Noticias del Mercosur
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Angela Merkel advierte por "serias dudas" sobre acuerdo entre UE-Mercosur
La canciller alemana, Angela Merkel, aseguró tener "serias dudas" sobre el futuro del acuerdo comercial entre la Unión Europea y los países del Mercosur , a raíz de la "amenaza ecológica" sobre la Amazonía en Brasil. "Tenemos serias dudas de que el acuerdo pueda implementarse según lo planeado", señaló el portavoz de la mandataria Steffen Seibert.
Con el rechazo del parlamento austríaco y, la reciente negativa de Holanda, otros países, como Bélgica, Francia, Irlanda y Luxemburgo fueron también críticos al acuerdo firmado el año pasado y que necesita ser ratificado por todos los parlamentos nacionales. Hasta ahora, Alemania se había posicionado como uno de los grandes impulsores, pero la advertencia de Merkel dispara las dudas.
El foco de preocupación es la mayor apertura de los mercados europeos a la carne sudamericana, responsable del 80% de la deforestación en la Amazonía, y que obligó a la creación de un capítulo en el texto final, que trata en particular de la "conservación de los bosques".
Es por esto que la canciller alemana expresó una "fuerte preocupación", a raíz de que la "deforestación continua" y los "incendios" se multiplicaron en las últimas semanas. "Somos escépticos", dijo su portavoz. "En este contexto", Berlín tiene "serias dudas sobre la implementación del acuerdo según lo previsto" y, especialmente, esta cláusula. "La Amazonía afecta a todo el mundo", agregó.
Es la primera vez que Angela Merkel expresa críticas al pacto. En tanto, el presidente francés, Emmanuel Macron, ya había amenazado con no ratificar el acuerdo si el gobierno de Jair Bolsonaro no tomaba las medidas necesarias para proteger la Amazonía. Sin embargo, los incendios crecieron un 28% en julio de este año, en comparación con el mismo mes de 2019.
El pacto comercial fue apoyado inicialmente por Alemania, en particular, por la industria automotriz, que lo vio como una "puerta a nuevas oportunidades".
La Organización de Cámaras de Comercio e Industria (DIHK) reaccionó a las declaraciones del canciller defendiendo un acuerdo "que podría dar el impulso que la economía necesita con urgencia, durante la crisis actual", provocada por la pandemia de coronavirus.
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Con el desastre que hicieron Bolsonaro y Macri con el MERCOSUR ya no tiene solución de bloque...
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Los gobiernos de países en desarrollo, los nuestros, deben entender que los países desarrollados, que ya hicieron en décadas pasadas todos los desastres ecológicos cuyos efectos hoy se ven, han decidido que el mundo actual debe adecuarse a las nuevas políticas de defensa de la naturaleza. Son culpables de las causas del deterioro y nos imponen sus nuevas reglas, aunque también se las auto imponen.
Esto puede parecer ilógico, contradictorio y hasta injusto, dado que a nuestros países en desarrollo nos imponen restricciones sin ser los culpables por las barbaridades que cometieron países del primer mundo cuyos efectos, lo reitero, hoy el planeta está soportando.
Pero el tema es así y no tiene retorno. Lo inteligente es tratar de adecuar nuestras políticas nacionales de industrialización a los requerimientos del mundo moderno, que son costosas, pero que en definitiva nos pondrían en un plano de igualdad, a fin de salir de una vez por todas del papel de ser simplemente productores de materias primas y commodities, que pareciera ser lo único que tenemos a mano. Y esto no es real porque las potencialidades existen. Nos enojamos y saltan inmediatamente nacionalismos setentistas.
Saludos.
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Argentina debería de crear un nuevo Bloque Comercial o fortalecer la UNASUR porque el MERCOSUR ha muerto.
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¿Y el acuerdo de Macri con Francia??
La resistencia de Francia y Austria bloquean el acuerdo de la UE con Mercosur
Bruselas analiza con los Veintisiete posibles salidas para desencallar la ratificación del pacto
EL PAÍS - LLUÍS PELLICER - Bruselas - 12 MAR 2021
Casi dos décadas de negociaciones necesitó la UE para cerrar con los países de Mercosur el mayor tratado comercial jamás alcanzado. Y a pesar de la solemnidad de su firma, su aplicación aún no está garantizada. Las resistencias de un grupo de socios, liderados por Francia y Austria, amenazan con hacer descarrilar el acuerdo. Estos sostienen que el pacto mina los objetivos climáticos de la UE. Bruselas, que no quiere perder su posición estratégica en la región, abordó ayer con los Veintisiete posibles salidas a esa crisis, que fuentes comunitarias ven irresoluble hasta después de las elecciones francesas de 2022.
Bruselas mantuvo ayer una reunión informal con secretarios de Estado de Comercio de los Veintisiete para buscar soluciones al punto muerto en el que se encuentra el proceso de ratificación del acuerdo con los países de Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay), el mayor acuerdo comercial jamás firmado por la UE al dar acceso a las empresas europeas a un mercado de 260 millones de consumidores. La reunión se producía después del golpe que asestó Austria a las esperanzas que tenía la presidencia de la UE —que este semestre recae en Portugal— de dar un empujón a esa carpeta.
El Gobierno austriaco, integrado por el Partido Popular y Los Verdes, trasladaba esta semana a Lisboa su decisión de rechazar el acuerdo al considerar que exacerbará el proceso de deforestación de la región del Amazonas. Austria se sumaba a las tesis de Francia, que el pasado verano se valió de un estudio encargado a un grupo de expertos que también llegaba a esa misma conclusión para exigir a Mercosur más garantías de que cumplirían con todos los requisitos sanitarios y medioambientales.
Según fuentes diplomáticas, en la reunión de ayer también expresaron sus reparos Países Bajos, Irlanda y Bélgica, cuyas autoridades de la región de Valonia ya se han pronunciado contra el pacto. Alemania en ese encuentro se decantó por el sí, aunque esa posición siguen liderándola España, Portugal y los países nórdicos, en especial Suecia.
Bruselas quiere encontrar una vía que evite el derrape de un acuerdo que serviría en bandeja ese enorme mercado a China, que hace tiempo que llama a la puerta de la región. El vicepresidente ejecutivo y responsable de Comercio, Valdis Dombrovskis, afirmó recientemente en una entrevista a EL PAÍS que la UE está “en contacto con las autoridades de Mercosur para discutir sobre los compromisos adicionales que pueden adoptar para aliviar esas preocupaciones”. La Comisión pensaba en una declaración política que acompañara al tratado en la que los cuatro países de Mercosur se comprometieran a redoblar sus esfuerzos por cumplir con el Acuerdo de París.
Austria, no obstante, no piensa ponerlo fácil, y antes de la reunión de ayer, se anticipó a los posibles escenarios que baraja Bruselas. “Nuestro rechazo también se refiere a posibles intentos de concluir una decisión mediante una declaración conjunta o un protocolo anexo al acuerdo”, sostenía la carta remitida desde Viena al primer ministro portugués António Costa.
La posición austriaca hizo que Bruselas pusiera sobre la mesa todas las opciones posibles, aunque fuentes comunitarias descartan que sea viable reabrir un acuerdo que se alcanzó tras 20 años de arduas negociaciones. Además, ese documento en el que trabajan varias direcciones generales debe poder ser aceptado por los países de Mercosur, que empiezan a impacientarse por la espera. En una entrevista con Financial Times, el ministro de Exteriores de Portugal, Augusto Santos Silva, advirtió de que la vía muerta en la que se halla el proceso de ratificación pone en peligro la “credibilidad” de la UE como socio comercial.
Desde su firma en junio de 2019, el acuerdo de asociación ha sido objeto de una intensa campaña en contra por parte de las organizaciones ecologistas. Estas creen que el pacto solo favorecerá la lesiva política del líder brasileño Jair Bolsonaro contra el Amazonas. Bruselas ha podido comprobar con Mercosur las dimensiones reales de la ola verde que ha recorrido las calles y las elecciones de Europa. Sin embargo, algunos socios creen que hay países que ondean la bandera del ecologismo para esconder la del proteccionismo.
En la reunión de ayer, algunos socios también plantearon los efectos que el pacto puede tener en su industria ganadera. Sin embargo, la Comisión ahí tiene sus razones bien amarradas. El pacto reduce los aranceles para una cantidad de hasta 99.000 toneladas de carne de vacuno. La UE ahora importa alrededor de 200.000 toneladas, por lo que la Comisión cree que esa rebaja no significaría un aumento de las ventas. Además, el Ejecutivo comunitario recuerda que la mayor parte del vacuno que se importa no procede de Brasil.
China llama a la puerta
La firma del acuerdo en 2019 permitió a Bruselas sacar pecho y erigirse como el bastión del libre comercio en un mundo amenazado por las políticas proteccionistas de Donald Trump. Ahora, sin embargo, teme que los países de Mercosur puedan darle portazo y buscar otros socios. “China y el Reino Unido están llamando a la puerta de Mercosur. No puede ser que las lógicas nacionales puedan poner en cuestión las necesidades geoestratégicas de la Europa del futuro”, sostiene Jordi Cañas, diputado de Ciudadanos y coordinador del grupo parlamentario de Renew para América Latina.
La diputada socialista Inmaculada Rodríguez-Piñero, miembro de la comisión de Comercio, considera que los Veintisiete deben dar un empujón a la ratificación este semestre. “Se puede acompañar con más garantías sobre mejoras en materia de sostenibilidad, deforestación, derechos de los pueblos indígenas y compromisos en materia laboral. Pero es un acuerdo importante para la UE y para Mercosur, puesto que contribuye a su integración”, sostiene la diputada, que también señala la disposición de China de hincar el diente en la región.
Bruselas cree, además, que Brasil será más disciplinada con el Acuerdo de París dentro de Mercosur que fuera. Sin embargo, fuentes comunitarias temen que todos esos esfuerzos caigan en saco roto por el calendario que viene: elecciones inminentes en los Países Bajos, comicios regionales en Francia el próximo junio, y federales en Alemania en septiembre. Y para rematarlo, presidenciales francesas en mayo de 2022, con Emmanuel Macron atenazado por el auge del movimiento verde y una extrema derecha que sigue valiéndose de proclamas proteccionistas para comerle terreno. Hasta que todo eso no haya escampado, fuentes comunitarias creen que el acuerdo es difícil. Y en 2022 también Bolsonaro deberá enfrentarse a las urnas.
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Otra vez los franceses nos "encasquetaron" un buzón..!!!.nosotros cumplimos y les compramos las lanchas... y entonces ellos ahora le encuentran "pelos a la leche"...No hay caso otra vez con los espejitos de colores...Somos patéticos, no aprendemos mas...
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El Mercosur cumple 30 años una oportunidad para repensar el futuro
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Argentina se retira del Grupo de Lima: “Aislar al Gobierno de Venezuela no ha conducido a nada”
El Gobierno de Alberto Fernández se distancia de la línea dura contra Maduro y critica la presencia de la oposición venezolana en la organización, integrada por Chile, México, Paraguay, Brasil y otros nueve países
EL PAÍS - MAR CENTENERA - Buenos Aires - 24 MAR 2021 -
En un gesto de respaldo a Venezuela, el Gobierno argentino ha anunciado la retirada del Grupo de Lima, creado en 2017 para acompañar a la oposición venezolana en la búsqueda de una solución a la crisis social, política y económica. La decisión del Ejecutivo peronista de Alberto Fernández rompe con la política de aislamiento a Nicolás Maduro promovida por su predecesor, Mauricio Macri. A través de un comunicado, la Cancillería argentina ha dicho que las acciones impulsadas por el Grupo de Lima para “aislar al Gobierno de Venezuela y a sus representantes no han conducido a nada” y en “la participación de un sector de la oposición venezolana como un integrante más”.
Argentina ha reiterado su apuesta por un “diálogo inclusivo que no favorezca a ningún sector en particular, pero sí a lograr elecciones aceptadas por la mayoría con control internacional” y subrayó la responsabilidad de Maduro para que ese diálogo sea productivo e incluya a la oposición y a actores sociales como la Iglesia, empresarios y ONG.
“En un contexto en el que la pandemia ha hecho estragos en la región, las sanciones y bloqueos impuestos a Venezuela y a sus autoridades, así como los intentos de desestabilización ocurridos en 2020, no han hecho más que agravar la situación de su población y, en particular, la de sus sectores más vulnerables”, destaca el documento. “La Argentina continuará sosteniendo su compromiso con la estabilidad en la región, y buscará encaminar soluciones pacíficas, democráticas y respetuosas de la soberanía y de los asuntos internos de cada Estado”, concluye.
Una decisión previsible
La tensión entre el Gobierno de Fernández y los otros 13 países participantes del Grupo de Lima había ido in crescendo desde que asumió, en diciembre de 2019. El pasado octubre, Argentina ya se había negado a suscribir el pronunciamiento del Grupo en el que se rechazaban las elecciones convocadas por Maduro y se renovaba el respaldo a Juan Guaidó. Argentina calificó entonces al líder opositor como “un supuesto mandatario al que la Argentina no reconoce y quien nunca tuvo el ejercicio efectivo del gobierno de la República Bolivariana de Venezuela”.
El cambio de política de Fernández respecto a Venezuela ya había dejado a Brasil como el principal defensor de la línea dura contra Maduro en el Grupo de Lima. Además de estos dos países, forman parte Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú, Guyana y Santa Lucía. Bolivia no formó parte del núcleo fundador del Grupo de Lima, pero se sumó tras el derrocamiento de Evo Morales en 2019. Este miércoles, el canciller de Venezuela, Jorge Arreaza, se reunió en La Paz con representantes del nuevo gobierno de Luis Arce como primer paso para el restablecimiento de las relaciones diplomáticas.
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30 años del Mercosur: un bloque debilitado y debates por reformas
Estamos ante el trigésimo aniversario del bloque. Un acontecimiento especial para un país como Argentina en el que pocas instituciones permanecen inalteradas. Aunque también una instancia en la que están exigiéndose cambios y adaptaciones.
El Mercosur ha sido el gran mercado para Argentina. Desde hace lustros. Especialmente por el vínculo con Brasil que es el gran socio argentino. El Mercosur y sus preferencias arancelarias (y la reserva de mercado que concede) son causas significativas de ello. Para Argentina es el mayor destino de exportaciones, aunque para Brasil nuestro país es el cuarto en el mundo.
Estamos ante el trigésimo aniversario del bloque. Un acontecimiento especial para un país como Argentina en el que pocas instituciones permanecen inalteradas. Aunque también una instancia en la que están exigiéndose cambios y adaptaciones.
Últimamente aparecieron dificultades en la agenda: el Mercosur está bajo discusión. El elevado arancel externo común (que casi triplica el arancel promedio mundial) es considerado por Brasil un obstáculo para la internacionalización de sus empresas; y potenciales acuerdos comerciales con otros mercados son vistos por el mayor país de la región como un requisito (el Mercosur es, de la veintena de acuerdos regionales de integración que existen en todo el mundo, el que menos relación exportaciones/PBI logra: menos de 15% contra más de 30% en el promedio mundial y algunos casos como el ASEAN o la UE con más de 50%). Se amplía al respecto en este documento más abajo, pero puede anticiparse la conclusión que justifica la discusión interna actual: el bloque es un espacio de pobres resultados comerciales externos. Y la aspiración de flexibilización del rígido marco jurídico para permitir acuerdos comerciales bilaterales con autonomía con terceros mercados para sus miembros (algo impedido hoy) que impulsa Uruguay y Brasil ve con adhesión es una respuesta ante la escasez de dinamismo comercial.
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Y para desgracia, cuando se creía que con la UE ya se daba por seguro que se había llegado a un acuerdo, ahora Francia y Austria no quieren saber nada con el Mercosur