@BND dijo en Noticias de Europa:
La UE provoca nuevos MaidánSi, le quieren hacer otro "Maidan"
El proyecto original que hoy representa la Unión Europea (UE) está sufriendo una transformación estructural. Su ambición pacificadora de las relaciones entre las naciones europeas y dinamizadora de la economía continental, respectivamente, tras el final de la II Guerra Mundial, ha sido pervertida por un propósito geopolítico, es decir, de gestor de conflictos y de guerras, cuando no, de "provocador de estas."
EL ECONOMISTA - Madrid - 2 dic 2024
La organización de la UE se está centralizando, está debilitando sus sistemas de rendición de cuentas y de control democrático y, por encima de sus instituciones, la Comisión Europea se está radicalizando ideológicamente bajo el mando de su presidente.
Ursula von der Leyen es una rusófoba profunda, que ha abrazado su fe woke nueva con la pasión del converso.
La UE ya no es el imán de atracción que fue hasta final de los años 90 del siglo pasado para aquellas naciones que querían incorporarse al que se consideraba el epítome de la prosperidad y de la sofisticación civilizacional.
Los dos ejemplos más recientes de lo anterior han sido los procesos electorales que han tenido lugar en Moldavia y en Georgia.
En 2024 se han celebrado en Moldavia un referéndum sobre la entrada en la UE, en octubre, y elecciones presidenciales, a doble vuelta, entre octubre y noviembre, y en Georgia, elecciones parlamentarias, en octubre.
La UE ha invertido esfuerzos, tiempo y recursos en convertir estos sufragios en el punto de partida para que esas dos naciones repitan los acontecimientos que sucedieron en la plaza de Maidán en Kiev durante 2013 y 2014.
Bruselas, con la ayuda del gobierno Biden, quiere que esos dos países inicien el mismo camino trágico que está llevando a la desaparición de Ucrania, después de haber sufrido, hasta el momento, 1 millón de soldados muertos y heridos en combate, la huida del país de 15 millones de sus ciudadanos y la bancarrota de la economía nacional.
Maia Sandu, presidente de Moldavia, desde 2020, fue reelegida en la segunda vuelta y el referéndum sobre la adhesión a la UE fue ganado por sus partidarios por una diferencia de sólo un 0,7% más que cuestionable.
Las expectativas de los que apoyan a Sandu en Occidente para que ganara en la primera vuelta y que el resultado del referéndum de adhesión a la UE fuera indiscutible no se cumplieron.
Los ciudadanos de Moldavia percibían a la UE como una fuente de modernización a comienzos del siglo XXI y confiaban que ésta no bloquearía el que aquellos mantuvieran sus relaciones tradicionales con Rusia.
Un 80% de los habitantes de Moldavia favorecían ese entendimiento por todos asumido.
Sin embargo, desde el comienzo de la Operación Militar Especial de Rusia en Ucrania, la UE está presionando para que Moldavia acepte que Moscú es su enemigo más importante.
Por ello, el proyecto que llega desde Bruselas es ahora visto por los ciudadanos de Moldavia como divisivo y ajeno a cualquier aspiración de modernización.
La caída de los niveles de vida en Moldavia ha mutado el significado de Europa ante los ojos de sus habitantes, que la ven sesgada, autoritaria y culpable de sus males económicos.
La UE ha dejado de ser el paraíso deseado de los moldavos, que observan con perplejidad que la presidente Saidu no cumpliera con sus promesas de 2020 y esté actuando de acuerdo con un guion escrito por terceros, que ignoran los intereses nacionales.
El presupuesto militar se incrementa, las compras de armas aumentan y se reitera la participación de las Fuerzas Armadas de Moldavia en maniobras de entrenamiento de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
30 años de propaganda pro rumana y contraria a las tradiciones de los moldavos, especialmente, las religiosas, no han surtido efecto y éstos temen cada vez más que puedan perder su soberanía nacional.
La victoria del partido Sueño Georgiano, liderado por Bidzima Ivanishvili, fue indiscutible.
Obtuvo 89 de los 150 escaños del parlamento nacional, a pesar de las protestas que organizaron, con ayuda externa de Occidente y de la presidente de Georgia, los partidos de la oposición, hasta que la propia UE admitió que los comicios habían sido justos y limpios.
Los georgianos votaron pensando en sus intereses económicos, algo que Ivanishvili entiende y con lo que conecta muy bien, y no, en supuestas agendas geopolíticas externas.
El pueblo de Georgia no se sometió a los políticos de la UE y de Estados Unidos (EE. UU.) que querían repetir el Maidán en Georgia y arrastrarla a una catástrofe similar a la de 2008.
Los resultados de los procesos electorales en todo el mundo democrático están siendo cuestionados cada vez con mayor frecuencia, especialmente, por aquellos que los manipulan o que se frustran porque no responden al designio de sus agendas supranacionales.
El mundo vive en una situación de segunda Guerra Fría, en la que algunas de las grandes potencias todavía se sienten con el derecho a intervenir en las elecciones de las naciones para que los resultados de éstas respondan a sus intereses.
Este es el caso de la UE que quiere recuperar el marco de la primera Guerra Fría, en el que la política nacional estaba sometida a la interferencia de los poderes globales.
A pesar de ello, muchas naciones se resisten a renunciar y a someter sus soberanías nacionales, ya sea a la UE, a la OTAN o a EE. UU., que se encuentra ante la expectativa de la puesta en marcha del programa del presidente electo Trump, que puede alterar todo esto, al tiempo que favorecen un mundo multipolar de intereses nacionales múltiples y cruzados.
https://www.msn.com/es-es/noticias/internacional/la-ue-provoca-nuevos-maidán/ar-AA1v68H6?ocid=msedgdhp&pc=ENTPSP&cvid=cb95973accde48cfa8c6b502a21999d9&ei=82