ARSAT
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Milei negocia venderle al mexicano Slim la empresa de satélites Arsat por 930 millones de dòlares
El presidente electo avanza en las privatizaciones. Claro Argentina podría desembolsar más de 900 millones de dólares.
Milei negocia venderle al mexicano Slim la empresa de satélites Arsat por 930 millones de dòlares
Cuartoscuro
LPO
22/11/2023
El presidente electo Javier Milei tiene muy avanzada la venta de la empresa estatal de satélites de la Argentina a Carlos Slim. Arsat es una empresa estatal exitosa en un segmento de tecnología de punta, que ha logrado colocar dos satélites en órbita, además de poseer una extensa red de fibra óptica y data center claves para la operación del magnate mexicano.LPO ya había revelado en exclusiva que el dueño de Claro apoyó la campaña del libertario, en una cercanía que inquieta al otro gigante de las telecomunicacionbes de Argentina, el Grupo Clarín de Héctor Magnetto.
LPO DAILY
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La operación de venta de Arsat está muy avanzada y este martes se concretó un zoom entre Dario Esptein, integrante del equipo de transición de Milei, y los ejecutivos de Claro en Argentina. Epstein tiene una extensa carrera en el mundo financiero y en el pasado participó en varios procesos de privatizaciones.En ese encuentro se discutió el precio de del Arsat y se habló de un valor en torno a los 930 millones de dólares, según confiaron fuentes al tanto de las negociaciones. Las fuentes explicaron que el equipo de Milei no cree que sea necesario enviar una ley al Congreso para avanzar con la privatización, sino que alcanzaría con que Slim compre las acciones.
Este martes se concretó un zoom entre Darío Epstein, integrante del equipo de transición de Milei y los ejecutivos de Claro, el gigante de telecomunicaciones de Slim, para hablar sobre la privatización de la empresa satelital Arsat.
Si se concreta sería la primera privatización de Milei, un hito de gran impacto político porque hace décadas que la Argentina no privatiza activos estatales importantes.
En Argentina existen más de 30 empresas en las que el estado es el accionista mayoritario. Prácticamente todas son deficitarias. Sin embargo, Arsat es de las pocas que obtienen utilidades.
Milei negocia venderle al mexicano Slim la empresa de satélites Arsat por 930 millones de dòlares
Télam
El año pasado Mauricio Macri, actualmente aliado de Milei, dijo públicamente que no privatizaría Arsat porque esta empresa generaba ganancias. Si Milei avanza en su acuerdo con Slim, sería un nuevo contrapunto con Macri que en los primeros días de la transición intentó controlar la petrolera estatal YPF pero finalmente el presidente electo optó designar como presidente y CEO a un hombre cercano a Paolo Rocca, dueño de Ternium.Rocca fue uno de los grandes sponsors de la campaña de Milei, que ya anunció su intención de privatizar YPF de la que Slim tiene un nueve por ciento de las acciones. Por estas horas, en el equipo de Milei se analizan opciones para avanzar con esa privatización, que ya son palabras mayores porque tiene el 70% del megayacimiento de Vaca Muerta.
Entre esas opciones se habla de hacer crecer en una primera etapa el capital accionario privado y se menciona a Slim como uno de los posibles interesados.
La sintonía de Milei con Slim abre una brecha con Macri que, en el mundo de las telecomunicaciones, tiene más cercanía con Telecom, propiedad del Grupo Clarín y competidora de Claro en Argentina.
En ese sentido, LPO reveló que Milei se apresta a designar al titular del Enacom, el organismo regulador de las telecomunicaciones, un cargo que Macri busca retener para alguien de su confianza.
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No imagino a Slim pagando por satélites de comunicaciones made in INVAP.
Que manera de pegarse tiros en los pies..
Y ni hablar del precio que quiere pagar, U$S900millones??? Después se llenan la boca hablando de corrupción -
El comienzo del fin de una Argentina que remata sus logros científicos e industriales. Película repetida. Estoy viejo para otras, y tantas ya, desilusiones.
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@zonca LPO… listo sigue todo igual…fake
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ARSAT no puede venderse, porque su infraestructura de comunicaciones no tiene precio
24 noviembre 2023, 05:50El que compre ARSAT, si sucede (y sería trágico para el país) no puede pagarla. Cualquier cifra es una estafa al estado. No puede porque más allá del puro prestigio, ARSAT tiene demasiados activos estratégicos. Pero hay uno que sencillamente no tiene precio: la REFEFO, Red Federal de Fibra Óptica.
Es una estructura anillada de enorme ancho de banda y 38.000 km de extensión lineal, pero cubre todo el país continental con sus anillos. Es la mayor obra de integración territorial de la Argentina en el siglo XXI. A diferencia de los ferrocarriles, transporta información en lugar de bienes y personas, se hizo con plata e ingeniería propias, con inclusión de la Patagonia, sin ingleses, y no hay modo de que el país funcione sin ella. Ésa es la causa por la que no se puede pagar. ¿Cuánto vale que el país funcione?
Antes de la construcción de la REFEFO, que empezó alrededor de 2010, internet y la telefonía celular eran pésimas incluso en el AMBA. Y del interior, ni hablar. Sin la REFEFO, Watsapp y Telegram, por citar 2 servicios IP gratis y muy populares, hoy serían imposibles. Salir sin billetes y pagar con el celular, también. Operar cuentas bancarias, ver películas por streaming, ser Tik-Tokker o Youtubber, lo mismo. El que se quede con la REFEFO, será literalmente el dueño de las comunicaciones hiperveloces 5G.
Además de cobrarnos el uso de una autopista telemética que construimos nosotros con plata propia, el posible dueño privado de la REFEFO tendrá el mismo control de la información que adquirió el grupo Clarín, durante el Proceso, cuando se hizo con las acciones de Papel Prensa. Su capacidad de abastecer o desabastecer de papel, de financiar, endeudar o ejecutar al resto de la prensa gráfica del país con su insumo básico se hizo inmensa.
Eso le permitió comprar otros medios de papel y de aire, y le posibilitó incluso un control fino de la línea editorial de sus competidores, lo que habilitó un negocio nuevo: vender no información sino silencio. Los mayores estafadores nacionales e internacionales del país, agradecidos. Esta película ya la vimos desde 1977. Pero la segunda parte, adueñarse de la REFEFO, soporte imprescindible de la red 5G (ya licitada), da acceso a poderes de exacción y control ilimitados sobre otras empresas y la ciudadanía.
Privatizar ARSAT pasa necesariamente por canibalizarla. Hay activos estratégicos serruchables como para enriquecer a muchos empresarios amigos.
Cámara anecoica (que no contiene ecos reflejados en su interior) de CEATSA en testeo de las antenas del ARSAT 2, poco antes de su disparo.
Están los satélites geoestacionarios de telecomuniaciones ARSAT-1 y 2, cuyo diseño y construcción le dieron fama a la empresa, que funcionan impecablemente, ganan unos U$ 40 millones/año, dan internet a escuelas rurales, comisarías, municipios, hospitales de ciudades chicas y destacamentos militares en zonas despobladas, incluídas las bases antárticas argentinas. Lanzados en 2014 y 2015 y con una construcción excepcionalmente robusta, los ARSAT-1 y 2 tienen vida útil planificada hasta pasando 2030.Está el SG-1 en diseño en INVAP. Tiene la tecnología que se había esbozado para el ARSAT-5, a la que se habría llegado paso a paso si el gobierno de Mauricio Macri no hubiera cancelado los ARSAT desde el 3 al 6. El ancho de banda de este satélite nuevo satélite será fenomenal, si Milei no impide su desarrollo. Y sin embargo, necesitaríamos muchas decenas de SG-1 para acercarnos siquiera al ancho de banda de la REFEFO, que no lo tiene ningún país desde el Río Grande hacia el sur.
E incluso con una flota de SG-1 el servicio sería inferior, porque a 36.586 km. de altura sobre el cinturón ecuatorial, la distancia del triángulo formado entre hablante, satélite y oyente es demasiado larga incluso para las señales de radiofrecuencia, de velocidad lumínica.
De modo que una conversación telefónica normal es difícil, por ese segundo y medio de demora de la señal, participar en un videojuego, hacer cirugía robótica a distancia o controlar un dron civil o militar, cosas que requeren tiempo real, es imposible. Ahí, en la comunicación bidireccional prácticamente instantánea, es donde talla la REFEFO. Afanarse los satélites ARSAT para armar una corporación a beneficio de la Hughes, como intentó Macri (y el Parlamento lo impidió), es un premio consuelo en comparación.
Otro activo son las 104 inmensas antenas de la TDA, la televisión digital de alta definición directa al hogar. Apuntaladas por la REFEFO en sus bases, reparten señal gratis en áreas donde vive el 90% de la población argentina actual, dentro de un radio que llega a los 90 km. si están situadas en sitios altos. Lo único que requiere el usuario es pedir un decodificador a ARSAT, que también es gratis.
Es cierto que la gente sub 40 mira cada vez menos TV de aire, pero la cifra se compensa con la cantidad creciente de gente que ya no puede pagarse un proveedor privado de CATV, o televisión por cable. O que no quiere, porque transmite cantidades de basura, contenido inútil o indeseable para el usuario.
Las antenas de la TDA no son vendibles porque sirven a argentinos sin un mango. El negocio de las cableras como Flow o Supercanal será eliminarlas, pero sin apropiárselas. Tras colonizar y/o descuartizar ARSAT, simplemente se las dejará sin mantenimiento, lo que irá generando un apagón gradual, isla por isla, de televisión gratis por aire. ¿Cómo lo sabemos? Porque es lo que hizo Macri.
¿Qué otro activo hay para choriarse en ARSAT? El data center, el nodo central de la REFEFO. Hace 10 años era el de mayor seguridad informática, capacidad y disponibilidad del país y de la región. Cuando la empresa la colonizó la gavilla cordobesa de JxC, se fue apartando cada vez más de su perfil original (50% de usuarios estatales, 50% de privados) y llenando de quintitas y kioskitos particulares de los nuevos funcionarios.
Cuando Macri fletó a los cordobeses y los reemplazó por muñecos del PRO y de su propia guardia pretoriana, ARSAT toda se fue al requinto. Pero el data, que llegó a 2015 con U$ 70 millones de inversión, en 2018 era sencillamente disfuncional por su transformación en un archipiélago discontinuo de pequeños negocios de grandes chorros, y viceversa. Pero además se había atrasado tecnológicamente por 4 años de falta de inversión.
Recuperarlo era como limpiar los establos de Augías, y el nuevo presidente Alberto Fernández no parecía Hércules. De todos modos, una revisión interna de currícula, experiencia y aptitudes profesionales de los funcionarios más paracaidistas, particularmente los venidos con Ibarra y su Ministerio de Planificación, le devolvió cierta vida y funcionalidad al data. Pero en un futuro reparto caníbal de ARSAT, el Data dista de ser el premio gordo.
Un premio grosso, pero no en términos económicos sino políticos, es la empresa CEATSA, un «joint venture» de ARSAT y de INVAP, con un 90 y un 10% de capital accionario respectivos. Ambas son firmas estatales cuya cabeza el macrismo ambicionó poner en una pica, porque logran el milagro de exportar reactores nucleares, radares y servicios satelitales con poquísimo personal, aunque muy experto, y una administración muy austera. Si se le saca CEATSA a INVAP a través del cierre o expropiación de ARSAT, INVAP se queda sin sala de testeo de prevuelo para satélites de gran tamaño y potencia. También se jode por extensión la Comisión Nacional de Actividades Espaciales, CONAE, otro pedazo de estado argentino libre de ñoquis y con demasiados satélites exitosos. Tres pájaros de un tiro.
ARSAT sin la REFEFO es como YPF sin Vaca Muerta. ¿Los lectores notaron cómo se aceleró internet en Argentina entre 2010 y 2012? Bueno, es que ARSAT en aquellos 2 años había metido más fibra óptica que Telefónica en 20 años, y del doble de ancho de banda. Nuestra red informática federal no la tienen ni Brasil ni México. ¿Y se la va a llevar el oligarca mexicano Carlos Slim? ¿Por 900 y pico de palos verdes?
En 2014, comparados en ancho de banda con la región, no éramos la potencia comunicacional que es Uruguay, y tampoco Brasil. Pero ya no dábamos lástima. Hoy ya subió a 16 mega. Eso es lo que da la REFEFO.
La REFEFO (yo no le puse ese nombre disfónico) es la mayor obra de infraestructura federal en los que va del siglo, costó un Perú, se hizo con gente y plata argentinos, funciona bárbaro, es imprescindible y casi todos los argentinos la usan, y casi ninguno tiene idea de que existe.No sólo porque la REFEFO está enterrada a dos metros de profundidad promedio, sino justamente porque funciona bien, y las camionetas de ARSAT salen como un tiro a repararla cada vez que algún arquitecto o intendente la rompen con retroexcavadoras, aunque su traza está muy señalizada. Los cables de vidrio son muy blindados y aguantan bien los ataques de otros animales más subterráneos, y de raíces. Pero aún sin esa suma de atacantes externos, la fibra óptica va perdiendo su transparencia casi perfecta, y en 20 años hay que sustituirla.
Si se pierde la REFEFO a malas manos, cuando regrese a lo que quede de país algún partido más industrialista, menos piantavotos y menos «market friendly», nos exponemos a que esté hecha percha, como lo estaba YPF cuando se rajó a REPSOL, después de que el vampirismo ibérico vaciara Loma de la Lata.
Aún si el que manotee la REFEFO la cuide, e incluso invierta en su crecimiento, le estaremos pagando peaje a algún otro vampiro cada vez que la usemos. Que viene a ser siempre, como ahora que Ud. está leyendo este artículo en AgendAR. O yo cuando lo mandé.
Dice mi excompañero de ARSAT, el Dr. en Informática Alfredo Moreno, titular de las cátedras de TICS en las Universidades de Avellaneda y de Moreno (del partido, no la persona), el nombre de Slim como próximo Señor de los Anillos de la REFEFO podría ser real, pero también una falsa bandera, para que le ladremos al árbol equivocado.
Por ahora, el grupo empresario que más ganaría de esta expropiación al fisco sería Clarín. Ante todo, evitaría la posibilidad, que siempre fue remota, de pagar tarifas reales por su uso. Por ahora, paga tarifas de chiste -es decir subsidiadas- a través de fachadas como Red Intercable, formada por por 230 PyMES de 580 ciudades en 21 provincias argentinas. Ergo, el 2do mayor multimedio de Sudamérica hoy paga $ 447 el “mega”, como si fuera una flaca cooperativa pueblerina.
Las Toninas, provincia de Buenos Aires, punto de enlace de la REFEFO con el resto del mundo.
Pero además, y perdón por repetirme, sería una adquisición que daría acceso a poderes ilimitados sobre ese nuevo órgano del cuerpo humano: el celular, el soporte físico por el cual el argentino de a pie se informa o desinforma.Hay dos problemas con esto de ser el nuevo amo de la REFEFO: si no se la mantiene, y eso cuesta plata, se cae, y sólo la puede mantener un grupo que se sabe a prueba de todo. Clarín califica, Slim no sé. Aquí le va bien, pero no juega de local.
Lo otro es que ARSAT gana plata, no la pierde. Razones para expropiarla al estado, no hay, salvo que da un muy mal ejemplo. Peor aún, es propietario legal y efectivo de todos sus activos. Para enajenarlos, se requiere una ley aprobada por ambas cámaras del Congreso, donde no hay mayoría segura.
No es imposible que veamos repetirse casos como el de la «Ley Banelco», en tiempos de De la Rúa, donde se pagaban cifras siderales por levantar la mano a favor del gobierno o faltar a sesión. Sólo que se destapa otra olla de gusanos como aquella, hoy no hay un o una vice que se vaya a ir del cargo con un portazo indignado, como el Chacho Álvarez.
Daniel E. Arias
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@zonca estoy totalmente de acuerdo!!!!!! Es estratégica!!!!!!!
EDITADO
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Déjemos el agua correr, aun que tiene pinta de que bajan turbias
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Esta "joya" estatal que Javier Milei privatizaría atrae a las empresas por estos activos
El trascendido de que la empresa América Móvil, propiedad del magnate mexicano Carlos Slim, tendría negociaciones avanzadas con el equipo del presidente electo Javier Milei para la compra de la empresa estatal Arsat por u$s930 millones motivó la respuesta de las partes presuntamente comprometidas en la operación, que tomaron distancia de las versiones y las atribuyeron a operadores interesados.
Fuentes de la compañía Claro Argentina, sociedad de América Móvil y una de las grandes del mercado de las telecomunicaciones local, consultadas por iProfesional definieron las noticias que circularon como "información totalmente falsa y sin sustento" y se declararon sorprendidos por la difusión del tema en el medio digital La Política Online.
El mismo rechazo manifestó a través de su cuenta de la red social X el empresario Darío Epstein, un experto en finanzas relacionado con las privatizaciones de empresas públicas durante la administración Menem en la década del 90, a quien la versión sindica como el encargado de la negociación entre las partes a pedido de Milei.
Epstein desacreditó la publicación en duros términos, negó haber tenido los contactos que se le atribuyeron y desconoció el contenido de la nota. Y agregó: "Quién escribió es un operador berreta. Lo bueno de que terminaron las elecciones es que puedo dejar en evidencia a los vende humo. ¿Cuál será el objetivo de mentir?".
La versión sobre Claro y Arsat irrumpió en plena transición entre la administración Fernández y el futuro gobierno de La Libertad Avanza (LLA). El proceso formal avanza con reuniones entre funcionarios salientes y entrantes; pero, a la par circula una multiplicidad de rumores sobre cargos y nombres, que se afirman y niegan en forma permanente.
Para desacreditar la supuesta venta de Arsat, Epstein denunció una operación; pero, en buena medida, las especulaciones parten de declaraciones de personas autorizadas. Fue el propio Presidente electo, quien, por ejemplo, instaló su voluntad de privatizar la TV Pública, Radio Nacional y la agencia de noticias Télam.
¿Cuáles son los activos de Arsat que atraen al sector privado?
Arsat es una empresa que el mercado observa con mucho interés, especialmente por tres de los cuatro verticales de su infraestructura tecnológica: su Red Federal de Fibra Óptica, su flota satelital y su centro de datos.
La Red Federal de Fibra Optica (Refefo) es un tendido que el Estado construye desde 2010. Actualmente tiene una extensión de 34.500 kilómetros y pasa por 1.050 localidades de todo el país en las que la empresa ofrece servicios mayoristas a proveedores locales que explotan el negocio de la última milla.
El académico, consultor en comunicaciones y exvicepresidente de Arsat, Henoch Aguiar, definió a la Refefo como uno de los principales atractivos de la empresa.
Destacó que es una red en pleno funcionamiento con capacidad de crecimiento a 30 años cuyo valor puede promediar los u$s35 dólares por metro más el valor del equipamiento electrónico adicional.
También apuntó que tiene equilibrio operativo y que es un activo importante porque involucra zonas no cubiertas por los operadores en el país. Por ejemplo, acompaña gran parte de la ruta nacional 40, la de mayor extensión de la Argentina.
Todas estas ventajas, analizó el especialista en diálogo con iProfesional, hacen que la red sea de interés no solo Claro sino también para Telecom, del Grupo Clarín, y Telefónica.
Con la Refefo en su poder, cualquiera de las tres compañías tendría una herramienta clave para imponerse sobre las otras dos: el acceso a ese importante activo del Estado representaría una jugada de competencia y de bloqueo.
Arsat: satélites y centro de datos
Otra de las joyas de la familia Arsat son los satélites Arsat-1, que transporta señales de telecomunicaciones para el país y la región; y Arsat-2, que presta los mismos servicios en América del Sur y en América del Norte, lo que indica la calidad de su prestación y de los ingresos que genera en moneda extranjera.
Son ventajas adicionales, por un lado, que los dos equipos están aproximadamente en la mitad de su vida útil y tienen unos seis años de actividad por delante. Además, tienen muy buena demanda y ocupan una posición orbital estratégica en esta parte del mundo.
Por último, está pendiente el proyecto Arsat-SG1, un satélite que se pospuso durante la presidencia de Cambiemos y que fue relanzado en febrero de 2020 por Alberto Fernández, pocos días antes del inicio de la pandemia de la Covid-19.
Además del tipo de servicios que ya prestan los primeros dos satélites, el Arsat-SG1 se planificó desde la compañía para dar conectividad satelital en zonas rurales o alejadas de las ciudades.
El tercer activo de interés para el mundo corporativo es el centro de datos de Arsat, instalado en la estación terrena de la empresa en la ciudad de Benavídez, en el norte del Gran Buenos Aires.
Con un tamaño de 4.500 m2 y cinco salas, se destaca por su escalabilidad y por las características de sus espacios de procesamiento. Además, está equipado con un sistema energético propio que le da autonomía para funcionar aun en caso de cortes de energía.
El centro de datos sirve para ofrecer servicios de nube y otros como colocation, housing y seguridad de la información. Es una unidad estratégica comercial importante y está considerada como una de las mejores de América latina.
Arsat también administra la Televisión Digital Abierta (TDA), que tiene aproximadamente un millón de usuarios en todo el país, pero no es percibida como un negocio interesante porque es un servicio público, con bajos ingresos y costos de mantenimiento.
Los obstáculos para la privatización de Arsat
Las ventajas económicas y estratégicas de Arsat atraen poderosamente, lo que hace suponer que no es nada descabellada la posibilidad de que una o más operadoras estén consultando por la empresa o por alguna de sus unidades. Quienes siguen de cerca el tema son cautelosos y esperan definiciones de organigramas, funcionarios y estrategias políticas.
Mientras tanto, advierten que si el nuevo gobierno confirma que tiene una propuesta de privatización deberá seguir una serie de pasos como formalizar la propuesta y dirigirla al Congreso Nacional para su discusión, lo que daría lugar a un proceso de negociación política que no se prevé inmediato.
Además, como en toda gran adquisición, se impondría la intervención de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia, para evitar la generación de una posición dominante que termine afectando a la competencia.
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La importancia de ésto no es sólo social, sino también militar, es una pieza fundamental para los satélites militares que el Tronador pondría en órbita sumando la red de antenas, fibra óptica, centro de datos.... Si nuestras FFAA no asesoran al nuevo gobierno y en especial a la Villarruel sobre la importancia de esta empresa en la defensa nacional, se merecen ser transformados en policías! Que el último apague la luz.