CNEA - Comisión Nacional de Energía Atómica
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@zonca dijo en CNEA - Comisión Nacional de Energía Atómica:
Mira @SAM, salieron a responderle a Arias desde la gerencia del RA-10.. Interesante intercambio, Arias tuvo que pedir disculpas.
https://agendarweb.com.ar/2021/07/19/hablan-los-constructores-del-reactor-ra-10-y-daniel-arias-responde/
Hablan los constructores del reactor RA-10. Y Daniel Arias responde
19 julio 2021, 05:50El Ing. Herman Blaumann, Gerente del Proyecto RA-10, de la CNEA, consideró que en el artículo El CAREM y el RA-10 tienen fecha de terminación. Pero China nos gana de mano, que publicamos este jueves, había apreciaciones equivocadas e injustas, y se comunicó con su autor, Daniel Arias. Por nuestra parte, creemos que corresponde publicar su exposición y la respuesta de Arias.
ooooo
En el artículo recientemente publicado por este medio “El CAREM y el RA-10 tienen fecha de terminación. Pero China nos gana de mano”, y bajo el subtítulo “El RA-10, o cómo irse en anuncios”; contiene una serie de apreciaciones que resulta necesario aclarar.
En el mismo se afirma:
“Propuesto en 2010, el RA-10, de 30 MW térmicos, podría haber estado operativo en 2018 si se copiaba a ojos cerrados la ingeniería del OPAL de 20 MW, vendido por Argentina a Australia en 2000, activo desde 2006. A fecha de hoy, sin discusión, el OPAL es el mejor reactor de radioisótopos e investigación del mundo, y la causa por la que INVAP pudo vender dos reactores más: el de Arabia Saudita y el de Holanda.
“Al no copiar el OPAL, la CNEA quiso innovar en tecnología y diseño (y es legítimo). Pero la obra estuvo siempre bajo dirección de la CNEA, cuyo personal cobra la misma miseria tanto si la obra se termina como si se atrasa.”
Hoy, los reactores no se copian
En materia de reactores experimentales es muy difícil encontrar, hoy en día, modelos “copiados”. Quizás sí sucedía en el pasado. Hoy, dada la versatilidad en lo que hace a sus aplicaciones (uno de los aspectos en los cuales se diferencian de los reactores de potencia) cada país decide cuáles son aquellas que quiere desarrollar, en función de los proyectos nacionales y del contexto mundial. Esto determina los objetivos de diseño y de allí resultan los modelos que se construyen.
Así resulta, entonces, que los reactores experimentales que hoy se encuentran en construcción, en el mundo: Jules Horowicz (Francia), Kijang (Corea), MBIR (Rusia) y RA-10 (Argentina) tienen características muy diferentes.
Y éste es el proceso que siguió la CNEA para establecer los objetivos de diseño de RA-10. Nuestro reactor incluirá, por ejemplo, a diferencia del OPAL, dispositivos para la calificación de combustibles. Eso lo hicimos porque nuestro país produce y exporta combustible nuclear. Estas instalaciones tendrán mucha demanda de proyectos como el CAREM y/o las nuevas centrales nucleares.
También de la experiencia constructiva y operativa del OPAL surgen oportunidades de mejoras que se traducen en cambios en el diseño para el RA-10. El PALLAS, cuando Holanda defina y contrate su construcción, tampoco será una réplica del OPAL…quizás se parezca más al RA-10.
Por otra parte, para el RA-10 la CNEA decidió utilizar tecnologías probadas. Aplicadas sí, en nuevas funciones y en el marco de un diseño diferente. Pero no se trata, estrictamente hablando, de “innovación tecnológica”.
El atraso y su impacto
Así que no viene por allí la cuestión de las demoras en la ejecución del proyecto. Ciertamente, nos impactan. Sobre todo, porque, gracias a la decisión de la CNEA (avalada por el Estado Nacional) de iniciar el proyecto en el año 2010, hoy tenemos la oportunidad histórica de jugar otro rol, mucho más relevante, en la oferta mundial del molibdeno. Ésta es una de las decisiones que impulsaron el RA-10.
De una u otra manera lo mismo ocurre en todos los proyectos de nuevos reactores que hoy se encuentran en construcción. Proyectos de envergadura, todos ellos complejos y con atrasos de terminación. Y por múltiples causales, como siempre. Entre ellas, el contexto de cada país y el contexto mundial.
La cuestión del presupuesto…y otras tantas
En el año 2016; y con un plazo de 4 años, comienzan a ejecutarse los contratos para la construcción del reactor. Durante estos años, el presupuesto fue exactamente la mitad de lo que demandaba la curva de inversión.
La inflación sostenida impactó en permanentes readecuaciones contractuales que limitaban el dinero disponible para avanzar en las obras. Para los contratistas se volvía muy difícil gestionar los suministros, especialmente los importados. En algún momento la falta de pagos llevó a paralizar la obra. Y los plazos debieron extenderse, lo que incrementó los costos fijos del proyecto.
El ámbito de la administración pública nacional, regido por normativas y procedimientos siempre restrictivos, impactaron ciertamente en las instancias de realizar las contrataciones necesarias.
Y ni hablar de la gente que formamos y perdimos…
Y de los muchos contratistas poco acostumbrados a cumplir plazos…
Y el Covid… Pero todo esto ya se sabe, cualquiera lo imagina, resulta obvio; y aburre.
Lo que sorprende…
Lo que motiva este escrito es la frase “la obra estuvo siempre bajo dirección de la CNEA, cuyo personal cobra la misma miseria tanto si la obra se termina como si se atrasa”. Sugiere que a un sueldo miserable y sin incentivos, se responde con un trabajo miserable, pobre y mediocre.
Sorprende lo reduccionista de esta lógica. Y duele en la piel de tantos que ejercen su trabajo con compromiso, dedicación y eficiencia, cobrando sueldos empobrecidos, en tantas áreas del estado nacional y del sector privado.
Afortunadamente no precisamos argumentar para rebatirla. Basta mirar los testimonios que en la pandemia hemos recibido de trabajadores de la salud con sueldos miserables que han dado literalmente la vida; sin cobrar nunca un incentivo según la cantidad de pacientes que se curaban o morían.
Sueldos empobrecidos; pero un trabajo que nos enaltece
En particular el artículo de Daniel Arias resulta sumamente ofensivo para las personas que integran el equipo de trabajo que con compromiso y profesionalismo lleva adelante las tareas de integración, coordinación, control y soporte para la ejecución del proyecto.
Es un grupo de guerreros que, siempre con espíritu de superación y a través del esfuerzo colectivo y articulado, lucha diariamente en todos los frentes necesarios para sostener e impulsar el avance del proyecto, transpirando cada hito que se alcanza.
Una palabra especial para el grupo de técnicos y profesionales capacitados con las más altas exigencias, que ya cuentan con la licencia de la Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN); y continúan desarrollando las competencias necesarias para hacerse cargo de operar la instalación.
Y todo esto, efectivamente, con sueldos empobrecidos – como en toda la Institución-; y con gente que formamos y perdemos.
Pero es nuestro trabajo. Y el esfuerzo, la entrega diaria y la excelencia, se sostienen desde la pasión por lo que hacemos, el orgullo que sentimos por hacer las cosas bien y el compromiso con la CNEA y el país en esta oportunidad histórica. Esto es lo propio de este equipo; lo que nos dignifica y enaltece.
Para que quede bien claro; no se trata aquí de minimizar la cuestión salarial sino poner en valor que, a pesar de eso, la responsabilidad y seriedad con que la CNEA encara la tarea, sigue inalterable, honrando y honrados por el legado de quienes nos precedieron en el desarrollo de la ciencia y tecnología nuclear argentina.
Ing. Herman Blaumann, Gerente del Proyecto RA-10
Respuesta de Daniel Arias:
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Hasta aquí una muy buena explicación sobre el Proyecto RA-10, de parte de una persona muy profesional y que se ve comprometida con el proyecto. Luego viene la verborragia de este Daniel Arias en la que no vale la pena en detenerse.
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@darwin sí coincido, el ingeniero puso en valor la enorme tarea de los trabajadores del sector.
Respecto al otro punto que mencionas, y sí, puede resultar incomodo detenerse en esos análisis políticos que hace Arias. -
@zonca Independientemente de análisis político que haga Arias y que ovbiamente corre por su cuenta, genera un fárrago de verdades a medias y explicaciones técnicas que francamente son desastrosas e inexactas.
O el tipo no entende nada o es malintecionado y en todo caso informa poco o nada.
Estimados el RA10, el CAREM y la central Hualong tienen en común las tecnologías de gestión y producción de combustibles de uranio enriquecido, en la medida que se avance vendrán críticos más duros.
De hecho el combustible quemado en un reactor Hualong, puede reutilizarse como combustible en un CANDU (es falsa la dicotomía entre ambas tecnologías) y el CAREM tiene un potencial interesantímo como reactor a base de combustible de Th 233 uno de los combustibles del futuro, de antiguo no tiene nada!! -
Serquis de la CNEA: "Tenemos que pelear para que la mayor parte de lo que se pueda hacer acá, se haga acá"
La física doctorada en el Instituto Balseiro y referente en ciencia de materiales quiere llevar a su máximo potencial la vinculación tecnológica, y terminar los grandes proyectos en marcha
26 DE JULIO, 2021 | 05.00
Por
Nora Bär
NORA BÄRObligada a dejar transitoriamente Bariloche (su “lugar en el mundo” desde que se trasladó allí para hacer el doctorado en el Instituto Balseiro), Adriana Serquis, flamante presidenta de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), acaba de alquilar un monoambiente a un par de cuadras de la sede central del organismo, en Libertador al 4300.
“Tardo mucho en ir y volver, y ahora ese tiempo es ‘revalioso’, porque estoy llegando a las siete y media de la mañana, y me voy a las nueve de la noche”, cuenta la científica, investigadora del Conicet y el Centro Atómico Bariloche en el área de caracterización de materiales, y que desde que asumió estaba viviendo en el departamento de sus hijos de 22 y 24 años. “Ellos ya tienen su vida organizada –agrega– y no quiero interferir". En broma, comenta al pasar que espera no arrepentirse porque el menor, que estudia ingeniería informática y al que le gusta cocinar, algunas noches incluso la esperaba con la comida lista.
En el Sur quedaron su actual pareja, docente, que la apoyó incondicionalmente en esta nueva tarea, y un puesto que ganó por concurso en febrero como directora del Instituto de Nanociencia y Nanotecnología (INN). Confiesa que era renuente a comprometerse con este cargo, pero hacía tiempo que participaba en el diseño de un proyecto para la institución.
“La designación me tomó por sorpresa –cuenta–. Me enteré un viernes a la noche y estuve todo el fin de semana tratando de decidirme. Pero ya había formado un grupo de gente con ganas de trabajar, de llevar adelante un proyecto y, si bien la CNEA es presidencialista, soy de la idea de promover equipos de trabajo. Queremos ir viendo cómo se revisa la estructura para que sea acorde con el funcionamiento que consideramos deseable”.
Porteña de nacimiento, Serquis solía pasar los veranos en Córdoba, hasta donde rastrea las primeras huellas de su interés por la física experimental. “Mi abuelo no había terminado la primaria, pero era curioso e ingenioso, me daba ‘problemas de encuentros’ [por ejemplo, dos autos se mueven en sentidos contrarios a tales velocidades, ¿después de cuánto tiempo se encuentran si estaban separados tantos metros?] para resolver –recuerda–. A él recurría todo el barrio cuando había inconvenientes con conexiones eléctricas, tenía su radio a galena, su proyector de 16 mm y a mí me fascinaban esas cosas. Mi papá era ingeniero industrial y tenía unos libros llamados Tecnirama donde descubrí las propiedades de la luz. De chiquita siempre me gustaron los experimentos. Cuando llegué a primer año y me enteré de que existía algo que se llamaba ‘física’, me dije: ‘Quiero estudiar eso’”.
Cuando cursaba quinto año, se dio cuenta de que además de su pasión por la ciencia había una inclinación por lo social y decidió estudiar al mismo tiempo el profesorado en enseñanza primaria. Se graduó de licenciada en la Facultad de Exactas de la UBA y al finalizar quiso irse de Buenos Aires y se presentó para hacer el doctorado en el Instituto Balseiro con una beca de la CNEA. Era 1993.
–Doctora Serquis, asumió hace muy poco. ¿Cuáles considera que son las áreas prioritarias en las que debe enfocarse?
–Por un lado, hay grandes proyectos que ya vienen con financiamiento desde hace muchos años, y que tienen que terminarse de la mejor manera y lo antes posible. El CAREM [primer reactor de potencia íntegramente diseñado y fabricado en la Argentina, cuyo prototipo se está construyendo en Lima, Provincia de Buenos Aires] y el RA-10 [Reactor Nuclear Argentino Multipropósito, que entre otras cosas asegurará el autoabastecimiento de radioisótopos de uso médico y permitirá exportarlos] son los dos proyectos insignia. Uno de los primeros cambios es que el CAREM tiene nueva gerente, Sol Pedre, una joven que venía desempeñándose en el departamento de robótica y está haciendo un trabajo excelente. Si todo avanza como está previsto, la construcción podría finalizarse hacia 2024 y podría ponerse “a crítico” [iniciar una reacción en cadena autosostenida] en 2025. En este momento estamos revisando estas fechas, que son las que nos parecen viables. Por otro lado, es muy importante activar y llevar a su máximo potencial todo lo que hace a la vinculación tecnológica. Queremos volver a poner en valor a la CNEA como articuladora de grandes instituciones, generar redes. Tuvimos una reunión con Nucleoeléctrica Argentina Sociedad Anónima (NA-SA, la empresa que opera las centrales de Embalse y Atucha I y II) y Dioxitek [que fabrica los elementos combustibles que se utilizan en las mismas], y pensamos que el sector nuclear tiene que empezar a trabajar en conjunto y articular los temas en común.
–En 2018 se decidió avanzar con la compra de una cuarta central nuclear a China financiada por ese país. ¿Se mantiene esa idea?
–Por ahora, tengo entendido que sí.
–¿Lo mismo para el combustible, que podría desarrollarse en el país?
–En este punto, hay tres contratos posibles. Uno tiene que ver con la central nuclear. Otro, con la garantía de la provisión de combustible para que esa central funcione. Y un tercero de transferencia de tecnología que es responsabilidad nuestra. Eso es lo que tenemos que analizar en conjunto con NA–SA. Entiendo que la compañía tiene que garantizarse que la central funcione. Ahora, también tiene que haber una cláusula que nos permita que en cuanto el desarrollo esté terminado podamos ser nosotros los que proveamos el combustible. Nos llevaría entre cuatro y siete años desarrollarlo. Tenemos que pelear para que la mayor parte de lo que se pueda hacer acá se haga acá, no solo el combustible…
–La tecnología de esta central (Hualong) es nueva, no fue muy probada. ¿Qué garantías hay en el mundo?
–Todos los desarrollos de centrales están controlados por la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA, cuyo actual director general es el argentino Rafael Grossi). Hay un mecanismo de contralor muy importante que no depende solamente del propio país. Si se concreta ese acuerdo, que escapa a nuestra órbita, esperamos que haya otras centrales de este tipo funcionando antes de la que se proyecta hacer acá.
–¿Van a apoyar la compra?
–Nos hubiera gustado más que fuera una del tipo CANDU (de uranio natural y no de uranio enriquecido) porque es una tecnología en la que tenemos más posibilidades de aportar desarrollo argentino. Pero si hay una decisión de ir por esa, trataremos de acompañar y de lograr la mayor transferencia de tecnología posible. Queremos que de a poco el sector metalmecánico pueda empezar a trabajar de nuevo, acompañarlos en lo que haga falta para lograr mejores normas de calidad, pero también tenemos que ser realistas. Por ejemplo, para el CAREM necesitamos encargar muchos componentes, algunos Clase A (que cumplan las normativas nucleares) y otros, no necesariamente. Si una pyme tiene capacidad para hacer algunos, pero tardará diez años, en este momento no sirve. Es un equilibrio delicado entre ayudar y acompañar el desarrollo de las industrias nacionales, pero sin detenernos.
–¿Qué va a pasar con la planta de agua pesada, necesaria para la operación de nuestras centrales nucleares, que fue virtualmente paralizada?
–Hay varias ideas. Si bien la cuarta central será de uranio enriquecido, quizás en el futuro habrá una quinta del tipo CANDU. La matriz argentina necesita de la energía nuclear para cumplir con los acuerdos de París; es limpia desde el punto de vista de las emisiones de dióxido de carbono. Si es necesario seguir apostando por más energía nuclear, vale la pena la reactivación de la planta de agua pesada, porque ya va a haber otra central de uranio natural que lo requiera. Pero también hay otros proyectos, ya que podríamos exportarla. Si se dan los acuerdos con China u otros países, hay una clara decisión de reactivarla.
–Países como Francia tienen decenas de reactores que están llegando al fin de su vida útil. ¿Cómo se resuelve la disposición de los desechos?
–Esos son dos problemas. Se están estudiando reentubamientos que permitan la “extensión de vida” de esas centrales por plazos mucho más largos de lo que originalmente se pensó. Hay grupos de trabajo evaluando eso e incluso nosotros podríamos pensar en otra para las Atucha. Hay que analizar el envejecimiento de los materiales… Por suerte hay mucho avance y mucho por hacer.
El tratamiento de los residuos es otra cuestión. Pero pensemos que los de toda la vida de una central nuclear muchas veces entran en este espacio [señala una mesa de un metro por un metro], caben en la caja de una camioneta. Sin embargo, hay que seguir trabajando en el tema para dar las respuestas correctas. Por ley, nos corresponde hacernos cargo y no vamos a dejar de lado el tema. Además, es material hipotéticamente reciclable. Una vez que el uranio se gasta, se puede producir combustible sobre la base de plutonio, pero en ese caso hay que cumplir regulaciones internacionales muy estrictas y complejas.
–En la CNEA hay equipos de avanzada en la investigación en nanotecnología. ¿Cuáles son las líneas que aparecen como más importantes?
–Hay muchas y muy diversas. Se estudian temas teóricos y también aplicaciones. Dentro de estas últimas, hay tres que tienen que ver con la salud, la energía y el ambiente. Entre estas últimas, varias se vinculan con el desarrollo de sensores y la generación de nanopartículas (tanto con fines terapéuticos como para plataformas que sean capaces de sensar enfermedades, por ejemplo).
Particularmente en el grupo de trabajo del que yo vengo, hay toda una línea de uso de nanopartículas en ciertos óxidos que permiten generar materiales más eficientes para pilas de combustible. En un momento en el que se está discutiendo tanto la matriz energética nacional y si necesitamos generar hidrógeno verde, quiero destacar que la paleta de colores del hidrógeno es bastante más amplia. Tenemos el “verde” [es decir, que se obtiene descomponiendo agua en oxígeno e hidrógeno a partir de energías alternativas, como la solar o la eólica], aunque todavía las tecnologías para su almacenamiento no están maduras. Pero también podemos aprovechar nuestro potencial como país productor de gas natural y usar hidrógeno “azul” [a partir de hidrocarburos y con captura de un alto porcentaje de las emisiones contaminantes] o “gris” que es más económico [no se realiza captura de emisiones contaminantes ni se usan energías renovables]. Si uno lo genera con una pila de combustible [un dispositivo electroquímico], en general el proceso es mucho más eficiente y la generación de dióxido de carbono es mucho menor que si uno quema directamente el gas natural. También está el hidrógeno “rosa”, que puede producirse a partir de la energía nuclear: con el calor de exceso de las centrales de cuarta generación. Las nanopartículas también pueden hacer más eficientes esos sistemas. Para el CAREM no llegamos, porque cuando les propusimos agregarlo al prototipo ya era un poco tarde, ¿por qué no pensarlo para el futuro y a más largo plazo?
–La experiencia indica que en la Argentina hasta los proyectos más prometedores pueden empantanarse durante décadas por falta de fondos. ¿Hay motivos para pensar que esta vez no será así?
–Nos dicen que el dinero va a estar, veremos si es cierto. Venimos con el presupuesto de este año casi ejecutado y con el preliminar del año que viene ya presentado antes de que yo asumiera. Estamos empezando a hacer el análisis fino y viendo cómo cada uno de esos proyectos tiene lo necesario para funcionar en tiempo y forma.
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Con el CAREM o con cualquier central nuclear se puede generar hidrógeno verde (o rosa según Serquis) ya que sólo se necesita electricidad para realizar electrolisis y separar los átomos de las moléculas del agua (hidrógeno-oxigeno). Este es otro punto a favor del desarrollo de CAREM para paises en desarrollo.
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@darwin siempre pensé que una de las mejores ubicaciones para instalar la central definitiva del CAREM sería en las cercanías de Caleta Olivia. Teniendo en cuenta que en Pico Truncado fue unos de los pioneros en la investigación del hidrogeno y la zona podría ser un gran productor, además en Caleta esta en funcionamiento la planta de osmosis inversa gran consumidora de energía eléctrica y también aportaría gran estabilidad al sistema eléctrico que mayormente es eólico en la región por ende muy fluctuante.
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@zonca
Creo que seria un buen lugar a futuro. No olvidemos que ahora el CAREM es un prototipo que se debe estudiar su funcionamiento para luego mejorar y producir a escala. -
Medicina Nuclear
CNEA junto con INVAP y la UBA construyen el primer centro de protonterapia de latinoamérica
Se está construyendo en el barrio de Agronomía, Ciudad de BsAs, el primer Centro Argentino de Protonterapia (CeArP). Será el primer centro para el tratamiento del cáncer con protones de latinoamérica, El edificio del CeArP comenzó su construcción en julio de 2019 en un predio puesto a disposición por la UBA, lindero con la Fundación Centro de Diagnóstico Nuclear (FCDN) y frente al Instituto de Oncología Ángel H. Roffo. Poseerá un área cubierta de casi 8000 metros cuadrados en cuatro plantas que cumplen diferentes funciones. La vinculación con la FCDN como instituto de diagnóstico de alta complejidad y con un centro oncológico de amplia trayectoria, el Instituto Roffo, tanto desde el punto de vista asistencial como de cercanía, permite establecer un polo oncológico de primer nivel a través de estas instituciones, que será referente para toda latinoamérica y el mundo. Se preve su inauguración para el año 2023.La protonterapia se considera la forma más avanzada de radioterapia para el tratamiento de cáncer. Utiliza haces de protones de alta energía concentrados que entregan la dosis terapéutica en el volumen tumoral, reduciendo los efectos secundarios sobre tejidos sanos. Esta terapia se utiliza para algunos casos especiales de tumores que no pueden ser tratados por métodos tradicionales y para mejorar la calidad y expectativa de vida de las personas que precisan de tratamiento por radioterapia, en especial para niños.
El CeArP contará con dos salas de protonterapia, de la más alta tecnología, dos sectores con radioterapia con rayos X, junto con un avanzado sistema de diagnóstico por imágenes y un laboratorio dedicado a la investigación y desarrollo con inmediata aplicación a la clínica. Una de las salas de prontoterapia, con un haz independiente e idéntico al utilizado en las salas clínicas, estará dedicado a la investigación y el desarrollo, conformando el Laboratorio de Investigación y Desarrollo en Protonterapia (LAIDEP), las actividades científicas se conjugaran con la formación de recursos humanos. De esta manera, todas las actividades de investigación, de formación de recursos humanos o de entrenamiento orientadas a la clínica podrán ser llevadas a cabo en condiciones directamente aplicables al contexto terapéutico.
CEO de Invap, Vicente Campenni, explicó que “La terapia con protones se utiliza en la actualidad para curar una amplia gama de tipos de cáncer y puede utilizarse en los casos en que las opciones de tratamiento eran antes escasas. Esta terapia ofrece la posibilidad de mejorar los resultados del tratamiento y disminuir el riesgo de sufrir efectos secundarios o complicaciones a largo plazo, de modo que aumenta la calidad de vida de los pacientes. Por eso nos alegra mucho la colaboración entre CNEA, UBA, INVAP e IBA, ya que beneficiará a más pacientes con cáncer de la Argentina y Latinoamérica”.
En junio de este año llegó al país los equipos de protonterapia comprados en Bélgica a la firma IBA (Ion Beam Applications SA). En septiembre de 2015, IBA firmó su primer contrato con INVAP y CNEA para proveer e instalar el primer sistema de terapia de protones (Proteus PLUS). A fines de diciembre de 2017, IBA e INVAP firmaron un nuevo contrato para la provisión de la segunda sala para tratamientos con fuentes de radiación móvil que incluirá una modalidad de tratamiento ocular única. Posteriormente, en junio de 2018, se firmó un nuevo acuerdo con IBA para la operación y mantenimiento (preventivo y correctivo) del sistema argentino de terapia con protones Proteus PLUS y la capacitación de integral del equipo de ingenieros y técnicos de INVAP y CNEA.
El sistema de protonterapia incluye un brazo robótico Cyberknife, un acelerador lineal de partículas Versa HD y un ciclotrón Proteus Plus, que dirige protones de alta energía y sala de monitoreoEl equipamiento del CeArP será de dos salas para tratamientos de radiación con gammagrafía de última generación con tecnología de haz concentrado (Pencil-Beam Scanning) y tomografía computarizada integral mediante rayos en forma de cono (Cone Beam Computed Tomography), además de un cuarto especial destinado a la investigación y laboratorios asociados.
VIDEO: https://youtu.be/2SBkpqlcb-s
Fuentes:
https://www.iba-worldwide.com/es/terapia-de-protones/soluciones-de-terapia-de-protones/proteus-plus
http://www.wallonia.com.ar/es/actualites/nuevo-contrato-para-iba-en-argentina-ar
https://www.invap.com.ar/iba-e-invap-afianzaron-su-colaboracion-para-instalar-en-la-argentina-un-centro-de-terapia-con-protones-que-pertenecera-a-la-cnea/
https://www.argentina.gob.ar/cnea/centro-argentino-de-protonterapia/un-proyecto-en-marcha
https://www.nueva-ciudad.com.ar/notas/202106/46356-agronomia-tendra-un-centro-de-protonterapia.html -
Comenzó el proceso de extensión de vida útil de Atucha I, tras 47 años en operación
Comenzó el proceso de extensión de vida útil de Atucha I, tras 47 años en operación.La Central Nuclear Atucha I inició la etapa final del proceso de extensión de su vida útil, tras 47 años de funcionamiento, una obra que demandará una inversión de US$ 300 millones y que permitirá extender su operación hasta más allá del 2040 con sus actuales 350Mw (Megavatios) de generación.
"Atucha I tiene que parar en 2024 y necesitábamos iniciar el proyecto de extensión de vida ya porque hay que empezar a fabricar lo que hay que reemplazar. Y ese proceso acaba de comenzar con la designación de la gerencia de proyecto", anunció el presidente de Nucleoeléctrica Argentina, José Luis Antúnez.
El histórico directivo que presidió la empresa entre 2005 y 2014, se refirió a los planes de un sector estratégico "después de un periodo en el cual el plan nuclear fue raleado", según la definición de Antúnez sobre los cuatro años de la gestión Cambiemos.
"Tenemos este proyecto muy grande que es la extensión de vida de Atucha I, una obra que vamos a ofrecer a la industria nacional para poder participar hasta que llegue el momento del pleno funcionamiento del Proyecto Nacional", tal como se conoce a la quinta central argentina.
Antúnez destacó la participación de las empresas locales de larga experiencia en la industria nuclear: "Cambiamos la forma de hacer la obra porque la idea de la administración anterior era concretar el proyecto con una fortísima participación extranjera, nosotros lo haremos al revés".
"Lo vamos a hacer con tecnología nuestra y a la par de otra obra muy importante que es el almacenamiento en seco, ambos proyectos están en el orden de los 300 millones de dólares cada uno, que esperamos gastar en pesos".
La afirmación tiene sustento en la experiencia adquirida tanto en la terminación de Atucha II, que salió el equivalente de unos 3.400 millones de dólares, y se concretó en un 93% con componente nacional pagado en pesos.
"Aquel fue un fenómeno irrepetible por el caso muy particular de que todo lo importado estaba almacenado. Pero cada uno de los dos proyectos en marcha va a tener mucho mas del 50% de componente nacional", aseguró.
Si bien la primera central atómica argentina detendrá sus 350 Mw de generación en 2024 durante 25 meses, el proyecto de la extensión de vida debe comenzar antes para planificar los requerimientos y los aspectos que se podrían modificar para hacer más eficiente el próximo período de vida que podrá alcanzar entre los 15 y los 20 años.
"No tenemos previsto sumarle potencia porque ya Atucha I, que es la mitad de Atucha II y Embalse, ha sido una maravilla porque se diseño para 250 Mw, y ya durante la construcción comenzó a subir la potencia y medio siglo después está entregando 350 Mw, que veremos si es su límite técnico", detalló el presidente de NASA.
La Central Nuclear Atucha I !Presidente Juan Domingo Perón", inició su construcción en junio de 1968 y se convirtió en la primera central nuclear de potencia de América Latina, al ser conectada al Sistema Eléctrico Nacional en marzo de 1974.
Desde entonces, la planta generadora ofrece su energía al sistema desde la margen derecha del Río Paraná de las Palmas, a 100 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires en la localidad de Lima, partido de Zárate.
Si bien es la primera central argentina, todos sus sistemas de seguridad están actualizados al estándar «post-Fukushima» del Organismo Internacional de Energía Atómica, y cumplen con las exigencias locales e internacionales. Como dato para pensar, las exigencias locales son más severas (agendarweb.com.ar/).
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PROYECTO DE EXTENSIÓN DE VIDA DE LA CENTRAL NUCLEAR ATUCHA I