Datos de la economía mundial
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¿EL FINAL DE LA GLOBALIZACIÓN? - LOS CAMINOS SE SEPARAN Y CADA DIA SE ACENTÚA MAS LA DIVISIÓN
China avisa que esta en dudas la presencia de Xi Jinping en la próxima Cumbre del G20. La disputa territorial de Pekín con EE.UU en Taiwan, la radicalización de las posiciones de Occidente contra China, los ataques a su economía y exportaciones en Europa y EE.UU, parecen argumentos suficientes para la ausencia de XI y no asistir a la cumbre G-20
XINHUA /EFE
Sería un imprevisto con importantes implicaciones tanto para la economía mundial como para la política exterior china y un amargo aviso para el panorama diplomático mundial.
En un sorprendente revés de los acontecimientos mundiales, todo apunta a que el presidente chino, Xi Jinping, en clara disconformidad con el bloque occidental, no asistirá a la próxima cumbre del G20, prevista para los próximos días 9 y 10 de septiembre.
Son varias las fuentes que avisan de la inesperada ausencia de China, entre ellas funcionarios y diplomáticos del país anfitrion India. Justamente sus dplomáticos en Pekín, son los que han indicado que el máximo lider comunista chino Xi Jinping, no acudirá a la cita. En su lugar lo hará su primer ministro, Li Qiang, que acudirá a la cumbre en representación de Xi Jinping y de Pekín.
Muchas fuentes occidentales aventuraron aopinar que la ausencia de Xi se produce a raíz de la disputa fronteriza entre India y China, aunque esa afirmación carece de sentido ya que la semana pasada ambos líderes mantuvieron unas conversaciones cara a cara, en la cumbre del grupo BRICS celebrada en Sudáfrica.
De cualquier manera no conviene que olvidar que las tensiones entre los gigantes asiáticos persisten. Las discrepancias territoriales siguen después de que China dibujara un mapa en el que parecía querer reivindicar una extensión de tierra en el Himalaya sobre la que Nueva Delhi mantiene su reclamo
Entretanto, los representantes occidentales esperan que esta cumbre en Nueva Delhi sirva como oportunidad para presionar a potencias de Oriente, como India y China para que se pongan de acuerdo en una posición mas critica a Rusia, en especial a los socios de Rusia en el BRICS, tras la invasión de Rusia a Ucrania.
La mayoría de los líderes del G20, incluidos el presidente estadounidense Joe Biden, el presidente francés Emmanuel Macron, el primer ministro australiano Anthony Albanese, el canciller alemán Olaf Scholz, el primer ministro británico Rishi Sunak, el primer ministro japonés Fumio Kishida y el presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva, han confirmado ya su participación en este encuentro.Sin embargo, el presidente ruso Vladimir Putin ha transmitido a Modi que no le será posible viajar a India para asistir.
La cumbre del Grupo de los 20 (G20) representa un foro estratégico de la diplomacia internacional, en el que los líderes de las principales economías del mundo se reúnen periódicamente para debatir desafíos internacionales. Asimismo, ofrece una excelente plataforma tanto para el diálogo como para la cooperación en asuntos económicos, financieros y geopolíticos. Por ello, tanto la presencia como la ausencia del máximo dirigente de un país puede transmitir mensajes de gran importancia. La estrategia diplomática china a menudo conlleva una cuidadosa coreografía de sus actos y mensajes y, si bien la ausencia de Xi en este encuentro resulta chocante, podría ajustarse a su política de poner el acento en el liderazgo colectivo en lugar de en las personalidades individuales, según algunos analistas. -
El enemigo de mi enemigo... ¿es mi amigo?
Dura crítica de The Economist a Javier Milei, a quien define como un “peligro para la democracia”: “Sus políticas están mal pensadas”
Para el que no lo conoce, The Economist es el principal diario económico INGLES.
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A la Unión Europea no le salen las cuentas
El rompecabezas de la UE para poder "cuadrar" sus cuentas, van hacia un nuevo reajuste económico tras superar la pandemia y asistir a Ucrania
DPA / EUROPA PRESS
" A perro flaco, todo se le vuelven pulgas..."
La pandemia, la crisis derivada de esta; la guerra en Ucrania, y la crisis derivada de esta. La Unión Europea ve cómo la historia, al final, es cíclica, y el bloque ha tenido que adaptarse en los últimos años a unas circunstancias excepcionales. Ahora, con una ventana abierta hacia Kiev por la que pasa ayuda militar, pero sobre todo económica Bruselas tiene que ver cómo puede cuadrar sus propias cuentas. La invasión rusa ha hecho que el apoyo a Zelenski sea constante... y además del plan para que se mantenga tanto tiempo como dure el conflicto. "El tiempo que sea necesario", repiten los altos cargos.
Eso sí, el Marco Financiero Plurianual, que es el presupuesto a largo plazo de la UE (ahora para el periodo 2021-2027) tendrá que ajustarse, pero de momento no por culpa del envío de fondos con un nuevo destino: Ucrania. Hasta la fecha ha habido seis marcos financieros plurianuales (MFP), incluido el del período 2021-2027. Con el Tratado de Lisboa, el MFP pasó de ser un acuerdo interinstitucional a ser un Reglamento. Establecido para un período mínimo de cinco años, el cometido del MFP es garantizar la evolución ordenada de los gastos de la Unión dentro del límite de sus recursos propios.
"No habría que hablar de desequilibrios, pero está claro que, como pasó con la pandemia, la estrategia de antes de la guerra ya no valen". Los planes ahora tienen que ser otros "porque estamos destinando mucho dinero a Ucrania", asumen las fuentes comunitarias consultadas por 20minutos, que creen que el cambio tiene que ser acertado precisamente "para poder mantener el apoyo" a Kiev "sin generar una agujero" en las cuentas de la UE.
Eider Gardiazábal, eurodiputada del PSOE y miembro de la Comisión de Presupuestos del Parlamento Europeo, explica que la estrategia "tendrá que darse a largo plazo" y con todos los fondos "bajo un mismo paraguas". En eso trabajan ahora las instituciones, pero no hay riesgo de que no cuadren las cuentas de la UE. "De momento eso no pasa", asegura la eurodiputada, consciente eso sí de que el escenario podría cambiar si el conflicto se alarga durante varios años.
"Casi todo lo que recibe Ucrania son créditos, dinero prestado, porque de subvenciones prácticamente no hay" A esto hay que añadir lo que ya había en toda la parte de política exterior", resume Gardiazábal. "Ahora mismo no descuadra las cuentas; esto podría pasar si en algún momento Ucrania cae en bancarrota y no puede devolver los préstamos". Pero ese escenario no se valora porque, además, el seguimiento es constante -y la respuesta de Kiev existe- y todo el envío de fondos está coordinado con el FMI. "Todo el plan se ha hecho contando con las estimaciones que se tienen sobre Ucrania", sostiene porque "se supone que Ucrania va a tener capacidad de reconstrucción y no va a tener problemas para devolver los préstamos".
Además, desde el punto de vista de los Estados miembros queda claro que el objetivo es seguir apoyando a Kiev. "Están en la posición de que hay que ayudar a Ucrania sí o sí, por solidaridad y por interés propio. Por lo tanto en ese sentido no hay debate", concluye la eurodiputada. "Hasta ahora se ha ido trabajando en esas ayudas de una forma un poco desestructurada y sobre necesidades, pero ya hay un plan a medio plazo mejor organizado, con préstamos y con subvenciones, un poco parecido al plan de recuperación europeo". La clave está en que "los ucranianos tengan una perspectiva y una predictibilidad más claras".Las ayudas no han dejado de llegar a Kiev
Desde que comenzó la invasión rusa, la UE y sus Estados miembros europeos han puesto a disposición de Ucrania más de 77.000 millones de euros, según los datos facilitados por Bruselas. Esto se desglosa en: 38.300 millones de euros en ayuda económica, 17.000 millones de euros en ayuda a refugiados en la UE, 21.160 millones en ayuda militar y 670 millones de euros en el Mecanismo de Protección Civil de la Unión.
Ya en 2022 se aprobaron 7.200 millones de euros en ayuda macrofinanciera a través de préstamos y subvenciones. "Esta asistencia financiera tiene por objeto promover la estabilidad en Ucrania y hacer frente a sus necesidades de financiación más apremiantes y urgentes", resumen. Asimismo, el pasado mes de diciembre, el Consejo adoptó un paquete legislativo que permitirá a la UE proporcionar ayuda financiera a Ucrania por un importe de 18.000 millones a lo largo de 2023. Su objetivo es proporcionar ayuda financiera a corto plazo, financiar las necesidades inmediatas de Ucrania, apoyar la rehabilitación de infraestructuras críticas, prestar apoyo inicial para una reconstrucción sostenible tras la guerra, y, en última instancia, apoyar a Ucrania en su camino hacia la integración europea.
Para Luis Rodrigo de Castro, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad CEU San Pablo, es importante tener en cuenta que si se abre de nuevo el debate para la adhesión se van a tener que mantener las ayudas. "Al final si queremos que un país se integre en la UE y tenga nuestros estándares tiene que cumplir los criterios de convergencia económica", resume. "Hay una línea de financiación para la adhesión".
Además, Rodrigo de Castro da por hecho que "la tónica no es que la ayuda a Ucrania vaya a parar" porque, dice, "a lo mejor lo que no se quiere es que sea Ucrania la que entre en una especie de fatiga europea". De todo eso "son conscientes las instituciones, de la oportunidad histórica de atraer a Ucrania al bloque, sin saltarse los pasos pero generando confianza". Así, el profesor sentencia que "no se hará una alfombra roja, pero tiene que haber garantías sobre todo para que el Estado que se vaya a adherir entre adaptado pero también para que los que ya estamos dentro asumamos las implicaciones de esa entrada".
https://www.20minutos.es/noticia/5168004/0/cuadran-las-cuentas-bruselas-guerra-ucrania-desajusta-presupuesto-ue/ -
Un G-20 solo para Occidente
La ausencia de Xi Jinping de la cumbre del G20 evidencia la deriva antioccidental de Pekín, a la par que ofrece a la anfitriona India una oportunidad para vender su propia imagen de neutralidad.
El presidente chino, Xi Jinping, y el ruso, Vladímir Putin, son los grandes ausentes de la cumbre que el Grupo de los Veinte (G20) países con las economías mayores del mundo celebra este fin de semana en India. El país anfitrión adquiere así mayor protagonismo en un evento donde las diferencias entre Occidente, liderado por Estados Unidos, y el llamado Gran Sur, con China al frente, marcan la agenda.
La ausencia de Putin es más comprensible que la de su homólogo chino. Sobre el líder ruso pesa una orden de detención dictada por la Corte Penal Internacional (CPI) por presuntos crímenes de guerra cometidos por las fuerzas rusas invasoras de Ucrania. India no es uno de los 123 países signatarios de la convención de la CPI con el mandato de detener a Putin si pisa su territorio, pero la prudencia ha llevado al Kremlin a declinar la invitación para participar en la cumbre.
El primer ministro indio, Narendra Modi, se habría visto en una situación ciertamente incómoda con la presencia de Putin codeándose con sus enemigos declarados, como Estados Unidos o los países de la Unión Europea, en los pasillos del G20. India es uno de los grandes compradores a bajos precios de los hidrocarburos rusos. Y el 85% de sus adquisiciones de armamento son rusas.
El G20 es un foro interdisciplinar e internacional que aborda en sus reuniones asuntos políticos y económicos, temas relacionados con el cambio climático, la salud y la cooperación, por ejemplo, y cuenta con la presencia como invitados de representantes de grandes organizaciones, tanto mundiales (como la ONU, el Fondo Monetario Internacional, la Organización Mundial del Comercio, la Organización Mundial de la Salud o el Banco Mundial, entre otras), como regionales (desde el Banco Interamericano de Desarrollo a la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático, pasando por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, por citar solo algunas).
A nivel estatal, acuden los líderes de Alemania, Arabia Saudita, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, Corea del Sur, Estados Unidos, Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Reino Unido, Ucrania y Turquía, y la representación de la Unión Europea.
La guerra de Ucrania ha aislado a Rusia en Europa y, aunque el país euroasiático aún tiene una gran ascendencia en Asia y África, buena parte de los participantes estatales en el G20 forman parte de la élite prooccidental alineada junto a la invadida Ucrania con dinero, armas y sanciones a Moscú.
La ausencia de Putin puede ser asumida en esta cumbre del G20. Casi nadie lo esperaba en Nueva Delhi, a donde acudirá en representación máxima de Rusia su ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, ya acostumbrado, desde que comenzó la guerra el 24 de febrero de 2022, a lidiar en foros internacionales con Putin ausente.Xi, el gran ausente; Biden, decepcionado
La falta más importante es la de Xi Jinping, quien será sustituido por el primer ministro chino, Li Qiang. Será la primera vez que Xi se ausenta de una cumbre del G20. Incluso asistió por videoconferencia a las celebradas en 2020 y 2021 cuando China estaba confinada por la pandemia de Covid.
La ausencia de Xi contrasta con su reciente participación en agosto en la cumbre de los BRICS celebrada en Johannesburgo o con su asistencia en noviembre de 2022 a la reunión del propio G20 en Bali, Indonesia, donde pudo reunirse con el presidente estadounidense, Joe Biden.
Esa ha sido la única vez en la que los líderes de China y EEUU se han visto en persona desde que Biden se convirtió en presidente de su país en 2021. Anteriormente, cuando Biden era vicepresidente, sí habían coincidido alguna que otra vez.
Biden ha manifestado su "decepción" por la ausencia de Xi, aunque ha subrayado su determinación para celebrar una cumbre bilateral con el líder chino "este otoño".
Para facilitar semejante encuentro en los últimos meses han viajado a China al menos cuatro altos funcionarios de la Casa Blanca. Incluso el secretario de Estado Antony Blinken trató de suavizar la tensión en junio pasado. Sin demasiados resultados.
https://www.publico.es/internacional/xi-jinping-no-acude-g20-devalua-foro-dominado-potencias-occidente.html#analytics-seccion:listado -
El G20 evita condenar a Rusia en la guerra de Ucrania.
Los líderes del grupo consensuaron respetar la integridad territorial de Ucrania, pero no incluyeron una condena implícita a Rusia por la la invasión de Ucrania. Los acuerdos firmados también incluyen aumentar hasta tres veces las energías renovables
Los líderes del G20 consensuaron este sábado en la cumbre de Nueva Delhi un comunicado que urge a "todos los Estados" a evitar "la amenaza o el uso de la fuerza para tomar territorios", pero no incluye una condena específica a Rusia por la guerra de Ucrania.
En línea con la Carta de la ONU y refiriéndose a la guerra de Ucrania, el texto exhorta a "todos los Estados" a abstenerse del uso de la fuerza para actuar contra la "integridad territorial y la soberanía o independencia política de cualquier Estado".
Europa (la UE) empujó para poner a Ucrania en el centro del G20 en una cita marcada por las grandes ausencias, pero finalmente no tuvo consenso. El documento final. destaca en este punto, el "sufrimiento humano y el añadido impacto negativo de la guerra de Ucrania", si bien no incluye una condena explícita sobre el conflicto.Además, los líderes del G20 acordaron triplicar la capacidad mundial de generar energías renovables antes de 2030, según un compromiso plasmado en la declaración de la cumbre de Nueva Delhi este sábado.
"Perseguiremos y alentaremos esfuerzos para triplicar la capacidad global de energía renovable a través de los objetivos y políticas existentes", señala el comunicado alcanzado en la capital india, "en consonancia con las circunstancias nacionales para 2030".
Las naciones del Grupo de los Veinte se comprometieron también a facilitar el acceso a los países en desarrollo a financiación de bajo coste para las tecnologías energéticas limpias y sostenibles, así como a redoblar los esfuerzos para "eliminar progresivamente y racionalizar, a medio plazo, las subvenciones ineficientes a los combustibles fósiles".
La lucha contra la crisis climática es un punto clave en la cumbre del G20, cuyos miembros son responsables del 80% de las emisiones globales de CO2.La falta de acuerdo del G20 antes de la cumbre sobre la forma de triplicar la capacidad de las energías renovables para 2030 había motivado las críticas del presidente designado de la COP28, Sultan Al Jaber, el pasado julio.
Las economías del G20 agrupan el 90% del Producto Interior Bruto y suman además el 80% de las emisiones globales de CO2, por lo que sus acciones son consideradas críticas tanto para reducir las emisiones globales de combustibles fósiles como para apoyar la transición de países menos desarrollados.
Por eso los expertos consideran que es fundamental que los líderes consigan ponerse de acuerdo en medidas como fijar una fecha límite para comenzar a reducir todos los combustibles fósiles.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, reclamó este sábado un mayor compromiso de los países ricos para mitigar los impactos de la crisis climática, durante su intervención en la cumbre del G20.
"Quienes históricamente han contribuido más al calentamiento global deben soportar los mayores costos de combatirlo", dijo Lula, recordando la promesa incumplida que acordaron hace 14 años los países desarrollados para proporcionar 100.000 millones de dólares al año en financiación climática nueva y adicional a las naciones en desarrollo.
https://www.publico.es/internacional/g20-evita-condenar-guerra-ucrania-acuerda-triplicar-energia-renovable.html#analytics-seccion:listado - topic:timeago-later,17 días
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Algunos milagros de la Biblia o mucha hipocresia en el mundo
Es el gran negocio del petróleo, el de los intermediarios desde países sancionados hacia paises no sancionados: la hipocresia entre lo ilegal y lo que esconde EE.UU y Europa, mas allá de la vidriera de las amenazas y sanciones, para que países de Europa no se queden sin suministros de combustibles ("haz lo que yo digo y no lo que yo hago")
Malasia, por ejemplo, produce unos 500 mil barriles diarios de petróleo al año, sin embargo el milagro esta en que es capaz de exportar mas de un millon y medio de ellos ...¿¿¿milagro??...(¿"o la multiplicación de los panes y los peces, según la Bíblia..."")
Varios analistas descubrieron, estudiando el movimiento del petróleo en todo el mundo, un extraordinario desequilibrio entre lo que producen algunos países y lo que se exportan ... Y que varios países del mundo, pqueños productores de petróleo, puede en realidad llegar a exportar el doble o el triple de lo que producen, (¿¿¿???) casi un milagro bíblico del producto que pocos entienden..
En China, por ejemplo a finales de 2022 se encontró con una aparente anomalía contable en las cifras de su comercio exterior de hidrocarburos, en las que no coincidian las importaciones de petróleo de varios países, con la producción nacional declarada de los mismos.... Esta aparente aberración contable, fue la que ayudó a descubrir y a etneder el arriesgado juego que hacen Estados Unidos y sus aliados para mantener el elevado suministro de petróleo a sus países aliados, que son, justamente, los que imponen las sanciones, si se les compra petróleo a Iran o Rusia. (un brillante ejércicio de hipocresia)...es por ese motivo que el petróleo ruso o irani, sigle llegando a Europa... Esta es la explicación del porque, las cifras no solo no disminuyen.., sino por el contrario, las transferencias del crudo siguen en aumento...¿entonces como se explica esta anomalia??
En noviembre de 2022 y las importaciones chinas de petróleo malasio habían alcanzado la cifra récord de más de un millón de barriles diarios. ¿El problema? La producción nacional malasia en total de petróleo solo fue de 521.000 barriles diarios, casi la mitad de la cantidad que China declaraba haber importando.
A principios de esta semana, la Agencia de Información Energética de Estados Unidos (EIA, por sus siglas en inglés) ha señalado que esta producción fantasma de petróleo no ha hecho más que aumentar en 2023. La agencia federal señala que “durante este período, el volumen de importación [de China] desde Malasia supera la producción total de Malasia”.
Según la EIA, la verdad es a la vez escandalosamente descarada y cada vez más frecuente: el petróleo procedente de países sancionados por Estados Unidos y sus aliados es reetiquetado sistemáticamente como procedente de terceros países como Malasia, Omán y Emiratos Árabes Unidos, esquivando así los embargos internacionales.
En este proceso, ahora bien conocido, el petróleo es transportado desde Rusia, Irán o Venezuela a puntos de encuentro en el sudeste asiático y transferido de petrolero a petrolero. Allí se vuelve a etiquetar como procedente de un productor de petróleo cercano antes de ser enviado a China.
Estas transferencias de petróleo de un buque a otro son muy arriesgadas, ya que ponen en peligro tanto el medioambiente como la seguridad de las tripulaciones implicadas. Son realizadas sin apenas supervisión y a menudo en condiciones peligrosas en alta mar. Aun así, estas transferencias se realizan a diario mientras los funcionarios locales y los gobiernos occidentales hacen la vista gorda.
El Ministerio de Inversión, Comercio e Industria de Malasia no ha respondido a las preguntas de The Guardian respecto a si se estaba haciendo algo para acabar con esta práctica. Sin embargo, el departamento marítimo del país, encargado del transporte marítimo y los asuntos portuarios, afirma que está trabajando para poner freno a estas actividades.
A pesar de esos esfuerzos, el comercio de petróleo “sancionado” procedente de países como Rusia e Irán se ha disparado en el último año. Las exportaciones mensuales de petróleo iraní alcanzaron en agosto de este año su nivel más alto en cinco años, de acuerdo con el grupo de vigilancia United Against a Nuclear Iran (Unidos contra un Irán con Armas Nucleares, o UANI, por sus siglas en inglés). La organización calcula que el 91% de ese petróleo fue enviado a China.
Los analistas dicen que estos intercambios se llevan a cabo con pleno conocimiento de la Administración Biden, que ha dado prioridad a las gestiones diplomáticas con Irán frente a la aplicación de sus propias sanciones.
La semana pasada, como parte de un acuerdo que llevó meses de gestión, Estados Unidos e Irán realizaron un controvertido intercambio de prisioneros tras el desbloqueo de 6.000 millones de dólares de fondos iraníes que Washington había congelado.
Según el analista energético Thomas O'Donnell, ignorar el comercio que incumple las sanciones forma parte de la estrategia de la Casa Blanca para acelerar los esfuerzos de acercamiento a Irán.
“Cuando se aplican sanciones tan estrictas al petróleo iraní y se empieza a mirar hacia otro lado, esto puede utilizarse como zanahoria para que participen”, sostiene O’ Donnell.
En enero, el entonces enviado especial de la Administración Biden para Irán, Robert Malley, declaró a Bloomberg que Estados Unidos no veía con buenos ojos el aumento de las exportaciones de petróleo iraní y que haría “todo lo que estuviera al alcance” para hacer cumplir las sanciones.
Sin embargo, el experto en seguridad marítima Jan Stockbruegger cree que Estados Unidos podría tener razones más inmediatas para no tomar medidas drásticas contra el comercio ilegítimo: “El petróleo sancionado ayuda a bajar los precios del petróleo. Sin el petróleo ruso o iraní, nuestro precio del petróleo sería más alto. El precio de la gasolina suele definir el resultado de las elecciones... [Biden] tiene un incentivo para asegurarse de que los precios del petróleo se mantengan bajos”.
O'Donnell está de acuerdo y dice que, con el precio del petróleo yendo hacia los 100 dólares el barril, a la Administración Biden le interesa que el suministro de petróleo en todo el mundo se mantenga lo más alto posible.
“El petróleo es un tema muy delicado en la política estadounidense”, apunta O'Donnell. “Si el precio de la gasolina sube, todo el mundo apunta al presidente… Esta subida en el precio será utilizada por el Partido Republicano para decir que Biden está metiendo la pata”, afirma. - topic:timeago-later,11 días
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Japón y Reino Unido, los enfermos económicos globales, tratan de reivindicarse en el G-7
¿Quién lo diría? Japón lidera el dinamismo económico y Reino Unido está a punto recuperar su liderazgo como principal mercado de capitales de Europa, a pesar del Brexit y del retorno a la insularidad geopolítica y comercial. En pleno acuse de derribo de la globalización y con una reedición geopolítica de la Guerra Fría, los dos enfermos crónicos parecen ahora en disposición de reanimar al G-7, el foro de los países más industrializados: Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido. A pesar del viento huracanado que sopla sobre la coyuntura internacional y que amenaza al club con otra recesión, la tercera desde su fundación, tras la crisis financiera de 2008 y la Gran Pandemia.
Japón ha resurgido de este vendaval con una virulencia inusitada. Su PIB creció un 6% en tasa anualizada entre abril y junio, último trimestre contabilizado, lejos de los índices de las potencias occidentales y a un ritmo doméstico desconocido desde la explosión de su burbuja inmobiliaria en los noventa, que propició su larga travesía de tres décadas de ostracismo.
El primer ministro Fumio Kishida, del Partido Liberal Democrático (PLD), es el arquitecto de la reanimación de un patrón de estancamiento secular, aunque de prolongadas expectativas de vida y prosperidad, que se ha combinado con leves repuntes de renta per cápita y retornos de beneficios bursátiles.
Su doctrina, el Kishidanomics, se basa, según sus palabras, en una reencarnación del capitalismo a la usanza japonesa. No le falta razón para proclamar su éxito, porque Japón ha entrado en “un círculo virtuoso de dinamismo y distribución de riqueza”, pese a que aún deba superar viejas anomalías como su tendencia a la deflación.
Kishida, sin embargo, ha convencido a los hogares japoneses de arrinconar su férrea cultura del ahorro. Esto ha movilizado a uno de los dos motores de la demanda interna con ayuda de aumentos salariales. Sin paralizar al otro propulsor, la inversión empresarial, pese a la instauración del impuesto del 20% a las rentas financieras. La cuadratura de este círculo de origen keynesiano del premier nipón “ha concentrado -según sus palabras- en manos de la gente los frutos del crecimiento”.
La subida del salario mínimo a 930 yenes (8 dólares) por hora y la equiparación legal de ingresos por tareas laborales similares ha incentivado la movilidad profesional, que también ha cobrado velocidad de crucero por la reducción de las restricciones a la mano de obra extranjera, medida con la que Japón empieza a sacudirse de la acusación de país sakoku o cerrado a la circulación de trabajadores.
La política económica se completa con una inusual apuesta por la sostenibilidad que incrementa la tributación por emisiones de CO2 y al carbón y que duplica los recursos destinados a mejorar “el jardín digital” japonés con masivos estímulos al concepto de innovación.
La agenda de reformas de Kishida “está reordenando la economía y fortaleciendo su vigor”, dice Kyohei Morita, economista jefe de Nomura, que apunta varias señales nítidas. La primera, un mercado laboral que ha despertado a las compañías de un letargo tecnológico y emprendedor. La segunda, es una incitación al consumo que ha generado más prestaciones crediticias de los bancos.
En tercer término, un renovado fervor bursátil que ha añadido liquidez individual. A lo que se suma el sorprendente descenso poblacional desde 2021, que ha reequilibrado el mercado de la oferta y la demanda laboral, y el aumento de beneficios de las empresas y de sus inversiones y dividendos.Balón de oxigeno
Japón ha dado un balón de oxígeno a las economías del G-7. En un instante en el que el PIB de EEUU está más cerca de la recesión que del aterrizaje suave, auguran voces como la del CEO de JP Morgan Chase, Jamie Dimon, o la de expertos de BlackRock, que la consideran inevitable tras la arriesgada prórroga del Congreso al cierre de la Administración federal. El profesor de Wharton, Jeremy Siegel, acusa a la Reserva Federal de empujar a la primera potencia global al precipicio por su agresiva subida de tipos mientras la zona del euro se resigna a esperar unos números rojos inevitables por el parón industrial alemán y del resto de sus socios del G-7.
Si Tokio aporta impulso, Reino Unido, aunque tiene el PIB de capa caída, aporta un salvavidas de estabilidad financiera. En otro paradigmático giro de los acontecimientos, la City londinense se sitúa al borde de recuperar su cetro como primer mercado de capitales de Europa, entregada a París hace menos de un año.
El valor de su capitalización en dólares acaba de superar la barrera de los 2,9 billones de dólares frente a los 2,93 de la Bolsa de París, con un recorrido inversor más favorable a la City, según coinciden los estrategas de HSBC, Barclays y JP Morgan -entre otros-. Los analistas presagian el final de la cruzada por devolver a Londres el esplendor bursátil perdido por el Brexit.
En cualquier caso, entre Japón y Reino Unido persisten notables diferencias a la hora de ejercer su poder de influencia en el G-7. Las herramientas de éxito de Japón son una prueba de que el neoliberalismo está de capa caída, explica Michael Hirsh, corresponsal de Foreign Policy, a quien sorprende que Tokio implore a la Administración Biden nuevas reglas de libre comercio -y más abiertas- cuando la Casa Blanca ha criticado durante décadas el proteccionismo de su socio del Lejano Oriente.
En cambio, el primer ministro británico, Rishi Sunak, no sabe cómo afrontar el desastre económico. Tan pronto tumba proyectos como el tramo norte de alta velocidad, conocido como HS2, como hace retroceder la ambiciosa agenda climática británica, que prácticamente arroja la actividad futura del país a los brazos de la Vieja Economía fósil, al prolongar las metas de sus emisiones netas cero en busca del rédito electoral perdido por los tories para 2024.Parecida dirección geopolítica
Tanto Japón como Reino Unido empujan en la misma dirección que EEUU en el orden geopolítico. En Asia, con el vínculo de Japón en la Iniciativa Indo-Pacífico promovida por el presidente de EEUU, Joe Biden. El de Reino Unido, por su parte, con la alianza de seguridad AUKUS que han desatado las críticas de China.
Japón, además, ha incrementado en un 26% sus gastos en Defensa, y ha dado pábulo a la idea de aumentar el G-7 con Australia y Corea del Sur, las dos potencias que han consolidado con más solvencia sus estatus de rentas altas. Mientras que se vigila a India, el actor que se disputan las alianzas industrializadas, emergentes y el Sur Global.
Japón busca convertir el G-7 en un D-10 -las diez democracias con más músculo económico del planeta-, cuyas elites se encargarían de contrastar los sistemas liberales con los regímenes autocráticos en escenarios de conflicto, en especial, si están involucradas Rusia o China.
https://www.eldiario.es/economia/japon-reino-unido-enfermos-economicos-globales-tratan-reivindicarse-g-7_1_10576174.html -
Aquí vemos las economías altamente endeudadas de dos países que casi no producen ya petróleo y que por lo mismo están en aprietos.
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Las exportaciones de petróleo rusas volvieron a subir en septiembre de 2023 con respecto al verano de 2022
Los ingresos de Rusia por las exportaciones de petróleo volvieron a subir en septiembre en 18.800 millones de dólares, a los picos del verano de 2022, y con una suba de 1.800 millones más que en agosto pasado, gracias al aumento de los volúmenes exportados y al alza de precios por efecto de los recortes decididos por la OPEP
Los ingresos de Rusia por las exportaciones de petróleo volvieron en septiembre, con 18.800 millones de dólares, a los picos del verano de 2022, con 1.800 millones más que en agosto gracias al aumento de los volúmenes y al alza de precios por efecto de los recortes decididos por la OPEP+.
En su informe mensual sobre el mercado del petróleo publicado este jueves, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) explica que Rusia exportó el mes pasado una media de 7,6 millones de barriles diarios, lo que significa 460.000 más que en agosto.
Por lo que se refiere sólo al crudo, hubo un incremento de los envíos en particular a China (270.000 barriles diarios más) y a Turquía (80.000).
El precio al que Rusia vendió su petróleo se incrementó en ocho dólares por barril en septiembre respecto a agosto, hasta una media de 81,78 dólares.
Eso significa que la rebaja que Moscú tuvo que aceptar respecto a la cotización del petróleo del Mar del Norte se redujo a 12,18 dólares por barril, ya que esa diferencia era de 12,42 dólares en agosto y, sobre todo, de 15,68 dólares en julio. Una muestra de que las medidas de sanción occidentales contra el petróleo ruso están siendo menos efectivas.
https://www.msn.com/es-es/dinero/economia/las-exportaciones-de-petróleo-rusas-volvieron-en-septiembre-a-los-picos-del-verano-2022/ar-AA1i6O8W?ocid=msedgntp&cvid=45610bb8f695456d805355b0698326b6&ei=102 -
China acelera el crecimiento de sus exportaciones e importaciones con Rusia en septiembre
REUTERS - El crecimiento interanual de las exportaciones e importaciones de China con Rusia se aceleró en septiembre respecto a agosto, mostraron el viernes los datos de aduanas chinas, que instaron a estrechar los lazos comerciales con su vecino pese a la desaprobación de Occidente.
Los envíos chinos a Rusia aumentaron un 21%, a 9.600 millones de dólares en septiembre respecto al año anterior, acelerando el crecimiento desde el 16% de agosto, según los cálculos de Reuters basados en datos aduaneros.Las importaciones procedentes de Rusia aumentaron un 8%, hasta 11.530 millones de dólares, el mes pasado, tras subir un 3% en agosto.
El valor del comercio bilateral se disparó hasta los 21.180 millones de dólares en septiembre, el más alto desde febrero de 2022, cuando Rusia inició la guerra en Ucrania, según los datos de la Administración General de Aduanas china. Por causa de las sanciones occidentales, Rusia ha tenido que recurrir a China como salida económica, beneficiándose de la demanda china de petróleo, gas y el excedente de cereales rusos prohibidos en Europa, Moscú no solo logró compensar esa pérdida de mercados, si no que además a logrado superarlos, según los últimos datos de 2023
El mes pasado, el ministro chino de Comercio, Wang Wentao, dijo que la cooperación económica y comercial entre China y Rusia se había profundizado y se había hecho más "sólida" bajo la "guía estratégica" de sus dos líderes.
China también dio vía libre a las importaciones de carne de cerdo procedente de regiones de Rusia sin peste porcina africana, dijo recientemente la aduana china.
El presidente ruso, Vladimir Putin, asistirá la próxima semana al Foro sobre la Franja y la Ruta en China, en un viaje poco habitual al extranjero.
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