Desarrollo Aeroespacial Argentino
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CIENCIA Y TECNOLOGÍA
SATÉLITES
Avanza el desarrollo de un proyecto satelital y aeroespacial inédito
Se trata de una computadora que gestiona y controla la información de las cargas útiles de los satélites. Se estima que el proyecto verá la luz en 2023. El apoyo fue articulado por la Secretaría de Industria y Desarrollo Productivo, la Secretaría de Economía del Conocimiento y la Secretaría de Comercio.
04 DE ENERO, 2023 | 11.52 Por Agencia UNQ
La Universidad Nacional de Quilmes (UNQ) y la empresa ArsUltra avanzan en el desarrollo de una tecnología espacial: se trata de una computadora modular que gestiona y controla la información que envían las cargas útiles de los satélites. El proyecto, que se encuentra en la etapa final de diseño, espera su fabricación y los ensayos de funcionamiento correspondientes durante 2023. Si todo marcha de acuerdo a lo planeado, el proceso concluirá a fines del año entrante y saldrá a la luz para ser utilizado y adaptado a las necesidades nacionales y, más tarde, ser exportado desde Argentina.
Los satélites están conformados por dos partes: por un lado, la plataforma de servicios asociados al mantenimiento y la operación de la tecnología espacial, como es la carga de batería, las comunicaciones con la Tierra, la gestión de los paneles solares o el control térmico del satélite; y por el otro, la carga útil, es decir, los instrumentos que permitirán al satélite desempeñar su trabajo, por ejemplo cámaras infrarrojas, sistemas ópticos de observación de la Tierra o el espacio, o sistemas de comunicaciones.
Con esto en mente, el presidente de ArsUltra, Juan Martín Semegone, explica a la Agencia de Noticias Científicas de la UNQ: “Las computadoras de las cargas útiles son responsables del control y la información que reciben. En este caso, nuestra computadora podrá recibir las fotos que saque la cámara del satélite y comprimirlas o formatearlas, y podrá concentrar la información que obtengan los instrumentos de los satélites y bajarlos a la Tierra”. Asimismo, dicha tecnología se encargará de encender los instrumentos en el momento en que deben operar, de configurarlos o de su acondicionamiento térmico.
Además, Semegone detalla que la computadora en desarrollo es genérica y “modular”, es decir que presenta diferentes módulos que podrán conectar e intercambiar varias cargas útiles de distintos satélites a la vez. “Se desarrolla una unidad de cómputo que se puede adaptar a distintas misiones y distintos requerimientos, desde satélites de órbita baja o media a geoestacionarios con algunas consideraciones”, manifiesta el titular de ArsUltra.
Y agrega: “No tenemos conocimiento de que se estén haciendo computadoras modulares en Argentina. Sí las vimos en Europa o en Estados Unidos, pero no necesariamente iguales que las nuestras. De todas maneras, cada vez hay una tendencia mayor a la modularidad, a acelerar los procesos de desarrollo y que las misiones se hagan cada vez más rápido”.
Con el diseño en la etapa final, el equipo proyecta que para mediados de 2023 ya se haya fabricado un prototipo y se comience con los ensayos tanto de funcionamiento del hardware como ambientales (por ejemplo, ensayos térmicos para conocer la respuesta de las variaciones de temperatura que se dan en el ámbito espacial o de vibración). Los objetivos son dos: utilizar esta tecnología en Argentina y, luego, exportarla.
De la UNQ al espacio
En diálogo con la Agencia de Noticias Científicas de la UNQ, el codirector del proyecto, Héctor Pralong, cuenta que este desarrollo permitirá el acercamiento –y funcionará como antecedente– de la industria espacial con los y las estudiantes de esta casa de estudios.
“Antes, los productos que se gestionaban requerían de carreras específicas y hoy poseen múltiples facetas. En este sentido, se necesitan equipos profesionales, cuyos integrantes tengan una mirada sistémica y general. Así, aunque alguien piense que su participación está muy lejos de lo que se busca, verdaderamente puede ser una fuente de conocimiento muy importante”, subraya Pralong, y ejemplifica: “A veces, aquellos que estudian la carrera de Ingeniería en Automatización y Control se sienten desvinculados de la industria espacial, cuando en realidad no es así”.
Además, Pralong manifiesta que apuntan a incorporar estudiantes a la industria espacial. “Seguramente hay gente interesada y este proyecto, como otros de innovación, abre campos de trabajos. La idea no es pasar varias etapas y entregar un producto final. La meta es abrir un área de conocimiento para todos aquellos que quieran sumarse”.
Por su parte, el presidente de ArsUltra relata: “Con la UNQ estamos generando un vínculo enfocado en la creación de tecnología espacial, pero también una sinergia mediante la cual nosotros transferimos conocimiento a la universidad y también aprendemos de ella. La visión estratégica de articular con empresas de tecnologías de frontera fue apoyada por el rector Alfredo Alfonso dentro del marco de la universidad”.
Semegone plantea que esta alianza estratégica permitirá la posibilidad de abordar nuevos proyectos, de generar material concreto de desarrollo y procesamiento dentro de la casa de estudios, tener un producto comercial y, además, entrenar nuevos estudiantes en tecnologías que estén situadas dentro del marco de economía del conocimiento.
El apoyo estratégico y el impulso de las empresas del sector de tecnologías fue articulado por la Secretaría de Industria y Desarrollo Productivo, la Secretaría de Economía del Conocimiento (dentro de la que se destacan la Dirección Nacional de Innovación Abierta y la Dirección de Consolidación de Sectores Estratégicos) y la Secretaría de Comercio, todas entidades del ministerio de Economía.
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Visitamos VENG, un gran Escenario de Ciencia.
Fuimos al Centro Espacial Punta Indio, en la localidad de Pipinas.
Este centro espacial de la CONAE es operado por la empresa VENG.
Conocimos cómo es la fabricación de tanques con soldadura por fricción-agitación donde utilizan una herramienta única en Argentina y en la región que permite fabricar el fuselaje de los cohetes del proyecto Tronador.
En pocos minutos nos cuenta las principales características del Paraje La Capetina, que se encuentra cercano al Centro Espacial Punta Indio, y en donde se llevan a cabo los ensayos de motor y los lanzamientos de vehículos experimentales
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Otro video que puede interesar sobre el Centro Espacial Punta Indio
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Argentina gana protagonismo en el mercado mundial de imágenes satelitales
La tecnología de los satélites SAOCOM está llegando a más mercados. La compañía VENG, es la encargada de comercializar las imágenes y, además, está desarrollando el lanzador Tronador II.
A través de la empresa VENG, cuyo accionista mayoritario es la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), Argentina comenzó a exportar, desde el 2020, las imágenes satelitales de los satélites radar SAOCOM 1A y SAOCOM 1B.
Ya se comercializaron más de 2600 imágenes y las perspectivas de la compañía, son alentadoras: “Superamos los 2 millones de dólares de facturación y para 2023 esperamos que las ventas crezcan al menos un 50 % o más y dado este incremento exponencial estamos incorporando valor agregado a esas escenas, desarrollando distintos productos en cooperación con actores del sistema científico y tecnológico nacional", sostuvo Juan Cruz González Allonca, vicepresidente de VENG.
Santiago Cafiero viajó a Turquía: Inversiones en satélites, medicina nuclear y minería
En los primeros días de febrero se firmó en Nueva Delhi, un acuerdo con la empresa de la India, Suhora, especializada en brindar soluciones con análisis geoespacial.
El entendimiento se firmó en la residencia del embajador de Argentina en la India, Hugo Javier Gobbi, y en representación de VENG, el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, Daniel Filmus, rubricó el convenio entre ambas empresas.
“El objetivo de las alianzas comerciales con empresas internacionales para distribución de escenas SAOCOM apunta a penetrar nuevos mercados de una manera rápida y eficiente" explicó Adrián Unger, subgerente de soluciones basadas en Información Satelital de VENG.
El primer acuerdo VENG lo firmó en diciembre de 2020 con la empresa italiana e-GEOS, luego siguieron acuerdos con Bsed (Beijing Smart Earth Digital), de China; Restec (Remote Sensing Technology Center of Japan),de Japón, MDA, de Canadá y con la empresa URSA Space Systems, de Estados Unidos.
Las escenas satelitales radar de los SAOCOM son requeridas, en general, para detección de buques, monitoreo de recursos naturales, monitoreo ambiental, gestión y prevención de desastres, visualización de mapas de ambientes de humedad, detección de fugas de agua potable en zonas urbanas, y detección de manchas de petróleo en el mar y en el océano.
Un mercado global con perspectivas de crecimiento
Según datos publicados en diciembre de 2022 por Euroconsult, empresa internacional de consultoría especializada en el sector espacial y satelital, el mercado global de observación de la Tierra llegará a los 7900 millones de dólares para 2031.Según datos publicados en diciembre de 2022 por Euroconsult, empresa internacional de consultoría especializada en el sector espacial y satelital, el mercado global de observación de la Tierra llegará a los 7900 millones de dólares para 2031. Esto incluye satélites de tipo óptico, infrarrojo, pancromático y radar (este último es el tipo de satélites que conforman la constelación SAOCOM).
Según Euroconsult, este mercado se compone de información satelital sin un uso específico al momento de la ventas, y, por otra parte, por aquella información satelital con valor agregado destinada a verticales de la industria específicos, como puede ser la minería, monitoreo de catástrofes, medio ambiente, industria marítima, entre otras. Mientras el primero generó 1700 millones de dólares en 2021 y se prevé que casi se duplicará en 2031 (2700 millones de dólares), el segundo generó 2800 millones de dólares en 2021 y se prevé que llegará a los 5200 millones de dólares para 2031.
“Nosotros vendemos un tipo de escena de tipo primario que puede tener o no un procesamiento posterior. En general gran parte de nuestras escenas son utilizadas para generar “stacks” interferométricos, series temporales de escenas correspondientes a un mismo lugar, tomadas bajo idénticas condiciones, que permiten detectar cambios en el terreno para el monitoreo de daños en infraestructura, alerta por aludes, explotación minera y petrolera, monitoreo de represas y diques, entre otros usos”, explicó Adrián Unger, subgerente de soluciones basadas en Información Satelital de VENG.
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LeoLabs instalará un nuevo radar en Argentina.
La compañía LeoLabs ha anunciado sus planes para construir un radar en Argentina con el objetivo de mejorar la vigilancia de objetos espaciales en el hemisferio sur.
El radar de banda S, que se ubicará en el archipiélago de Tierra del Fuego y se espera que se complete a finales de este año, permitirá a LeoLabs rastrear objetos en órbita terrestre baja y reducir los riesgos de colisiones espaciales.
“El hemisferio sur no ha estado bien cubierto en materia de seguridad espacial y conocimiento del dominio espacial”, declaró a SpaceNews Dan Ceperley, Director General de LeoLabs. “Hay muchas conjunciones cerca del Polo Norte y del Polo Sur. Este radar supondrá una mejora muy significativa en el seguimiento de esas conjunciones.”
Reducir el riesgo espacial
A pesar de que LeoLabs ya cuenta con radares phased array en Alaska, Australia, las Azores, Nueva Zelanda, Texas y Costa Rica para rastrear objetos en órbita terrestre baja, el hemisferio sur ha sido tradicionalmente una región poco cubierta en términos de seguridad espacial.La creciente cantidad de satélites y desechos en órbita, especialmente en latitudes superiores a 60 grados, ha llevado a una mayor necesidad de seguimiento en esta zona del planeta, y la instalación de un radar en Argentina permitirá a LeoLabs obtener múltiples vistas diarias de los objetos espaciales individuales.
El nuevo radar en Tierra del Fuego también permitirá a LeoLabs monitorear conjunciones de alto riesgo, ya que muchas de ellas ocurren cerca de los polos de la Tierra. Según el Director General de LeoLabs, Dan Ceperley, la capacidad de monitorear con frecuencia los satélites es fundamental para mejorar la seguridad espacial, y la adición del radar en Argentina contribuirá significativamente a esta tarea.
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LeoLabs instalará un nuevo radar en Argentina
Por Alejo Sanchez Piccat- 13/03/20230La compañía LeoLabs ha anunciado sus planes para construir un radar en Argentina con el objetivo de mejorar la vigilancia de objetos espaciales en el hemisferio sur.
El radar de banda S, que se ubicará en el archipiélago de Tierra del Fuego y se espera que se complete a finales de este año, permitirá a LeoLabs rastrear objetos en órbita terrestre baja y reducir los riesgos de colisiones espaciales.
“El hemisferio sur no ha estado bien cubierto en materia de seguridad espacial y conocimiento del dominio espacial”, declaró a SpaceNews Dan Ceperley, Director General de LeoLabs. “Hay muchas conjunciones cerca del Polo Norte y del Polo Sur. Este radar supondrá una mejora muy significativa en el seguimiento de esas conjunciones.”
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Todos en Argetina están instalando esta alarma
MÁS INFORMACIÓNReducir el riesgo espacial
A pesar de que LeoLabs ya cuenta con radares phased array en Alaska, Australia, las Azores, Nueva Zelanda, Texas y Costa Rica para rastrear objetos en órbita terrestre baja, el hemisferio sur ha sido tradicionalmente una región poco cubierta en términos de seguridad espacial.La creciente cantidad de satélites y desechos en órbita, especialmente en latitudes superiores a 60 grados, ha llevado a una mayor necesidad de seguimiento en esta zona del planeta, y la instalación de un radar en Argentina permitirá a LeoLabs obtener múltiples vistas diarias de los objetos espaciales individuales.
El nuevo radar en Tierra del Fuego también permitirá a LeoLabs monitorear conjunciones de alto riesgo, ya que muchas de ellas ocurren cerca de los polos de la Tierra. Según el Director General de LeoLabs, Dan Ceperley, la capacidad de monitorear con frecuencia los satélites es fundamental para mejorar la seguridad espacial, y la adición del radar en Argentina contribuirá significativamente a esta tarea.
Trabajar con Argentina
“Es un privilegio construir este sitio de radar en Argentina y contribuir a la historia de la exploración y administración espacial de este país”, dijo Ceperley en un comunicado. “Estamos comprometidos con nuestros socios en Argentina y estamos ansiosos por ayudar a apoyar la industria espacial aquí y en América del Sur en general”.Jorge Argüello, embajador de Argentina en Estados Unidos, dijo en un comunicado: “Nuestro sector espacial es muy valorado y la interacción de los expertos de LeoLabs con nuestros ingenieros ha sido virtuosa y enriquecedora. Es muy importante abordar la cuestión de la sostenibilidad en el sector espacial, y este radar contribuye a ello.”
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@pepinillo todos tranquilo con esto no?
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La fábrica de aviones que desde Mendoza se proyecta a toda la región.
Es una de las pocas en pleno funcionamiento que hay en el país. Ensambla aviones de menos de 5000 kilos, que se venden a las escuelas de pilotos hoy en auge. Pronto comenzarán a hacer las alas que hoy vienen de Italia. La historia de una empresa familiar que dio el salto y pudo volar.El hangar y la pista es lo primero que se distingue cuando uno ingresa al predio de 50 hectáreas de verde y cielo que forman parte de la fábrica de aviones Aerotec Argentina. Se ubica en el departamento Rivadavia y ensambla partes hechas en Italia para armar aviones, que se enmarcan en la aviación general, que tienen un peso máximo de 5200 kilos al despegue.
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Pintura, alas, hélices, motores de última generación e infinidad de cables, cablecitos y pantallas forman parte de la línea de producción. Las 25 personas que aquí trabajan se concentran para cumplir con los protocolos de Aerotec y los exigidos por la fábrica italiana Construzione Aeronautiche Tecnam, que es la que produce todas las partes.
No obstante, pronto se comenzarán a hacer acá las alas que hoy llegan desde Italia. “Al mismo tiempo que se mantiene la identidad del diseño italiano, se profundizará el impacto del componente de valor y origen nacional “, destacó Diego Cardama, presidente de Aerotec. Hoy la empresa emplea 80 personas en sus distintas unidades de negocios.
Aerotec es una de las pocas fábricas de aviones en funcionamiento pleno que hay en Argentina. Desde que comenzó la sociedad con los italianos se han entregado más de 150 aviones y después de la pandemia se incrementó la demanda, en parte debido al impulso de las escuelas de vuelo.
Es que por los costos en dólares, llegan al país personas de todo el mundo hispanohablante para formarse ya que es el paso previo para el ingreso en las aerolíneas comerciales en donde hay escasez de pilotos.
Tecnología de última generación
Los aviones tienen valores que parten de los 135.000 euros y llegan a los 2,5 millones de euros. Este es el más grande, que puede trasladar a 11 personas y adaptarse relativamente fácil a distintos usos. Los más pedidos son los biplaza. Aunque los distintos modelos tienen su característica y diseño, en general los aviones poseen una autonomía promedio de cuatro horas y media y una velocidad de unos 222 kilómetros por hora (120 nudos).El peso máximo para el despegue es de unos 600 kilos mientras que el consumo promedio de combustible es similar al de un auto: en promedio 15 litros en una hora de vuelo. Si vuela a 180 km/h en una hora gasta 15 litros en recorrer esos 180 kilómetros, o sea, que con un litro de nafta vuela 12 kilómetros. Todos los aviones tienen tecnología de última generación, no hay nada analógico sino pantallas táctiles y digitalización
El motor es austríaco (Rotax) y se caracteriza por la eficiencia debido, entre otras cosas, a su liviandad. “El avión que sale de esta fábrica es exactamente igual al que produce Tecnam en Italia”, destacó Mario Cardama, gerente de Operaciones de Aerotec.
En la aviación todo se mide en horas. De este modo, el tiempo que se demora en hacer un avión desde que comienza el proceso hasta que termina oscila entre las 400 y las 800 horas. La finalización también implica la obtención de las habilitaciones, permisos y pruebas requeridas por la ANAC, que es la autoridad de aplicación. El plazo de entrega, en tanto, va de los cuatro a los seis meses y tiene demoras por las restricciones a la importación y el cuello de botella que provocó la pandemia y que recién comienza a normalizarse.
Aunque para este tipo de emprendimientos no debería haber trabas para importar, en la práctica no siempre es así.Ese es uno de los desafíos de producir en el país”, expresó Diego Cardama. Por esto y por las ventajas comparativas que hoy tiene la región en cuanto a costos las alas comenzarán a fabricarse acá con el impacto económico que eso traerá.
Trabajo de precisión
Dados los plazos existentes, la modalidad de trabajo de Aerotec es una suerte de mezcla entre los encargos a pedido y la fabricación por su cuenta para tener disponibilidad y no demorar un año en la entrega, que es lo que pasaría si solo se manejaran con la primera modalidad. La línea de producción arranca cuando se desarman las partes que llegan en contenedores desde Italia –en barco hasta Rosario y en camión hasta Rivadavia.Aquí comienza la parte de pintura de terminación y sellado del avión. El básico es el blanco, pero también se puede elegir plateado o diseños personalizados, como muchos clientes piden. Una vez que se pasa a la "parte limpia", comienza una tarea que requiere de la máxima precisión. Se trata de la instalación del motor y su vinculación con los comandos de cabina. “Es un trabajo artesanal”, definió el ingeniero Diego Rodríguez, gerente de Calidad de Aerotec y Responsable Técnico de los aviones que se ensamblan en la planta.
En esta etapa se siguen al pie de la letra las indicaciones de Tecnam ya que el avión que sale de Rivadavia es exactamente igual al que se fabrica en Italia. Luego de que cada cable está en su lugar, se suman los aparatos tecnológicos de cabina y los asientos de cuero con una confortabilidad similar a la de un vehículo. En la última parte, se ensamblan la hélice y las alas que pueden ir altas o bajas según el gusto de quien lo piloteará.
Horas de vuelo
El espacio donde se ensamblan los aviones tiene forma de gallinero, pero ya no quedan rastros de los pollos de la granja avícola que tuvo hace años Mario Cardama padre quien, en 1996 decidió apostar por su pasión por los aviones. Entonces la despuntaba como presidente de los aeroclubes de Rivadavia y San Martín; en el Este de Mendoza y se las transmitió a sus tres hijos.Aerotec nació como una empresa de mantenimiento de aviones generales y, al principio, como una importadora de aeronaves, favorecida por la convertibilidad de ese momento. Con el tiempo, Diego, Mario y José se hicieron cargo de la empresa y entre los tres la hicieron crecer.
Entre 2010 y 2013 se contactaron con Tecnam -con 75 años de trayectoria- para comenzar a vender los aviones pero, cuando se cerraron las importaciones le ofrecieron a los italianos la modalidad de ensamblarlos aquí. Algo que al principio les pareció extraño y hasta una locura se convirtió en una fructífera sociedad comercial que en octubre de 2015 vendió sus primeros dos aviones.
La fábrica no es la única unidad de negocios de Aerotec. De hecho, nació como una empresa de mantenimiento de aviones, algo que hasta el día de hoy realizan. No solo de los propios, sino también de los fabricados por otros. Este servicio ha llevado a la empresa a tener un hangar en San Fernando (Buenos Aires) y a abrir en breve otro en Alta Gracia, Córdoba. Es que la mayor demanda está en esa zona y es una manera de agilizar los tiempos para sus clientes.
Otra de las unidades de negocio tiene que ver con el trabajo aéreo y es el que realiza Aerotec con sus propios aviones en tareas de siembra de mosca y prevención de plagas como la Lobesia Botrana. Aquí se destaca el servicio que opera en Chile para el control y prevención de incendios, con un total de cinco aviones de dos tipos. Uno más pequeño que trabaja con cámaras que sirven para anticipar posibles atentados pirómanos, comunes en el país vecino. El objetivo es detectarlos lo antes posible para, con el otro avión, llevar el agua.
Mario Cardama es quien más tiempo pasa arriba y al lado de los aviones. También es el director de la escuela de vuelo que allí funciona. Sus travesías son legendarias así como sus anécdotas; muchas de ellas compartidas con sus propios hijos, que también llevan el vuelo en las venas. Además, los Cardama tienen uno de los globos más grandes destinados al turismo, pero esa es otra historia.
MDZ Online
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ORBITH seleccionó a ARSAT para ampliar su cobertura satelital en Argentina.
Orbith ha elegido a ARSAT para ampliar su cobertura satelital en banda Ka en todo el país.
“Somos una empresa de capitales argentinos fundada en 2017 con el objetivo de reducir la brecha de calidad y costos que existe entre los servicios de internet de las zonas urbanas y rurales. Fuimos pioneros en el uso de satélites de alta capacidad en el país, brindando velocidades que alcanzan los 200 megabits por segundo en zonas alejadas de los centros urbanos”, afirmó Pablo Mosiul, CEO y Fundador de ORBITH.
Buscando el servicio de banda ancha satelital de alta calidad a lo largo y ancho del país, en junio de 2022 Arsat había anunciado la incorporación de la capacidad de banda Ka del satélite geoestacionario de alto rendimiento SES-17.
“A través de esta inversión vamos a tener acceso a gran parte de la capacidad del SES-17 para ampliar nuestra actual cobertura y ofrecer servicios de conectividad de alta calidad en todo el territorio nacional, tanto a hogares como a empresas”, destacó Agustín Lebrero, Director de Marketing y Comercial de ORBITH. “Planeamos extender la cobertura del servicio en dos etapas: la primera comenzó en marzo de 2023 y comprende a las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos y Córdoba; Neuquén, Río Negro, La Pampa y Mendoza; y esperamos a partir del mes de junio tener cobertura en todo el territorio nacional. Además de ofrecer servicios de forma directa, estamos generando alianzas con ISPs y Cooperativas de todo el país para que puedan desarrollar un negocio de internet satelital rentable y escalable en sus zonas de influencia, sin necesidad de inversiones en infraestructura y con un modelo de negocios totalmente variable”.
Luego de la rúbrica del convenio, Facundo Leal, presidente de Arsat, comentó: “Este vínculo con Orbith nos permite dar un paso más para lograr nuestra misión social: brindar conectividad de alta velocidad para achicar la brecha digital en todo el país”.
Por su parte, Guillermo Rus, vicepresidente de Arsat, agregó: “Este acuerdo alcanzado con Orbith permite poner a disposición de la población el servicio de banda ancha satelital de alta velocidad en todo el territorio nacional continental, imprescindible para todos aquellos hogares donde la infraestructura de comunicaciones terrestre es inexistente o inadecuada para los servicios de banda ancha”.
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Aloft: así es el programa piloto de la Conae para poner nanosatélites que vuelen en órbita acompañados por otros
La Conae trabaja en una nueva misión satelital de arquitectura segmentada llamada Aloft, que consistirá en un conjunto de pequeños satélites que compartirán recursos e instrumentos. Entre 2025 y 2026 se lanzarán dos de ellos para realizar las primeras pruebas de funcionamiento en el espacio
La Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae) trabaja en el desarrollo de dos nanosatélites (de unos 20 por 30 por 10 centímetros) que funcionarán como demostradores tecnológicos para probar la comunicación entre los satélites y la posibilidad de volar uno en relación al otro. La misión, llamada Aloft (tecnología de vuelo autónomo en formación de órbita baja, en inglés) también incluirá como carga útil un instrumento receptor multiconstelación para navegación con diferentes sistemas de geoposicionamiento como el GPS, Glonass y Galileo, que está siendo desarrollado por la Universidad Nacional de La Plata.
Tradicionalmente, los satélites son herramientas muy complejas con diferentes subsistemas. Por ejemplo, un satélite que toma imágenes ópticas debe tener cámaras, un centro de procesamiento y otro de transmisión a la Tierra, además de sus sistemas de navegación y de manejo de energía. Este tipo de satélites conlleva el riesgo de que si uno de estos sistemas falla, todo el satélite puede quedar inutilizado, ya que una vez en órbita no hay partes que se puedan reparar, reemplazar o actualizar.
Por eso es que la idea de poner en órbita constelaciones de satélites fue ganando espacio en este sector, ya que las funciones de cada uno de estos subsistemas puede ser desempeñada por un satélite independiente que se comunique con los demás. Por ejemplo, puede haber un satélite que solo tenga una cámara y se comunique con otro que haga el procesamiento de las imágenes, y que este a su vez lo haga con otro que las transmita a la estación terrena. Además, la nueva tecnología de sistemas satelitales distribuidos en vuelo permite adquirir datos en forma simultánea de una misma escena en Tierra desde múltiples puntos de vista. En este tipo de constelaciones satelitales, cada uno tiene diferentes necesidades de potencia, vida útil y funciones, por lo que harán que la misión pueda ahorrar en costos y ganar en eficiencia con respecto al esquema tradicional.
También surgen nuevas funciones a partir de este concepto, también conocido como enjambre, en el que varios satélites con cámara o con radar operan a poca distancia uno del otro para tomar imágenes de la Tierra, para hacer interferometría (mediciones de radar para hacer un mapeo 3D de una estructura y ver si hay cambios en su forma a través del tiempo) o para brindar servicios de comunicaciones. Además, la constelación se puede actualizar lanzando un nuevo satélite que amplíe las capacidades del conjunto, ya sea de procesamiento, una nueva cámara o una antena de comunicación con la Tierra de mayor potencia. Y cada una de estas funciones se agrega con un porcentaje mínimo del presupuesto que conllevaría la puesta en órbita de un nuevo satélite completo.
Esta etapa inicial del proyecto Aloft de la Conae tiene el carácter de una demostración tecnológica, por lo que tendrá bajo costo y un tiempo corto de desarrollo. En cuanto a los plazos, se espera que entre 2025 y 2026 ya puedan estar ambos satélites volando y comunicándose entre sí a una altura de unos 600 kilómetros de la superficie de la Tierra y a pocos kilómetros entre sí.
Muchos de los componentes de estos satélites no estarán hechos a medida, sino que se consiguen en el mercado. Leonardo Comes, gerente de Gestión Tecnológica de la Conae, le dijo a TSS: “No podemos probar todos los componentes que querríamos en una sola misión porque si algo no funciona después no sabés muy bien qué parte del conjunto es la que no te funciona. Hay ciertos componentes que van a ser off the shelf (productos que se consiguen en el mercado, no a medida) y lo que sí queremos probar son los algoritmos”.
También se espera que la misión pueda poner a prueba los sistemas de comunicación entre satélites y el vuelo de un satélite en relación al otro, así como su correcta orientación con respecto a la Tierra, para lo que cuentan con micropropulsores.
“Para poder pensar en tener constelaciones de satélites primero tenemos que dominar el vuelo de un satélite en relación a otro y la comunicación intersatelital. Esas funcionalidades básicas son las que queremos probar. Es muy fácil decirlo, pero son tecnologías muy complejas que queremos dominar”, dijo Comes.
Este proyecto también es parte de la serie SARE, de arquitectura satelital segmentada, que busca crear enjambres de satélites inteligentes que pesen entre 75 y 210 kilos y puedan ser lanzados por el lanzador Tronador II, que se encuentra en desarrollo.
“Al ser satélites más pequeños se reduce todo el costo del proyecto e incluso pueden lanzarse como piggy back, usando el espacio disponible de lanzadores que lleven como carga principal un satélite más grande”, explicó Comes.
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Esto si que es estar a la vanguardia de las comunicaciones espaciales...
¿Una radio taxi argentina se filtró en la Estación Espacial de la NASA?
¿Cómo es posible? El insólito episodio se registró en momentos en que la estación se encontraba a la altura de nuestro país.
Un hecho insólito sorprendió en las redes sociales, cuando el periodista y fotógrafo Manuel Mazzanti, quien cubre el programa espacial desde hace más de 13 años, publicó en su cuenta de Twitter un video en el que se escucha lo que pareciera ser una radio taxi argentina o un servicio de delivery durante la transmisión de una caminata espacial en la Estación Espacial Internacional.
En el video muestra el momento en que la transmisión de la caminata espacial se interrumpe por lo que pareciera ser una conversación de una radio taxi. Se escucha claramente "¿150 dijiste, de Irigoyen?", en español rioplatense.