Al excelente Informe de H234, sumo una nota de Pucará Defensa sobre los nuevos conceptos de Batalla Aeroterrestre
HACIA EL ARMA Y LA BRIGADA DE AVIACION DE EJÉRCITO.
Por José Javier Díaz*
En las últimas décadas, muchos Ejércitos -de Sudamérica y del mundo- transformaron sus componentes aéreos en un Arma independiente y adoptaron el concepto orgánico-funcional de Brigada de Aviación, en línea con el rol decisivo que brinda la Capacidad Militar Específica de Aeromovilidad en Combate.
Al finalizar la II Guerra Mundial (II GM) surgió el concepto doctrinario de “Batalla Aeroterrestre”, el cual hacía referencia al empleo táctico de la aviación militar contra las tropas terrestres, especialmente contra las columnas de blindados.
En el escenario europeo de entonces, a los países que integraban la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) les preocupaba la seria amenaza de los casi 25 mil tanques soviéticos que estaban listos para invadir Europa occidental.
Los países de la alianza atlántica no disponían de medios suficientes para frenar una eventual invasión de los blindados comunistas al tener menos tanques, por lo cual recurrieron a la tecnología como ventaja cualitativa, aprovechando el dominio del espacio aéreo como una dimensión más de la maniobra militar.
De este modo, comenzó a considerarse el “volumen” (la tercera dimensión) del teatro de operaciones, concepto que seguramente se originó en la denominada “Blitzkrieg” (guerra relámpago) que implementó Alemania con gran éxito durante la II GM, al combinar el ataque sincronizado de aviones que bombardeaban las tropas enemigas y luego las arrasaban con tanques, optimizando la sinergia de concentrar alto poder de fuego con velocidad de maniobra y el factor sorpresa.
A grandes rasgos, el concepto de Batalla Aeroterrestre se basa en cuatro pilares: Iniciativa, Profundidad, Agresividad y Sincronización. Por lo expuesto, no es necesario empeñarse en un combate frontal contra el enemigo, ya que la Aviación permite utilizar aviones y helicópteros de ataque (armados con cohetes, misiles, etc.) para destruir los blindados, puentes, túneles, vías férreas, etc., a fin de impedir el avance y/o consolidación de las tropas enemigas.
Como se aprecia, el devenir de los conflictos bélicos ha demostrado por qué la Aviación de Ejército (AE) es un Elemento de Combate Cercano (ECC) -al igual que la Infantería y la Caballería- ya que entran en contacto directo con el enemigo y potencia la capacidad de las Fuerzas terrestres al brindar aeromovilidad, ataque y reconocimiento, apoyo logístico, búsqueda y rescate, inteligencia, etc.
Por ello, los Ejércitos más poderosos del mundo, como los de EE.UU. y Francia a nivel global, o los de Brasil, Colombia, Ecuador y Chile a nivel regional, tienen a la Aviación como un Arma y no como un elemento o servicio de apoyo o transporte.
La Aviación del Ejército Argentino hoy
En concordancia con las características del ambiente operacional moderno, el Ejército Argentino ha iniciado un proceso de transformación y adaptación de sus organizaciones y doctrina para ejecutar operaciones militares en sintonía con el avance tecnológico en escenarios de alta complejidad como lo son los entornos urbanos, los enfrentamientos contra fuerzas irregulares, etc.
Actualmente, el Comando de Aviación de Ejército (CAE) agrupa todos los elementos del arma aeromóvil de la Fuerza terrestre, teniendo a cargo la responsabilidad de las actividades administrativas y presupuestarias de las Unidades orgánicas del componente aéreo; entender en el reequipamiento de aeronaves y equipos; asesorar al máximo nivel sobre el mejor empleo de sus medios; supervisar el cumplimiento de normas de aeronavegabilidad; los aspectos estrictamente operacionales; las actividades guarnicionales de mantenimiento del Aeródromo Militar de Campo de Mayo e instalaciones de uso común de todo el cuartel del CAE; la operación del Control del Tránsito Aéreo (CTA); el transporte en la guarnición y la seguridad de las instalaciones.
Asimismo, el CAE conduce los Elementos operacionales de la Aviación de Ejército y las Secciones de Aviación desplegadas geográficamente a lo largo y ancho del país junto a las Grandes Unidades de Combate (GUC) a las que brindan apoyo y también a la Fuerza de Despliegue Rápido (FDR), con asiento en Córdoba.
Las Secciones de Aviación (SSAA) son los elementos de menor magnitud orgánica del CAE y están desplegados en los respetivos Comandos de Brigada.
Adicionalmente, las SSAA proporcionan apoyo regional a los elementos del Ejército desplegados en su zona de responsabilidad y están a la orden en casos de emergencias naturales y/o antrópicas para apoyar a la comunidad, por ejemplo, durante emergencia por la actual pandemia del COVID-19, en inundaciones, incendios forestales, trasplantes de órganos, tareas de búsqueda y rescate, etc.
En base a la organización y doctrina actualmente vigente, a continuación, se citan los aspectos esenciales del Comando de Aviación de Ejército:
El CAE es el único responsable de la operación y mantenimiento de aeronaves del Ejército, habiendo alcanzado altos estándares de seguridad, calidad y autosuficiencia en lo que hace al sostenimiento y modernización de la flota de aeronaves, especialmente de los helicópteros UH-1H/Huey II (el caballito de batalla del Ejército durante los últimos 50 años).
El CAE proporciona Aeromovilidad a la fuerza operativa, a la fuerza de sostenimiento, a la conducción superior del Ejército e incluso a organismos externos (EMCO, otras FFAA, MINDEF, Presidencia de la Nación, etc.).
Dispone de la capacidad de ejecutar operaciones de Protección Civil, las que pueden ser programadas mediante convenios (por ejemplo, apoyo al Plan Nacional de Manejo del Fuego) y en casos de emergencias (despliegue ante desastres naturales o antrópicos) y en apoyo a la actividad antártica.
El CAE efectúa la conducción y coordinación de las operaciones aeromóviles y apoyos solicitados de las Secciones de Aviación del interior del país.
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Evolución hacia el Arma y la Brigada de Aviación de Ejército
El cambio organizacional y doctrinario que implicaría la creación de la Brigada de Aviación de Ejército (BAE) se debería avanzar, como ya lo han hecho en las últimas décadas la mayoría de los Ejércitos más modernos, en la jerarquización del componente aéreo constituyéndose en “Arma de Aviación”.
La transformación de la actual Tropa Técnica de Aviación a nivel Arma traería aparejados múltiples beneficios para el Ejército Argentino.
En ese sentido, con respecto al Personal de la futura Arma de Aviación, la jerarquización como sexta Arma del Ejército Argentino necesariamente debería contemplar el proceso de selección y formación de los Oficiales y Suboficiales desde el mismo momento en que deciden ingresar a la fuerza terrestre.
De este modo, los Oficiales y Suboficiales de Aviación de Ejército serían formados en el Colegio Militar de la Nación y la Escuela de Suboficiales “Sargento Cabral”, respectivamente, con currículas específicas que contemplen las características de los medios aéreos; las técnicas y tácticas de Aeromovilidad y; fundamentalmente, las habilidades y aptitudes para liderar y conducir -ya sea en tiempos de paz o de guerra- a los Oficiales (Pilotos de avión o helicóptero), Suboficiales de Aviación y Mecánicos de Aviación de Ejército.
Las características específicas de la Aviación de Ejército, tanto en lo que hace a la rutina de guarnición como en operaciones, hacen recomendable que el Comando de sus Unidades esté a cargo de Aviadores, ya que son los profesionales idóneos por su especialización y conocimiento sobre la complejidad de las aeronaves, su operación y mantenimiento, las normas que regulan la actividad aérea, etc.
Las operaciones aéreas, a diferencia de las de Infantería o Caballería, implican tomar decisiones en situaciones tácticas que ponen en mayor riesgo a las tripulaciones, por lo cual debe priorizarse el aspecto reflexivo, el aplomo y la serenidad del Oficial para que tome la mejor decisión.
Asimismo, los Soldados Voluntarios que integren las Unidades del Arma de Aviación deberán ser seleccionados y capacitados específicamente para desempeñarse con las aeronaves y la actividad aérea propia del Ejército, para lo cual deberían realizar cursos que los habiliten, entre otras cosas, como Apuntadores de Puerta (operadores de ametralladoras), Señaleros, Abastecedores de Combustible, Operadores de Carga Externa (en eslinga para helicópteros) y Aerolanzamientos (de cargas en paracaídas) previendo la recuperación de la capacidad de transporte táctico del Ejército (actualmente perdida desde la baja de los aviones FIAT G-222), etc.
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¿Por qué una Brigada?
A partir de 1992, la Doctrina del Ejército Argentino sobre las Brigadas introdujo el concepto de que éstas son Grandes Unidades de Combate basadas en “Sistema de Armas Combinadas”, entendiéndose como tal la “Aplicación sincronizada o simultánea de elementos de distintas armas, tropas técnicas, tropas de operaciones especiales y/o servicios (como por ejemplo, infantería, caballería, artillería de campaña y antiaérea, ingenieros comunicaciones y aviación de Ejército) para obtener un efecto sobre el enemigo de mayor magnitud que si cada elemento fuera empleado en secuencia o en forma individual”.
El avance tecnológico de la capacidad de comando y control, la precisión de las armas y la consecuente disminución de la densidad de tropas en las FFAA trajo como consecuencia la horizontalidad de la conducción militar de las brigadas de combate (debido a la implementación del método de conducción basado en las funciones de combate). Este condicionamiento afectó la evolución de las organizaciones militares, demostrando que las brigadas son las organizaciones sistémicas óptimas diseñadas para cumplir una o más funciones de combate.
Los Ejércitos de las principales potencias militares han comprobado que, para incidir en un combate, las Grandes Unidades de Batalla (GUB) -en Argentina denominadas Divisiones de Ejército (DE)- deben potenciar el poder de combate de sus Brigadas de Sistemas de Armas Combinadas al menor nivel orgánico y de mayor modularidad.
Teniendo en cuenta las características y fortalezas del CAE, su presupuesto, medios y recursos humanos al presente, el Ejército Argentino podría crear la “Brigada de Aviación de Ejército” (BAE) para sumarse a la tendencia mundial en la materia, lo cual le permitiría potenciar su capacidad de combate cercano, mejorar su interoperabilidad con Ejércitos de otros países, etc.
El diseño, estructura orgánica, misiones y funciones de la BAE permitirían mejorar la capacidad combativa de la Fuerza al actuar como un verdadero “Sistema de Aviación de Ejército”, multiplicando la sinergia con el empleo de las tropas Aerotransportadas y de Asalto Aéreo en el Teatro de Operaciones.
Con respecto a las tropas Aerotransportadas, dada la naturaleza de los actuales y futuros conflictos, su empleo se ha visto más restringido, ya que son cada vez menos los escenarios en los cuales resulta conveniente realizar lanzamientos en masa de paracaidistas para arribar a un punto que luego debe ser conectado por otros elementos de Infantería y/o Caballería.
Por lo expuesto, hace ya varios años que se viene afianzando una tendencia mundial en cuanto a que los Elementos Aerotransportados se instruyan y adiestren con la aptitud dual de Paracaidistas y Asalto Aéreo.
En el caso específico del Ejército Argentino, la fuerza dispone de la Brigada Aerotransportada IV, con sede en Córdoba, integrada por tres Regimientos (dos de Paracaidistas en la capital cordobesa y uno de Asalto Aéreo en Campo de Mayo) cuyos Oficiales, Suboficiales y Soldados Voluntarios poseen ambas aptitudes especiales.
La creación de la BAE incrementaría la capacidad de combate del Ejército sin requerir mayor presupuesto, pero requiere modificar la Doctrina respecto a cómo se deben integrar los Elementos Aerotransportados, de Asalto Aéreo y de Aviación para maximizar su sinergia a través de la “Aeromovilidad”.
La Aviación de Ejército necesita que su principal elemento de nivel operacional evolucione hacia un Comando de Brigada, a fin de disponer de mayor capacidad para conducir todos los elementos operacionales dependientes.
Organizados todos los elementos en una Brigada de Aviación de Ejército, ésta incrementaría el poder de combate cercano al proporcionar aeromovilidad de la forma más eficiente y sinérgica con las tropas Paracaidistas y de Asalto Aéreo.
La organización de la Aviación de Ejército debe tener capacidad de conducción de operaciones militares en dos niveles, a saber:
Superior: acorde a un elemento no operacional como el de una eventual Dirección de Aviación de Ejército (DAE), cuya función sería brindar asesoramiento sobre el empleo del componente aéreo de la Fuerza terrestre; la incorporación y desarrollo de la carrera del personal; la elaboración de políticas y directivas de planeamiento; asegurar la aeronavegabilidad de las aeronaves y las habilitaciones del personal técnico y las tripulaciones; el sostenimiento logístico mediante el abastecimiento de efectos y servicios.
Inferior o Táctico: en este nivel es donde las tropas terrestres notarían más la conveniencia y necesidad de evolucionar hacia el concepto de Elemento Operacional que significa una Brigada de Aviación de Ejército (BAE), cuya misión principal sería conducir los elementos tácticos que le dependen, planificar y ejecutar operaciones aeromóviles, etc.
De acuerdo con los recursos disponibles actualmente y a fin de no demandar mayor erogación presupuestaria ni dificultad en la distribución de personal superior y subalterno, la futura organización de la Aviación de Ejército podría ser:
Dirección de Aviación de Ejército – DAE: Su misión principal sería planificar, conducir y sostener el empleo del Arma de Aviación de Ejército; dependería orgánicamente del Subjefe del Estado Mayor General del Ejército Argentino.
Brigada de Aviación de Ejército – BAE: Dependería del Comando de Adiestramiento y Alistamiento del Ejército (CAAE). Tendría la misión principal de proporcionar aeromovilidad a la Fuerza como parte integral de la maniobra terrestre y estaría compuesta por:
Comando de Aviación de Ejército (actual CAE).
Elemento de Comunicaciones Aeromóvil (de nivel Compañía)
Elemento de Ingenieros Aeromóvil. Esta Subunidad tendría la función de instalar aeródromos de campaña, pistas, hangares, etc.
Elemento de Artillería Antiaérea Aeromóvil. Brindaría defensa antiaérea mediante sensores y sistemas de armas de tubo y misilísticos.
Batallón de Aviación de Exploración y Ataque.
Batallón de Helicópteros de Asalto.
Batallón de Aviación de Apoyo al Asalto.
Batallón de Aviación de Apoyo de Combate.
Batallón Logístico de Aviación de Ejército.
Batallón de Abastecimiento y Mantenimiento de Aeronaves.
Jefatura de Agrupación de Aviación de Ejército:
a) Secciones de Aviación de Ejército en apoyo a las Grandes Unidades de Batalla (Divisiones de Ejército y la Fuerza de Despliegue Rápido).
b) Secciones de Aviación de Ejército en apoyo a las Grandes Unidades de Combate (Brigadas).
Centro Logístico de Aviación de Ejército (CLAE): Este elemento de mantenimiento sería el responsable de realizar el mantenimiento de tercer nivel, overhaul de componentes y repotenciación y modernización de aeronaves y servir de enlace entre el sistema de Aviación de Ejército y los Órganos de Mantenimiento Aeronáutico de la Defensa (OMAD) en todo lo relacionado con el mantenimiento de aeronaves, componentes y equipos de misión para asegurar la aeronavegabilidad de las aeronaves del Ejército.
Ventajas de la BAE
La evolución orgánica, funcional y doctrinaria hacia el concepto de Brigada de Aviación de Ejército permitiría:
Conducir en forma centralizada todos los elementos de Aviación de Ejército, facilitando el alistamiento de personal y medios, así como también la conducción de las operaciones aeromóviles.
Asignar los recursos humanos, materiales y presupuestarios con mayor flexibilidad, eficiencia económica y operativa.
Emplear los medios operativos disponibles de la forma más conveniente de acuerdo a la misión.
Potenciar la capacidad específica de Aeromovilidad del Ejército Argentino.
Disponer de un sistema multiplicador de fuerzas con vista al empleo efectivo y/o disuasivo de las tropas terrestres en casos de crisis o guerra.
Constituir una herramienta flexible y de uso dual en misiones de apoyo a la comunidad (lucha contra incendios, inundaciones, COVID-19, etc.).
Complementar las capacidades de obtención de información (inteligencia) y adquisición de blancos, evaluación de daños y reglaje de fuego de artillería.
Aumentar la interoperabilidad con otros países de la región (Brasil, Chile, etc.) y del mundo (EE.UU., Francia, etc.) que ya han adoptado e implementado el concepto de Brigada y Arma de Aviación.
Facilitar la adopción de estándares mínimos que potencien la interacción militar conjunta y combinada.
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Capacidades de la BAE
Del análisis comparado de las Brigadas de Aviación de diversos países resultaría deseable que la BAE del Ejército Argentino desarrolle la aptitud para:
ü Participar en operaciones de Asalto Aéreo para el movimiento, inserción y/o extracción de elementos ligeros, brindando su propia exploración, escolta aérea, apoyo de fuego y logístico para la operación y constituir un sistema de fuerzas indivisible con los elementos de maniobra.
ü Realizar exploración aérea, vigilancia y adquisición de blancos por medios electrónicos, optoelectrónicos y visuales.
ü Organizar y conducir elementos de Aviación de Ejército durante el movimiento aéreo, con elementos ligeros y Tropas de Operaciones Especiales (TOE) para ejecutar determinadas operaciones aeromóviles.
ü Disponer de capacidad de comando y control propio, protección, seguridad y sostén logístico compatibles con el resto de los elementos terrestres del Ejército de corto y largo alcance y con capacidad de integración conjunta, especialmente con el Componente Aéreo del Teatro de Operaciones (CATO).
ü Tener capacidad de obtención aérea de información del enemigo y del ambiente geográfico y transmitirla en tiempo real para producir la inteligencia necesaria para el planeamiento y conducción de las operaciones aeromóviles.
ü Ejecutar ataques, apoyo de fuego aéreo cercano e interdicción aérea táctica, en todo tiempo, de día y de noche, en todos los ambientes geográficos.
ü Planificar y ejecutar la administración del espacio aéreo de responsabilidad del Ejército dentro de la zona de responsabilidad del Componente Terrestre del Teatro de Operaciones (CTTO).
ü Conducir y ejecutar el sostén logístico de sus elementos orgánicos.
ü Operar hasta dos aeródromos de avanzada en forma simultánea para asegurar la operación H-24 de aviones, helicópteros y drones propios.
ü Desplegarse totalmente con sus medios orgánicos a cualquier rincón del país, para lo cual deberá contar con equipos y vehículos terrestres idóneos.
ü Ejecutar hasta tres operaciones aeromóviles de magnitud Unidad de Aviación de Ejército en cualquier dirección, en forma sucesiva o simultánea.
ü Desplegarse con gran rapidez táctica gracias a su capacidad aeromóvil.
ü Reforzar, eventualmente, al CATO con los medios de ala fija de mayor porte de la Aviación de Ejército, en la ejecución de operaciones aerotransportadas. Para ello resulta imprescindible incorporar entre 3 y 6 aviones bimotores tipo Airbus C-295 o Leonardo C-27J.
ü Participar en operaciones Militares de Paz por mandato de la Organización de las Naciones Unidas, de Protección Civil (apoyo a la comunidad ante desastres naturales, asistencia humanitaria ante la pandemia del COVID, etc.).
ü Planificar y ejecutar el Transporte Aéreo Logístico y Aeroabastecimiento de emergencia para el CTTO.
Limitaciones generales de la Aviación
En términos generales, la incorporación, operación y mantenimiento de aeronaves (aviones y helicópteros) trae consigo una serie de implicancias que deben ser debidamente analizadas, planificadas e implementadas para desarrollar la capacidad de su empeñamiento efectivo y oportuno. Entre los principales aspectos inherentes a la Aviación Militar se destacan los siguientes:
Elevados costos logísticos (de abastecimiento y operación).
Dificultad de reposición de medios, por altos costos, plazos de entregas prolongados y riesgo de embargos internacionales en tiempos de guerra o crisis.
Se requiere dominar el espacio aéreo para reducir el riesgo de neutralización de medios propios por la acción de la aviación enemiga, ya sea en vuelo o en tierra.
Alta vulnerabilidad de ser objetivo rentable para las Tropas Especiales del enemigo, especialmente en tierra.
Dificultad/imposibilidad de reemplazar a corto plazo las bajas de tripulaciones adiestradas, ya sea por bajas en accidentes o por fuego enemigo (la formación de un piloto militar implica unos diez años aproximadamente).
Limitaciones operacionales acordes a las condiciones meteorológicas y a las prestaciones de las aeronaves en dotación.
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Empleo previsto de la BAE
A partir de las experiencias y doctrinas de otros países, el empleo de la Brigada de Aviación de Ejército resulta más conveniente utilizando la masa de sus unidades (con sus respectivos medios y personal), normalmente en aquel lugar del Teatro de Operaciones que permita modificar la situación de nivel táctico y/o a nivel operacional en forma favorable para las tropas terrestres propias.
La futura Brigada de Aviación del Ejército Argentino debe estar organizada, equipada y adiestrada para realizar operaciones en todos los Ambientes Geográficos Particulares (AGP) del país (montaña, selva, estepa patagónica, etc.), accionando desde cualquier dirección, particularmente desde áreas inaccesibles para otro tipo de fuerzas como la infantería mecanizada y las unidades blindadas.
La principal fortaleza de la Brigada de Aviación de Ejército en el campo táctico se desarrollará operando en amplios espacios y sorpresivamente, a fin de incidir en los flancos y retaguardia de la fuerza enemiga a través del envolvimiento vertical.
Gracias a su gran movilidad, rapidez táctica y gran potencia de fuego, la BAE potenciará el efecto de choque de las fuerzas terrestres argentinas, pudiendo incidir en lugares sensibles del dispositivo enemigo y, especialmente, gravitar en la lucha contra los eventuales elementos blindados y mecanizados enemigos.
Su operación estará condicionada a que el Componente Aéreo del Teatro de Operaciones (CATO) obtenga el dominio del espacio aéreo en la zona durante el despliegue y desarrollo de la operación aeromóvil.
En caso de no lograrse la superioridad aérea, responsabilidad primaria de la Fuerza Aérea Argentina, igual podrá ser empleada, pero aceptando una elevada probabilidad de sufrir pérdidas humanas y materiales por fuego enemigo.
Conclusiones
La creación del Arma y la Brigada de Aviación del Ejército Argentino permitirá disponer de un sistema diseñado para integrar la Aeromovilidad a la maniobra terrestre, con autosuficiencia táctica y autonomía logística.
La adopción del concepto orgánico y operacional de una Brigada de Aviación permitirá desarrollar en forma más eficiente funciones de combate cercano como exploración y ataque, interdicción, asalto aéreo, etc., siguiendo la tendencia mundial que iniciaron décadas atrás los Ejércitos de EE.UU., Brasil, Chile, etc.
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La evolución a Brigada de Aviación permitirá contar con una fuerza de combate interoperable y flexible, ya que sus características y capacidades le permitirán ser empleadas como parte integrante de las fuerzas de intervención rápida o bien de las fuerzas de defensa principales, adaptándose rápidamente a la dinámica del ambiente particular en el que operen.
La movilidad de las unidades de Aviación del Ejército le permite reunirse y dispersarse rápidamente a cualquier lugar del país y/o del extranjero, ya sea para atacar blancos terrestres, concentrar fuegos a partir de la obtención aérea de información oportuna por sus propios medios, incrementar su supervivencia al evadir la detección y ataque enemigos, etc.
A partir de una concepción doctrinaria como organización versátil, los elementos de la Brigada de Aviación del Ejército Argentino serán diseñados para modificar sus capacidades agregando y/o segregando fracciones, ahorrando recursos al simplificar el sostén logístico y facilitar el cumplimiento de distintos roles; pudiendo operar centralizada y descentralizadamente para cumplir una misión específica, segregando organizaciones y/o parte de ellas como un “agrupamiento temporario de elementos bajo un comando único”.
Por su carácter de fuerza modular, la BAE tendrá la capacidad de organizar sus elementos de acuerdo a la misión a cumplir, combinando las capacidades de cada uno de ellos para conformar una fuerza transitoria conformada sistémicamente para obtener el máximo rendimiento de los recursos.
Será una fuerza sustentable porque sus elementos orgánicos serán diseñados para proporcionarse su propio sostén logístico en forma autónoma, estando en condiciones de accionar a través y a lo largo de todo el espacio del campo de combate, particularmente en operaciones cercanas a tropas propias, así como misiones en la profundidad del dispositivo enemigo y en la propia retaguardia, ya sea en ambientes lineales y no lineales.
Será una fuerza interoperable porque la Aviación forma parte indisoluble de las fuerzas terrestres, estando concebida para operar de manera integrada, conjunta y combinada desde su concepción.
Los procedimientos de empleo responderán a criterios sincronizados con las Grandes Unidades de Combate de las demás fuerzas terrestres propias, es decir, mediante el cumplimiento de todas las funciones de combate, con la particularidad de que la BAE las desarrollará desde las aeronaves orgánicas de sus elementos.
La BAE multiplicará la capacidad de combate cercano del Ejército por la rapidez para desplegarse, concentrar un alto poder de fuego y una masa sustancial de tropas en determinado momento y lugar gracias a la Aeromovilidad.
El Ejército deberá incrementar su dotación de aviones (C-295 o C-27J, Twin Otter, etc.), helicópteros (UH-60/S-70, H-145, etc.) y drones (clase I y II); el armamento (ametralladoras, cohetes, misiles, artillería antiaérea, etc.), sensores de las aeronaves (FLIR, radar, etc.); equipos de apoyo (arrancadores, balizas, etc.); Sistemas de Comunicaciones, Comando y Control; etc.
La evolución a Arma de Aviación mejorará la selección, formación, adiestramiento y desarrollo profesional de los Oficiales, Suboficiales de Aviación y Mecánicos de Aviación, permitiendo que la conducción de las operaciones aéreas del Ejército esté a cargo de Aviadores del Comando de la BAE, contribuyendo a una mayor eficacia y eficiencia al tratarse de personal con formación y expertise en la actividad aérea, pero con amplio conocimiento de las operaciones terrestres.
Finalmente, será clave continuar perfeccionando la formación de excelencia que caracteriza al personal (pilotos y mecánicos) de la Aviación del Ejército Argentino, cuyo desempeño durante la Guerra de Malvinas evidenció su profesionalismo y entrega hasta perder la vida en pos de defender a la Patria.
"" El autor se desempeña como Consultor de Empresas y Organismos Gubernamentales. Fue Oficial de la Armada Argentina y Asesor de los Ministros de Industria, Comercio, Minería y Tecnología de Córdoba; de Defensa y de Seguridad de la Nación.*