EL “DOMBASS ESPAÑOL” DEL QUE NADIE HABLA
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El Sahara Occidental fue ocupado por España en 1860 y fue colonia española hasta 1976.
Hasta ese momento todos los habitantes del territorio africano eran ciudadanos españoles nativos. Luego de 1976 España decide retirarse y liberar esa colonia…Y entonces ocurre la invasión de Marruecos declarando de facto y unilateralmente su soberanía sobre el lugar, pero a diferencia de Rusia con el Dombass y Crimea, la ONU y la OTAN miran para “otro lado”.
Nada nuevo bajo el sol…En los últimos 50 años existieron muchos Dombass, y no solo fue el Sahara Occidental invadido ilegalmente por Marruecos, también fueron Libano, Siria (Golan), Palestina, Yugoslavia, Kosovo, Afganistan, Irak, Yemen, Sudan y un largo etc, de 37 regiones del mundo…En todos los casos nunca hubo ni sanciones ni acciones internacionales de represalia…hasta que llegó Ucrania…En hora buena si por fin y de una vez, las naciones se ponen de acuerdo para hacer respetar los derechos de cada nación y muy malo si solo se hace por cuestiones ideológicas, o por simple "color de piel"...porque humanos no solo son los que viven en Ucrania, sino también deben ser considerados de "nuestra especie" los habitantes (hombres, mujeres y niños) del Sahara Occidental...“seres humanos” al que se los engaño durante muchos años y que viven olvidados, incluso despojados de su nacionalidad...
Son parias, porque su nacionalidad no es reconocida ni sus documentos sirven para salir de allí o viajar al rseto del mundo...
EL TRISTE DE DESTINO DE UN PUEBLO PARIA, NI ESPAÑOLES NI MARROQUIES
Los Saharauis que podrían optar a la nacionalidad española critican al presidente español Pedro Sánchez de no cumplir lo prometido a su pueblo: "Siempre recelamos del PSOE cuando llega al poder"
Una fotocopia en blanco y negro del documento de identidad de Sidi Mohamed Talebbuia Abdelyalil acredita que él fue uno de los saharauis que tuvo nacionalidad española durante la época en la que ese territorio de África pertenecía a España. Sin embargo, la Marcha Verde de 1975 provocó que Talebbuia abandonara su tierra, se cobijara junto a su familia en un campamento de refugiados y perdiera su nacionalidad y sus documentos acreditativos, pues en la invasión los marroquíes arrasaron con todo, también con las escrituras de su casa en El Aaiún y el DNI de su mujer, abocando a toda la familia a un futuro en tiendas de campaña en medio del desierto.
Todo ello lo cuenta su hijo pequeño, Sidi Talebbuia Hassan, desde su despacho de abogados, en la calle Montera de Madrid. Este abogado especializado en extranjería atiende a EL MUNDO después de que el diputado de Izquierda Unida y líder del PCE Enrique Santiago presentara el pasado miércoles una proposición de ley en el Congreso para nacionalizar a los saharauis que nacieron durante la época de la colonia y a los hijos que tuvieron. Todos los partidos votaron a favor de esa propuesta menos el PSOE, que mientras desde el Ejecutivo ofrecía a los 94 nicaragüenses que les han retirado su nacionalidad la opción de ser españoles. «Cuando los dirigentes socialistas llegan al poder, por parte de los saharauis siempre se mira con bastante recelo», asegura Sidi.
Sidi -37 años, algo más de metro ochenta de estatura y un ligero deje andaluz en su castellano- vino a España por primera vez en el programa de Vacaciones en paz de la ONG Amistad Saharaui. Repitió dos veranos más y en 1997 se quedó en territorio nacional con su familia de acogida. «Los primeros años estuve en situación irregular, hasta 2001 que obtuve el permiso de residente. Luego ya pasé a pedir la nacionalidad. Fue un periodo complicado», sintetiza el abogado, a quien, según la propuesta de Unidas Podemos, le correspondería la nacionalidad de manera automática por ser hijo de un saharaui nacido en la colonia. Sidi terminó el Bachillerato en la rama científica: quería ser biólogo. Sin embargo, la inscripción a la universidad coincidió con la intifada saharaui: «Era tal la impotencia sobre la situación que pensé en buscar en el Derecho el camino para solucionar nuestro problema, que tiene raíz jurídica», cuenta.
La historia de su familia es la de muchos otros saharauis que perdieron la nacionalidad al abandonar sus territorios. Aunque reconoce la existencia del Real Decreto de 1976 en el que se otorgó un plazo para que quien quisiera optara por la nacionalidad española, recuerda: «Nadie se enteró de que ese real decreto se había promulgado en España, entre otras cosas porque no quedaba ninguna autoridad española en el Sáhara; segundo, porque había una guerra abierta contra el pueblo saharaui y porque la mayor parte estaba en los campamentos e intentado sobrevivir. Creo que ese decreto era ilegal. Si ya eres español, no puedes optar a la nacionalidad española y el Código Civil vigente no lo permitía».
SIN DERECHO A JUBILACIÓN
La ocupación tras la Marcha Verde incluyó la destrucción de los documentos de miles de personas, lo que provocó, de manera indirecta, una pérdida de derechos para muchos. Así, el padre de Sidi no pudo optar a una pensión de jubilación pese a que en el DNI consta como militar y pese a haber estado destinado en el País Vasco, y su mujer tampoco pudo optar a una pensión de viudedad cuando falleció el patriarca en 2000. «Todo eso son las consecuencias de la ocupación y del abandono. Al final, esta gente está vendida», concluye Sidi.
Según cuenta, entre los saharauis que viven en Madrid y en los campamentos se ha «acogido con gran revuelo» la propuesta de ley de Podemos. Sin embargo, él y otros colegas van a hacer un directo a través de las redes sociales para explicar a la gente que todavía no es una decisión firme. «Yo pienso que esta medida no saldrá adelante, se bloqueará y se quedará en un cajón», opina poco optimista.
Adbulah Arabi, delegado del Frente Polisario en España, la organización que lidera la reclamación de independencia saharaui, enfrentada militarmente a Marruecos y aliada de Argelia, cree que aprobar esa ley «contribuye a aminorar el daño causado por la colonización inconclusa», así como que esta opción de nacionalizar a los saharauis españoles «es un reconocimiento de las responsabilidades jurídicas con el pueblo del Sáhara». Sin embargo, reconoce la dificultad de llevar a cabo la propuesta de la formación morada, pues muchos saharauis no tienen documentos acreditativos. «No hay un censo fiable de las personas que se podrían beneficiar», explica a EL MUNDO. A través de asociaciones y ONG, saben que en España viven entre 7.000 y 8.000 compatriotas y, con DNI, no más de 2.000, pero nada es concluyente. Tampoco las autoridades gubernamentales tienen el dato.
Tanto Arabi como Talebbuia se muestran muy críticos con el PSOE, el único que no votó a favor de la propuesta. «Es consecuencia del temor del Gobierno a Marruecos, esto es en contra de un derecho del pueblo», dice. «El giro que ha dado Pedro Sánchez aceptando la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental de manera indirecta fue un jarro de agua fría. No es algo que esperas que pueda hacer, porque no es ni inteligente. Es regalarle algo que nunca le perteneció», dice Sidi, advirtiendo de que, después del Sáhara, hablarán de Ceuta, Melilla o Canarias.
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