Desarrollo Aeroespacial Argentino
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@Darwin no te puedo acusar de macrista como muchos en el foro lo hacen, pero sí y vos lo confirmaste en alguna ocasión, dijiste que eras anti-peronista/kirchnerista. Y según lo veo yo, es lo que provoca que la mayoría de tus análisis terminen distorsionando, omitiendo y/o negando la realidad.
Podes poner todos los peros del mundo al gobierno de CFK pero sí negas algo tan evidente como que su gobierno fue el que impulso el Tronador y Macri el que intento sepultarlo, pierde sentido el debate.
Coincido Macri fue, es y será muy perjudicial para el desarrollo de este proyecto, al que puntualmente nos referimos. Ahora, Cristina de que forma lo sería? Por favor explícame, porque no entiendo cual sería el capricho o interés personal de ella que perjudique al Tronador. -
@zonca La verdad estimado no se que pasó, pero algo pasó.
Supongo que tiene que ver con los condicionamientos al proyecto desde afuera, EEUU detesta nuestro programa espacial y tener además algún desarrollo nuclear lo consideran inaceptable. (a Brasil le sucede lo mismo)
Hace rato se podría haber satelizado con una primera etapa sólida y una segunda hipergólica, la tecnología está pero renunciamos por presiones, Rusia ofreció motores (mucho antes de la guerra, se los ofreció al gato) pero no aceptamos.
Ahora abandonanos todo lo hecho y pasamos a experimentar impulsores "criogénicos".
Sólo relato los hechos, pero es obvio que desde 2017 no se lanza nada y de acuerdo con lo que informan tampoco se va a lanzar en los próximos años. -
Empresa entrerriana participó en el diseño de un remolcador de satélites
Una empresa de San José formó parte del desarrollo de un remolcador de satélites de Epic Aesrospace. El objetivo del proyecto es probar todas las capacidades para situar en su órbita exacta a pequeños satélites que no llevan motores.
A bordo de un cohete de SpaceX, se lanzó el primer remolcador para satélites propiedad de EPIC AEROSPACE, startup fundada por un joven ingeniero argentino. El objetivo, probar todas las capacidades para situar en su órbita exacta a pequeños satélites que no llevan motores o combustible.
¿Cómo se hace para poner un satélite en el espacio y colocarlo en una posición orbital perfecta sin usar motores ni combustible, que hacen el aparato más pesado y caro de lanzar? EPIC AEROSPACE, una joven startup gestada en Estados Unidos por un argentino, tiene la solución; y este martes comenzó a hacer historia con el primer lanzamiento para probar su nuevo producto estrella: un remolcador satelital.
De este modo, a bordo de un cohete Falcon 9 de SpaceX, un remolcador satelital construido en el país, busca marcar un hito después de haber sido lanzado esta mañana desde Cabo Cañaveral, en Florida, Estados Unidos. El objetivo final, según advirtieron, es “construir una constelación de naves remolcadoras y crear la primera red de transporte en el espacio”.
Hay un detalle que revela la “pata entrerriana” en este proyecto. “El sistema de tratamiento de aire para la sala donde se arma el satélite, llamada ‘sala blanca’, fue diseñado por Meyco SRL, empresa de San José, Departamento Colón. El equipo UTA fue provisto por la firma VMC de Rafaela. Se trata de una sala de calidad de aire clase 100.000”, precisó el ingeniero Elbio Woeffray, propietario de Meyco.
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CIENCIA Y TECNOLOGÍA
SATÉLITES
Avanza el desarrollo de un proyecto satelital y aeroespacial inédito
Se trata de una computadora que gestiona y controla la información de las cargas útiles de los satélites. Se estima que el proyecto verá la luz en 2023. El apoyo fue articulado por la Secretaría de Industria y Desarrollo Productivo, la Secretaría de Economía del Conocimiento y la Secretaría de Comercio.
04 DE ENERO, 2023 | 11.52 Por Agencia UNQ
La Universidad Nacional de Quilmes (UNQ) y la empresa ArsUltra avanzan en el desarrollo de una tecnología espacial: se trata de una computadora modular que gestiona y controla la información que envían las cargas útiles de los satélites. El proyecto, que se encuentra en la etapa final de diseño, espera su fabricación y los ensayos de funcionamiento correspondientes durante 2023. Si todo marcha de acuerdo a lo planeado, el proceso concluirá a fines del año entrante y saldrá a la luz para ser utilizado y adaptado a las necesidades nacionales y, más tarde, ser exportado desde Argentina.
Los satélites están conformados por dos partes: por un lado, la plataforma de servicios asociados al mantenimiento y la operación de la tecnología espacial, como es la carga de batería, las comunicaciones con la Tierra, la gestión de los paneles solares o el control térmico del satélite; y por el otro, la carga útil, es decir, los instrumentos que permitirán al satélite desempeñar su trabajo, por ejemplo cámaras infrarrojas, sistemas ópticos de observación de la Tierra o el espacio, o sistemas de comunicaciones.
Con esto en mente, el presidente de ArsUltra, Juan Martín Semegone, explica a la Agencia de Noticias Científicas de la UNQ: “Las computadoras de las cargas útiles son responsables del control y la información que reciben. En este caso, nuestra computadora podrá recibir las fotos que saque la cámara del satélite y comprimirlas o formatearlas, y podrá concentrar la información que obtengan los instrumentos de los satélites y bajarlos a la Tierra”. Asimismo, dicha tecnología se encargará de encender los instrumentos en el momento en que deben operar, de configurarlos o de su acondicionamiento térmico.
Además, Semegone detalla que la computadora en desarrollo es genérica y “modular”, es decir que presenta diferentes módulos que podrán conectar e intercambiar varias cargas útiles de distintos satélites a la vez. “Se desarrolla una unidad de cómputo que se puede adaptar a distintas misiones y distintos requerimientos, desde satélites de órbita baja o media a geoestacionarios con algunas consideraciones”, manifiesta el titular de ArsUltra.
Y agrega: “No tenemos conocimiento de que se estén haciendo computadoras modulares en Argentina. Sí las vimos en Europa o en Estados Unidos, pero no necesariamente iguales que las nuestras. De todas maneras, cada vez hay una tendencia mayor a la modularidad, a acelerar los procesos de desarrollo y que las misiones se hagan cada vez más rápido”.
Con el diseño en la etapa final, el equipo proyecta que para mediados de 2023 ya se haya fabricado un prototipo y se comience con los ensayos tanto de funcionamiento del hardware como ambientales (por ejemplo, ensayos térmicos para conocer la respuesta de las variaciones de temperatura que se dan en el ámbito espacial o de vibración). Los objetivos son dos: utilizar esta tecnología en Argentina y, luego, exportarla.
De la UNQ al espacio
En diálogo con la Agencia de Noticias Científicas de la UNQ, el codirector del proyecto, Héctor Pralong, cuenta que este desarrollo permitirá el acercamiento –y funcionará como antecedente– de la industria espacial con los y las estudiantes de esta casa de estudios.
“Antes, los productos que se gestionaban requerían de carreras específicas y hoy poseen múltiples facetas. En este sentido, se necesitan equipos profesionales, cuyos integrantes tengan una mirada sistémica y general. Así, aunque alguien piense que su participación está muy lejos de lo que se busca, verdaderamente puede ser una fuente de conocimiento muy importante”, subraya Pralong, y ejemplifica: “A veces, aquellos que estudian la carrera de Ingeniería en Automatización y Control se sienten desvinculados de la industria espacial, cuando en realidad no es así”.
Además, Pralong manifiesta que apuntan a incorporar estudiantes a la industria espacial. “Seguramente hay gente interesada y este proyecto, como otros de innovación, abre campos de trabajos. La idea no es pasar varias etapas y entregar un producto final. La meta es abrir un área de conocimiento para todos aquellos que quieran sumarse”.
Por su parte, el presidente de ArsUltra relata: “Con la UNQ estamos generando un vínculo enfocado en la creación de tecnología espacial, pero también una sinergia mediante la cual nosotros transferimos conocimiento a la universidad y también aprendemos de ella. La visión estratégica de articular con empresas de tecnologías de frontera fue apoyada por el rector Alfredo Alfonso dentro del marco de la universidad”.
Semegone plantea que esta alianza estratégica permitirá la posibilidad de abordar nuevos proyectos, de generar material concreto de desarrollo y procesamiento dentro de la casa de estudios, tener un producto comercial y, además, entrenar nuevos estudiantes en tecnologías que estén situadas dentro del marco de economía del conocimiento.
El apoyo estratégico y el impulso de las empresas del sector de tecnologías fue articulado por la Secretaría de Industria y Desarrollo Productivo, la Secretaría de Economía del Conocimiento (dentro de la que se destacan la Dirección Nacional de Innovación Abierta y la Dirección de Consolidación de Sectores Estratégicos) y la Secretaría de Comercio, todas entidades del ministerio de Economía.
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Visitamos VENG, un gran Escenario de Ciencia.
Fuimos al Centro Espacial Punta Indio, en la localidad de Pipinas.
Este centro espacial de la CONAE es operado por la empresa VENG.
Conocimos cómo es la fabricación de tanques con soldadura por fricción-agitación donde utilizan una herramienta única en Argentina y en la región que permite fabricar el fuselaje de los cohetes del proyecto Tronador.
En pocos minutos nos cuenta las principales características del Paraje La Capetina, que se encuentra cercano al Centro Espacial Punta Indio, y en donde se llevan a cabo los ensayos de motor y los lanzamientos de vehículos experimentales
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Otro video que puede interesar sobre el Centro Espacial Punta Indio
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Argentina gana protagonismo en el mercado mundial de imágenes satelitales
La tecnología de los satélites SAOCOM está llegando a más mercados. La compañía VENG, es la encargada de comercializar las imágenes y, además, está desarrollando el lanzador Tronador II.
A través de la empresa VENG, cuyo accionista mayoritario es la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), Argentina comenzó a exportar, desde el 2020, las imágenes satelitales de los satélites radar SAOCOM 1A y SAOCOM 1B.
Ya se comercializaron más de 2600 imágenes y las perspectivas de la compañía, son alentadoras: “Superamos los 2 millones de dólares de facturación y para 2023 esperamos que las ventas crezcan al menos un 50 % o más y dado este incremento exponencial estamos incorporando valor agregado a esas escenas, desarrollando distintos productos en cooperación con actores del sistema científico y tecnológico nacional", sostuvo Juan Cruz González Allonca, vicepresidente de VENG.
Santiago Cafiero viajó a Turquía: Inversiones en satélites, medicina nuclear y minería
En los primeros días de febrero se firmó en Nueva Delhi, un acuerdo con la empresa de la India, Suhora, especializada en brindar soluciones con análisis geoespacial.
El entendimiento se firmó en la residencia del embajador de Argentina en la India, Hugo Javier Gobbi, y en representación de VENG, el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, Daniel Filmus, rubricó el convenio entre ambas empresas.
“El objetivo de las alianzas comerciales con empresas internacionales para distribución de escenas SAOCOM apunta a penetrar nuevos mercados de una manera rápida y eficiente" explicó Adrián Unger, subgerente de soluciones basadas en Información Satelital de VENG.
El primer acuerdo VENG lo firmó en diciembre de 2020 con la empresa italiana e-GEOS, luego siguieron acuerdos con Bsed (Beijing Smart Earth Digital), de China; Restec (Remote Sensing Technology Center of Japan),de Japón, MDA, de Canadá y con la empresa URSA Space Systems, de Estados Unidos.
Las escenas satelitales radar de los SAOCOM son requeridas, en general, para detección de buques, monitoreo de recursos naturales, monitoreo ambiental, gestión y prevención de desastres, visualización de mapas de ambientes de humedad, detección de fugas de agua potable en zonas urbanas, y detección de manchas de petróleo en el mar y en el océano.
Un mercado global con perspectivas de crecimiento
Según datos publicados en diciembre de 2022 por Euroconsult, empresa internacional de consultoría especializada en el sector espacial y satelital, el mercado global de observación de la Tierra llegará a los 7900 millones de dólares para 2031.Según datos publicados en diciembre de 2022 por Euroconsult, empresa internacional de consultoría especializada en el sector espacial y satelital, el mercado global de observación de la Tierra llegará a los 7900 millones de dólares para 2031. Esto incluye satélites de tipo óptico, infrarrojo, pancromático y radar (este último es el tipo de satélites que conforman la constelación SAOCOM).
Según Euroconsult, este mercado se compone de información satelital sin un uso específico al momento de la ventas, y, por otra parte, por aquella información satelital con valor agregado destinada a verticales de la industria específicos, como puede ser la minería, monitoreo de catástrofes, medio ambiente, industria marítima, entre otras. Mientras el primero generó 1700 millones de dólares en 2021 y se prevé que casi se duplicará en 2031 (2700 millones de dólares), el segundo generó 2800 millones de dólares en 2021 y se prevé que llegará a los 5200 millones de dólares para 2031.
“Nosotros vendemos un tipo de escena de tipo primario que puede tener o no un procesamiento posterior. En general gran parte de nuestras escenas son utilizadas para generar “stacks” interferométricos, series temporales de escenas correspondientes a un mismo lugar, tomadas bajo idénticas condiciones, que permiten detectar cambios en el terreno para el monitoreo de daños en infraestructura, alerta por aludes, explotación minera y petrolera, monitoreo de represas y diques, entre otros usos”, explicó Adrián Unger, subgerente de soluciones basadas en Información Satelital de VENG.
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LeoLabs instalará un nuevo radar en Argentina.
La compañía LeoLabs ha anunciado sus planes para construir un radar en Argentina con el objetivo de mejorar la vigilancia de objetos espaciales en el hemisferio sur.
El radar de banda S, que se ubicará en el archipiélago de Tierra del Fuego y se espera que se complete a finales de este año, permitirá a LeoLabs rastrear objetos en órbita terrestre baja y reducir los riesgos de colisiones espaciales.
“El hemisferio sur no ha estado bien cubierto en materia de seguridad espacial y conocimiento del dominio espacial”, declaró a SpaceNews Dan Ceperley, Director General de LeoLabs. “Hay muchas conjunciones cerca del Polo Norte y del Polo Sur. Este radar supondrá una mejora muy significativa en el seguimiento de esas conjunciones.”
Reducir el riesgo espacial
A pesar de que LeoLabs ya cuenta con radares phased array en Alaska, Australia, las Azores, Nueva Zelanda, Texas y Costa Rica para rastrear objetos en órbita terrestre baja, el hemisferio sur ha sido tradicionalmente una región poco cubierta en términos de seguridad espacial.La creciente cantidad de satélites y desechos en órbita, especialmente en latitudes superiores a 60 grados, ha llevado a una mayor necesidad de seguimiento en esta zona del planeta, y la instalación de un radar en Argentina permitirá a LeoLabs obtener múltiples vistas diarias de los objetos espaciales individuales.
El nuevo radar en Tierra del Fuego también permitirá a LeoLabs monitorear conjunciones de alto riesgo, ya que muchas de ellas ocurren cerca de los polos de la Tierra. Según el Director General de LeoLabs, Dan Ceperley, la capacidad de monitorear con frecuencia los satélites es fundamental para mejorar la seguridad espacial, y la adición del radar en Argentina contribuirá significativamente a esta tarea.
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LeoLabs instalará un nuevo radar en Argentina
Por Alejo Sanchez Piccat- 13/03/20230La compañía LeoLabs ha anunciado sus planes para construir un radar en Argentina con el objetivo de mejorar la vigilancia de objetos espaciales en el hemisferio sur.
El radar de banda S, que se ubicará en el archipiélago de Tierra del Fuego y se espera que se complete a finales de este año, permitirá a LeoLabs rastrear objetos en órbita terrestre baja y reducir los riesgos de colisiones espaciales.
“El hemisferio sur no ha estado bien cubierto en materia de seguridad espacial y conocimiento del dominio espacial”, declaró a SpaceNews Dan Ceperley, Director General de LeoLabs. “Hay muchas conjunciones cerca del Polo Norte y del Polo Sur. Este radar supondrá una mejora muy significativa en el seguimiento de esas conjunciones.”
VERISURE
Todos en Argetina están instalando esta alarma
MÁS INFORMACIÓNReducir el riesgo espacial
A pesar de que LeoLabs ya cuenta con radares phased array en Alaska, Australia, las Azores, Nueva Zelanda, Texas y Costa Rica para rastrear objetos en órbita terrestre baja, el hemisferio sur ha sido tradicionalmente una región poco cubierta en términos de seguridad espacial.La creciente cantidad de satélites y desechos en órbita, especialmente en latitudes superiores a 60 grados, ha llevado a una mayor necesidad de seguimiento en esta zona del planeta, y la instalación de un radar en Argentina permitirá a LeoLabs obtener múltiples vistas diarias de los objetos espaciales individuales.
El nuevo radar en Tierra del Fuego también permitirá a LeoLabs monitorear conjunciones de alto riesgo, ya que muchas de ellas ocurren cerca de los polos de la Tierra. Según el Director General de LeoLabs, Dan Ceperley, la capacidad de monitorear con frecuencia los satélites es fundamental para mejorar la seguridad espacial, y la adición del radar en Argentina contribuirá significativamente a esta tarea.
Trabajar con Argentina
“Es un privilegio construir este sitio de radar en Argentina y contribuir a la historia de la exploración y administración espacial de este país”, dijo Ceperley en un comunicado. “Estamos comprometidos con nuestros socios en Argentina y estamos ansiosos por ayudar a apoyar la industria espacial aquí y en América del Sur en general”.Jorge Argüello, embajador de Argentina en Estados Unidos, dijo en un comunicado: “Nuestro sector espacial es muy valorado y la interacción de los expertos de LeoLabs con nuestros ingenieros ha sido virtuosa y enriquecedora. Es muy importante abordar la cuestión de la sostenibilidad en el sector espacial, y este radar contribuye a ello.”
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@pepinillo todos tranquilo con esto no?
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La fábrica de aviones que desde Mendoza se proyecta a toda la región.
Es una de las pocas en pleno funcionamiento que hay en el país. Ensambla aviones de menos de 5000 kilos, que se venden a las escuelas de pilotos hoy en auge. Pronto comenzarán a hacer las alas que hoy vienen de Italia. La historia de una empresa familiar que dio el salto y pudo volar.El hangar y la pista es lo primero que se distingue cuando uno ingresa al predio de 50 hectáreas de verde y cielo que forman parte de la fábrica de aviones Aerotec Argentina. Se ubica en el departamento Rivadavia y ensambla partes hechas en Italia para armar aviones, que se enmarcan en la aviación general, que tienen un peso máximo de 5200 kilos al despegue.

Pintura, alas, hélices, motores de última generación e infinidad de cables, cablecitos y pantallas forman parte de la línea de producción. Las 25 personas que aquí trabajan se concentran para cumplir con los protocolos de Aerotec y los exigidos por la fábrica italiana Construzione Aeronautiche Tecnam, que es la que produce todas las partes.
No obstante, pronto se comenzarán a hacer acá las alas que hoy llegan desde Italia. “Al mismo tiempo que se mantiene la identidad del diseño italiano, se profundizará el impacto del componente de valor y origen nacional “, destacó Diego Cardama, presidente de Aerotec. Hoy la empresa emplea 80 personas en sus distintas unidades de negocios.
Aerotec es una de las pocas fábricas de aviones en funcionamiento pleno que hay en Argentina. Desde que comenzó la sociedad con los italianos se han entregado más de 150 aviones y después de la pandemia se incrementó la demanda, en parte debido al impulso de las escuelas de vuelo.
Es que por los costos en dólares, llegan al país personas de todo el mundo hispanohablante para formarse ya que es el paso previo para el ingreso en las aerolíneas comerciales en donde hay escasez de pilotos.
Tecnología de última generación
Los aviones tienen valores que parten de los 135.000 euros y llegan a los 2,5 millones de euros. Este es el más grande, que puede trasladar a 11 personas y adaptarse relativamente fácil a distintos usos. Los más pedidos son los biplaza. Aunque los distintos modelos tienen su característica y diseño, en general los aviones poseen una autonomía promedio de cuatro horas y media y una velocidad de unos 222 kilómetros por hora (120 nudos).El peso máximo para el despegue es de unos 600 kilos mientras que el consumo promedio de combustible es similar al de un auto: en promedio 15 litros en una hora de vuelo. Si vuela a 180 km/h en una hora gasta 15 litros en recorrer esos 180 kilómetros, o sea, que con un litro de nafta vuela 12 kilómetros. Todos los aviones tienen tecnología de última generación, no hay nada analógico sino pantallas táctiles y digitalización
El motor es austríaco (Rotax) y se caracteriza por la eficiencia debido, entre otras cosas, a su liviandad. “El avión que sale de esta fábrica es exactamente igual al que produce Tecnam en Italia”, destacó Mario Cardama, gerente de Operaciones de Aerotec.
En la aviación todo se mide en horas. De este modo, el tiempo que se demora en hacer un avión desde que comienza el proceso hasta que termina oscila entre las 400 y las 800 horas. La finalización también implica la obtención de las habilitaciones, permisos y pruebas requeridas por la ANAC, que es la autoridad de aplicación. El plazo de entrega, en tanto, va de los cuatro a los seis meses y tiene demoras por las restricciones a la importación y el cuello de botella que provocó la pandemia y que recién comienza a normalizarse.
Aunque para este tipo de emprendimientos no debería haber trabas para importar, en la práctica no siempre es así.Ese es uno de los desafíos de producir en el país”, expresó Diego Cardama. Por esto y por las ventajas comparativas que hoy tiene la región en cuanto a costos las alas comenzarán a fabricarse acá con el impacto económico que eso traerá.
Trabajo de precisión
Dados los plazos existentes, la modalidad de trabajo de Aerotec es una suerte de mezcla entre los encargos a pedido y la fabricación por su cuenta para tener disponibilidad y no demorar un año en la entrega, que es lo que pasaría si solo se manejaran con la primera modalidad. La línea de producción arranca cuando se desarman las partes que llegan en contenedores desde Italia –en barco hasta Rosario y en camión hasta Rivadavia.Aquí comienza la parte de pintura de terminación y sellado del avión. El básico es el blanco, pero también se puede elegir plateado o diseños personalizados, como muchos clientes piden. Una vez que se pasa a la "parte limpia", comienza una tarea que requiere de la máxima precisión. Se trata de la instalación del motor y su vinculación con los comandos de cabina. “Es un trabajo artesanal”, definió el ingeniero Diego Rodríguez, gerente de Calidad de Aerotec y Responsable Técnico de los aviones que se ensamblan en la planta.
En esta etapa se siguen al pie de la letra las indicaciones de Tecnam ya que el avión que sale de Rivadavia es exactamente igual al que se fabrica en Italia. Luego de que cada cable está en su lugar, se suman los aparatos tecnológicos de cabina y los asientos de cuero con una confortabilidad similar a la de un vehículo. En la última parte, se ensamblan la hélice y las alas que pueden ir altas o bajas según el gusto de quien lo piloteará.
Horas de vuelo
El espacio donde se ensamblan los aviones tiene forma de gallinero, pero ya no quedan rastros de los pollos de la granja avícola que tuvo hace años Mario Cardama padre quien, en 1996 decidió apostar por su pasión por los aviones. Entonces la despuntaba como presidente de los aeroclubes de Rivadavia y San Martín; en el Este de Mendoza y se las transmitió a sus tres hijos.Aerotec nació como una empresa de mantenimiento de aviones generales y, al principio, como una importadora de aeronaves, favorecida por la convertibilidad de ese momento. Con el tiempo, Diego, Mario y José se hicieron cargo de la empresa y entre los tres la hicieron crecer.
Entre 2010 y 2013 se contactaron con Tecnam -con 75 años de trayectoria- para comenzar a vender los aviones pero, cuando se cerraron las importaciones le ofrecieron a los italianos la modalidad de ensamblarlos aquí. Algo que al principio les pareció extraño y hasta una locura se convirtió en una fructífera sociedad comercial que en octubre de 2015 vendió sus primeros dos aviones.
La fábrica no es la única unidad de negocios de Aerotec. De hecho, nació como una empresa de mantenimiento de aviones, algo que hasta el día de hoy realizan. No solo de los propios, sino también de los fabricados por otros. Este servicio ha llevado a la empresa a tener un hangar en San Fernando (Buenos Aires) y a abrir en breve otro en Alta Gracia, Córdoba. Es que la mayor demanda está en esa zona y es una manera de agilizar los tiempos para sus clientes.
Otra de las unidades de negocio tiene que ver con el trabajo aéreo y es el que realiza Aerotec con sus propios aviones en tareas de siembra de mosca y prevención de plagas como la Lobesia Botrana. Aquí se destaca el servicio que opera en Chile para el control y prevención de incendios, con un total de cinco aviones de dos tipos. Uno más pequeño que trabaja con cámaras que sirven para anticipar posibles atentados pirómanos, comunes en el país vecino. El objetivo es detectarlos lo antes posible para, con el otro avión, llevar el agua.
Mario Cardama es quien más tiempo pasa arriba y al lado de los aviones. También es el director de la escuela de vuelo que allí funciona. Sus travesías son legendarias así como sus anécdotas; muchas de ellas compartidas con sus propios hijos, que también llevan el vuelo en las venas. Además, los Cardama tienen uno de los globos más grandes destinados al turismo, pero esa es otra historia.
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