Industria Naval Argentina
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Tandanor: Se estima que tendrá un resultado positivo de $123.742.451,00
A través de la Resolución 38/2021 del Ministerio de Economía de la Nación se aprobó el plan de acción y presupuesto para el ejercicio 2021 de Tandanor, dentro del área del Ministerio de Defensa, estimando en $ 3.726.236.226 los ingresos de operación y en $ 3.602.493.775 los gastos, y, como consecuencia, se aprobó el resultado operativo (ganancia de operación) estimado en $ 123.742.451.
Asimismo, se estimó en $ 3.902.022.188 los ingresos corrientes y en $ 3.623.160.612 los gastos, y como consecuencia se aprobó el resultado económico (ahorro) estimado en $ 278.861.576.
También, se estimó en $ 303.836.451 los recursos de capital y en $ 464.356.605 los gastos, y como consecuencia de ello y en conjunción con el citado resultado económico se determinó el resultado financiero (superávit) para el ejercicio 2021 en $ 118.341.422.
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@BND dijo en Industria Naval Argentina:
Promueven una ley de apoyo a la industria naval
Líneas de crédito serán "para la construcción de buques en astilleros locales a tasas y plazos competitivos".El modelo de diálogo con empresarios y sindicatos que el Gobierno aceita por estos días ya había sido ensayado el año pasado por el Ministerio de Desarrollo Productivo en lo que llamaron el Acuerdo Económico y Social. Así se establecieron mesas sectoriales tripartitas para definir futuras medidas para la actividad. La industria naval es una de las que tuvo frecuentes reuniones y en ese marco se definió un proyecto de ley que el ejecutivo está terminando de ajustar para brindar apoyo a la cadena de valor.
Según pudo saber Ámbito, la cartera de Matías Kulfas trabaja en la letra de una normativa que otorgará créditos subsidiados a empresas de la industria naval. Las líneas de financiamiento serán “para la construcción de buques en astilleros locales a tasas y plazos competitivos”. El proyecto también tendrá foco en la posibilidad de que las firmas puedan acceder a hipotecas. Desde el sector vienen señalando las dificultades que tienen con las entidades financieras para obtener esta herramienta y un entendimiento con el Banco Nación sería una solución posible.
De acuerdo a la información que pudo relevar este medio, habrá incentivos para que las reparaciones de embarcaciones se realicen en el país. “Se consolidará una nueva reglamentación para la importación de buques usados en función a criterios objetivos y consensuados por toda la cadena de valor”, dice el borrador que tienen los funcionarios. En este punto, las fuentes consultadas resaltaron que en el último semestre del año pasado se experimentó un crecimiento cercano al 50% interanual en esa actividad.
En diciembre de 2017, el Congreso había sancionado una ley para promover la industria naval, pero fuentes del sector revelaron a Ámbito que cuando llegó al Poder Ejecutivo se perdió el espíritu del texto: “En su reglamentación algunos de los artículos fueron vetados y otros jamás puestos en práctica”, aseguraron.
El objetivo, según detalla la letra, será “promover el desarrollo del sector naval, en un marco de políticas públicas que den previsibilidad y continuidad a las diferentes herramientas de financiamiento, acceso al mercado, compras públicas y promoción de la inserción internacional”.
Tanto los empresarios como el Gobierno confían en una reactivación.”Podríamos volver a sacar las cargas con bandera argentina. Por hacerlo con bandera extranjera, estamos perdiendo de u$u5.000 a u$s7.000 millones al año de divisas para el país”, indicó la presidenta de la Cámara de la Industria Naval Argentina, Silvia Martínez , que a su vez aseguró: “con un rebote de la industria naval se pueden generar 20.000 puestos de trabajo”.
Martínez también consideró que “es fundamental resolver asimetrías con el Mercosur, la reducción de cargas y planificación para la confirmación de flota de bandera de acuerdo a la demanda”.
https://www.ambito.com/economia/industria/promueven-una-ley-apoyo-la-naval-n5169488
Recuperar la marina mercante puede contribuir fuertemente en el alivio a la restricción externa, clave en La Argentina y en todos los países en desarrollo y/o endeudados. Éstos necesitan dólares para la compra de bienes de capital que actualice, fortalezca o complete su matriz productiva, para los vencimientos de los servicios de la deuda y para soportar los ataques especulativos de los mercados Son herramientas que se perdieron hace décadas y se deben invertir todos los recursos que se pueda. Este tipo de iniciativas nos acercan a épocas en donde el margen de maniobra del gobierno le permitía negociar con la clase dominante desde una posición más sólida, sin tener que ir a pedir la escupidera a los sectores que monopolizan los dólares, por lo general en nuestro perjuicio. A esto también contribuyen las distintas reestatizaciones que posibilitaron encarar proyectos de largo plazo, algunos promisorios y otros no tanto, pero que en conjunto consiguieron dolares x pesos en empresas que fueron siempre subsidiadas luego de compradas, sea por haber sufrido un brutal despojo, por una gestión deficiente de los funcionarios designados o por ambas cosas. Para mí, invertir los recursos del estado en estas iniciativas es tan importante como hacerlo en I+D. Las realizaciones, modestas y menos deslumbrantes que los satélites y cohetes, pero que producen trabajo cotidiano calificado son maná del cielo en nuestra condición y aceleran la dinámica económica para romper ese corset de divisas.
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Otra oportunidad de crecimiento perdida
Con la culminación del Acuerdo Bilateral de Transporte Marítimo con Brasil, cae la última posibilidad de desarrollo de la marina mercante argentina en tráficos internacionales
Finalmente, y como se venía esperando, la República Federativa de Brasil comunicó a las autoridades argentinas la decisión de no renovar el Acuerdo Bilateral de Transporte Marítimo en los términos del artículo XIV, 2 previsto en el mismo. De esta manera el acuerdo quedara sin efecto a partir del día 5 de febrero de 2022.
Esto decisión, en definitiva, resulta en la eliminación de una de las pocas, sino la única, alternativa de desarrollo de nuestra marina mercante en los tráficos internacionales.
El tratado se acordó en un momento donde todo el tráfico internacional del mundo occidental de cargas regulares de línea estaba reservado a las navieras de los países firmante: en esos tiempos una naviera de cualquier país suponía que enarbolaba su bandera, estaba registrada en el mismo y llevaba tripulación nacional. Este sistema resultaba en que los exportadores e importadores sufrieran mayores costos de flete por quitársele la posibilidad de negociar los mismos libremente para proteger un bien mayor, a juicio de todos los países occidentales, que era mantener y desarrollar el transporte marítimo en cada país. En este contexto se firmó el tratado en 1985, pero todo este sistema voló por los aires a fines de los 80 y principios de los 90. De repente todo quedó librado a la libre competencia con banderas y tripulaciones "de conveniencia" para beneficio de importadores y exportadores (bienvenido por ellos, aunque la concentración naviera posterior enciende luces de alarma), que casi hizo desaparecer a las marinas mercantes occidentales en los tráficos internacionales.
Ante esta realidad, algunos países, principalmente europeos intentaron enfrentar esta nueva situación mediante el desarrollo de alternativas, como los segundos registros con relativo éxito. Lamentablemente nuestro país optó por abandonar la pelea y tirar la toalla con la complacencia de gobiernos, gremios y algunos navieros que se negaban a aceptar esta nueva realidad y prefirieron atrincherarse en el cabotaje, pescando en la pecera y elevando los costos. De tal manera inhiben a cualquier productor de utilizarlo y se termina contratando la alternativa de transporte terrestre, con la excepción del intento de algunas navieras de revertir la situación, intentos finalmente frustrados por no contar con el apoyo del resto de los actores.
Inexplicablemente y a pesar que todas las conferencias de fletes y tratados similares se disolvieron, el tratado con Brasil se mantuvo. Sin embargo y lamentablemente, al igual que en el caso del cabotaje, los actores del sector no pudieron, no supieron o no quisieron desarrollar una alternativa viable para mantener a la flota argentina en el tráfico. En su lugar todo se redujo, con honrosas excepciones, a algunas navieras subcontratando espacios en buques extranjeros para ofrecer la cobertura exigida por el tratado. Sencillamente el peor de los mundos: minúscula facturación de compañías marítimas e ingresos para el Estado, ningún buque o tripulante argentinos participando y exportadores e importadores soportando el extra costo resultante de la intermediación. Brasil hizo algo parecido, aunque en su caso, lograron alguna mayor participación de la mano de condiciones más flexibles para la incorporación de buques y su explotación.
Para completar el nefasto panorama, el tratado fue sistemáticamente atacado en cada negociación de acuerdos bilaterales del Mercosur como con terceros países y bloques, al igual que por importadores y exportadores de ambos países buscando reducir los extra costos resultantes, y realmente se hizo siempre muy difícil defenderlo ante la imposibilidad de ver beneficios sustanciales y con el casi único argumento del desarrollo potencial del sector. Incluso algunos gobiernos de ambos países, mayoritariamente en Brasil, han evaluado en distintos momentos poner fin al acuerdo.
Durante los años 2017 al 2019, desde la Subsecretaría de Puertos, Vías Navegables y Marina Mercante de nuestro país, se desarrolló con fuerza una iniciativa para cambiar las cosas, involucrando a funcionarios de distintos organismos para que modificaran las reglamentaciones obstructivas y desarrollaran un trato impositivo más competitivo, a los gremios para acordar nuevos convenios acotados a este tráfico y a empresarios para que acompañaran la iniciativa con las inversiones necesarias y todo esto debía hacerse en acuerdo con Brasil. Lamentablemente la falta de decisión de los actores locales y los cambios políticos en Brasil en esos años hicieron que se requiriera más tiempo con el que, finalmente no se contó.
Ahora la espada de Damocles cayó y Brasil puso fin al acuerdo. Una gran noticia para importadores y exportadores de ambos países y para navieras extranjeras, pero elimina, por única y definitiva responsabilidad de los actores de la actividad de ambos países, la casi última posibilidad de desarrollo de transporte internacional de nuestra marina mercante.
Solo queda esperar que en esta tan cambiante actividad se presenten en un futuro no muy lejano, nuevas posibilidades de desarrollo, confiando que hayamos aprendido la lección y se dejen de lado mezquindades, intereses particulares de todo tipo y con la altura necesaria los dirigentes prioricen la proyección a mediano y largo plazo para beneficio del país y sus habitantes. Caso contrario, y considerando además el estado del cabotaje nacional, es posible que nos debamos enfrentar en no mucho tiempo a la definitiva y total extinción del transporte de cargas por agua con buques y tripulantes argentinos.
(*) Con la colaboración de Gustavo Deleersnyder e Ignacio Penco
https://www.cronista.com/transport-cargo/otra-oportunidad-de-crecimiento-perdida/
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Tandanor fabricará un buque polar 100 % nacional
La idea original es de 2015 y se reflotó en 2020. El presidente del astillero, Miguel Angel Tudino, además habló de "una política para la recuperación submarina", con el Fondo Nacional para la Defensa.
Tandanor (Talleres Navales Dársena Norte), iniciará la fabricación de un buque polar, totalmente construido en el país, que colaborará en las misiones antárticas que actualmente realiza el buque Almirante Irizar.
La empresa estatal es uno de los mayores astilleros navales de Sudamérica, especializado en reparación y conversión de embarcaciones, y fue fundado como Talleres Navales de Marina en 1879, para el mantenimiento de los buques de la Armada Argentina, hasta llegar a ser el mayor taller de reparaciones navales de Latinoamérica y el tercero en importancia en el mundo.
"Retomamos la idea del año 2015 de la construcción del buque polar", confirmó su presidente, Miguel Angel Tudino, en referencia a un anteproyecto de un astillero en Finlandia (Aker).
"La idea fuerte que está volcando Aker para continuar con el proyecto básico, ó sea la ingeniería de construcción, es que ellos van a trabajar con un estudio técnico argentino, con ingenieros argentinos", dijo Tudino, y agregó que "lo complementario a sus ingenieros seniors va a ser un equipo argentino".
"Nosotros dijimos que la oficina técnica tiene que estar en Tandanor. En este caso será la oficina técnica que esta instalada en el Astillero Storni y que nuclea a todos nuestros profesionales que se agruparon en esa dirección, con una capacidad técnica a la altura del proyecto", aseguró Tudino, quien contó que durante la pandemia el astillero retomó los proyectos pendientes del Astillero Storni.
"A partir de esto hablaremos con las universidades, repatriaremos ingenieros navales que se fueron del país y a otros que ya están aquí, con actividad liberal y con vasto conocimiento. Sobre esto armaremos la oficina técnica que necesita Aker", explicó el presidente de Tandanor.
"Con toda esa producción de conocimiento armaremos equipo y nos va a terminar dando el I&D y transferencia tecnológica necesaria para avanzar", destacó el funcionario y adelantó que "ya estamos trabajando y estamos definiendo estos equipos".
"Tenemos la visión positiva del Ministro para esta segunda etapa del proyecto. Además en el presupuesto está la posibilidad de endeudamiento para comenzar la construcción. Hay que ver si llegamos con los tiempos de ingeniería? luego de la básica faltaría la ingeniería de detalle que implica interpretar la ingeniería básica para el astillero que tenemos", sostuvo Tudino.
El FONDEF, y su impacto en Tandanor
Miguel Angel Tudino se refirió, además, al Fondo Nacional para la Defensa (FONDEF), aprobado en 2020 por el Congreso Nacional, que llevará la inversión en la modernización de equipamiento militar al 0,8% del presupuesto total, lo que impactará en proyectos de Tandanor.
"Sin duda el FONDEF lo que va a generar es la posibilidad de pensar y programar a futuro con un presupuesto previsible", dijo Tudino, y explicó que "antes las fuerzas no contaban con fondos y definiciones".
"Ahora con este fondo el equipamiento de las fuerzas va a recibir un gran impulso, ya que va a tener un presupuesto para proyectarse", aseguró, y explicó que "esto va a ser algo progresivo y en aumento, entonces las fuerzas podrán ir planteándose otra estrategia".
"Al principio será la reparación del equipamiento deteriorado. Por otro lado, también esta la posibilidad de proyectar un buque como el polar, que es un desafío enorme que tiene su impacto económico y que implica buscar financiamiento, pero este va a poder planificarse con el FONDEF con devolución con pago de cuotas. Lo mismo sucederá cuando podamos reestablecer una política para la recuperación submarina", dijo Tudino.
Por último, el presidente de Tandanor le apuntó a la gestión de gobierno de Cambiemos: "Las políticas liberales paralizaron el ARA Santa Fe, que era la primera experiencia en construcción, y que se terminó cerrando. Esto generó un costo político, estratégico y soberano a la Argentina", dijo Tudino.TransporteyComercioExterior.com
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Otra decisión inteligente. Aprovechar plenamente al astillero, llevarlo a un nivel mayor razonablemente y recuperar capacidades perdidas.
Desde el punto de vista económico, demuestra, sin apelar a más explicación que el propio hecho, la necesidad de un estado que intervenga en la economía, especialmente en los países en desarrollo, cuyo sector privado no puede o no tiene interés en este tipo de inversiones. Y también, que el gasto del estado es inversión. -
Entonces esto es otro acierto del Gobierno y aclaro puede y seguramente tiene fallas pero hay decisiones inteligentes que, de llevarse a cabo, impactarán otros rubros y sectores. Lo cual, implica un reavivamiento del mercado interno y sus cadenas productivas y tecnológicas.
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@Caronte dijo en Industria Naval Argentina:
Entonces esto es otro acierto del Gobierno y aclaro puede y seguramente tiene fallas pero hay decisiones inteligentes que, de llevarse a cabo, impactarán otros rubros y sectores. Lo cual, implica un reavivamiento del mercado interno y sus cadenas productivas y tecnológicas.
Tener infraestructuras ociosas es, con pocas excepciones, un desperdicio. La Argentina está llena de ellas por el estropicio neoliberal de reducir el gasto del estado y hacerlo mal. Las fuerzas liberales en nuestro país no lo son de manera honesta, es por eso, en mi opinión. Si lo fueran hubieran producido beneficios sustanciales como lo hizo la generación del 80 (de la cual estoy en la antítesis ideológica, pero no puedo decir que no fueron políticamente honestos, es decir, consecuentes con su ideario). Este ejemplo, de poner a funcionar el CINAR y sumarle algunas capacidades, es chiquito midiendo la necesidad, pero muestra un camino razonable, criterio de largo plazo y voluntad política, con eso, me llena el ojo. Nos vamos a enterar si es importante para el país por las formas en que va a ser atacado. -
Con diversificación crece la industria naval
El sector productivo marplatense se consolida como prestador de servicios en rubros clave como gas y el petróleo
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CINAR informa que el Buque SWATH en construcción para el Servicio de Hidrografía Naval será entregado el 21 de setiembre. Se lo reconvirtio de costero interior a costero marítimo, por lo que su eslora fue alargada hasta los 40 mts y hubo que ampliar capacidad de agua y combustible y elegir una nueva motorización.
Fuente: https://www.infodefensa.com -
Excelente ....