Desarrollo Aeroespacial Argentino
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Esto si que es estar a la vanguardia de las comunicaciones espaciales...
¿Una radio taxi argentina se filtró en la Estación Espacial de la NASA?
¿Cómo es posible? El insólito episodio se registró en momentos en que la estación se encontraba a la altura de nuestro país.
Un hecho insólito sorprendió en las redes sociales, cuando el periodista y fotógrafo Manuel Mazzanti, quien cubre el programa espacial desde hace más de 13 años, publicó en su cuenta de Twitter un video en el que se escucha lo que pareciera ser una radio taxi argentina o un servicio de delivery durante la transmisión de una caminata espacial en la Estación Espacial Internacional.
En el video muestra el momento en que la transmisión de la caminata espacial se interrumpe por lo que pareciera ser una conversación de una radio taxi. Se escucha claramente "¿150 dijiste, de Irigoyen?", en español rioplatense.
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VENG@veng_argentina
·Conocé cuáles son, en esta entrevista que le realizó @euge_lop
de la @LigadelaCiencia a Pablo Bidinost, líder del proyecto de fabricación de tanques para cohetes a través de esta técnica.Podes ver la entrevista completa en este link
https://youtu.be/NDGzn09Yd6c -
Ad astra
EMPRENDEDORES
29 ABR 2023
Construirán motores para cohetes espaciales en la Base de Morón
El Parque Industrial Tecnológico Aeronáutico de Morón (PITAM), ubicado en el Aeropuerto Rivadavia, contará con una nueva empresa que está a la vanguardia de la investigación y producción de impulsores para satélites y lanzadores.
El espacio dejó de ser sólo un manto oscuro con estrellas sobre la civilización humana desde el día en que Yuri Gagarin paseó en órbita. Lo propio hicieron Neil Armstrong y sus amigos cuando llegaron a la Luna, pero aún muy pocas naciones tienen presencia más allá de las nubes. Argentina siempre estuvo allí y ahora tendrá, desde Morón, motores para impulsar sus cohetes y satélites.La firma LIA Aeroespace, especializada en la creación de motores cohete, presentó el martes 25 de abril su motor KX11 en las instalaciones de la escuela de vuelo Pro Flight dentro del Parque Industrial Tecnológico Aeronáutico de Morón, ubicado en terrenos del Aeródromo de Morón, y adelantó que será próximamente una nueva habitante del parque industrial de Castelar Sur.
El encendido del motor cohete fue parte de la presentación de la propuesta de la empresa aeroespacial que se destaca por ser una start up que tiene como objetivo desarrollar impulsores respetuosos con el medio ambiento, con el propósito de descarbonizar la economía del espacio. La empresa pionera se especializa en crear impulsores no tóxicos y bi propelentes para lanzadores y satélites
El motor a probar se ubicó en un banco de ensayos y funcionó con peróxido de hidrógeno (agua oxigenada) mezclada con alcohol. Se entregó protección visual a los asistentes para presenciar el hecho y también se contó con la asistencia de Bomberos de Morón, como soporte técnico ante cualquier contingencia. La prueba fue exitosa.
LIA, que significa Laboratorio de Investigación Aeroespacial, lanzó en 2021 el Zonda 1.0 convirtiéndose en la primera compañía en el mundo en lanzar un cohete reutilizable propulsado por biocombustibles.
La presentación del KX11 fue el marco para la firma de un acuerdo de cooperación entre LIA Aerospace y la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), por lo que estuvieron presentes distintas autoridades de la universidad como de la firma y del Municipio de Morón. Entre los presentes estuvieron el Intendente de Morón, Lucas Ghi, el Decano de la UTN, Carlos Salvador, el Presidente de Morón 2020 SAPEM, Augusto Ferreyra Vacis, Gerente Operativo de PITAM, Diego Discoli y el CEO de LIA Aerospace, Dan Etenberg, junto a su equipo técnico y diversos invitados e invitadas.
El Parque Industrial Tecnológico Aeronáutico de Morón es uno de los tres parques industriales del partido y está ubicado en el Aeródromo de Morón Presidente Rivadavia con ingreso por Figueroa Alcorta el 500. Cuenta con más de 40 lotes dispuestos para industrias y todos tienen acceso a calles de rodaje que se dirigen a la pista del aeropuerto. En su interior operan más de 20 escuelas de vuelo, se fabrica un auto eléctrico, distintas industrias y próximamente también habrá desarrollos aeroespaciales.
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Las primeras celdas solares nacionales para misiones espaciales son fabricadas por la CNEA
El Departamento de Energía Solar (DES) de la Comisión Nacional de Energía Atómica desarrolló la primera celda solar nacional de uso espacial con superconductores III-IV en las instalaciones del Centro Atómico Constituyentes (CAC).
16 de mayo de 2023
En el espacio, los satélites artificiales dependen de paneles solares para generar la energía eléctrica necesaria para el funcionamiento de su instrumental. Estos paneles y sus componentes deben ser estables en el tiempo y tienen que resistir la radiación, porque es fundamental que se mantengan operativos mientras dure la misión. En la Argentina, la única que los fabrica es la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), que ahora avanzó un paso más: desarrolló la primera celda solar nacional de uso espacial con superconductores III-IV.La CNEA fabrica paneles solares para satélites artificiales desde 1995. A través de su Departamento de Energía Solar (DES), hizo los de los satélites SAC-A, Aquarius-SAC D y SAOCOM 1A y 1B, lanzados entre 1998 y 2020. También los del SABIA-Mar 1, que será puesto en órbita en 2024. Para construirlos, se utilizaron celdas comerciales. Pero el nuevo proyecto apunta a que la CNEA pueda autoabastecerse de este insumo clave para los paneles con los que ofrece apoyo a las misiones de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales.
“En el ámbito de investigación y desarrollo, en el país se estudian celdas solares de distintos materiales. En nuestro departamento se estudian y fabrican desde hace tiempo celdas solares de silicio y se han investigado también otros materiales. Para las misiones satelitales argentinas se compran las celdas y luego se integran pegando un vidrio frontal protector y soldando los interconectores que conectan eléctricamente los dispositivos entre sí para formar el panel. Ahora el gran avance es que logramos fabricar íntegramente en la CNEA nuestras propias celdas espaciales con un semiconductor III-V, como el arseniuro de galio”, cuenta la física e investigadora del Instituto de Nanociencia y Nanotecnología (CNEA-CONICET) Marcela Barrera, del DES.
Este desarrollo forma parte de la tesis “Elaboración, caracterización, simulación numérica y ensayo de celdas solares basadas en semiconductores III-V”, del doctorando Simón Saint André (Doctorado en Ciencia y Tecnología - mención Física del Instituto Sabato).
Las celdas solares generan electricidad a partir de la luz del sol y pueden tener aplicaciones terrestres o espaciales. “Para las espaciales deben cumplir requisitos como la alta eficiencia, para proveer potencia a todos los instrumentos del satélite donde están instaladas, y resistencia al daño por radiación, dado que en el ambiente espacial hay partículas cargadas que pueden dañarlas. Además, no deben degradarse por otros factores y tienen que ser estables en el tiempo”, detalla Barrera.Los semiconductores III-V (ubicados en las columnas III y V de la Tabla Periódica de Elementos) reúnen todas esas características. Uno de ellos es el arseniuro de galio, un compuesto de galio y arsénico que es también utilizado para fabricar circuitos integrados, diodos de emisión infrarroja y otros dispositivos nano y micro electrónicos.
La fabricación comienza a partir de la compra de la oblea de arseniuro de galio sobre la que se depositan las capas de los materiales que forman el diodo, es decir, un dispositivo electrónico de dos electrodos por el que circula la corriente en un solo sentido.
“La fabricación de estas celdas basadas en semiconductores III-V es muy compleja. En nuestro país, el único equipo operativo para hacerlo es el que posee el Grupo de Dispositivos y Sensores del Centro Atómico Bariloche, a cargo de Hernán Pastoriza. Leandro Tosi, Leonardo Salazar y Ayelén Prado han colaborado en la fabricación de los dispositivos, partiendo de la oblea semiconductora. La fabricación del depósito de los contactos eléctricos fue realizada en la Sala Limpia del Centro Atómico Constituyentes, con colaboración de miembros del Departamento de Micro y Nano Tecnología”, dice Barrera.
El resultado del trabajo en equipo se refleja en los primeros prototipos de estas celdas solares espaciales, que miden un centímetro cuadrado. “Les hicimos mediciones eléctricas y funcionan, se comportan como una celda solar. Ahora buscamos introducir mejoras en el proceso de fabricación para optimizar sus parámetros eléctricos”, anticipa Barrera.
Los paneles solares que fabrica la CNEA para uso espacial
El Departamento de Energía Solar de la CNEA realiza la integración eléctrica de los paneles solares que se usan en las misiones espaciales argentinas a partir de un acuerdo de cooperación firmado con la CONAE en 1995. La tarea se lleva a cabo en una sala limpia de 180 m2, libre de polvo y con temperatura y humedad de ambiente controladas. Este laboratorio cuenta con un sistema de provisión de gases especiales, como nitrógeno de alta pureza; líneas de vacío, aire comprimido, agua para refrigeración de los sistemas, y dos simuladores solares (soles artificiales) para la medición de celdas y paneles en condiciones terrestres y espaciales.
Una pequeña muestra de las celdas destinadas al uso en el espacio también es sometida a pruebas de daño de radiación para conocer cómo se desempeñan en ambientes hostiles y cuánto se degradan. Para esto se utiliza una línea de irradiación EDRA (Ensayos de Daño por Radiación y Ambiente) instalada en el acelerador de iones pesados Tandar del CAC.
“La única fuente de energía que tiene un satélite en el espacio es el sol. El subsistema de potencia cuenta además con una batería que almacena energía para usarla cuando el satélite pasa por detrás de la sombra que proyecta la tierra”, explica Hernán Socolovsky, jefe del Departamento de Energía Solar de la CNEA.
El satélite experimental argentino SAC-A, que fue lanzado por la NASA el 4 de diciembre de 1998 y estuvo activo 8 meses, fue el primero en contar con un panel solar desarrollado por CNEA. Después el organismo desarrolló los paneles de la misión Aquarius/SAC-D, un satélite que fue puesto en órbita el 10 de junio de 2011 con un instrumento muy sensible de la NASA que medía la salinidad del mar. Su misión duró cuatro años.
El DES también proveyó los paneles solares de los satélites de observación terrestre argentinos SAOCOM, puestos en órbita entre 2018 y 2020. Sus objetivos son la medición de la humedad del suelo y, entre otras aplicaciones en caso de emergencias, detectar derrames de hidrocarburos en el mar y monitorear cuando se producen inundaciones.
Recientemente, la CNEA desarrolló los paneles solares para el SABIA-Mar 1 (Satélite de Aplicaciones Basadas en la Información Ambiental del Mar), que será lanzado el año próximo para estudiar el mar y las costas. Se trata de cuatro paneles que suman 9 metros cuadrados de superficie. El satélite, fabricado por INVAP, actualmente está siendo sometido a una revisión crítica de diseño en el Centro Espacial Teófilo Tabanera de la CONAE, ubicado en Córdoba. Su puesta en órbita está prevista para 2024.
Por otra parte, la CNEA desarrolla sensores solares de posición, que le permiten al satélite saber exactamente su orientación con respecto a los rayos del sol. Y desde 2012, también provee paneles solares para satélites de muy pequeñas dimensiones o nanosatélites de empresas privadas, como Satellogic e Innova Space.
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Tronador II: avanza la construcción del 1er cohete argentino con capacidades orbitales
Luego de años postergado, un nuevo impulso para su desarrollo, construcción y primeras pruebas de vuelo tiene hoy el cohete Tronador, el primer vehículo espacial argentino que permitirá colocar en órbita satélites de entre 500 y 750 kilogramos, a una distancia de hasta 600 kilómetros de la Tierra.
Ese es el ambicioso plan que lleva adelante la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) y la empresa VENG, que en octubre de 2022 –como informo AgendAR– recibieron financiación para avanzar en el lanzador argentino de satélites Tronador II, construir la nave y realizar las primeras pruebas de motores en 2026.
El desarrollo y la fabricación del Tronador II forma parte del Proyecto Inyector Satelital Para Cargas Útiles Livianas (ISCUL) del programa de Acceso al Espacio de la CONAE, que a su vez se enmarca en el Plan Espacial Nacional. De concretarse esta meta, el cohete podrá situar a la Argentina entre los 10 países que dominan el ciclo espacial completo lo que implica lograr la soberanía en el acceso al espacio con medios propios y desde el territorio argentino.
El cohete permitirá colocar en órbita satélites de entre 500 y 750 kilogramos, a una distancia de hasta 600 kilómetros de la Tierra (VENG)
Hoy, el presidente Alberto Fernández remarcó la importancia que tiene Argentina en materia espacial al remarcar que “ser uno de los pocos países que fabrica y pone satélites en órbita nos debe llenar de orgullo” y adelantó que “estamos trabajando sobre la máquina propulsora de satélites”, en referencia al desarrollo del Tronador.El proyecto contempla el desarrollo del lanzador Tronador II-250 (TII-250) y de los prototipos TII-70 y TII-150, cohetes impulsados con oxígeno líquido y kerosene como combustible, que serán los modelos utilizados para realizar los ensayos y servirán para poner a prueba los motores que llevará a bordo el lanzador final, Tronador II-250. El contrato que suscribieron el año pasado la CONAE y VENG demandará una inversión de casi 10.000 millones de pesos que serán destinados al desarrollo del primer prototipo TII-70 y la planificación del Tronador II-250 a lanzarse para 2030 desde la base espacial Manuel Belgrano.
Ensayos y construcción del cohete
El desarrollo del cohete se realiza en los centros espaciales de la CONAE, una parte en el Centro Espacial Teófilo Tabanera (CETT) de la CONAE en Falda del Cañete, CórdobaEl desarrollo del cohete se realiza en los centros espaciales de la CONAE, una parte en el Centro Espacial Teófilo Tabanera (CETT) de la CONAE en Falda del Cañete, Córdoba
El equipo de profesionales de VENG, la empresa público privada argentina de desarrollos aeroespaciales, que opera en el Centro Espacial Punta Indio (CEPI) de la CONAE, finalizó la fabricación de todos los componentes necesarios para proceder al cierre del prototipo del tanque estructural de primera etapa del lanzador Tronador II-250.El desarrollo del cohete se realiza en los centros espaciales de la CONAE, una parte en el Centro Espacial Teófilo Tabanera (CETT) de la CONAE en Falda del Cañete, Córdoba, donde se llevan a cabo la fabricación, la integración y los ensayos de sistema de propulsión del lanzador, y otra parte en el CEPI, en la provincia de Buenos Aires, donde se avanza en la fabricación e integración del fuselaje.
Así, se avanzó con un paso clave para que Argentina posea un lanzador satelital propio que le permita tener acceso autónomo al espacio, y no depender del alquiler de plataformas en otros países.
“Es importante para un país tener un lanzador propio. Y como lanzador quiero decir un cohete para lanzar artefactos. Pero cuando estamos hablando de un país como la Argentina que es uno de los pocos con capacidad para construir sus propios satélites, el tener un lanzador se torna algo fundamental y clave. De real importancia”, explicó a Infobae el ingeniero Juan Cruz Gallo Subgerente de Segmento de Tierra de la Gerencia de Acceso al Espacio de la CONAE.
Los modelos de cohete Tronador II que serán construidos en la próxima década Los modelos de cohete Tronador II que serán construidos en la próxima década
“La Argentina a través de Conae y Arsat, y con empresas privadas y organismos públicos, cuenta hoy con una gran capacidad humana para promover el desarrollo científico y tecnológico en áreas muy importantes. Ello generó un ecosistema por ejemplo el fabricar satélites de muy alta calidad o centrales nucleares que luego se exportaron. Yo por ejemplo participé como Jefe de Instrumentos de la Misión SAC-D/Aquarius (2011), en la que Estados Unidos confió cientos de millones de dólares en su instrumento Aquarius que servía para medir desde el espacio la salinidad del mar, a un plataforma satelital argentina, como lo fue el SAC-D. La NASA destacó nuestra importante capacidad. Al igual que lo hizo Italia por ejemplo con la constelación SIASGE, que integra una red satelital con aparatos italianos y nuestro dos SAOCOM 1A y 1B”, agregó el ingeniero en Electrónica de la Universidad de Buenos Aires (UBA).El Plan Nacional Espacial incluye el desarrollo de la capacidad de lanzamiento de los satélites del proyecto SARE, para colocarlos en órbita desde territorio argentino mediante el lanzador Tronador II/III, y la provisión de capacidades necesarias para las actividades de telemetría y telecomando (TT&C), adquisición y procesamiento de la información satelital recibida mediante la Red de Estaciones Terrenas distribuidas de manera estratégica en nuestro país.
Estas estaciones son necesarias para el seguimiento, monitoreo y control de los lanzadores Tronador II, mediante la Estación Terrena Córdoba ubicada en el CETT, la Estación Terrena Tierra del Fuego ubicada en cercanías de Tolhuin, y la futura Estación Terrena Belgrano II en la Antártida Argentina.
Si bien los ensayos se realizan en la localidad de Punta Indio, la infraestructura requerida para los servicios de lanzamiento estará emplazada en una nueva base de lanzamiento para optimizar los lanzamientos de futuras cargas en las órbitas polares. Será el Centro Espacial Manuel Belgrano (CEMB), a construirse cerca de Bahía Blanca.
La Universidad Nacional de La Plata (UNLP), a través de la Facultad de Ingeniería, participará activamente del desarrollo del lanzador argentino de satélites Tronador II. El decano de la Facultad de Ingeniería de la UNLP y presidente de VENG,, Marcos Actis, precisó a Infobae los detalles de la importante participación de esa casa de estudio para el nuevo lanzador.
“Yo auguro que el desarrollo del Tronador siga la continuidad que tuvieron los satélites. Este debe ser un proyecto de Estado y no solo de un gobierno. La UNLP siempre ha estado en contacto con CONAE para promover desarrollo espacial argentino. Es el semillero que nutre a empresas privadas como VENG y otras, como también a instituciones nacionales como CONAE. Formar gente y aportar al sistema productivo es nuestra meta y un claro ejemplo es que los alumnos avanzados pueden comenzar a trabajar en estos proyectos mientras están todavía en la universidad”, finalizó Actis.
Comentario de AgendAR:
El proyecto Tronador ha recibido un fuerte impulso en los ultimos dias. Pero, las fechas de lanzamiento de VENG, que figuran en su folletería, arrancan recién en 2027 con modelos reducidos y se llega al lanzamiento del aparato industrial recién en 2030.
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Que buena noticia , me alegra mucho por nuestra querida Patria , estos avances !!!
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https://www.infobae.com/economia/2023/06/30/como-cabo-canaveral-pero-en-punta-indio-una-empresa-del-estado-argentino-promete-lanzar-cohetes-al-espacio-en-2029/
La producción del lanzador se detuvo misteriosamente en el año 2015 dice la nota! A Bueno entendedor pocas palabras! Después dicen que no están en contra del país! -
https://www.telam.com.ar/notas/202308/635722-satelites-lanzador-argentino-conae.html
01-08-2023 17:03 - UN "HITO" EN LA HISTORIA AEROESPACIAL ARGENTINA
La Conae realizó con "100% de éxito" un ensayo del lanzador de satélites Tronador II
"Es la primera vez que llegamos a este punto del Plan Nacional Espacial", dijo el ministro de Ciencia y Tecnología, Daniel Filmus. Se trata de tecnología desarrollada y fabricada en el país, que permitirá tener un lanzador nacional que habilitará a la Argentina a colocar satélites en órbita.Por Gabriel Giubellino enviado especial
La Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae) realizó con un "100% de éxito" un ensayo de motores del proyecto del lanzador argentino de satélites Tronador II-250, en General Ordoñez, 250 kilómetros al sur de la ciudad de Córdoba, lo que fue considerado un "hito" en la historia aeroespacial argentina.
"Es la primera vez que llegamos a este punto del Plan Nacional Espacial en el proyecto de desarrollar vehículos lanzadores. La recuperación del plan espacial estratégico es con la perspectiva de poder tener durante la década la plataforma de lanzamiento y el lanzador propio aquí en la Argentina", expresó el ministro de Ciencia y Tecnología e Innovación, Daniel Filmus, luego de la realización del ensayo.
Se trata de tecnología desarrollada y fabricada en el país, cuya ejecución permitirá tener un lanzador nacional que habilitará a la Argentina a colocar satélites en órbitas bajas a 600 kilómetros de la Tierra.
El ensayo forma parte del desarrollo de componentes y sistemas de propulsión del programa Inyector Satelital de Cargas Útiles Livianas (Iscul), diseñado por la agencia espacial argentina con este objetivo.
El ensayo se realizó en la mañana de este martes en instalaciones de Valthe Ing., una Pyme de ciencia e ingeniería aplicada con base en Ordoñez.
En el galpón que hace las veces de oficina, un cartel octogonal rojo ordena, en letras negras, medio en chiste, medio en serio: "Acá fabricamos cohetes. Si nos ve correr, CORRA!!
Bomberos y personal de seguridad e higiene completan la escena, minutos antes del encendido del motor.
En la sala de control (propiamente, un container), a 20 metros de un campo donde reverdece la soja y muy cerca del banco de prueba capaz de soportar los 350 kilos de empuje del motor, los minutos previos son de gran tensión.
Chequeos de aperturas o cierre de válvulas, de presurización de tanques, del agua de refrigeración, e incluso la revisión visual de que todo el mundo se encuentre en una posición segura, es parte del protocolo antes de que se active la secuencia del disparo. El golpe del arranque del motor se siente en el pecho y la explosión sobresalta a los incautos.
La espera de 100 segundos, tiempo más que suficiente para que un cohete con tal motor sobrepase la atmósfera, se vive con concentración y ansiedad.
Cuando finalmente el ensayo sale, sale bien; se grita como el penal de Montiel en Francia y los ingenieros, técnicos y todo el personal involucrado se abrazan con los ojos llorosos.
"Para nosotros es un hito", dice Marcos Actis, presidente de Veng S.A, principal contratista de este proyecto.
Por un lado, porque nunca se realizó en el país un ensayo de esa duración y, por otro, porque es el primer motor refrigerado y "autoregenerativo" que se fabrica.
"Estamos dando un paso importante porque probamos por primera vez un motor que es regenerativo, porque se refrigera. Sentimos una emoción enorme porque son muchas horas de trabajo, durante las que estamos dedicados exclusivamente a la propulsión", indicó Marcelo Theiler, socio gerente de Valthe.
"Con estas pruebas hoy hicimos tres disparos, de 15, 30 y 100 segundos, respectivamente. El resultado es 100% exitoso", concluyó.
Filmus, Actis, el director ejecutivo y técnico de la Conae, Raúl Kulichevsky, y Daniel Rocca, gerente de Acceso al Espacio de la Conae, entre otros, presenciaron los tres ensayos en el galpón de Valthe Ing., donde colgaba una bandera argentina, luego de haber viajado desde las 6 AM desde Alta Gracia hasta Ordoñez.
"Estamos muy satisfechos con los resultados, que validan todos los procesos de diseño y fabricación que venimos desarrollando", sumó Kulichevsky.
"Ya veníamos probando con un inyector. Este cohete tiene cinco y el motor de vuelo va a tener cuatro. Los inyectores son clave porque son los que mezclan el combustible (oxígeno líquido y querosén, lo mismo que usan Space X), el corazón del motor. Con esto hemos madurado totalmente la tecnología del motor", celebró Actis, quien también es decano de la facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de La Plata.
Lo que se probó es el prototipo del motor de la segunda etapa de vuelo, digamos, del lanzador. La primera llega a 100 km de altura y consume la mayor parte del combustible para vencer la aceleración de la Tierra y la resistencia de la atmósfera. A partir de ese momento, el cohete es impulsado por un cohete similar al que se probó hoy en la llanura cordobesa.
Estos prototipos son un paso más en la búsqueda de la versión final del lanzador Tronador II-250, para poder colocar satélites en órbitas bajas.De esta manera "la Argentina pasaría a completar todo el ciclo espacial. No solo la fabricación de los satélites, sino también el lanzador propio, teniendo la plataforma de lanzamiento", finalizó Filmus
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@oscar23 excelente!!!