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@zonca Por lo que leo IMPSA también estría fabricando el "Recipiente de presión", me dejó dejó con la boca abierta yo juraba que el recipiente se había mandado a hacer afuera.
La magnitud de este proyecto y lo que se está logrando son difíciles de creer -
@sam correcto, siempre leí que era parte del proyecto fabricarlo en el país. Entiendo que el desafío será fabricar el recipiente de presión del modulo de 120MW. Pero no dudo que los ingenieros de IMPSA puedan lograrlo.
Sin embargo y como sabrás, el desafío histórico y mas grande no es técnico sino político. -
@sam dijo en IMPSA:
@zonca Por lo que leo IMPSA también estría fabricando el "Recipiente de presión", me dejó dejó con la boca abierta yo juraba que el recipiente se había mandado a hacer afuera.
La magnitud de este proyecto y lo que se está logrando son difíciles de creerYo vi fotos que el recipiente vino desde Italia en bruto, tal vez los que esta haciendole IMPSA sea el maquinado y las terminaciones.
Edito
Aca encontre una de las fuentes: http://u-238.com.ar/avances-en-la-construccion-del-recipiente-de-presion-del-carem/ -
Creo que vienen los aniilos desde Italia e IMPSA los maquina y termina el recipiente.
https://www.impsa.com/productos/nuclear/ -
@aicke es verdad.. gracias por la info.
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IMPSA terminó una pieza clave del CAREM. Y seguirá colaborando en la obra
20 diciembre 2021, 05:50La semana pasada IMPSA, un viejo gigante metalúrgico mendocino, terminó un componente importante de la futura central nuclear CAREM: es una pieza de 30 toneladas y 5,5 metros de altura. Se la calza bajo la base del recipiente de presión, al que aísla termomecánicamente del edificio de contención.
Éste es el primer componente metalúrgico pesado entregado por un proveedor de la obra específicamente nuclear del prototipo de 32 megavatios. Como es un paso importante en dirección al futuro montaje del reactor, estuvieron presentes el presidente del directorio de IMPSA, Marcelo Kloster, y la presidenta de la Comisión Nacional de Energía Atómica, Dra. Adriana Serquis.
La obra civil de una central nuclear consta básicamente recintos de muy diferentes tipos de hormigón, de acuerdo a sus funciones, integrados generalmente en un edificio de enorme resistencia mecánica. La obra civil del CAREM trastabilló en 2016, cuando el presupuesto nuclear descendió en 53% en pesos, y se detuvo en 2018, cuando el peso perdió casi todo valor de cambio. Volvió a ponerse en marcha este año tras cambios de autoridades en la CNEA y en NA-SA, y la firma de nuevos contratos de construcción.
Pero lo que define una central atómica es su “isla nuclear”. En el caso del CAREM, la forma el recipiente de presión compacto, que contiene dentro de sí los generadores de vapor, que refrigeran el núcleo por convexión, sin necesidad de bombas. Un CAREM en apagón sigue funcionando, porque la circulación convectiva es un fenómeno de la física que depende de la diferencia de densidad del agua y de la gravedad. No hay modo de impedir que el núcleo del CAREM se refrigere, salvo que se logre perforar el recipiente de presión para dejarlo en seco, algo difícil de lograr hasta con un cañón antitanque. Estos son rasgos originales de diseño del CAREM que lo hacen diferente de los demás PWR, o reactores presurizados con agua liviana, existentes o en construcción, y que probablemente lo vuelvan el de mayor seguridad inherente durante un tiempo.
Lo que entregó IMPSA, entonces, es una interfase metálica entre la obra nuclear (básicamente, fierros) y la civil (básicamente, hormigón). En IMPSA a este componente lo llaman “blindaje térmico”. Protegerá el edificio de contención. Éste envuelve herméticamente la isla nuclear entre gruesas paredes de hormigón ultradenso impermeabilizadas por dentro por un “liner” o recubrimiento de acero. Olvidate de perforar eso con un cañón.
El blindaje protege esta estructura de hormigón del calor que irradiará el recipiente de presión, producido por la lenta fisión de 3.812,5 kg. de uranio enriquecido a entre el 3,4% y 1,8% dentro del núcleo. Y es bastante calor: alrededor de 100 MW térmicos, con el reactor operando a pleno.
Buena parte de ese calor se irradia o se disipa inofensivamente en la circulación termohidráulica general: lo que llega a transformarse efectivamente en electricidad estará en 32 MW eléctricos. Eso se logró por sucesivas mejoras en planos de la ingeniería original, que suponía que este prototipo produciría 25 MW eléctricos. Por puro conservadurismo, al prototipo se lo sigue llamando CAREM 25.
Conviene recordar que estamos hablando de un prototipo, nacido para «fajarlo» y entender las virtudes y defectos de una central compacta, convectiva y con seguridad inherente. Los CAREM comerciales constarán de varios módulos de 120 o 125 MW, están en las preliminares de diseño, y hay algún consenso en integrarlos en una central de 4 módulos y con entre 480 y 500 MW de potencia.
Queda explicado, entonces, porque el blindaje se llama “térmico”. Protege al hormigón del calor, pero también de los neutrones que se fugan del núcleo a través del acero del recipiente de presión. Pero el blindaje también protegerá la contención de que las sacudidas de un eventual terremoto hagan chocar el recipiente de presión con el «liner» de la contención.
Sorpresivamente para muchos, los terremotos en esta parte de la Pampa Húmeda son raros y más bien débiles, pero que los hay, los hay. El último de cierta importancia sucedió el 5 de julio de 1888, derrumbó un par de muros en la Iglesia de La Piedad, en Buenos Aires, y zarandeó arañas, movió camas y pianos e hizo saltar la vajilla de los aparadores en casi toda choza, casa o edificio desde Rosario hasta La Plata. Y eso fue todo: no se reportaron muertes.
Tras muchos recálculos, hoy hay consenso de que el hipocentro de aquel sismo porteño de 1888 estuvo en medio del río y al sur de la isla Martín García, y en que su intensidad llegó al 5,5 de la Escala Richter. Más recientemente, el 30 de noviembre de 2018 (3 años), a las 10:27 de la mañana, se produjo un sismo con epicentro a 25 km. al sur de CABA, con magnitud 3,8 Richter.
Con los medios incendiados por la estanflación, y la doble rampa del dólar y del endeudamiento, el de 2018 pasó bastante desapercibido. En parte, porque la escala Richter es logarítmica: por ello, un sismo 5,5 tiene 10 veces más energía que un 4,5. En otra parte, porque sabemos producir políticas mucho más devastadoras que los terremotos. No es casualidad que en 2018 se hayan prácticamente parado todas las obras nucleares, incluido el CAREM. Todo la obra pública, y con ella todo el país se pararon.
Las centrales atómicas son sismorresistentes por diseño en casi todo el mundo, pero aquí, un punto más. No es chiste: la mayor parte de las viejas centrales nucleares inglesas todavía activas aquí jamás habrían sido licenciadas en planos, ni hablemos en construcción u operación. Muchas tienen galpones de chapa como edificios de contención.
Las Atuchas I y II están preparadas para zarandeos sísmicos bastante peores que los enumerados, cosa que Atucha I, la más vieja, probó de sobra el 23 de septiembre de 1977. A las 06:23 de aquel día, el terremoto de Caucete (un 7,4 en la escala Richter), destruyó esa localidad sanjuanina y mató a 64 personas. Amortiguadas por el suelo blando y la distancia de casi 1100 km., aquí en el AMBA ese sismo hamacó con tanto entusiasmo los edificios altos que más de un habitante de pisos encima de 15 fue arrojado de su cama. Atucha, trepada a lo alto de una barranca sobre el Paraná de las Palmas pero sólida como un adoquín, ni se enteró del temblor.
IMPSA todavía debe entregar la pieza fundamental del CAREM, el recipiente de presión. Sería la primera pieza de ese tipo fabricada en la Argentina, país cuya industria metalúrgica nunca tuvo equipamiento de forja para este tipo de componente nuclear, generalmente gigantesco.
Los recipientes de presión de Atucha I y II vinieron de Alemania, y Embalse, de diseño CANDÚ, usa tubos de presión, en lugar de recipiente. En el caso del CAREM, que a su modo bastante revolucionario no deja de ser un PWR, el recipiente es inevitable, y también particularmente complejo porque contiene 12 generadores de vapor anillándolo por dentro.
IMPSA tiene bastante baquía con piezas nucleares de gran tamaño, entre ellas los 4 generadores de vapor de Embalse, en Córdoba. Pero cuando termine este recipiente de presión se habrá colocado un par de peldaños más arriba como proveedor nuclear mundial.
IMPSA ganó su fama fabricando otros componentes descomunales de acero, aquí y en todo el mundo. En 1983 construyó su primera grúa de puerto. En 2000 era el tercer proveedor mundial de grúas de puerto. Cuando en 2004 terminó de equipar con 24 grúas la terminal de containers de Tanjung, Malasia, situada frente a Kuala Lumpur, la volvió la mayor del mundo durante varios años.
IMPSA levantó muchos parques eólicos en Brasil con turbinas de diseño propio, del tipo “Direct Driven”, sin caja de transmisión, inspiradas quizás en las elegantes Enercon alemanas pero notoriamente menos caras y con tiempos de entrega más razonables. Instaló esas grúas en el Parque Eólico Arauco, el único del país que tiene máquinas argentinas.
En los demás parques eólicos del país, básicamente los construidos por los planes RenovAR 1, 2 y 3 entre 2016 y 2018, los únicos componentes nacionales vienen a ser las torres (pocas veces) e infaltablemente, el viento: todavía los inventores de la estanflación, y la doble rampa del dólar y del endeudamiento de 2018 no descubrieron el modo de importarlo.
En estos días, IMPSA, administrada hoy ya no por don Enrique Pescarmona sino por el estado nacional, está terminando más turbinas hidráulicas tipo Kaplan para la represa de Yacyretá, en cuyos componentes se gastó más acero que el que se emplea en construir 70.000 automóviles grandes. Más de 200 otras turbinas hidráulicas de IMPSA, de tipo Kaplan, Pelton y Francis, operan en grandes represas de China, Malasia, Colombia y Estados Unidos, entre muchos otros países. Suman más de 50.000 MW instalados.
La semana pasada algún idiota de solemnidad en Mendoza habló pestes de la administración estatal de IMPSA. Es del partido que en 2018 puso al país en default técnico, asunto que colaboró no poco con la quiebra de esta firma mendocina, que en general gozó de buena salud desde 1907, pero venía arrastrando una deuda de U$ 1200 millones. Eso decidió al estado nacional a mantener viva esa joya metalmecánica, de modo que hoy tiene el 65% de las acciones. Junto con INVAP, nacida de la CNEA y propiedad del estado rionegrino, IMPSA es una de las poquísimas multinacionales tecnológicas argentinas «fierreras» que triunfaron a escala planetaria.
No se cierra.
Con su participación en el CAREM, IMPSA se vuelve muy fuerte en otro campo más de las energías libres de carbono.
Daniel E. Arias
https://agendarweb.com.ar/2021/12/20/impsa-termino-una-pieza-fundamental-del-carem/
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https://econojournal.com.ar/2022/02/impsa-fabricara-un-reactor-de-hidrodesulfurazion-para-modernizar-la-refineria-de-lujan-de-cuyo-de-ypf/
MENDOZA
IMPSA fabricará un reactor de hidrodesulfurazión para modernizar la refinería de Luján de Cuyo de YPF2 de febrero 2022
IMPSA fabricará un reactor de hidrodesulfurización y tres hornos de proceso para la refinería de YPF en Mendoza.IMPSA será proveedora de equipos pesados en el marco del proyecto que lleva adelante YPF para la ampliación y modernización de la Refinería de Luján de Cuyo. En concreto, la compañía, que fue recapitalizada por el Estado nacional, fabricará un reactor de hidrodesulfurización y tres hornos de proceso para las plantas de HDS 3 (nueva) y HDS 1 (en servicio).
El reactor, que pesa 411 Tn y tiene más de 36 metros de longitud, forma parte de los equipos pesados y más
complejos de la industria del refino de petróleo y permitirá obtener un producto final con azufre inferior a las 10 ppm (partes por millón). El proceso dará como resultado un combustible más limpio y de mejor calidad, que reducirá las emisiones generadas por los vehículos que consuman el nuevo combustible y otorgará mayor vida útil a los motores.Respecto a los hornos, dos de ellos están compuestos por tuberías de acero inoxidable y el restante con tubos de cromo molibdeno. Estos hornos pesan entre 157 Tn y 181 Tn. “Este proyecto es un gran desafío para IMPSA, pero a la vez es un hito que nos vuelve a posicionar en lo más alto de la consideración en cuanto al suministro de equipos grandes y complejos para las plantas de refino de petróleo. Además, estamos muy contentos de poder trabajar con una empresa de la magnitud e importancia de YPF y formar parte de este proyecto fundamental para la provincia y el país”, afirmó Sergio Carobene, gerente general de IMPSA.
Este trabajo demanda mano de obra altamente calificada e ingeniería de alto nivel en un rubro en que IMPSA se destaca y al mismo tiempo generará empleo para la red de proveedores de IMPSA, integrada por más de 100 PyMEs (en su mayoría mendocinas). En este sentido, Pablo González, presidente de YPF aseguró: “Estamos llevando
adelante una inversión muy importante para nuestro país en Luján de Cuyo, superior a los US$ 500 millones. En este marco, nos parece fundamental integrar en el proyecto a proveedores locales y estamos contentos de que uno de ellos sea IMPSA, una empresa histórica y estratégica para Mendoza y para la industria nacional -
Este es el gobierno del "freno de mano", todo se retrasa, todo tiene un freno en algún lado
Lobby de una empresa alemana complica la contratación de IMPSA para reparar la represa de bombeo más grande de Sudamérica
La cordobesa EPEC debe reparar su central hidroeléctrica Río Grande. Ya tuvo contactos con IMPSA, pero antes de contratar a la empresa controlada por el Estado Nacional necesita que la subsecretaría de Energía Eléctrica que conduce Federico Basualdo les otorgue un contrato de compraventa de energía a un precio diferencial a través de CAMMESA para que puedan afrontar esa inversión. Esa resolución permanece frenada y fuentes del propio gobierno nacional afirman que la alemana Voith está detrás de ese freno porque busca quedarse con la obra.La central hidroeléctrica de generación y bombeo Río Grande, que opera la empresa cordobesa EPEC, es la más importante de América del Sur con una potencia de 750 MW, pero viene generando electricidad muy por debajo de sus posibilidades. De sus cuatro turbinas, dos no funcionan y las otras dos arrastran varios problemas. En julio del año pasado, técnicos de IMPSA visitaron el complejo durante una semana, realizaron un diagnóstico y elevaron un informe de unas 500 páginas donde se detalla lo que hay que reparar, presupuestado en 80 millones de dólares, pero hasta ahora no se avanzó con la contratación. EPEC necesita que la Subsecretaría de Energía Eléctrica, que conduce Federico Basualdo, les otorgue un contrato de compraventa de energía (PPA, según la sigla en inglés) a un precio diferencial a través de CAMMESA para que puedan afrontar esa inversión. Fuentes oficiales consultadas por EconoJournal aseguran que la alemana Voith es la que está haciendo lobby para frenar el desembarco de IMPSA y quedarse con la obra, tal como ya sucedió en otras ocasiones.
A simple vista la concreción del proyecto se presenta como un buen negocio para todas las partes involucradas. EPEC quiere arreglar su central, que tiene como rasgo distintivo la capacidad de bombear agua desde un embalse inferior hacia uno superior para generar energía, y le entusiasma la posibilidad de tener un proveedor de confianza a 200 kilómetros. El Estado Nacional se beneficia al sumar más electricidad al sistema y apuntalar a la empresa que capitalizó hace menos de un año junto con la provincia de Mendoza y de la que es accionista principal. A su vez, IMPSA necesita el contrato porque el Estado no le otorga fondos para pagar sueldos ni le financia otro tipo de gastos corrientes. La empresa afronta esos gastos a partir de los contratos que consigue. Ha ganado algunas licitaciones en el exterior, pero le está costando afianzarse en el país, particularmente en el core business de su negocio, que es el sector hidroeléctrico.
Lo que falta para avanzar con el arreglo no es sólo el contrato de compraventa de energía a precio diferencial que debe autorizar Basualdo (una modalidad que también utilizaron otros gobiernos para acelerar inversiones) sino la obtención del financiamiento por parte de EPEC. No obstante, si el PPA se destraba un pool de bancos públicos podría colaborar para que IMPSA haga la obra. En el caso de Voith, la falta de financiamiento no es un problema porque ellos suelen ofrecerlo, pero después hay que pagar el préstamo en dólares con el consiguiente impacto en el mercado cambiario.
Fuentes oficiales señalaron a EconoJournal que Basualdo es que el que está haciendo lobby por Voith ante EPEC. A raíz de ello, este portal se puso en contacto con fuentes cercanas al subsecretario de Energía Eléctrica, quienes negaron la información y calificaron el rumor como malintencionado. En EPEC no quisieron opinar sobre la versión y se limitaron a informar que están en conversaciones con distintas empresas, entre las que figuran IMPSA y Voith. En IMPSA, por su parte, prefirieron no hacer comentarios.
El tema excede al subsecretario de Energía Eléctrica porque Voith opera a otro nivel y lo ha venido haciendo con distintos gobiernos. Sin embargo, los que cuestionan a Basualdo sostienen que él es el encargado de poner la cara por órdenes que le llegan de arriba y remarcan que no es la primera vez que lo hace. Afirman que el año pasado también operó en contra de IMPSA en una negociación que la empresa llevó adelante con Yacyretá.
El antecedente de Yacyretá
IMPSA tiene contratos vigentes con Yacyretá para refuncionalizar 6 de las 20 turbinas que la central hidroeléctrica binacional adquirió a la alemana Voith y arrastran problemas de diseño original. Dos de esas seis turbinas ya las arregló y hay cuatro que aún permanecen pendientes.Cuando el Estado Nacional capitalizó IMPSA el año pasado, se encontró con un desfasaje entre el avance financiero y el avance físico de la obra porque Yacyretá había girado recursos, pero IMPSA se había atrasado con la reparación debido a la crisis que atravesaba. Fuentes de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY) aseguraron ante este medio que el desempeño de IMPSA ha sido muy deficiente. «Ha incumplido reiteradamente con todos los plazos de entrega», acusaron.
Los nuevos directores de la firma mendocina, que asumieron en julio del año pasado, se comprometieron ante Yacyretá a avanzar con la obra, pero le solicitaron el giro de nuevos recursos para poder continuar.
Esa negociación no fue fácil y recién se destrabó a fines del año pasado cuando el entonces ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, escaló el tema incluso hasta el presidente Alberto Fernández diciéndole que la gente de Basualdo estaba frenando el nuevo adelanto, lo que imposibilitaba que IMPSA retomara la obra. Cerca de Basualdo responden que ellos no fueron los que frenaron ese desembolso sino la propia Yacyretá. Fuentes de la EBY confirman que ellos no estaban de acuerdo con girarle más fondos y afirman que si Basualdo leyó los informes que elevaron seguramente tampoco debía estar de acuerdo. «Impsa presionó políticamente para que le adelantemos una y otra vez anticipos financieros que luego no tienen un correlato en la mejora de los servicios que ofrece», reconocieron fuentes de la EBY. «Si la performance de IMPSA con nosotros (Yacyretá) funciona como caso testigo, es lógico que algún sector del gobierno no quiera quiera darle nuevos contratos en la reparación de otras represas hidroeléctricas», añadieron. No deja de ser sorprendente que fuentes oficiales hablen de IMPSA como si fuese un contratista privado, cuando es el propio Estado el que controla la firma.
Kulfas, en cambio, estaba particularmente interesado en destrabar ese desembolso porque había sido el principal impulsor de la capitalización estatal de IMPSA. Por eso llevó el tema hasta el Presidente y logró que finalmente se destrabara el desembolso. Sin embargo, lo que no pudo lograr es que Yacyretá firmara un contrato nuevo con IMPSA para arreglar otras turbinas ya que todas tienen problemas de diseño. Por ahora la empresa mendocina reparó dos y trabaja en la reparación de otras cuatro. De esas cuatro restantes, la primera tiene previsto entregarla en septiembre y la segunda en febrero.
La polémica por Aña Cuá
El gobierno de Alberto Fernández no solo no logró que Yacyretá le diera un nuevo contra a IMPSA sino que tampoco dio marcha atrás con la adjudicación que el presidente Mauricio Macri le otorgó a la alemana Voith en julio de 2019 para la provisión y el montaje del equipamiento electromecánico de la represa Aña Cuá.IMPSA cuestionó desde un inicio la participación de Voith en esa licitación. El argumento fue que los alemanes habían diseñado las turbinas originales de Yacyretá, las cuales tienen problemas de funcionamiento. Con la licitación ya en marcha, también denunció que Voith no cumplió con los requerimientos del pliego, como tener el ensayo de un modelo hidráulico. “Construir ese modelo a escala a nosotros nos costó 500 mil dólares, pero Voith se limitó a presentar resultados de turbinas similares”, aseguró al diario Página/12 en febrero de 2020, Fabián D`Aiello, por entonces director de Legales de IMPSA.
El 2 de mayo de 2018 se realizó la apertura de las ofertas técnicas e IMPSA terminó mejor calificada que Voith, pero cuando se abrieron los sobres de las ofertas económicas, la de Voith fue más barata. IMPSA sostuvo que para el cálculo se tomó como referencia el tipo de cambio de abril de 2018 (20 pesos por dólar), cuando en realidad el 30 de enero de 2019 el dólar ya cotizaba a 38,6 pesos y en el momento de la firma del contrato a 57,8 pesos. Ese dato es importante porque la oferta de Voith estaba cotizada casi exclusivamente en dólares, mientras que la de IMPSA tenía un 62 por ciento en monedas locales que no ajustan de la mano del dólar sino con una fórmula atada a los índices de precios de Argentina y Paraguay, pero el contrato quedó firme.
Ahora los alemanes vuelven a la carga y para ellos ya sería un triunfo que este gobierno al menos frene la asignación del contrato a IMPSA para reparar la central Río Grande, pues si el año próximo gana la oposición tendrían mayores chances de quedarse con la obra (econojournal.com.ar).
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En Mendoza: Taiana visitó IMPSA con el objetivo de seguir impulsando los trabajos que realiza la empresa en el área de Defensa
El ministro de Defensa, Jorge Taiana, visitó esta tarde las instalaciones del Centro de Desarrollo Tecnológico de la empresa IMPSA, en la ciudad mendocina de Godoy Cruz, donde recorrió sus principales naves industriales, en las cuales se desarrollan los trabajos de modernización del Tanque Argentino Mediano TAM 2C, y la construcción de una grúa Clay para la Armada Argentina que se instalará en la Base Naval Puerto Belgrano.
“Vimos algunas de las naves principales, entre ellas donde están siendo mecanizadas las torretas de los TAM, otra donde se está trabajando en el reactor Carem, también estuvimos donde se está reparando la grúa de Puerto Belgrano, que está muy avanzada y estará lista para el año que viene. IMPSA es una empresa formidable y un orgullo para la industria Argentina. Desde el Ministerio de Defensa tenemos muchas posibilidades de hacer tareas en conjunto con IMPSA”, subrayó Taiana luego de la visita.
Por su parte, el director general de IMPSA, Sergio Carobene, expresó: “Nos complace recibir en nuestro Centro de Desarrollo Tecnológico al ministro Taiana y que pueda ver el avance de algunos de los proyectos que estamos desarrollando para el Ministerio de Defensa, como la fabricación de las tanquetas para el TAM 2C o de la grúa para la Armada”. Y destacó: “Tenemos la capacidad humana y tecnológica para poder llevar adelante este tipo de proyectos y así seguir generando más trabajo argentino, tanto en IMPSA como en toda nuestra red de proveedores”.
En junio de este año, el Ministerio de Defensa y el Ejército Argentino firmaron un acuerdo con la empresa para la fabricación y modernización de torretas destinadas a una determinada cantidad de tanques, en el marco del proyecto de modernización del TAM 2C. Esta iniciativa que se concretó con aportes del Fondo Nacional de la Defensa (FONDEF), tiene como objetivo la actualización tecnológica del principal vehículo blindado y mecanizado del Ejército, a fin de extender su vida útil e incrementar sus capacidades, a partir de la utilización de mano de obra local, la capacitación del personal y transferencia de tecnología.
En el mes de octubre IMPSA hizo entrega de la primera torreta para utilizar en el tanque militar.
Durante la jornada, Taiana junto al jefe de Gabinete del Ministerio, Héctor Mazzei, el secretario de Estrategia y Asuntos Militares, Sergio Rossi y el subsecretario de Investigación Científica y Política Industrial para la Defensa, Roberto Adaro, recorrieron la sala nuclear ubicada en la planta de producción de la empresa, un espacio totalmente presurizado dedicado al ensamblaje de componentes nucleares.
Acto seguido, se dirigieron al Centro de Investigaciones Tecnológicas, en donde se lleva adelante el diseño hidráulico de turbinas y la posterior verificación de los principales parámetros de rendimiento, mediante ensayos de modelo a escala reducida. Este sector del complejo productivo cuenta con dos bancos de ensayos a través de los cuales se pueden realizar pruebas a escala en distintos modelos de máquinas y equipos hidráulicos.
También acompañaron al Ministro durante la visita, Gonzalo Guilardes, CEO de IMPSA; Sergio Carobene, Director General; y Mario Scarpa, Director de Operaciones.
Acerca de IMPSA
Es una empresa que ofrece soluciones integrales para la generación de energía a partir de recursos renovables, así como equipos para la industria de procesos y la energía nuclear. Desarrolla el diseño, la ingeniería, fabricación, montaje y puesta en marcha, ejecutando los proyectos bajo modalidad llave en mano. Es la única compañía en Latinoamérica con tecnología propia para equipos de generación hidráulica y eólica, y con certificación ASME III para el diseño y fabricación de componentes nucleares.
Ministerio de Defensa
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INDUSTRIA METALMECÁNICA MENDOCINA
22 de mayo de 2023IMPSA pone a punto un reactor de 415 toneladas para que la destilería de YPF produzca combustible exportable.
En la planta de la empresa en Godoy Cruz se terminan tres mega hornos y el reactor más grande que haya hecho la firma en su historia. La máquina servirá para sacarle azufre al combustible que se produce en la destilería de Luján, de forma que cumpla con los requisitos del mercado europeo y se pueda exportar.
Por Rosana VillegasEl enorme reactor de hidrodesulfuzación que por estos días ocupa varias de las naves de la empresa IMPSA de Godoy Cruz será clave para la producción y exportación de combustible que YPF pretende hacer el próximo año.
Es que esa enorme máquina, en la que trabajan más de 40 empleados forjando tambores -que cuando se ensamblen terminarán pesando unas 415 toneladas-, le permitirá a la empresa sacar el azufre del petróleo que extrae en la destilería de Luján. Así, podrá cumplir con los requisitos de combustible amigable con el medio ambiente que ya exige el mercado europeo y eso le abriría varias puertas para poder exportar.
En línea con exigencias ambientales
Hace poco más de un año, el ex director de YPF -hoy senador provincial- Martín Kerchner, contaba que la firma de bandera nacional había previsto una inversión de 585 millones en 4 años (de los cuales 219 millones se invertirían en este 2023) con el claro objetivo de adecuar el combustible que se produce en la destilería de Luján a las normas mundiales de reducción de azufre. De esa manera podrá producir combustible "Euro 5".
"En el 2030 no habrá mercados para quien no producza ese combustible bajo en azufre. No hacerlo significaría que Argentina se quedase fuera de esos mercados y pese a tener petróleo, debería importar combustible por no cumplir con las exigencias mundiales", advertía el ex integrante mendocino del directorio de YPF.
Justamente para cumplir esa meta, la firma contrató a IMPSA la construcción de 2 hornos de proceso que antes se compraban a Corea, la remodelación de otro horno que ya había hecho esa empresa metalmecánica con antelación y la construcción del enorme reactor que sirva para extraer el azufre. Esa maquinaria es hasta ahora la más grande que ha fabricado IMPSA en su largo historial en la metalmecánica.
En este último reactor trabajan desde febrero pasado, y presumiblemente durante un año, unos 40 empleados de IMPSA entre soldadores, estructuralistas, inspectores de calidad: "Se requiere de soldadores de muchísima experiencia en soldaduras de temperatura, porque se suelda a casi 300 grados de temperatura", apuntan desde la empresa.
Ese proyecto que se denomina YPF Next, supone que ese combustible tenga la condición denominada 10ppm, lo que se traduce en que tenga menos de 10 partes de azufre por millón.
Ensamblar y construir este reactor supone un año de trabajo de 40 personas
Para poder construir el enorme reactor, que podrá estar finalizado en unos 7 y 8 meses, IMPSA debió importar material forjado en 10 piezas que compró a una empresa de Italia, ya que en el país no se produce ese material de calidad nuclear.
"Este reactor de hidrodesulfuración supone un año de trabajo en la manufactura. Tiene todo el material envolvente de acero al carbono y por dentro lleva inoxidable para evitar la corrosión. Terminado tendrá unos 33 metros de largo, unos 3 metros y medio de diámetro y terminará en 415 toneladas de peso. Es el más grande que hemos fabricado en IMPSA", apuntan desde la metalmecánica de Godoy Cruz.
Ese reactor supone el ensamble de 10 virolas -abrazaderas de metal- en 5 tramos, más un cabezal que completa la enorme pieza.
Pero no es el único proyecto que tiene la empresa para la provincia. También se estudian dos proyectos más de producción de energía, que están en estudios de prefactibilidad.
Cabe recordar que Mendoza, al tener el 21,2% de las acciones tras haber capitalizado con fondos locales el salvataje a Pescarmona, pone a uno solo de los representantes en esa mesa directiva de la compañía. Desde fines de abril, ese integrante es el joven ingeniero Mario Croce (36), que llegó para reemplazar a Pablo Magistochi, el titular de la empresa EMESA.
Energías limpias para San Juan y La Rioja
En las distintas naves de empresa que tiene sede en el carril Rodríguez Peña, también se desarrollan dos proyectos de energías limpias para las vecinas provincias de San Juan y La Rioja.
Para San Juan trabajan en equipos para que funcione en un futuro cercano el dique de la central hidroeléctrica El Tambolar, que se licitó en el 2019 y que permitirá incorporar 70 Megavatios (70 MW), al Sistema eléctrico sanjuanino y nacional. Tambolar es el eslabón continuador del complejo Hidroenérgetico Los Caracoles de 125 Megavatios (MW), Punta Negra, 65 Megavatios(MW), Quebrada de Ullum, 45 Megavatios(MW), Ullum, La Olla , 44 Megavatios(MW), todos actualmente en operación.
En La Rioja, puntualmente en la zona de Aimogasta, IMPSA construirá el Parque Eólico Arauco SAPEM con el sistema "llave en mano” y que terminará siendo el primer parque solar fotovoltaico del país que generará de 64 MWp.
Como la energía que genera es totalmente limpia, evitaría la emisión de 1 millón de toneladas de dióxido de carbono durante 20 años.
Según los datos que apuntan desde la empresa, ese parque podrá abastecer de energía renovable y cubrir el consumo de electricidad de más 35.000 hogares de todo el país. Funcionará en un esquema híbrido con otros parques eólicos que opera la empresa.
Construir ese parque fotovoltaico demandará una inversión total de 49 millones de dólares y ese costo involucra que la firma se haga cargo de la provisión completa de la central generadora, incluyendo el diseño conceptual, la ingeniería, la construcción y la interconexión al Sistema Argentino de Interconexión Eléctrica (SADI).