ARSAT
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ARSAT LANZÓ LA NUBE PÚBLICA NACIONAL
ARSAT le ha dado el puntapié inicial a la Nube Pública Nacional. Este servicio estará disponible primero para la administración estatal y posteriormente para las organizaciones privadas.
El objetivo es brindar un servicio de infraestructura de cómputo, almacenaje, trabajo en red y seguridad que sea de acceso simple y se pague según su uso. Un detalle bastante práctico considerando como a menudo la administración pública se arma en torno a proyectos acotados.
El despliegue comenzó a principios de Abril y es considerado el hito más importante desde la constitución de la base de datos de la empresa en 2013.
Por etapas
Durante esta primera etapa se espera albergar más del 90% de los servicio de la administración pública. La segunda etapa está actualmente en desarrollo y la tercera debería estar lista para el comienzo de 2022.Con cada etapa se planean agregar más servicios y mejoras en la plataforma. También se espera incorporar socios tecnológicos nacionales e internacionales.
Ventajas de una base sólida
Una de las ventajas de la Nube Pública Nacional es que utiliza tecnología de código abierto, lo que supone un ahorro en los costos de licencias que los desarrollos propietarios suponen.La nube utiliza el centro de datos de ARSAT, que es considerado uno de los más seguros de América Latina y cuenta con un nivel de eficiencia anual del 99,982%. Esto quiere decir que casi nunca lo encontrarás fuera de funcionamiento.
FUENTE: https://www.redusers.com/noticias/arsat-lanzo-la-nube-publica-nacional/
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Arsat: avanza la actualización de la red federal de fibra óptica
Esta modernización, llevada adelante por Arsart, es para atender el incremento de la demanda de internet de parte de los operadores que llegan a los usuarios.
La actualización de la red federal de fibra óptica (ReFeFo) ya está cumplimentada en un 70% en la zona centro del país y un 50% en la zona norte, indicaron este jueves desde la empresa estatal de soluciones satelitales Arsat.
"El objetivo es completar el 'update' de la red antes de fin de año", dijo a Télam uno de los directores de la compañía estatal, Facundo Leal.
La actualización de la Refefo es necesaria para que la red pueda atender el incremento de la demanda de la capacidad de prestación de internet de parte de los operadores que llegan a la casa del usuario.
Esta modernización forma parte del plan Conectar anunciado por el presidente Alberto Fernández.
El relevamiento realizado por la actual conducción de Arsat al iniciar la gestión arrojó que la red estaba "saturaba por falta de inversión", y, con la pandemia, la demanda aceleró la actualización que lleva la capacidad de 10 gigas a 100 y 200 gigas, de acuerdo con la necesidad de la zona.
A su vez, el Gobierno dispuso una "compensación a favor de Arsat para el pago de las deudas con la empresa de la gestión pasada", indicó por su parte la directora Anabel Cisneros, en diálogo con esta agencia.
Esa compensación está incluida en la ampliación presupuestaria establecida en el artículo 7 del Decreto 489/2021, publicado este jueves en el Boletín Oficial.
Arsat, agregó Cisneros, "se financia con aportes propios y programas especiales del Enacom y de la Secretaría de Innovación Pública".
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Cuando la Ciencia, Salud y Educación no son un gasto.....
Para un analfabeto todos los libros son iguales ( A.Dolina)
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ARSAT avanza en la oferta de su Nube Pública Nacional para las instituciones del Estado.
ARSAT ofrece los servicios de su Nube Pública Nacional para que los organismos estatales puedan administrar sus datos y responder a picos de necesidad de procesamiento sin necesidad de comprar equipamiento ni tener una dotación de especialistas en diversas áreas. En una segunda fase ampliarán sus servicios para el sector privado.Entre las compañías de informática más grandes del mundo, la mayoría dan servicios a otras empresas, tanto del sector privado como del público. En el caso de la empresa estatal ARSAT, muchos la conocen por sus satélites y por el despliegue de la Red Federal de Fibra Óptica (REFEFO), pero menos por su centro de datos y la creación de la Nube Pública Nacional.
Nota completa: https://agendarweb.com.ar/2021/08/21/arsat-avanza-en-la-oferta-de-su-nube-publica-nacional-para-las-instituciones-del-estado/
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Tombolini es un profesional inteligente y con buena formación, no se como le vaya a ir en ARSAT ni tampoco si es su perfil, pero es una mala noticia para el BNA donde Tombolini hizo un gran trabajo contrapesando al insufrible Claudio Lozano
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@marcoaurelio dijo en ARSAT:
Matías Tombolini, un economista con formación en el ámbito de la tecnología, será el nuevo presidente de ArSat
Observaciones de AgendAR:
Pablo Tognetti (nadie lo llama Néstor) fundó dos veces ARSAT. Después lo explico. Antes de eso, en INVAP, había diseñado los satélites SAC-A, SAC-B y SAC-C, de observación terrestre, para la Comisión Nacional de Actividades Espaciales. Hasta hizo la ingeniería básica de los satélites-radar SAOCOM 1A y 1B, disparados en 2018 y 2020. Todos funcionaron bien o muy bien, y los dos SAOCOM generan imágenes casi inexistentes en el mercado, que empiezan a venderse en Japón y China.Volvamos al principio. En 2006, el presidente Néstor Kirchner se anotició de que la Argentina iba a perder las 2 posiciones orbitales geoestacionarias que le quedaban a la Argentina por falta de uso por la empresa franco-alemana Nahuelsat, un engendro perpetrado por Menem. Tras expropiar a Nahuelsat, cuyo único satélite fue un fracaso técnico y cuyo segundo aparato jamás fue entregado, Kirchner decidió crear una empresa satelital de telecomunicaciones del estado, e INVAP mandó a Tognetti, que empezó con 6 empleados en 2 habitaciones del entonces Correo Central. Esos fueron los humildes comienzos.
En 2013 ARSAT, con un perfil público siempre bajísimo, estaba terminando y testeando su satélite ARSAT-1 en Bariloche, con fecha de vuelo para la primavera de 2014, venía construyendo el satélite número 2, también -y sobre todo- la Red Nacional de Fibra Óptica (ReFeFo), administraba el mejor Data Center del Cono Sur, había desplegado la red nacional de antenas de la Televisión Directa al Hogar (TDA) con un par decenas de canales públicos y privados de acceso gratuito para el 96% de la población, era participante del Programa Conectar-Igualdad y se había vuelto un enorme y codiciado factor de poder económico y político.
ARSAT era una empresa de tecnología capaz de comunicar por el espacio y por fibra óptica y gran ancho de banda a las 24 provincias, y todo con menos de 260 empleados, en general técnicos, ingenieros y obreros calificados, con relativamente pocos administrativos. Entonces, como premio por todo lo hecho, a Tognetti, tras mucho serruchaje de piso, le dieron el raje. Con el deber sobrecumplido, el tipo se volvió a Bariloche y a INVAP con cierto alivio. Por supuesto, las posiciones satelitales no se perdieron. La más valiosa, la 81 Oeste, la tenía pedida el Reino Unido y los gringos ya la consideraban propia. Sorry, lads.
El reemplazo de Tognetti fue Matías Bianchi. Es un ingeniero de telecomunicaciones y tuvo la virtud de seguir con lo planificado: poner en órbita ambos satélites, empezar el diseño del tercero en INVAP con modernizaciones importantes respecto de los dos anteriores, hacer crecer la ReFeFo y empezar a ponerla en funcionamiento, y ampliar la cartera de negocios del Data Center.
Pero para no pelearse con «las Telcos» (los monopolios privados de las telecomunicaciones) ARSAT se abstuvo de dar «milla final», es decir, se prohibió llegar directamente con la inmensa ReFeFo a los hogares. Sí, eso que ofende tanto a iProfesional. Por el contrario, le vendía ancho de banda a espuertas, y a precio promocional, a los ISP (Internet Service Providers) de todo el país.
Era una decisión de estado, no de ARSAT, y no parecía mala política hasta que lo fue: en general, los ISP son cableras y cooperativas del interior con poca plata y pésimo servicio. Inevitablemente, algunas cableras aprovecharon el nuevo ancho de banda a precio sensacionalmente bajo para reclutar más clientes y seguirles dando el mismo servicio miserable a todos, viejos y nuevos.
Por su parte, ARSAT fingió estar distraída cuando tres empresas del Grupo Clarín, a la sazón ya el segundo mayor oligopolio comunicacional de Sudamérica, se juntaron con 200 cooperativas chicas y cableritas para gozar de los descuentos. Una canasta de pollitos con hambre, pero entre ellos tres elefantes disfrazados con plumas y gritando «pío-pío». ARSAT seguía siendo chica y razonablemente eficiente, pero se había llenado de parásitos externos. Algunos enormes, como se ve.
Sin embargo con una parte importante del espectro electromagnético en manos de ARSAT y sin atribuirse, el gobierno de Cristina Kirchner anunció un primer servicio «con milla final»: la empresa Libre.Ar. Habría sido una movida astuta, porque los usuarios finales estaban rigurosamente podridos de las empresas de celular, por su funcionamiento horroroso. Telefónica, Telecom y Claro sintieron claramente la amenaza de Libre.ar. Con mejorar un poco el precio y la calidad de servicio, y la ReFeFo alimentando con fibra óptica las torres celulares, el estado argentino las barría del mapa.
En 2014 el gobierno puso misteriosamente marcha atrás y decidió licitar las frecuencias de ARSAT, y en 2015 las ganaron estas tres compañías con el compromiso de instalar 4G en todas las ciudades grandes, y 3G en las medianas y chicas. Obviamente no cumplieron. Y obviamente el ENACOM no tuvo voluntad o tiempo para hacerles cumplir, porque a fines de 2015 cambió el gobierno nacional y las Telcos asumieron directamente el control, ejem… del ente de control.
Cuando ganó las elecciones el macrismo, el nuevo Ministro de Telecomunicaciones, Oscar Aguad, nombró a su yerno, Rodrigo De Loredo. Ambos tenían los méritos técnicos que da ser radicales y cordobeses. Ambos pararon en seco la construcción del ARSAT 3, lo que casi hizo quebrar a INVAP. En su momento, pareció el objetivo real detrás del objetivo aparente.
No fue tan así. ARSAT en el espacio le jodía la vida a unos cuantos. A los que Aguad le abrió los cielos argentinos unilateralmente. Autorizó a 26 satélites estadounidenses y europeos (neto predominio de España) a vender señal Argentina, sin contraprestación, lo que va a contramano no sólo de la razón sino de los reglamentos de la Unión Internacional de Telecomunicaciones. De Loredo, ganoso de ganar la alcaldía de Córdoba Capital, se montó sobre el equipo de comunicación de ARSAT para pagarse la campaña, y literalmente pavimentó de fibra óptica su provincia natal, en desmedro de otras. Se sacaba fotos a pie de topadora, abriendo zanjas. Y con eso no le fue nada mal.
Pese a que sí le fue mal. En 2017 tuvo que dimitir, tras dos escándalos fuertes: primero, trató de venderle el ARSAT 3 (y el 1 y el 2 también) a Hughes Space, que se quedaba con los tres sin poner casi un mango. Para ello, De Loredo venía haciendo una limpieza étnica de camporistas en puestos directivos, pero también en los técnicos, aunque fueran gente sin color partidario. ¿Para qué le servían individuos tan extraños como expertos en control de calidad de construcción satelital?
El segundo escándalo no lo causó él: tras el papelón protagonizado por el Ministro de Trabajo, Jorge Triaca, que tenía media familia metida en altos cargos del estado, este aspirante a edil de Córdoba se ligó el súbito ataque de decencia del gobierno nacional. Quien más, quien menos, el gabinete macrista abundaba en acomodados y «parientes de», y De Loredo quedó señalado como el yerno de Aguad. Eso y lo de Hughes lo volvieron impresentable, al menos en el AMBA. No así en Córdoba, provincia generosa.
De la sartén al fuego, la empresa entonces fue intervenida por macristas puros y duros del Ministerio de Modernización y se ligó de golpe unos 200 endoparásitos cuyo trabajo era, paradójicamente, podar empleo público en todo el estado nacional. ARSAT simplemente les daba escritorios, computadoras, celulares, transporte y unos sueldazos de órdago para cortar cabezas.
Pero lejos de ser empleados públicos eran emprendedores en el sentido vampírico: procedieron a empezar a dividir a ARSAT en «quintitas» para hacer negocios personales, y a despedir técnicos históricos al voleo y en lote, fueran tirios o troyanos, para sembrar el terror. El plan de máxima era partir a ARSAT y privatizar los pedazos, vos llevate la ReFeFo, yo me quedo con el Data, ¿alguien quiere satélites? Si las elecciones de 2019 las ganaba Macri, habría sido el paso siguiente.
Cuando ganó Alberto Fernández, ARSAT estaba literalmente hecha puré y no hacía nada. Era un enorme cadáver. 36.000 km. de fibra óptica en todo el país, trompeteaba la empresa en su portal, pero en el interior había intendentes que tenían una caja de fibra óptica en la plaza hacía meses, o años, e ignoraban para qué demonios servía. El Data Center se estaba deteriorando técnicamente mientras se dispersaba en negocios rarísimos y personales. Muchas de las torres de la Televisión Directa al Hogar estaban sin señal, ni había plan de reactivarlas. ¿Conectar Igualdad? Muerto tras haber repartido 5,4 millones de notebooks en las escuelas públicas de lugares pobres, libres de Windows, con código libre y programas educativos excelentes desarrollados por el Ministerio de Educación. Y la lista sigue.
Raúl Martínez, el interventor final, ex preso por contrabando desde Uruguay y sobreseído, hizo compras por contratación directa por $ 300 millones… desde Uruguay. Lo oriental lo fascina, especialmente el lujo oriental: el tipo se construyó un helipuerto, y dado que a ARSAT le faltaba el ancho de banda del ARSAT-3, no tuvo más remedio que comprarle 6000 antenas satelitales a Hughes Space para dar servicio, desde un satélite de Hughes, a las zonas cordilleranas donde no llega la ReFeFo. Las antenas no se usaron, pero Hughes las cobró. A falta de satélites argentinos, algo había que darles, pobres muchachos.
Cuando Alberto Fernández presidente aquilató los desastres, hizo traer a Tognetti express desde Bariloche para que le hiciera resucitación cardiopulmonar a la empresa, que estaba en coma cuatro. Tognetti dejó sus ocupaciones de jubilado (asesorar a INVAP en ingeniería satelital, andar en kayak por el Nahuel Huapi, fundar una fábrica de whisky artesanal) y se vino a Baires a dar una mano.
Bajo su mando, ARSAT empezó a dar signos de vida, incluso de vida inteligente. Contrató a INVAP para un tercer satélite, el SG-1, muy novedoso por su propulsión eléctrica y sus antenas multidireccionales. Desparasitó y empezó a reequipar «el Data». Y hace unos meses, habilitó a una cincuentena de PyMES del interior profundo para dar «milla final» en sitios incomunicados, lo que debe haberle caído bastante mal a las Telcos.
En fin, Tognetti sacó a ARSAT de la intensiva y del pronóstico reservado, la dejó en recuperación como paciente externo, y le salvó las papas al presidente. Que lo acaba de premiar con otro patadón para dárle la empresa a un economista que tal vez sea Isaac Newton revivido. Tiene más libros que la Biblioteca Nacional. Pero por currículum, queda claro que nunca construyó satélites ni tiró fibra óptica ni puso miles de antenas satelitales para darle internet a escuelas aisladas, ni…
Observaciones: desde que Tognetti inventó y puso en valor a ARSAT, sus directores duran a lo sumo un par de años. Y desde que la resucitó, parece que esa ley de dos años y te serruchan sigue vigente. Es que ahora ARSAT, además de una vaga amenaza de agarrar última milla en serio y mandar las Telcos a desuso, tentación que tendríamos unos cuántos, resulta una caja formidable para todo animal político. Cosa que Tognetti, un técnico eficaz y un gerente honesto y de muy bajo perfil, resueltamente no es.
Esto se lo echan en cara muchos militantes que dicen tenerla clarísima. ¿Por qué era tan poco tribunero? Se la buscó. ¿Quiere hacer un test rápido? Busque fotos de Rodrigo de Loredo en Internet. ¿Ya las contó? ¿No puede contarlas? OK, ahora busque fotos de Tognetti. ¿No encuentra nada o casi nada? En términos de ingeniería de telecomunicaciones, esa comparación muestra que el ruido paga más que la señal. Una dirección profesional y eficiente en una empresa tecnológica del estado aparentemente en nuestro país es algo malo. Lógico, las privadas del rubro son un desastre, no serían competencia.
La otra observación: la segunda serruchada de piso de Tognetti sucede antes de dos acontecimientos importantes. Uno es la decisión que deberá tomar el gobierno sobre la telefonía celular 5G: ¿será con tecnología china o con tecnología yanqui? Sergio Massa y Gustavo Béliz militan por lo último, y necesitan tropa propia en la cúpula de ARSAT. Van arrimando la bocha, se diría.
El otro acontecimiento importante es que los servicios de 5G se licitarán y sólo concursarían Telecom, Telefónica y Claro, que incumplieron rigurosamente los términos de la licitación de servicio 4G de 2014. Es un asunto del ENACOM, pero en el actual cuadro político, un exceso de profesionalismo y honestidad en ARSAT puede ser indeseable.
Especialmente si se tiene en cuenta que el despliegue de 5G consumirá ancho de banda de un modo prodigioso, que obligará no sólo al despliegue de una gran red de antenas celulares de radiofrecuencia, sino de fibra óptica al pie para alimentarlas de señal. La ReFeFo consta de alrededor de 38.500 km. «iluminados» con un único cable de fibra óptica muy grueso, de 48 pelos. Eso da un ancho de banda como jamás tuvimos antes, pero de todos modos probablemente no alcance para «la internet de las cosas».
En 2024 ARSAT deberá comprar y desplegar más fibra óptica en los «tritubos», sus enormes cablecanales subterráneos blindados y de tres tubos. Uno de ellos tiene un macizo cable de fibra, dos de ellos están vacíos: al enterrarlos se previó este tipo de ampliaciones. «Soplar» fibra óptica en los canales vacíos de los tritubos -se hace por diferencias de presión de aire- es un gasto menor comprado con el despliegue inicial de esa red de redes. Pero no así la compra de fibra nueva. Ése sí que es un negoción.
En suma, ARSAT, que en 2012 fue brevemente el mayor comprador de fibra óptica del mundo, probablemente volverá a serlo, y manejará montañas de plata. Cuando se ponga en órbita el ARSAT-3 probablemente ese satélite, por ancho de banda, ganará el doble que el 1 y el 2 sumados (U$ 30 millones cada uno). Pero créame que eso será un chiste frente a la compra de fibra nueva. Alta caja, estimados.
Y creo que por estas cosas se va -o lo van- a Tognetti.
Daniel E. Arias
¿Qué hacer con ARSAT?
En enero de 2020 publicamos uno de los primeros Especiales de AgendAR: «¿Qué hacer con ARSAT? (con nuevas autoridades). Han pasado dos años y las expectativas -no todas- han disminuído. Pero creemos que todavá es interesante leerlo. -
Este país da pena. No encontrás un solo organismo público conducido por una persona idónea.
Saludos
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Crisis en ARSAT: Tognetti se va y denuncia las políticas de Tombolini
12 marzo 2022, 16:00Pablo Tognetti
El físico Pablo Tognetti es un histórico de Arsat. Trabajó en la empresa desde su fundación hasta 2013 y había vuelto en 2020.
El gerente general de Arsat, Pablo Tognetti, renunció este viernes a través de una carta en la que cuestionó con duros términos al flamante presidente de la compañía, Matías Tombolini, quien asumió hace apenas 15 días. “Me resulta imposible convivir con las actitudes del nuevo responsable del directorio, quien creo vulnera la historia de la empresa e irrespeta los objetivos que la misma encarna desde su fundación”, aseguró el físico.Tognetti formó parte de Arsat desde su creación. En junio de 2006 integró su primer directorio y se desempeñó como vicepresidente y gerente técnico hasta enero de 2008 cuando lo nombraron presidente de la compañía, cargo que dejó en abril de 2013 cuando fue reemplazado por Matías Bianchi. En esa primera etapa dentro de la empresa fue clave para garantizar la preservación de los derechos argentinos sobre las dos posiciones orbitales geoestacionarias asignadas al país por la Unión Internacional de Telecomunicaciones.
Se fue de la empresa el año anterior al lanzamiento del Arsat-1, el cual por entonces ya estaba prácticamente terminado. Volvió a la compañía a comienzos de 2020 como presidente hasta que fue recientemente desplazado por el economista Tombolini y quedó como gerente general.
“Pareciera que en la concepción del nuevo presidente del directorio, con su soberbia, la historia de Arsat comienza con él. En las apariencias o en su trato, desconoce la historia forjada durante el gobierno de Néstor Kirchner y la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner. También ignora la recuperación llevada adelante en forma acelerada por el presidente Alberto Fernández. A grandes rasgos, para el nuevo presidente del directorio Arsat nace con él”, aseguró este doctor en física quien también fue parte del grupo creador de INVAP.
Allí coordinó el armado de la Gerencia de Proyectos Espaciales, de la cual estuvo a cargo, habiendo dirigido proyectos espaciales como los satélites SAC-A, SAC-B, SAC-C, y comienzos del SAC-D y del SAOCOM.
Comentario de AgendAR:
Hace 36 años que soy periodista científico y tecnológico, pero jamás conocí a Matías Tombolini salvo como cara en plan de telonero en algún cartel de ya no recuerdo qué elección.Me faltarían 36 años más de profesión para conocer en serio el mapa de los argentinos que generan cosas notables por la ciencia, la tecnología y la industria, pero a Tombolini no lo descubro allí porque nunca me ocupé de lo que hace. Salvo cuando hace 15 días empezó a hacerlo intempestivamente, y nada menos que como presidente, en ARSAT.
Empresa que venía recuperándose, como quien sale de terapia intensiva, de cómo la habían dejado las administraciones de Rodrigo de Loredo y luego de Raúl Martínez.
Tognetti renuncia porque, rompiendo pactos de palabra (algo en que Tognetti creyó siempre), Tombolini no vino simplemente a cobrar un sueldazo y vegetar, dejando a la empresa vivir para los desafíos que enfrenta (dos satélites, mucha fibra óptica nueva, la 5G).
Nada de eso, venía con una misión.
Intervino las gerencias nombrando gerentes paralelos que crearon una situación de doble comando, y con todas las intenciones de hacer negocios poniendo la firma de ARSAT en contratos innecesarios o dañinos para la empresa. Su gente cuestiona todo lo hecho y trae soluciones propias, y abarcan desde el tipo de baterías que deben ponerse en las antenas de la Televisión Directa al Hogar hasta hasta la agenda de viajes de los choferes. El denominador común es que son todos/as del palo político y que de fierros y de empresas fierreras no entienden nada, ni les importa. Y ahora van a decidir sobre satélites… Se saben de paso y aprovechan. Es como haber regresado a 2017.
¿Qué tipo de negocios traen? ARSAT hace tantas cosas que las oportunidades que abre a este tipo de «emprendedores» (pausa para reírse, o llorar) son infinitas. Basta mirar el Data-Center: es el más equipado del país, y custodia, bajo fuertes defensas informáticas y físicas, información sensible de centenares de empresas privadas y públicas, además de datos secretos del estado. El Data, como se lo llama, vivió años bajo la protección de sus propias defensas informáticas. Históricamente, sufre miles de ataques diarios.
Ahora la autodefensa informática (¡¡de secretos del estado argentino!!) probablemente se contrate a alguna empresa estadounidense. Suena fuerte el nombre de Red Hat, de Raleigh, North Carolina. En el Ministerio de Defensa y la Universidad de la Defensa ayer las cabezas humeaban de furia. ¿Darle la llave de la poca información ultrarreservada militar y tecnológica que supo producir la Argentina a EEUU? ¿Al miembro número uno de una alianza militar con que tenemos hipótesis de conflicto por las Malvinas y además, por 1.650.000 km2 de aguas territoriales?
En ARSAT, y hasta que se conoció la renuncia de Tognetti, sólo había desconcierto. ¿Quién manda? ¿Los neogerentes paralelos en paracaídas, a razón de uno por cabeza de gerente legítimo, o los legítimos? Hoy la respuesta es clarísima y cunde la depresión. La empresa, tomada por abordaje, está siendo rápidamente colonizada y canibalizada.
Entre quienes llamé hay quienes abonan a la hipótesis: «¿Y adónde lo pongo?». Por temas cordobeses, Tombolini acababa de perder otro alto cargo en el estado y para fumar la paz con su mentor, Sergio Massa, el presidente Alberto Fernández le regaló una de las únicas empresas de alta tecnología del estado. Hay otras hipótesis, ligadas a premiar el rol de armador de Massa en el reaseguro de la agenda de pagos de la deuda externa, en Diputados.
Premios se dan en todos los estados, ¿pero de semejante calibre? ¿Justamente una empresa que está resolviendo problemas de conectividad nacional que duraban un siglo sin curarse? Como me dijo alguna vez un ingeniero de la Red Federal de Fibra Óptica, en 2014: «En dos años pusimos tanta fibra óptica nueva como Telefónica en veintidós. Pero la nuestra es de 48 pelos, el doble de ancho de banda».
¿Adivina, lector, qué pasó con el deslenguado? Sí, lo echaron los macristas. Dijo alguna vez el Dr. Marcelino Cereijido, investigador y divulgador: «La clase política argentina es pre-tecnológica».
Vaya este flaco cañonazo de salva en homenaje a Pablo Tognetti, diseñador jefe de los satélites SAC-A, B, C y D y los SAOCOM de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales, también de los ARSAT-1 y 2, de telecomunicaciones, y partícipe imprescindible en los nuevos G-S1 y GS2 para lo mismo. Y en homenaje a la gente que eligió siempre por su excelencia técnica, hoy en peligro.
«El Toño», como se lo llama en INVAP, Bariloche, fue quien creó la empresa dos veces: en 2006, desde la nada, cuando ocupaba con 6 empleados dos oficinitas en el Correo Central, y en 2020, desde algo peor que la nada, cuando aceptó darle resucitación cardiopulmonar tras 4 años de colonización, y logró evitar que fuera a privatización y desguace: los satélites por un lado, la Red Federal de Fibra Óptica por otro, y levante la mano quien quiera quedarse con el Data.
Era lo que iba a pasar si en 2019 ganaba Macri, y es lo que va a pasar si en 2023 gana su facción. En este interín de 2020 a 2022, aún con talleres y oficinas vacías por la pandemia, Tognetti había logrado darle el «levántate y anda» a la empresa. Contra toda apuesta.
En el peor de los casos, esta toma por abordaje deja bastante tiempo para enterrar a ARSAT en contratos y contratitos que la sangren poco o mucho, hasta que caiga la noche. Y es que entre los satélites nuevos y la nueva fibra óptica, por ARSAT va a correr bastante plata.
Daniel E. Arias
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Otra vez la política arruinando todo.