Desarrollo Aeroespacial Argentino
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El motor cohete que Putin le ofreció a la República Argentina
Se busca motor de cohete capaz de superar al 'Stradivarius' de Rusia
Una hora antes del atardecer del 24 de mayo de 2000, un inusual cohete despegó del Complejo de lanzamiento 36 en la Estación de la Fuerza Aérea de Cabo Cañaveral (EE. UU.). Como la mayoría de cohetes, el Atlas 3 había heredado su diseño de un misil balístico intercontinental, en este caso, del primer misil estadounidense de este tipo, diseñado para amenazar a la Unión Soviética con la aniquilación nuclear. Esto no era inusual. Pero el cohete tenía una primera etapa considerablemente más potente que las anteriores. El RD-180, su motor, fue construido por NPO Energomash en una fábrica en las afueras de Moscú (Rusia). Un motor ruso impulsaba un cohete estadounidense, una unión que hubiera sido inimaginable en el apogeo de la carrera espacial.
En las dos décadas siguientes, 83 cohetes más de este tipo han despegado desde Florida (EE. UU.). El Atlas 3 y su sucesor, el Atlas 5, equipados con motores RD-180, enviaron a órbita al menos 16 satélites espía estadounidenses, 13 satélites militares de comunicación, media docena de satélites GPS, dos satélites meteorológicos militares y tres satélites de alerta de misiles, diseñados para detectar lanzamientos de cohetes realizados desde donde se construyó el motor RD-180. También impulsó cuatro misiones estadounidenses a Marte, el lanzamiento de la NASA de la misión New Horizons con destino a Plutón en 2006 y el de Juno a Júpiter en 2011.
El RD-180 es extraordinario no solo por las peculiaridades geopolíticas bajo las que operó, sino porque fue en muchos aspectos simplemente mejor que cualquier otro motor de cohete de su tiempo. Cuando en febrero de 2019, Elon Musk anunció el éxito de su prueba con el motor Raptor de SpaceX, presumió de las altas presiones alcanzadas en la cámara de empuje del Raptor: más de 265 veces la presión atmosférica al nivel del mar. Raptor había superado el récord que durante varias décadas ostentó el "impresionante RD-180 ruso", publicó Musk en Twitter.
Después de que Crimea se anexionara a Rusia en 2014, los días del RD-180 como elemento básico de la cohetería estadounidense empezaron a estar contados. Los halcones de defensa de EE. UU. llevaban tiempo incómodos con esa unión, pero el motor era muy bueno y, dada su capacidad, también resultaba barato, y por eso se mantuvo. Pero cuando las relaciones con Rusia se rompieron, los opositores del motor en el Congreso de EE. UU., encabezados por el senador John McCain, prohibieron usar el motor ruso en cohetes estadounidenses a partir de 2023. Esto ha obligado a la Fuerza Aérea de EE. UU. a buscar un nuevo cohete.
Todo eso plantea una pregunta: ¿cómo un motor ruso diseñado hace décadas se convirtió en la medida estándar contra la que se comparaban los mejores científicos de cohetes de Estados Unidos? Para comprender por qué el RD-180 es un motor tan bueno, hay que saber que la clave fue una cuestión de destreza. Aunque centenares de personas participan en la elaboración de motores de cohetes, es vital tener al mando a alguien con un buen instinto para el diseño: los equilibrios son demasiado complejos para resolverse por fuerza bruta. En el caso del RD-180, la persona al mando se llamaba Valentin Glushko.
Después de que la URSS perdiera la carrera espacial hacia la Luna contra Estados Unidos, diseñar el mejor motor de cohete se convirtió en una "prioridad nacional", recuerda el ingeniero aeroespacial e historiador ruso del espacio Vadim Lukashevich. Los líderes soviéticos querían construir el cohete más potente del mundo para sostener sus estaciones espaciales en la órbita y lanzar al Buran, el que iba a ser el transbordador espacial ruso. Glushko recibió recursos para construir el mejor motor posible, algo que a él se le daba muy bien. El resultado fue el RD-170, el hermano mayor del RD-180.
Dejo el link del artículo completo que es mucho más extenso
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PULE lanzador satelital de combustible sólido
Un grupo de investigadores de Facultad de Ciencias Aplicadas a la Industria de UN Cuyo desarrolla con apoyo de Min. Def Arg y Ministerio de Ciencia y Tecnología un lanzador espacial de combustible sólido para poner Satélites pequeños en órbita:
Investigadores de la Facultad de Ciencias Aplicadas a la Industria de la Universidad Nacional de Cuyo (FCAI-UNCuyo) trabajan en el desarrollo de un lanzador propulsado por combustible sólido capaz de inyectar en órbitas bajas pico y nanosatélites.
El Proyecto Universitario de Lanzadores Espaciales (PULE) retoma las experiencias argentinas del desarrollo de cohetes de combustible sólido que tiene entre sus hitos más recientes el Gradicom II, un vector de dos etapas desarrollado por el Centro de Investigaciones Científicas y Tecnológicas para la Defensa (Citedef) que fue lanzado el 11 de julio de 2011 desde la base aérea de Chamical en la provincia de La Rioja.
El equipo detrás del PULE trabaja en un primer vehículo multietapa impulsado por combustible sólido y de unos diez metros de alto, que sea capaz que inyectar cargas útiles de hasta cuatro kilos en órbitas de 100 kilómetros de altura y que pueda despegar desde bases terrestres, plataformas en mar o ser desplegado desde otra aeronave.
Ezequiel Pawelko, Ingeniero en Telecomunicaciones, Investigador de FCAI-UNCuyo e integrante del Grupo Asesor para el Desarrollo de Tecnologías Aeroespaciales (GTA), afirmó en diálogo con Télam que "esta iniciativa nace en GTA que es un espacio en el que veníamos trabajando en desarrollos para investigación en la alta atmósfera como el diseño de planeadores que puedan aprovechar las ondas de gravedad que se registran en la cordillera de Los Andes para que se conviertan en vehículos estratosféricos no orbitales que puedan cumplir algunas funciones satelitales".
"Desde el GTA también veníamos trabajando mucho en el desarrollo de vehículos aéreos no tripulados y bengalas químicas para la lucha antigranizo, que es un fenómeno que en Mendoza afecta mucho las cosechas y la vida de las personas", recordó.
Pawelko destacó que "dentro del proyecto PULE hay personas que trabajaron en distintos proyectos de acceso al espacio y cohetería que se desarrollaron durante varias décadas en Argentina".
El especialista consideró que "aunque la publicidad la concentraron los esfuerzos de Estados Unidos y la Unión Soviética en la carrea por llegar a la Luna, nuestro país fue uno de los primeros en colocar seres vivos en órbita o en lanzar cohetes desde la Antártida".
"Todos esos proyectos con el tiempo se fueron discontinuando y a través de PULE lo que queremos es retomar el acceso rápido y eficiente al espacio en una iniciativa que busca lograr la transferencia de ese conocimiento a las nuevas generaciones a través del desarrollo tecnológico necesario para poner en órbitas bajas picosatélites y nanosatélites como los que vienen desarrollando diversas universidades argentinas", agregó.
El PULE es un proyecto de innovación abierta en el que están convocadas a participar otras universidades, empresas tecnológicas y otros organismos públicos; venimos trabajando con los ministerios de Ciencia y de Defensa en distintos aspectos del desarrollo y la financiación.
En este momento, el PULE está trabajando con el Ministerio de Desarrollo Productivo para abrir el segmento de acceso al espacio para otros emprendimientos e impulsar a nivel local el segmento de la industria satelital de órbitas bajas, el que más viene creciendo a nivel global.
"En un punto, el PULE puede entenderse como una continuidad tecnológica del Gradicom II que fue lanzado con éxito hace una década y alcanzó los cien kilómetros de altura, eso nos permite trabajar sobre un proyecto muy concreto con una tecnología que Argentina ya domina y en la que desde UNCuyo se trabaja sobre el desarrollo de nuevos combustibles sólidos, algo que es muy importante porque son materiales que hoy están muy restringidos a nivel internacional y que podríamos exportar", señaló.
"Hoy el diseño y los aspectos tecnológicos del PULE ya están resueltas y estamos trabajando en las cuestiones reglamentarias y administrativas necesarias para habilitar un lanzamiento de estas características, mientras que en simultáneo empezamos a abordar distintos aspectos de la construcción del vehículo", completó Pawelko.
Nota de Julio Mosle
https://www.telam.com.ar/notas/202208/602553-uncuyo-lanzador-satelites.html -
Aleluya se están animando a los combustibles sólidos. Las restricciones son puramente políticas. Una cuestión de mucha desconfianza a nivel mundial.
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Coincido en que es bueno animarse, pero el MTCR, las restricciones y las presiones a los combustibles sólidos son bien reales, si no fijate que nos pasó a nosotros o a Brasil, que invirtió miles de millones en su programa espacial y lo único que consiguieron es desarrollar algunos motores sólidos.
Convengamos que en estos temas nadie es inocente y el mayor impulso específico para satelizar te lo dan los combustibles líquidos. -
Recuerdo que estuve en una conferencia, sobre desarrollo espacial argentino, donde hablaba gente de los programas. Y comentaban que el desarrollo de estos combustibles, no se realizaba por cuestiones políticas. Pero que el nivel técnico argentino, podría realizarlo con el financiamiento adecuado.
Por eso celebro esto. Está muy bien.
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Creo haber leído por ahí que Conrado Varotto siempre quiso que los propulsantes de los lanzadores sean líquidos para no terminar dado de baja como el Proyecto Condor.
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Me extraña estimados... un informe de EEUU sobre el asunto...
Vehículos de lanzamiento espacial de Argentina
Para 2008, la Comisión Argentina de Actividades Espaciales (CONAE) supervisa una empresa conocida como VENG para desarrollar vehículos espaciales, en particular vehículos de lanzamiento de satélites (SLV) y servicios de lanzamiento. De conformidad con este esfuerzo, VENG ha desarrollado y probado el cohete Tronador I. También están en marcha el desarrollo del cohete Tronador y el desarrollo de una planta piloto de concentrado de hidracina en Falda del Carmen. La hidracina es una sustancia clave en el combustible líquido para cohetes, y la planta de Falda del Carmen fue parte del programa de misiles Condor II desmantelado de Argentina. Este "programa espacial" parece contar con la aprobación del Gobierno de Argentina (GOA).
Los planes de GOA/CONAE para desarrollar un cohete con fines de lanzamiento espacial, y para desarrollar propulsor de cohetes en las instalaciones de Falda del Carmen, son de interés para los EE. instalación en Falda del Carmen alcanzada entre Argentina y los Estados Unidos antes de que Argentina se convirtiera en miembro del Régimen de Control de Tecnología de Misiles (MTCR) en 1994.
En la década de 1980 y principios de la de 1990, Argentina participó activamente en el desarrollo del programa de misiles balísticos Cóndor, que claramente tenía la intención de producir misiles militares MTCR Categoría I, incluso para exportar a Egipto e Irak. Un sistema de misiles MTCR Categoría I es aquel que puede transportar una carga útil de al menos 500 kg a un alcance de al menos 300 km. El programa Cóndor representó una seria preocupación sobre la proliferación de misiles y un gran irritante en nuestra relación bilateral. Esta situación se agravó aún más por los intentos de Argentina de camuflar, y por lo tanto mantener, el programa Cóndor llamándolo programa SLV. Los SLV y los misiles balísticos son casi idénticos en diseño, fabricación y función. Sus tecnologías son esencialmente intercambiables, y prácticamente no hay tecnologías que apoyen el desarrollo de SLV que no faciliten también el desarrollo de misiles balísticos. Cualquier cohete capaz de poner un satélite en órbita también es, por definición, un sistema MTCR Categoría I. También es intrínsecamente capaz de lanzar armas de destrucción masiva (ADM) contra objetivos de superficie, y muchos países han utilizado los mismos propulsores para lanzar cargas útiles de armas y satélites.
Para abordar las preocupaciones planteadas por el programa Cóndor, Estados Unidos insistió en que Argentina desmantelara sus instalaciones de misiles existentes y aceptara renunciar a los misiles de Categoría I. Además, debido a que Argentina buscó disfrazar el programa Cóndor como un programa SLV, EE. UU. también insistió en las restricciones a las actividades SLV de Argentina. Estados Unidos, y el MTCR en su conjunto, solicitaron y obtuvieron del GOA garantías por escrito de que Argentina emprendería acciones específicas para desmantelar las instalaciones de producción de cohetes en la planta de Falda del Carmen. Los socios de MTCR solicitaron estas acciones para garantizar que el programa de misiles de clase MTCR de Argentina no pudiera revivir.
En consecuencia, en 1992, el GOA aseguró a los funcionarios estadounidenses, incluido el entonces subsecretario Bartholomew, que Argentina no tenía un programa SLV y que Argentina "ni ahora ni en ningún momento en el futuro previsible" contemplaba el desarrollo de un SLV. El GOA proporcionó garantías similares al MTCR durante las reuniones de abril de 1992 con el equipo multinacional de extensión del MTCR. Si bien Argentina no declaró de manera inequívoca que "nunca" buscaría una capacidad SLV autóctona, el registro diplomático indica que Estados Unidos ha entendido que este es el caso desde 1992.
Con respecto al desmantelamiento de la instalación de producción de motores de cohetes de Falda del Carmen, el GOA proporcionó garantías por escrito al MTCR a fines de 1993 de que tomaría medidas específicas para deshacerse del equipo de fabricación de misiles de Categoría I del MTCR ubicado en la planta de Falda del Carmen. Estas garantías fueron clave para la decisión de los Socios del MTCR de admitir a Argentina al Régimen e incluyeron el acuerdo de:
sellar los pozos de fundición de tal manera que no se les pueda dar el uso previsto originalmente (es decir, la producción de motores de cohetes);
retire del mezclador de propelente todos los juegos de engranajes y paletas mezcladoras; y
reubicar desde la planta de motores de cohetes de Falda del Carmen, ya sea el molinillo AP o la máquina de rayos X, y usar ambos artículos solo para propósitos que no sean misiles (lo que incluye no SLV).Argentina ha cumplido fielmente sus compromisos explícitos relacionados con el desmantelamiento del programa de misiles Cóndor II.
En 1999, el GOA buscó la liberación de sus compromisos de 1992 con respecto al desarrollo de SLV y expresó una gran decepción cuando EE. UU. se negó a hacerlo. El GOA argumentó que la decisión de EE. UU. puso en desventaja a Argentina frente a otros Socios del MTCR e infringió la soberanía argentina. También argumentó que, si bien Argentina brindó garantías a los EE. UU. en 1992 con respecto al desarrollo de SLV, no había renunciado permanentemente a su derecho al uso pacífico de las tecnologías espaciales, incluido el desarrollo de SLV. Posteriormente, a fines de 1999/principios de 2000, luego de una mayor discusión sobre el tema, el GOA dejó en claro que no tenía intención de buscar el desarrollo de una capacidad SLV autóctona, en gran parte debido a preocupaciones financieras. Sin embargo, en un documento oficioso de abril de 2000, el GOA reiteró su punto de vista sobre el desarrollo de SLV, señalando que creía que era inapropiado limitar la futura "búsqueda pacífica" de Argentina de un SLV basado en eventos pasados. También indicó que el diálogo de EE. UU. sobre este asunto continuaría.
Después de ver informes de prensa en agosto de 2007 sobre el programa Tronador, los funcionarios estadounidenses plantearon informalmente el tema del vehículo de lanzamiento al Director de CONAE, el Dr. Conrado Varotto. Durante esas discusiones de septiembre de 2007, Varotto dijo que Argentina no tiene intención de proliferar la tecnología de misiles, pero necesita una solución confiable para su problema de lanzamiento espacial. Ha decidido que contratar los lanzamientos de sus satélites en impulsores extranjeros es demasiado costoso y está siguiendo un programa SLV como una forma rentable de poner sus satélites en órbita. Con respecto a sus compromisos de 1992, Varotto dijo que el compromiso sobre los SLV era para el "futuro previsible", no "para siempre", y que el paso del tiempo había cambiado la situación de Argentina. Al mismo tiempo, Varotto dijo que Argentina se toma en serio la no proliferación y sus compromisos con respecto al programa Cóndor. Las instalaciones utilizadas en el programa Cóndor han sido completamente desmanteladas y Argentina ha desarrollado una nueva instalación (en el mismo parque industrial) para el programa SLV que no implica las antiguas instalaciones de Cóndor. Además, el Tronador SLV es un sistema de propulsor líquido mientras que el Cóndor era un sistema de propulsor sólido.
Estados Unidos se mostró escéptico ante la sugerencia del Dr. Varotto de que construir y mantener una infraestructura SLV sería menos costoso que contratar lanzamientos, pero señaló que la preocupación prioritaria para Estados Unidos era la no proliferación. Los SLV son sistemas de Categoría I de MTCR e inherentemente capaces de entregar armas de destrucción masiva. Los SLV y los misiles balísticos también son esencialmente idénticos en diseño, forma y fabricación, y cualquier desarrollo en un área podría aplicarse a la otra. Dadas las preocupaciones pasadas sobre Argentina tratando de disfrazar su programa de misiles como un programa SLV y el interés de EE. UU. y otros países del MTCR en prevenir la propagación de misiles y tecnología relacionada con misiles que podría caer en manos de proliferadores, EE. UU. esperaba que Argentina seguiría cumpliendo sus compromisos de 1992. Los funcionarios estadounidenses también señalaron que Estados Unidos ha mantenido una política desde septiembre de 1993 de no alentar los "nuevos" programas SLV de los países miembros del MTCR. En este contexto, "nuevo" significa programas SLV con los que Estados Unidos no cooperó antes del advenimiento del MTCR en 1987. Argentina, por lo tanto, no debe esperar el apoyo de Estados Unidos para su programa, incluso si Estados Unidos y Argentina simplemente acuerdan estar en desacuerdo sobre el programa de Argentina. Compromiso de 1992 sobre SLV. Varotto esperaba que las dos partes pudieran pensar creativamente sobre formas de resolver el problema, posiblemente incluso si Estados Unidos acepta apoyar el programa SLV de Argentina si se implementan ciertas medidas de transparencia.
A la luz de las sensibilidades en la amplia relación bilateral entre Estados Unidos y Argentina, Estados Unidos no ha planteado este tema formalmente ante el GOA. Estados Unidos apoya la búsqueda pacífica del espacio como se describe en la Política espacial del presidente. Las agencias de Washington han estado considerando cómo equilibrar su respuesta a la búsqueda de Argentina de un programa de vehículos de lanzamiento espacial a la luz del entendimiento sobre los SLV y el desmantelamiento del programa de misiles Condor alcanzado en 1992 entre los Estados Unidos y Argentina antes de que Argentina se convirtiera en miembro del MTCR. Estados Unidos determinó que, si bien Estados Unidos y Argentina continúan teniendo diferentes interpretaciones de los compromisos de SLV de Argentina, había pocas probabilidades de que se pudiera persuadir al GOA para que abandonara su programa de SLV.
Argentina se vio obligada a abandonar el desarrollo del misil balístico Condor-II en 1993, liderado por las fuerzas armadas argentinas.
Esta renovada capacidad de misiles balísticos de refuerzo espacial argentino también tiene como objetivo reforzar su supuesta capacidad de defensa que ha sido buscada durante mucho tiempo por sus militares. El uso del desarrollo de vehículos de lanzamiento de programas espaciales como una puerta trasera para el desarrollo de misiles balísticos es evidente como en algunos otros países rebeldes. Esto podría ser un desarrollo nefasto para esta región de América del Sur que hasta ahora se había evitado. También se sabe que Argentina ha renovado el trabajo de procesamiento nuclear en sus instalaciones disponibles, pero en qué medida y con qué fin sigue siendo incierto, pero se está monitoreando. Cómo la economía argentina cargada de deudas puede permitirse apoyar y financiar tales programas de desarrollo de satélites, misiles balísticos y propulsores espaciales sigue siendo un gran misterio por investigar.
https://www.globalsecurity.org/space/world/argentina/launch.htm
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Este es el problema de deberles tanta guita siempre a estas gentes... no los podés mandar a donde los tenés que mandar...
Son un club privado que te apreta para que no desarrolles lo mismo que ellos ellos desarrollaron, mientras ellos no renuncian a esos desarrollos. Que usa no quiera que otros países desarrollen sistemas que pudieran derivar en misiles de muy largo alcance cuando tiene un par de miles de armas nucleares que no va a desactivar, parece medio un chiste de mal gusto.
Si no quieren que desarrollemos el Tronador, y acá son tan tibios para hacerles caso, que nos suban todos los satélites gratis a perpetuidad, o durante todo ese "futuro previsible", y que nos den participación gratuita en su programa espacial. Todos becados a la NASA. Astronautas argentinos en la Luna y Marte... O sea, no querés que me compre el auto, entonces llevame gratarola...
Pero claro, no se puede, porque estás siempre endeudado hasta el cogote con esta gente, que siempre puede pedir cualquier cosa.
Por favor... qué nocivos que son, y qué funcionales que somos nosotros...Saludos
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Nuevo logro tecnológico para la estructura del Tronador II
La CONAE y VENG realizaron con éxito una compleja soldadura por fricción de componentes que conforman los tanques estructurales de primera etapa, los cuales almacenan Kerosene y oxígeno líquido para alimentar los motores del vehículo.
La Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) y la empresa VENG S.A. alcanzaron un nuevo hito en el desarrollo del proyecto Tronador II-250, luego de haber realizado con éxito la primera soldadura por fricción sobre los gajos de aluminio que conformarán los casquetes de los tanques estructurales del lanzador, que contendrán los propelentes de primera etapa. Con esta prueba se logró generar un prototipo idéntico a los que llevará el lanzador de satélites argentino.
Este logro se realizó durante septiembre de 2022 en el Centro Espacial Punta Indio (CEPI) de la agencia espacial nacional, a partir de piezas diseñadas por la empresa VENG S.A., principal contratista del proyecto, y fabricadas por la Fábrica Argentina de Aviones “Brigadier San Martín” (FAdeA).
“Es un avance muy significativo hacia los componentes del Tronador II, porque nos permite continuar con el armado de un tanque prototipo”, afirmó Daniel Rocca, gerente de Acceso al Espacio de la CONAE. “Si bien aún continuamos trabajando en una fase de desarrollo tecnológico, ahora contamos con una pieza clave, el casquete, de 2,5 metros de diámetro, liviano y que puede ser armado a partir de gajos con los materiales y la tecnología de soldadura que necesita el Tronador II”, añadió.
Este trabajo se enmarca en el Proyecto Inyector Satelital Para Cargas Útiles Livianas (ISCUL) de la CONAE, a través del cual se lleva adelante el desarrollo y la fabricación del Tronador II, y que esta semana tuvo un importante apoyo de las máximas autoridades nacionales y provinciales, con la visita del presidente Alberto Fernández, del ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, Daniel Filmus, y del gobernador Juan Schiaretti al Centro Espacial Teófilo Tabanera (CETT), en Córdoba. La comitiva participó de la firma de un nuevo contrato entre la CONAE y VENG para avanzar en el proyecto del lanzador, que permitirá colocar en órbita satélites de entre 500 y 750 kg, a una altura de hasta 600 kilómetros de la Tierra.
Tanques estructurales
La soldadura de los gajos requiere un proceso complejo por fricción, que se realizó en la estación de domos de la Máquina de Soldadura por Fricción instalada en el CEPI de la CONAE; y demanda un trabajo de programación diseñado especialmente para este fin. Este trabajo contó con la participación de las áreas de metrología de CEPI y del CETT, proveedores especializados y el equipo de VENG.El proceso de soldadura de gajos permite la fabricación de los domos (cada uno conformado por ocho gajos) de los tanques para el lanzador Tronador II-250, el cual se suma al desarrollo ya alcanzado de soldadura longitudinal y circunferencial para los anillos centrales del tanque, con un diámetro de 2,5 metros. Luego, estas tapas se soldarán al prototipo del tanque estructural que cumple la función de fuselaje y almacenamiento de combustible de manera simultánea.
“Este hito, esta soldadura, resulta importante para VENG y el desarrollo de vehículos lanzadores, ya que se trata de la primera soldadura que realizamos sobre componentes producidos por un proveedor y sobre piezas de mayor complejidad geométrica. Por otro lado, esta soldadura representa el comienzo de la campaña de calificación de esta junta, compleja desde la programación y operación; y la confirmación que el centro de soldadura por fricción está 100% operativo y, sin dudas, listo para la producción de tanques estructurales”, explicó Pablo Bidinost, líder del proyecto de fabricación de tanques con soldadura por fricción-agitación (en inglés denominada Friction Stir Welding) en VENG.
Además destacó: “Este hito es un paso más en el trabajo que estamos realizando con el objetivo de poseer un lanzador nacional, ya hemos dado varios y vendrán muchos más en los meses siguientes. Es una gran satisfacción poder liderar este proyecto y ver como se superan los desafíos y se potencia la vinculación del sistema tecnológico y privados”.
Fabricación de los gajos
Los gajos de aluminio fueron fabricados por FAdeA a través de un proceso de estirado o stretch forming, en inglés, que resultó especialmente complejo porque las piezas poseen una doble curvatura. Para ello, la empresa Argentina Molaike desarrolló matrices específicas que permitieron alcanzar la geometría requerida.“Hace un año comenzamos con el proceso de fabricación de los gajos. Ahora estamos transitando la siguiente etapa, de producción en serie”, informó Leonardo Carrizo, jefe de Programas de Aeroestructuras de FAdeA. “También estamos desarrollando el proceso de fabricación de largueros, piezas que también son parte del tanque estructural”, adelantó.
"En lo personal representa un gran orgullo haber liderado este proyecto desde FAdeA. Para nosotros este hito es volver a ser partícipe de la industria aeroespacial del país. Hemos realizado un trabajo con excelente sinergia entre ambas empresas donde pusimos a disposición las capacidades desarrolladas en la industria aeronáutica. En este caso la pieza, el gajo en sí, enfrentará cargas propias del ambiente espacial, pero pudimos adaptarnos comprendiendo a la perfección el diseño propuesto por VENG", explicó Carrizo.
"Estamos muy contentos de este suceso sabiendo que quedan todavía muchos desafíos por delante hacia el objetivo final de tener un lanzador que despegue y coloque satélites propios desde territorio nacional", concluyó.
https://www.youtube.com/watch?v=xx7tkQFDswE&ab_channel=ComisiónNacionaldeActividadesEspaciales
Nota: https://www.argentina.gob.ar/noticias/nuevo-logro-tecnologico-para-la-estructura-del-tronador-ii
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Así será el primer lanzador de satélites argentino
Con el Tronador II, la Argentina busca lograr la soberanía en el acceso al espacio con medios propios y convertirse en uno de los 10 países de la región que dominan el cielo espacial completo. Cuánto dinero demandará su construcción.
Así será el primer lanzador de satélites argentino
Con el Tronador II, la Argentina busca lograr la soberanía en el acceso al espacio con medios propios y convertirse en uno de los 10 países de la región que dominan el cielo espacial completo. Cuánto dinero demandará su construcción.Además, este ambicioso proyecto aeroespacial argentino que contará con la participación central de científicos platenses y demandará una inversión de 9.730 millones de pesos, ubicará a la Argentina entre los 10 países de la región que dominan el cielo espacial completo, lo que implica lograr la soberanía en el acceso al espacio con medios propios y desde el territorio argentino, al permitir colocar en órbita satélites de entre unos 500 a 750 kilos, a una distancia de hasta 600 kilómetros de la Tierra.
“Argentina es pionera en el desarrollo aeroespacial en nuestra región. Nuestro recurso humano es extraordinario y es fruto de una educación pública de excelente calidad. Lo veo en mis alumnos en la Facultad de Ingeniería desde hace más de 30 años”, comentó, en rueda de prensa, Marcos Actis, decano de la mencionada casa de estudios universitarios platense.
“Además, está demostrado que la actividad aeroespacial puede generar un efecto derrame en otras industrias, multiplicando puestos de trabajo calificados y valor agregado a la economía”, agregó el también presidente de VENG e integrante del directorio de la CONAE.
El Tronador II mide 28 metros de largo por 2,3 metros de ancho, en tanto que cuenta con una capacidad máxima de hasta 750 kilos de carga útil, 90 toneladas de peso y 120 toneladas de empuje al momento del despegue, según explicaron desde la CONAE.
Según adelantaron los responsables del Tronador II, en un primer momento se fabricarán los prototipos TII-70 y TII-150, que serán los modelos que los científicos argentinos utilizarán para poder realizar los ensayos, al tiempo que también les servirán para poner a prueba a los motores que irán a bordo del mencionado lanzador de satélites argentino.
Se trata de tecnología desarrollada y fabricada en el país, cuyo combustible es oxígeno líquido y kerosene. Y, en cuanto a las de lanzamiento, la idea es poder recuperar la infraestructura necesaria para el desarrollo, la manufactura, la integración y los ensayos, como así también, el posterior lanzamiento de vehículos experimentales desde las instalaciones del paraje La Capetina que está ubicado en la localidad bonaerense de Pipinas, partido de Punta Indio.