Desarrollo Aeroespacial Argentino
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LeoLabs instalará un nuevo radar en Argentina.
La compañía LeoLabs ha anunciado sus planes para construir un radar en Argentina con el objetivo de mejorar la vigilancia de objetos espaciales en el hemisferio sur.
El radar de banda S, que se ubicará en el archipiélago de Tierra del Fuego y se espera que se complete a finales de este año, permitirá a LeoLabs rastrear objetos en órbita terrestre baja y reducir los riesgos de colisiones espaciales.
“El hemisferio sur no ha estado bien cubierto en materia de seguridad espacial y conocimiento del dominio espacial”, declaró a SpaceNews Dan Ceperley, Director General de LeoLabs. “Hay muchas conjunciones cerca del Polo Norte y del Polo Sur. Este radar supondrá una mejora muy significativa en el seguimiento de esas conjunciones.”
Reducir el riesgo espacial
A pesar de que LeoLabs ya cuenta con radares phased array en Alaska, Australia, las Azores, Nueva Zelanda, Texas y Costa Rica para rastrear objetos en órbita terrestre baja, el hemisferio sur ha sido tradicionalmente una región poco cubierta en términos de seguridad espacial.La creciente cantidad de satélites y desechos en órbita, especialmente en latitudes superiores a 60 grados, ha llevado a una mayor necesidad de seguimiento en esta zona del planeta, y la instalación de un radar en Argentina permitirá a LeoLabs obtener múltiples vistas diarias de los objetos espaciales individuales.
El nuevo radar en Tierra del Fuego también permitirá a LeoLabs monitorear conjunciones de alto riesgo, ya que muchas de ellas ocurren cerca de los polos de la Tierra. Según el Director General de LeoLabs, Dan Ceperley, la capacidad de monitorear con frecuencia los satélites es fundamental para mejorar la seguridad espacial, y la adición del radar en Argentina contribuirá significativamente a esta tarea.
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LeoLabs instalará un nuevo radar en Argentina
Por Alejo Sanchez Piccat- 13/03/20230La compañía LeoLabs ha anunciado sus planes para construir un radar en Argentina con el objetivo de mejorar la vigilancia de objetos espaciales en el hemisferio sur.
El radar de banda S, que se ubicará en el archipiélago de Tierra del Fuego y se espera que se complete a finales de este año, permitirá a LeoLabs rastrear objetos en órbita terrestre baja y reducir los riesgos de colisiones espaciales.
“El hemisferio sur no ha estado bien cubierto en materia de seguridad espacial y conocimiento del dominio espacial”, declaró a SpaceNews Dan Ceperley, Director General de LeoLabs. “Hay muchas conjunciones cerca del Polo Norte y del Polo Sur. Este radar supondrá una mejora muy significativa en el seguimiento de esas conjunciones.”
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Todos en Argetina están instalando esta alarma
MÁS INFORMACIÓNReducir el riesgo espacial
A pesar de que LeoLabs ya cuenta con radares phased array en Alaska, Australia, las Azores, Nueva Zelanda, Texas y Costa Rica para rastrear objetos en órbita terrestre baja, el hemisferio sur ha sido tradicionalmente una región poco cubierta en términos de seguridad espacial.La creciente cantidad de satélites y desechos en órbita, especialmente en latitudes superiores a 60 grados, ha llevado a una mayor necesidad de seguimiento en esta zona del planeta, y la instalación de un radar en Argentina permitirá a LeoLabs obtener múltiples vistas diarias de los objetos espaciales individuales.
El nuevo radar en Tierra del Fuego también permitirá a LeoLabs monitorear conjunciones de alto riesgo, ya que muchas de ellas ocurren cerca de los polos de la Tierra. Según el Director General de LeoLabs, Dan Ceperley, la capacidad de monitorear con frecuencia los satélites es fundamental para mejorar la seguridad espacial, y la adición del radar en Argentina contribuirá significativamente a esta tarea.
Trabajar con Argentina
“Es un privilegio construir este sitio de radar en Argentina y contribuir a la historia de la exploración y administración espacial de este país”, dijo Ceperley en un comunicado. “Estamos comprometidos con nuestros socios en Argentina y estamos ansiosos por ayudar a apoyar la industria espacial aquí y en América del Sur en general”.Jorge Argüello, embajador de Argentina en Estados Unidos, dijo en un comunicado: “Nuestro sector espacial es muy valorado y la interacción de los expertos de LeoLabs con nuestros ingenieros ha sido virtuosa y enriquecedora. Es muy importante abordar la cuestión de la sostenibilidad en el sector espacial, y este radar contribuye a ello.”
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@pepinillo todos tranquilo con esto no?
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La fábrica de aviones que desde Mendoza se proyecta a toda la región.
Es una de las pocas en pleno funcionamiento que hay en el país. Ensambla aviones de menos de 5000 kilos, que se venden a las escuelas de pilotos hoy en auge. Pronto comenzarán a hacer las alas que hoy vienen de Italia. La historia de una empresa familiar que dio el salto y pudo volar.El hangar y la pista es lo primero que se distingue cuando uno ingresa al predio de 50 hectáreas de verde y cielo que forman parte de la fábrica de aviones Aerotec Argentina. Se ubica en el departamento Rivadavia y ensambla partes hechas en Italia para armar aviones, que se enmarcan en la aviación general, que tienen un peso máximo de 5200 kilos al despegue.
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Pintura, alas, hélices, motores de última generación e infinidad de cables, cablecitos y pantallas forman parte de la línea de producción. Las 25 personas que aquí trabajan se concentran para cumplir con los protocolos de Aerotec y los exigidos por la fábrica italiana Construzione Aeronautiche Tecnam, que es la que produce todas las partes.
No obstante, pronto se comenzarán a hacer acá las alas que hoy llegan desde Italia. “Al mismo tiempo que se mantiene la identidad del diseño italiano, se profundizará el impacto del componente de valor y origen nacional “, destacó Diego Cardama, presidente de Aerotec. Hoy la empresa emplea 80 personas en sus distintas unidades de negocios.
Aerotec es una de las pocas fábricas de aviones en funcionamiento pleno que hay en Argentina. Desde que comenzó la sociedad con los italianos se han entregado más de 150 aviones y después de la pandemia se incrementó la demanda, en parte debido al impulso de las escuelas de vuelo.
Es que por los costos en dólares, llegan al país personas de todo el mundo hispanohablante para formarse ya que es el paso previo para el ingreso en las aerolíneas comerciales en donde hay escasez de pilotos.
Tecnología de última generación
Los aviones tienen valores que parten de los 135.000 euros y llegan a los 2,5 millones de euros. Este es el más grande, que puede trasladar a 11 personas y adaptarse relativamente fácil a distintos usos. Los más pedidos son los biplaza. Aunque los distintos modelos tienen su característica y diseño, en general los aviones poseen una autonomía promedio de cuatro horas y media y una velocidad de unos 222 kilómetros por hora (120 nudos).El peso máximo para el despegue es de unos 600 kilos mientras que el consumo promedio de combustible es similar al de un auto: en promedio 15 litros en una hora de vuelo. Si vuela a 180 km/h en una hora gasta 15 litros en recorrer esos 180 kilómetros, o sea, que con un litro de nafta vuela 12 kilómetros. Todos los aviones tienen tecnología de última generación, no hay nada analógico sino pantallas táctiles y digitalización
El motor es austríaco (Rotax) y se caracteriza por la eficiencia debido, entre otras cosas, a su liviandad. “El avión que sale de esta fábrica es exactamente igual al que produce Tecnam en Italia”, destacó Mario Cardama, gerente de Operaciones de Aerotec.
En la aviación todo se mide en horas. De este modo, el tiempo que se demora en hacer un avión desde que comienza el proceso hasta que termina oscila entre las 400 y las 800 horas. La finalización también implica la obtención de las habilitaciones, permisos y pruebas requeridas por la ANAC, que es la autoridad de aplicación. El plazo de entrega, en tanto, va de los cuatro a los seis meses y tiene demoras por las restricciones a la importación y el cuello de botella que provocó la pandemia y que recién comienza a normalizarse.
Aunque para este tipo de emprendimientos no debería haber trabas para importar, en la práctica no siempre es así.Ese es uno de los desafíos de producir en el país”, expresó Diego Cardama. Por esto y por las ventajas comparativas que hoy tiene la región en cuanto a costos las alas comenzarán a fabricarse acá con el impacto económico que eso traerá.
Trabajo de precisión
Dados los plazos existentes, la modalidad de trabajo de Aerotec es una suerte de mezcla entre los encargos a pedido y la fabricación por su cuenta para tener disponibilidad y no demorar un año en la entrega, que es lo que pasaría si solo se manejaran con la primera modalidad. La línea de producción arranca cuando se desarman las partes que llegan en contenedores desde Italia –en barco hasta Rosario y en camión hasta Rivadavia.Aquí comienza la parte de pintura de terminación y sellado del avión. El básico es el blanco, pero también se puede elegir plateado o diseños personalizados, como muchos clientes piden. Una vez que se pasa a la "parte limpia", comienza una tarea que requiere de la máxima precisión. Se trata de la instalación del motor y su vinculación con los comandos de cabina. “Es un trabajo artesanal”, definió el ingeniero Diego Rodríguez, gerente de Calidad de Aerotec y Responsable Técnico de los aviones que se ensamblan en la planta.
En esta etapa se siguen al pie de la letra las indicaciones de Tecnam ya que el avión que sale de Rivadavia es exactamente igual al que se fabrica en Italia. Luego de que cada cable está en su lugar, se suman los aparatos tecnológicos de cabina y los asientos de cuero con una confortabilidad similar a la de un vehículo. En la última parte, se ensamblan la hélice y las alas que pueden ir altas o bajas según el gusto de quien lo piloteará.
Horas de vuelo
El espacio donde se ensamblan los aviones tiene forma de gallinero, pero ya no quedan rastros de los pollos de la granja avícola que tuvo hace años Mario Cardama padre quien, en 1996 decidió apostar por su pasión por los aviones. Entonces la despuntaba como presidente de los aeroclubes de Rivadavia y San Martín; en el Este de Mendoza y se las transmitió a sus tres hijos.Aerotec nació como una empresa de mantenimiento de aviones generales y, al principio, como una importadora de aeronaves, favorecida por la convertibilidad de ese momento. Con el tiempo, Diego, Mario y José se hicieron cargo de la empresa y entre los tres la hicieron crecer.
Entre 2010 y 2013 se contactaron con Tecnam -con 75 años de trayectoria- para comenzar a vender los aviones pero, cuando se cerraron las importaciones le ofrecieron a los italianos la modalidad de ensamblarlos aquí. Algo que al principio les pareció extraño y hasta una locura se convirtió en una fructífera sociedad comercial que en octubre de 2015 vendió sus primeros dos aviones.
La fábrica no es la única unidad de negocios de Aerotec. De hecho, nació como una empresa de mantenimiento de aviones, algo que hasta el día de hoy realizan. No solo de los propios, sino también de los fabricados por otros. Este servicio ha llevado a la empresa a tener un hangar en San Fernando (Buenos Aires) y a abrir en breve otro en Alta Gracia, Córdoba. Es que la mayor demanda está en esa zona y es una manera de agilizar los tiempos para sus clientes.
Otra de las unidades de negocio tiene que ver con el trabajo aéreo y es el que realiza Aerotec con sus propios aviones en tareas de siembra de mosca y prevención de plagas como la Lobesia Botrana. Aquí se destaca el servicio que opera en Chile para el control y prevención de incendios, con un total de cinco aviones de dos tipos. Uno más pequeño que trabaja con cámaras que sirven para anticipar posibles atentados pirómanos, comunes en el país vecino. El objetivo es detectarlos lo antes posible para, con el otro avión, llevar el agua.
Mario Cardama es quien más tiempo pasa arriba y al lado de los aviones. También es el director de la escuela de vuelo que allí funciona. Sus travesías son legendarias así como sus anécdotas; muchas de ellas compartidas con sus propios hijos, que también llevan el vuelo en las venas. Además, los Cardama tienen uno de los globos más grandes destinados al turismo, pero esa es otra historia.
MDZ Online
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ORBITH seleccionó a ARSAT para ampliar su cobertura satelital en Argentina.
Orbith ha elegido a ARSAT para ampliar su cobertura satelital en banda Ka en todo el país.
“Somos una empresa de capitales argentinos fundada en 2017 con el objetivo de reducir la brecha de calidad y costos que existe entre los servicios de internet de las zonas urbanas y rurales. Fuimos pioneros en el uso de satélites de alta capacidad en el país, brindando velocidades que alcanzan los 200 megabits por segundo en zonas alejadas de los centros urbanos”, afirmó Pablo Mosiul, CEO y Fundador de ORBITH.
Buscando el servicio de banda ancha satelital de alta calidad a lo largo y ancho del país, en junio de 2022 Arsat había anunciado la incorporación de la capacidad de banda Ka del satélite geoestacionario de alto rendimiento SES-17.
“A través de esta inversión vamos a tener acceso a gran parte de la capacidad del SES-17 para ampliar nuestra actual cobertura y ofrecer servicios de conectividad de alta calidad en todo el territorio nacional, tanto a hogares como a empresas”, destacó Agustín Lebrero, Director de Marketing y Comercial de ORBITH. “Planeamos extender la cobertura del servicio en dos etapas: la primera comenzó en marzo de 2023 y comprende a las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos y Córdoba; Neuquén, Río Negro, La Pampa y Mendoza; y esperamos a partir del mes de junio tener cobertura en todo el territorio nacional. Además de ofrecer servicios de forma directa, estamos generando alianzas con ISPs y Cooperativas de todo el país para que puedan desarrollar un negocio de internet satelital rentable y escalable en sus zonas de influencia, sin necesidad de inversiones en infraestructura y con un modelo de negocios totalmente variable”.
Luego de la rúbrica del convenio, Facundo Leal, presidente de Arsat, comentó: “Este vínculo con Orbith nos permite dar un paso más para lograr nuestra misión social: brindar conectividad de alta velocidad para achicar la brecha digital en todo el país”.
Por su parte, Guillermo Rus, vicepresidente de Arsat, agregó: “Este acuerdo alcanzado con Orbith permite poner a disposición de la población el servicio de banda ancha satelital de alta velocidad en todo el territorio nacional continental, imprescindible para todos aquellos hogares donde la infraestructura de comunicaciones terrestre es inexistente o inadecuada para los servicios de banda ancha”.
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Aloft: así es el programa piloto de la Conae para poner nanosatélites que vuelen en órbita acompañados por otros
La Conae trabaja en una nueva misión satelital de arquitectura segmentada llamada Aloft, que consistirá en un conjunto de pequeños satélites que compartirán recursos e instrumentos. Entre 2025 y 2026 se lanzarán dos de ellos para realizar las primeras pruebas de funcionamiento en el espacio
La Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae) trabaja en el desarrollo de dos nanosatélites (de unos 20 por 30 por 10 centímetros) que funcionarán como demostradores tecnológicos para probar la comunicación entre los satélites y la posibilidad de volar uno en relación al otro. La misión, llamada Aloft (tecnología de vuelo autónomo en formación de órbita baja, en inglés) también incluirá como carga útil un instrumento receptor multiconstelación para navegación con diferentes sistemas de geoposicionamiento como el GPS, Glonass y Galileo, que está siendo desarrollado por la Universidad Nacional de La Plata.
Tradicionalmente, los satélites son herramientas muy complejas con diferentes subsistemas. Por ejemplo, un satélite que toma imágenes ópticas debe tener cámaras, un centro de procesamiento y otro de transmisión a la Tierra, además de sus sistemas de navegación y de manejo de energía. Este tipo de satélites conlleva el riesgo de que si uno de estos sistemas falla, todo el satélite puede quedar inutilizado, ya que una vez en órbita no hay partes que se puedan reparar, reemplazar o actualizar.
Por eso es que la idea de poner en órbita constelaciones de satélites fue ganando espacio en este sector, ya que las funciones de cada uno de estos subsistemas puede ser desempeñada por un satélite independiente que se comunique con los demás. Por ejemplo, puede haber un satélite que solo tenga una cámara y se comunique con otro que haga el procesamiento de las imágenes, y que este a su vez lo haga con otro que las transmita a la estación terrena. Además, la nueva tecnología de sistemas satelitales distribuidos en vuelo permite adquirir datos en forma simultánea de una misma escena en Tierra desde múltiples puntos de vista. En este tipo de constelaciones satelitales, cada uno tiene diferentes necesidades de potencia, vida útil y funciones, por lo que harán que la misión pueda ahorrar en costos y ganar en eficiencia con respecto al esquema tradicional.
También surgen nuevas funciones a partir de este concepto, también conocido como enjambre, en el que varios satélites con cámara o con radar operan a poca distancia uno del otro para tomar imágenes de la Tierra, para hacer interferometría (mediciones de radar para hacer un mapeo 3D de una estructura y ver si hay cambios en su forma a través del tiempo) o para brindar servicios de comunicaciones. Además, la constelación se puede actualizar lanzando un nuevo satélite que amplíe las capacidades del conjunto, ya sea de procesamiento, una nueva cámara o una antena de comunicación con la Tierra de mayor potencia. Y cada una de estas funciones se agrega con un porcentaje mínimo del presupuesto que conllevaría la puesta en órbita de un nuevo satélite completo.
Esta etapa inicial del proyecto Aloft de la Conae tiene el carácter de una demostración tecnológica, por lo que tendrá bajo costo y un tiempo corto de desarrollo. En cuanto a los plazos, se espera que entre 2025 y 2026 ya puedan estar ambos satélites volando y comunicándose entre sí a una altura de unos 600 kilómetros de la superficie de la Tierra y a pocos kilómetros entre sí.
Muchos de los componentes de estos satélites no estarán hechos a medida, sino que se consiguen en el mercado. Leonardo Comes, gerente de Gestión Tecnológica de la Conae, le dijo a TSS: “No podemos probar todos los componentes que querríamos en una sola misión porque si algo no funciona después no sabés muy bien qué parte del conjunto es la que no te funciona. Hay ciertos componentes que van a ser off the shelf (productos que se consiguen en el mercado, no a medida) y lo que sí queremos probar son los algoritmos”.
También se espera que la misión pueda poner a prueba los sistemas de comunicación entre satélites y el vuelo de un satélite en relación al otro, así como su correcta orientación con respecto a la Tierra, para lo que cuentan con micropropulsores.
“Para poder pensar en tener constelaciones de satélites primero tenemos que dominar el vuelo de un satélite en relación a otro y la comunicación intersatelital. Esas funcionalidades básicas son las que queremos probar. Es muy fácil decirlo, pero son tecnologías muy complejas que queremos dominar”, dijo Comes.
Este proyecto también es parte de la serie SARE, de arquitectura satelital segmentada, que busca crear enjambres de satélites inteligentes que pesen entre 75 y 210 kilos y puedan ser lanzados por el lanzador Tronador II, que se encuentra en desarrollo.
“Al ser satélites más pequeños se reduce todo el costo del proyecto e incluso pueden lanzarse como piggy back, usando el espacio disponible de lanzadores que lleven como carga principal un satélite más grande”, explicó Comes.
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Esto si que es estar a la vanguardia de las comunicaciones espaciales...
¿Una radio taxi argentina se filtró en la Estación Espacial de la NASA?
¿Cómo es posible? El insólito episodio se registró en momentos en que la estación se encontraba a la altura de nuestro país.
Un hecho insólito sorprendió en las redes sociales, cuando el periodista y fotógrafo Manuel Mazzanti, quien cubre el programa espacial desde hace más de 13 años, publicó en su cuenta de Twitter un video en el que se escucha lo que pareciera ser una radio taxi argentina o un servicio de delivery durante la transmisión de una caminata espacial en la Estación Espacial Internacional.
En el video muestra el momento en que la transmisión de la caminata espacial se interrumpe por lo que pareciera ser una conversación de una radio taxi. Se escucha claramente "¿150 dijiste, de Irigoyen?", en español rioplatense.
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VENG@veng_argentina
·Conocé cuáles son, en esta entrevista que le realizó @euge_lop
de la @LigadelaCiencia a Pablo Bidinost, líder del proyecto de fabricación de tanques para cohetes a través de esta técnica.Podes ver la entrevista completa en este link
https://youtu.be/NDGzn09Yd6c -
Ad astra
EMPRENDEDORES
29 ABR 2023
Construirán motores para cohetes espaciales en la Base de Morón
El Parque Industrial Tecnológico Aeronáutico de Morón (PITAM), ubicado en el Aeropuerto Rivadavia, contará con una nueva empresa que está a la vanguardia de la investigación y producción de impulsores para satélites y lanzadores.
El espacio dejó de ser sólo un manto oscuro con estrellas sobre la civilización humana desde el día en que Yuri Gagarin paseó en órbita. Lo propio hicieron Neil Armstrong y sus amigos cuando llegaron a la Luna, pero aún muy pocas naciones tienen presencia más allá de las nubes. Argentina siempre estuvo allí y ahora tendrá, desde Morón, motores para impulsar sus cohetes y satélites.La firma LIA Aeroespace, especializada en la creación de motores cohete, presentó el martes 25 de abril su motor KX11 en las instalaciones de la escuela de vuelo Pro Flight dentro del Parque Industrial Tecnológico Aeronáutico de Morón, ubicado en terrenos del Aeródromo de Morón, y adelantó que será próximamente una nueva habitante del parque industrial de Castelar Sur.
El encendido del motor cohete fue parte de la presentación de la propuesta de la empresa aeroespacial que se destaca por ser una start up que tiene como objetivo desarrollar impulsores respetuosos con el medio ambiento, con el propósito de descarbonizar la economía del espacio. La empresa pionera se especializa en crear impulsores no tóxicos y bi propelentes para lanzadores y satélites
El motor a probar se ubicó en un banco de ensayos y funcionó con peróxido de hidrógeno (agua oxigenada) mezclada con alcohol. Se entregó protección visual a los asistentes para presenciar el hecho y también se contó con la asistencia de Bomberos de Morón, como soporte técnico ante cualquier contingencia. La prueba fue exitosa.
LIA, que significa Laboratorio de Investigación Aeroespacial, lanzó en 2021 el Zonda 1.0 convirtiéndose en la primera compañía en el mundo en lanzar un cohete reutilizable propulsado por biocombustibles.
La presentación del KX11 fue el marco para la firma de un acuerdo de cooperación entre LIA Aerospace y la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), por lo que estuvieron presentes distintas autoridades de la universidad como de la firma y del Municipio de Morón. Entre los presentes estuvieron el Intendente de Morón, Lucas Ghi, el Decano de la UTN, Carlos Salvador, el Presidente de Morón 2020 SAPEM, Augusto Ferreyra Vacis, Gerente Operativo de PITAM, Diego Discoli y el CEO de LIA Aerospace, Dan Etenberg, junto a su equipo técnico y diversos invitados e invitadas.
El Parque Industrial Tecnológico Aeronáutico de Morón es uno de los tres parques industriales del partido y está ubicado en el Aeródromo de Morón Presidente Rivadavia con ingreso por Figueroa Alcorta el 500. Cuenta con más de 40 lotes dispuestos para industrias y todos tienen acceso a calles de rodaje que se dirigen a la pista del aeropuerto. En su interior operan más de 20 escuelas de vuelo, se fabrica un auto eléctrico, distintas industrias y próximamente también habrá desarrollos aeroespaciales.
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Las primeras celdas solares nacionales para misiones espaciales son fabricadas por la CNEA
El Departamento de Energía Solar (DES) de la Comisión Nacional de Energía Atómica desarrolló la primera celda solar nacional de uso espacial con superconductores III-IV en las instalaciones del Centro Atómico Constituyentes (CAC).
16 de mayo de 2023
En el espacio, los satélites artificiales dependen de paneles solares para generar la energía eléctrica necesaria para el funcionamiento de su instrumental. Estos paneles y sus componentes deben ser estables en el tiempo y tienen que resistir la radiación, porque es fundamental que se mantengan operativos mientras dure la misión. En la Argentina, la única que los fabrica es la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), que ahora avanzó un paso más: desarrolló la primera celda solar nacional de uso espacial con superconductores III-IV.La CNEA fabrica paneles solares para satélites artificiales desde 1995. A través de su Departamento de Energía Solar (DES), hizo los de los satélites SAC-A, Aquarius-SAC D y SAOCOM 1A y 1B, lanzados entre 1998 y 2020. También los del SABIA-Mar 1, que será puesto en órbita en 2024. Para construirlos, se utilizaron celdas comerciales. Pero el nuevo proyecto apunta a que la CNEA pueda autoabastecerse de este insumo clave para los paneles con los que ofrece apoyo a las misiones de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales.
“En el ámbito de investigación y desarrollo, en el país se estudian celdas solares de distintos materiales. En nuestro departamento se estudian y fabrican desde hace tiempo celdas solares de silicio y se han investigado también otros materiales. Para las misiones satelitales argentinas se compran las celdas y luego se integran pegando un vidrio frontal protector y soldando los interconectores que conectan eléctricamente los dispositivos entre sí para formar el panel. Ahora el gran avance es que logramos fabricar íntegramente en la CNEA nuestras propias celdas espaciales con un semiconductor III-V, como el arseniuro de galio”, cuenta la física e investigadora del Instituto de Nanociencia y Nanotecnología (CNEA-CONICET) Marcela Barrera, del DES.
Este desarrollo forma parte de la tesis “Elaboración, caracterización, simulación numérica y ensayo de celdas solares basadas en semiconductores III-V”, del doctorando Simón Saint André (Doctorado en Ciencia y Tecnología - mención Física del Instituto Sabato).
Las celdas solares generan electricidad a partir de la luz del sol y pueden tener aplicaciones terrestres o espaciales. “Para las espaciales deben cumplir requisitos como la alta eficiencia, para proveer potencia a todos los instrumentos del satélite donde están instaladas, y resistencia al daño por radiación, dado que en el ambiente espacial hay partículas cargadas que pueden dañarlas. Además, no deben degradarse por otros factores y tienen que ser estables en el tiempo”, detalla Barrera.Los semiconductores III-V (ubicados en las columnas III y V de la Tabla Periódica de Elementos) reúnen todas esas características. Uno de ellos es el arseniuro de galio, un compuesto de galio y arsénico que es también utilizado para fabricar circuitos integrados, diodos de emisión infrarroja y otros dispositivos nano y micro electrónicos.
La fabricación comienza a partir de la compra de la oblea de arseniuro de galio sobre la que se depositan las capas de los materiales que forman el diodo, es decir, un dispositivo electrónico de dos electrodos por el que circula la corriente en un solo sentido.
“La fabricación de estas celdas basadas en semiconductores III-V es muy compleja. En nuestro país, el único equipo operativo para hacerlo es el que posee el Grupo de Dispositivos y Sensores del Centro Atómico Bariloche, a cargo de Hernán Pastoriza. Leandro Tosi, Leonardo Salazar y Ayelén Prado han colaborado en la fabricación de los dispositivos, partiendo de la oblea semiconductora. La fabricación del depósito de los contactos eléctricos fue realizada en la Sala Limpia del Centro Atómico Constituyentes, con colaboración de miembros del Departamento de Micro y Nano Tecnología”, dice Barrera.
El resultado del trabajo en equipo se refleja en los primeros prototipos de estas celdas solares espaciales, que miden un centímetro cuadrado. “Les hicimos mediciones eléctricas y funcionan, se comportan como una celda solar. Ahora buscamos introducir mejoras en el proceso de fabricación para optimizar sus parámetros eléctricos”, anticipa Barrera.
Los paneles solares que fabrica la CNEA para uso espacial
El Departamento de Energía Solar de la CNEA realiza la integración eléctrica de los paneles solares que se usan en las misiones espaciales argentinas a partir de un acuerdo de cooperación firmado con la CONAE en 1995. La tarea se lleva a cabo en una sala limpia de 180 m2, libre de polvo y con temperatura y humedad de ambiente controladas. Este laboratorio cuenta con un sistema de provisión de gases especiales, como nitrógeno de alta pureza; líneas de vacío, aire comprimido, agua para refrigeración de los sistemas, y dos simuladores solares (soles artificiales) para la medición de celdas y paneles en condiciones terrestres y espaciales.
Una pequeña muestra de las celdas destinadas al uso en el espacio también es sometida a pruebas de daño de radiación para conocer cómo se desempeñan en ambientes hostiles y cuánto se degradan. Para esto se utiliza una línea de irradiación EDRA (Ensayos de Daño por Radiación y Ambiente) instalada en el acelerador de iones pesados Tandar del CAC.
“La única fuente de energía que tiene un satélite en el espacio es el sol. El subsistema de potencia cuenta además con una batería que almacena energía para usarla cuando el satélite pasa por detrás de la sombra que proyecta la tierra”, explica Hernán Socolovsky, jefe del Departamento de Energía Solar de la CNEA.
El satélite experimental argentino SAC-A, que fue lanzado por la NASA el 4 de diciembre de 1998 y estuvo activo 8 meses, fue el primero en contar con un panel solar desarrollado por CNEA. Después el organismo desarrolló los paneles de la misión Aquarius/SAC-D, un satélite que fue puesto en órbita el 10 de junio de 2011 con un instrumento muy sensible de la NASA que medía la salinidad del mar. Su misión duró cuatro años.
El DES también proveyó los paneles solares de los satélites de observación terrestre argentinos SAOCOM, puestos en órbita entre 2018 y 2020. Sus objetivos son la medición de la humedad del suelo y, entre otras aplicaciones en caso de emergencias, detectar derrames de hidrocarburos en el mar y monitorear cuando se producen inundaciones.
Recientemente, la CNEA desarrolló los paneles solares para el SABIA-Mar 1 (Satélite de Aplicaciones Basadas en la Información Ambiental del Mar), que será lanzado el año próximo para estudiar el mar y las costas. Se trata de cuatro paneles que suman 9 metros cuadrados de superficie. El satélite, fabricado por INVAP, actualmente está siendo sometido a una revisión crítica de diseño en el Centro Espacial Teófilo Tabanera de la CONAE, ubicado en Córdoba. Su puesta en órbita está prevista para 2024.
Por otra parte, la CNEA desarrolla sensores solares de posición, que le permiten al satélite saber exactamente su orientación con respecto a los rayos del sol. Y desde 2012, también provee paneles solares para satélites de muy pequeñas dimensiones o nanosatélites de empresas privadas, como Satellogic e Innova Space.
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Tronador II: avanza la construcción del 1er cohete argentino con capacidades orbitales
Luego de años postergado, un nuevo impulso para su desarrollo, construcción y primeras pruebas de vuelo tiene hoy el cohete Tronador, el primer vehículo espacial argentino que permitirá colocar en órbita satélites de entre 500 y 750 kilogramos, a una distancia de hasta 600 kilómetros de la Tierra.
Ese es el ambicioso plan que lleva adelante la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) y la empresa VENG, que en octubre de 2022 –como informo AgendAR– recibieron financiación para avanzar en el lanzador argentino de satélites Tronador II, construir la nave y realizar las primeras pruebas de motores en 2026.
El desarrollo y la fabricación del Tronador II forma parte del Proyecto Inyector Satelital Para Cargas Útiles Livianas (ISCUL) del programa de Acceso al Espacio de la CONAE, que a su vez se enmarca en el Plan Espacial Nacional. De concretarse esta meta, el cohete podrá situar a la Argentina entre los 10 países que dominan el ciclo espacial completo lo que implica lograr la soberanía en el acceso al espacio con medios propios y desde el territorio argentino.
El cohete permitirá colocar en órbita satélites de entre 500 y 750 kilogramos, a una distancia de hasta 600 kilómetros de la Tierra (VENG)
Hoy, el presidente Alberto Fernández remarcó la importancia que tiene Argentina en materia espacial al remarcar que “ser uno de los pocos países que fabrica y pone satélites en órbita nos debe llenar de orgullo” y adelantó que “estamos trabajando sobre la máquina propulsora de satélites”, en referencia al desarrollo del Tronador.El proyecto contempla el desarrollo del lanzador Tronador II-250 (TII-250) y de los prototipos TII-70 y TII-150, cohetes impulsados con oxígeno líquido y kerosene como combustible, que serán los modelos utilizados para realizar los ensayos y servirán para poner a prueba los motores que llevará a bordo el lanzador final, Tronador II-250. El contrato que suscribieron el año pasado la CONAE y VENG demandará una inversión de casi 10.000 millones de pesos que serán destinados al desarrollo del primer prototipo TII-70 y la planificación del Tronador II-250 a lanzarse para 2030 desde la base espacial Manuel Belgrano.
Ensayos y construcción del cohete
El desarrollo del cohete se realiza en los centros espaciales de la CONAE, una parte en el Centro Espacial Teófilo Tabanera (CETT) de la CONAE en Falda del Cañete, CórdobaEl desarrollo del cohete se realiza en los centros espaciales de la CONAE, una parte en el Centro Espacial Teófilo Tabanera (CETT) de la CONAE en Falda del Cañete, Córdoba
El equipo de profesionales de VENG, la empresa público privada argentina de desarrollos aeroespaciales, que opera en el Centro Espacial Punta Indio (CEPI) de la CONAE, finalizó la fabricación de todos los componentes necesarios para proceder al cierre del prototipo del tanque estructural de primera etapa del lanzador Tronador II-250.El desarrollo del cohete se realiza en los centros espaciales de la CONAE, una parte en el Centro Espacial Teófilo Tabanera (CETT) de la CONAE en Falda del Cañete, Córdoba, donde se llevan a cabo la fabricación, la integración y los ensayos de sistema de propulsión del lanzador, y otra parte en el CEPI, en la provincia de Buenos Aires, donde se avanza en la fabricación e integración del fuselaje.
Así, se avanzó con un paso clave para que Argentina posea un lanzador satelital propio que le permita tener acceso autónomo al espacio, y no depender del alquiler de plataformas en otros países.
“Es importante para un país tener un lanzador propio. Y como lanzador quiero decir un cohete para lanzar artefactos. Pero cuando estamos hablando de un país como la Argentina que es uno de los pocos con capacidad para construir sus propios satélites, el tener un lanzador se torna algo fundamental y clave. De real importancia”, explicó a Infobae el ingeniero Juan Cruz Gallo Subgerente de Segmento de Tierra de la Gerencia de Acceso al Espacio de la CONAE.
Los modelos de cohete Tronador II que serán construidos en la próxima década Los modelos de cohete Tronador II que serán construidos en la próxima década
“La Argentina a través de Conae y Arsat, y con empresas privadas y organismos públicos, cuenta hoy con una gran capacidad humana para promover el desarrollo científico y tecnológico en áreas muy importantes. Ello generó un ecosistema por ejemplo el fabricar satélites de muy alta calidad o centrales nucleares que luego se exportaron. Yo por ejemplo participé como Jefe de Instrumentos de la Misión SAC-D/Aquarius (2011), en la que Estados Unidos confió cientos de millones de dólares en su instrumento Aquarius que servía para medir desde el espacio la salinidad del mar, a un plataforma satelital argentina, como lo fue el SAC-D. La NASA destacó nuestra importante capacidad. Al igual que lo hizo Italia por ejemplo con la constelación SIASGE, que integra una red satelital con aparatos italianos y nuestro dos SAOCOM 1A y 1B”, agregó el ingeniero en Electrónica de la Universidad de Buenos Aires (UBA).El Plan Nacional Espacial incluye el desarrollo de la capacidad de lanzamiento de los satélites del proyecto SARE, para colocarlos en órbita desde territorio argentino mediante el lanzador Tronador II/III, y la provisión de capacidades necesarias para las actividades de telemetría y telecomando (TT&C), adquisición y procesamiento de la información satelital recibida mediante la Red de Estaciones Terrenas distribuidas de manera estratégica en nuestro país.
Estas estaciones son necesarias para el seguimiento, monitoreo y control de los lanzadores Tronador II, mediante la Estación Terrena Córdoba ubicada en el CETT, la Estación Terrena Tierra del Fuego ubicada en cercanías de Tolhuin, y la futura Estación Terrena Belgrano II en la Antártida Argentina.
Si bien los ensayos se realizan en la localidad de Punta Indio, la infraestructura requerida para los servicios de lanzamiento estará emplazada en una nueva base de lanzamiento para optimizar los lanzamientos de futuras cargas en las órbitas polares. Será el Centro Espacial Manuel Belgrano (CEMB), a construirse cerca de Bahía Blanca.
La Universidad Nacional de La Plata (UNLP), a través de la Facultad de Ingeniería, participará activamente del desarrollo del lanzador argentino de satélites Tronador II. El decano de la Facultad de Ingeniería de la UNLP y presidente de VENG,, Marcos Actis, precisó a Infobae los detalles de la importante participación de esa casa de estudio para el nuevo lanzador.
“Yo auguro que el desarrollo del Tronador siga la continuidad que tuvieron los satélites. Este debe ser un proyecto de Estado y no solo de un gobierno. La UNLP siempre ha estado en contacto con CONAE para promover desarrollo espacial argentino. Es el semillero que nutre a empresas privadas como VENG y otras, como también a instituciones nacionales como CONAE. Formar gente y aportar al sistema productivo es nuestra meta y un claro ejemplo es que los alumnos avanzados pueden comenzar a trabajar en estos proyectos mientras están todavía en la universidad”, finalizó Actis.
Comentario de AgendAR:
El proyecto Tronador ha recibido un fuerte impulso en los ultimos dias. Pero, las fechas de lanzamiento de VENG, que figuran en su folletería, arrancan recién en 2027 con modelos reducidos y se llega al lanzamiento del aparato industrial recién en 2030.