas pruebas, cuyo nombre en código es Operación Angus, se realizaron originalmente en secreto, se informaron y se reconocieron públicamente al año siguiente. Fueron desclasificados en 1982.
Una verdadera base nazi en el Ártico
Aquellos que pueden estar un poco decepcionados de que la realidad no esté a la altura de la imaginación de algunos escritores, podrían estar emocionados de saber que hay algunas bases militares genuinas en el Ártico establecidas por los nazis.
Imagen satelital de Franz Josef Land. Alexandra Land es una parte de ella.Recientemente, en 2016, se encontró una base nazi secreta en la isla de Alexandra Land. Los científicos rusos encontraron montones de documentos bien conservados, junto con cientos de artefactos, incluidas balas y búnkeres.
La base, llamada Schatzgraber (Treasure Hunter), se utilizó principalmente como estación meteorológica táctica. Tuvo que ser evacuado cuando sus habitantes comieron carne en mal estado y enfermaron.
Conclusión
Está claro, después de investigar la evidencia disponible, que las teorías de la conspiración no cuadran, incluso si las misiones militares en torno a las que giran realmente sucedieron.Además de las inexactitudes descritas anteriormente, los teóricos de la conspiración no abordaron los principales problemas logísticos al establecer dicha base.
Batallón Trønder en misión secreta en la Antártida (1939). Foto: Trondheim byarkiv CC BY 2.0Por ejemplo, ¿cómo habría adquirido alimentos la base hasta su supuesta derrota en los años 50? ¿Por qué los nazis habrían seguido aguantando en la Antártida, ahora que su causa estaba condenada al fracaso? Si tenían un plan maestro, ¿por qué esperar tanto?
En general, habría tenido mucho más sentido para los nazis utilizar estos recursos en Europa, en lugar de luchar por un glaciar gigante al otro lado del mundo.