Los cazas Rusos vs el costo de la Defensa Nacional
Por Julio Gutiérrez
Una vez conocido públicamente el veto ingles sobre cualquier avión de caza que tenga partes de ese origen, prácticamente el 80% del mercado de aviones de combate y siendo las otras opciones EEUU y Francia aliados de primera línea de Inglaterra, el cerco se fue estrechando sobre las opciones de las que venimos hablando desde hace tiempo en los foros: de China y Rusia.
La primer opción que surgió entonces fue el caza sino-paquistaní JF-17 Thunder dado que tiene muchas características que lo hacen muy adaptable a las necesidades de la FAA como reemplazo de la flota de Mirage III/V dada de baja en el 2015.
Y el ojo puesto por la FAA es en el JF-17 Thunder Block III, que es un caza monomotor, dotado de los últimos adelantos que dispone el J-10C como el Radar AESA, Datalink, capacidad de reabastecimiento en vuelo (condición “sine quanon” para la FAA), capacidad de armamento stand-off, misiles aire-aire de largo alcance (BVR) y de corto alcance de 5ta gen. Además su bajo costo de adquisición y de operación lo ubican en el primer puesto en la escala de consideración. No hay ningún caza equivalente en occidente al JF-17 Block III al que la FAA pueda acceder.
Mientras la FAA espera que los chinos ofrezcan el J-10CE en algún momento y por ahora no hay novedad de que tal cosa vaya a ocurrir, Rusia avanzó con ofertas muy agresivas y ofreciendo lo mejor y de los más avanzados de su arsenal como el YAK-130 (un LIFT equivale a los vetados FA-50 y M346), el Mig-29M y el Sukhoi SU-30SM, aviones que podrían darle un salto de poderío a la FAA que la colocarían en otra dimensión muy lejana a la realidad actual plagada de carencias y muy por detrás de sus vecinos Brasil y Chile, sin mencionar UK, la principal hipótesis de conflicto.
Por supuesto que acá entra en discusión el eterno debate sobre el costo operativo y de mantenimiento de estos cazas.
Es curioso como se apela al debate del presupuesto en lo que es prioritario y los medios cuestionan a veces los gastos que insumiría la compra de aviones de combate, en un país donde un presidente se gastó nada menos que la friolera de u$s 44.000 millones de dólares, que es el 12% del PBI o más de 12 veces el presupuesto de nuestra Defensa, quienes decían que no tenían presupuesto para gastar en aviones de combate cuando cancelaron la compra de los Kfir y en una campaña presidencial se gastaron una cifra histórica jamás gastada por ningún presidente ni en la historia del propio FMI y sin que ningún medio de comunicación o juez le hayan cuestionado o pedido nunca explicación alguna por un sólo dólar gastado, lo cual habla del grado de complicidad que tuvo esta maniobra.
Solo pensar que con eso se pueden comprar 1000 Mig-29M o 760 SU-30SM o 75 submarinos U-212 o 9 mil hospitales (que muy útiles hubieran sido para esta pandemia) o millones de vacunas para toda la población, dinero para darle a comercios que se perjudicaron con la pandemia, para quienes perdieron su empleo, etc, o las opciones de las que quieran uds combinar hay miles, pero a nadie se le podría cruzar por la cabeza darle el uso que le dieron a esos 44.000 millones de dólares (que los tendremos que pagar de nuestros bolsillos). Un dinero que se gastó en solo 4 meses sin que ningún argentino sepa hasta el día de hoy en qué.
Pero este país da para estas discusiones. De pronto comprar equipamiento para ejercer nuestra soberanía y defendernos de cualquiera que intente quedarse con nuestro territorio y recursos naturales (que tenemos muchos) no tiene prioridad y hoy nos lamentamos de no poder controlar y ejercer nuestra soberanía cuando vienen flotas que son 10 veces más grandes que lo que ARA y PNA juntas pueden controlar dado lo escaso del material disponible producto de décadas de desinversión y tirar el dinero como el caso anteriormente mencionado.
En cuestiones de Defensa Nacional y Soberanía deberíamos recordarles a los cuestionadores del gasto público y campeones en la eficiencia del gasto, esa cifra que se patinaron rápidamente.
La hora de vuelo se mide según la capacidad de disuasión. El avión de combate que menos gasta por hora de vuelo podrían ser el Pucará o el Pampa, bien…pero ahora…disuaden? No y tomo las palabras del propio Jefe de la FAA en la nota que le hizo Santiago Rivas en “Pucará Defensa”
La relación costo – beneficio de una aeronave militar, no radica en el precio de su mantenimiento, ya que la Fuerza Aérea no lucra, el beneficio es la capacidad.
Perder un avión porque su hora de vuelo es costosa, es perder una capacidad.
Para nosotros perder una capacidad por su costo, es inaceptable
No podemos perder la capacidad de Defensa porque la hora sea costosa, son los costos para mantener la integridad de nuestro territorio, para que los recursos naturales sigan siendo nuestros y no caigan en otras manos.
Los que quisieron bajar el gasto fiscal restando días de navegación a la ARA (se ahorraron unos pocos millones de pesos) hoy pagan con el robo de recursos ictícolas por valor de u$s 3000 millones anuales en pérdidas.
Si colocamos las prioridades donde se deben, los Su-30SM, Mig-29M, Submarinos o lo que haga falta para ejercer la soberanía verán que no son caros. Tenemos que cambiar la forma de ver la realidad.
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Los cazas Rusos vs el costo de la Defensa Nacional
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RE: El JF-17 el candidato que ofrece China para sustituir los Mirages en Argentina
Cumbre con Rusia en Buenos Aires por cooperación militar
Por Edgardo Aguilera - Ambito.comEl ministerio de Defensa a cargo de Agustín Rossi inicia hoy conversaciones con autoridades de la Federación Rusa acerca de cooperación militar-técnica.
El encuentro es una continuidad de reuniones previas enmarcadas en el Convenio de Cooperación Militar-Técnica que se firmó en 2004. A lo largo de tantos años se han declarado intenciones a nivel político y al parecer llegó el momento de promover acciones concretas. La “ley Rossi”, el Fondo Nacional de la Defensa (Fondef) que asigna partidas presupuestarias progresivas anuales para dotar de equipos a las fuerzas y recuperar capacidades básicas contribuyentes a la defensa del país es el activo movilizador.
El embajador ruso Dmitry Feoktistov anunció a principios de febrero la realización de este encuentro con carácter presencial, mirarse a la cara en lugar de plataformas virtuales resulta más eficaz a la hora de ofrecer y negociar equipamiento e intercambiar pensamiento estratégico. La delegación rusa arribó al país y cumplió el protocolo de bioseguridad que exige la emergencia sanitaria global por el coronavirus.
El diplomático informó en aquella oportunidad que el copresidente de la comisión es Anatoli Punchuk, director adjunto del Servicio Federal ruso de Cooperación Militar y Técnica. La propuesta rusa se plasmó hace meses, una gruesa carpeta ofrece material bélico a pagar con distintas soluciones desde el crédito y financiación directa, sin intermediarios hasta el intercambio por commodities; minerales, los denominados “tierras raras” y también el litio, desarrollo de los procesos de extracción con inversión rusa, entre otros programas de fomento.La adquisición de equipos militares constituye una relación que va más allá de la incorporación de esos materiales, supone participar de la misma visión del mundo y sus conflictos para el uso de esos medios, establecer alianzas internacionales y compartir las rivalidades del país o bloque vendedor. Se busca a través de estos programas (comunes a todas las potencias) construir relaciones interpersonales de amistad y camaradería con funcionarios del sector de la defensa (de los partidos predominantes), los altos jefes y aumentar el acceso a los militares de la región.
Argentina sufre hasta hoy las consecuencias (veto a material bélico) de haber utilizado el poder militar contra un país del bloque de potencias que equiparon las fuerzas armadas criollas, a pesar de que ya transcurrieron 39 años del fin de la guerra por Malvinas.
El grueso del ofrecimiento ruso apuntó a la fuerza aérea, aviones de entrenamiento avanzado Yak-130, 12 aeronaves Mig-29M/M2, es un avión de combate de cuarta generación y 12 Su-30 es una aeronave supersónica biplaza de cuarta generación, especializada para el combate aire-aire. Todos incluyen el establecimiento de una línea de ensamblado local en cooperación con la Fábrica Argentina de Aviones (FAdeA).
Esta iniciativa luce como transferencia de tecnología aunque el ensamblaje (armado) de una aeronave dista de impulsar el crecimiento y desarrollo de las empresas locales. La industria para la defensa nacional no participa de estas conversaciones en Defensa.Olvido o decisión política a revisar si uno considera que el ministro de Producción, Matías Kulfas promueve acciones multidisciplinarias en la toma de decisión para el desarrollo de industrias estratégicas. Se ha realizado más de una reunión auspiciada por Kulfas con participación de funcionarios de defensa y altos jefes de logística militar donde se estableció el eje de trabajo conjunto en la selección y compra de sistemas de armas y la complementación para el desarrollo local.
La propuesta rusa contiene blindados 8x8 para el Ejército Argentino, los modelos BTR-80 y el BTR-82A, incluye el desarrollo y la instalación de una fábrica dónde se producirán los vehículos. En el área de personal se tratará la participación en competencias de habilidades militares -por ejemplo, juegos internacionales Army celebrados en Rusia- y una posible formación de militares argentinos en centros de educación superior del Ministerio de Defensa ruso.
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RE: Noticias de Venezuela.
@marcoaurelio Perdón, pero me he cansado de hablar con venezolanos que se encuentran en Buenos Aires, y se han escapado de su país por las carencias y persecuciones que sufren. El hambre no se ideologiza.
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Argentina negocia la adquisición de helicópteros S70i
Argentina negocia la adquisición de helicópteros S70i
La negociación se realiza entre autoridades del Ministerio de Defensa, la embajada de Polonia en la Argentina y la compañía PZL Mielec.Por Juan José Roldán -16 abril, 202116
Foto: Lockheed Martin
Con 50 años de servicio a sus espaldas, la realidad indica que el reemplazo de los Bell UH-1H del Comando de Aviación de Ejército es una necesidad más una posibilidad. La cuestión ha sido abordada ampliamente por Zona Militar en el pasado donde, a pesar de los programas de modernización y repotenciación del Huey, se han evaluado candidatos para tomar el relevo.
Gracias a fuentes consultadas recientemente, se ha informado que ese proceso se encuentra avanzado. Durante los últimos meses, autoridades del Ministerio de Defensa de la República Argentina y representantes de diversas áreas de la Embajada de Polonia han dado los pasos necesarios para una posible adquisición de helicópteros destinados al Comando de Aviación del Ejército Argentino.
La aeronave ofrecida es el helicóptero utilitario mediano Sikorsky S70i Black Hawk, fabricado bajo licencia por la compañía polaca PZL Mielec, siendo esta filia en el país de Lockheed Martín. Al momento, la intención del MinDef es la adquisición de dos unidades por un monto aproximado de USD 50 millones. Dentro de las claves para el avance en las negociaciones se están las opciones de financiación atractivas ofrecidas por el Gobierno de Polonia, a través del BGK (Banco Nacional de Desarrollo Polaco).
La hipotética adquisición de S70i tuvo eco en las reuniones sostenidas durante el pasado 7 de abril entre el Ministro de Defensa, Agustín Rossi, y el Almte. Craig Faller, Jefe del Comando Sur de los EE.UU. Inclusive, el alto mando militar informó de la propuesta que el Gobierno de Estados Unidos puede presentar también por helicópteros UH-60M Black Hawk, ofrecidos a través del programa Foreign Military Sales (FMS). No obstante, el precio final por las unidades y el financiamiento no fueron atractivos para las autoridades nacionales.
Al presente, el estado de las negociaciones es avanzado restando la decisión para efectuar la firma de los contratos y autorización del crédito público. Si bien, aún no sea ha confirmado, de concretarse la incorporación de los S70i significaría un salto de capacidades considerable para el Comando de Aviación del Ejército Argentino que viene evaluando reemplazos desde la última década.
A pesar de que dos S70i es poco frente al requerimiento manifestado por miembros de la unidad, que se sitúan en 20 helicópteros medianos, puede ser el primer paso para el necesario recambio de los Huey. El exiguo número se traduce en que los Black Hawk servirían en una primera etapa como complemento de los UH-1H en diversos roles ocupando el lugar de los Eurocopter AS332 Super Puma, de los que solamente hay una unidad operativa.
De avanzar, esta tanda de nuevos helicópteros medianos serviría al Comando de Aviación para ganar una valiosa experiencia operativa en el uso de una nueva aeronave, que otras fuerzas a nivel regional operan, como es el caso de la Fuerza Aérea de Chile (FACh). Restara saber si la intención, como las posibilidades económicas del país, permiten que se abre el proceso para una adquisición más amplia con la que el Huey pase la antorcha al Black Hawk como principal medio de alas rotatorias del Ejército Argentino.
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RE: El JF-17 el candidato que ofrece China para sustituir los Mirages en Argentina
Buenos dias. Comparto un artículo que me pareció interesante.
No, ni Rusia ni China venden a la Argentina lo que la Argentina quiera
Por Santiago RivasAunque muchos se entusiasman con la posibilidad de comprar armas en Rusia y China, hay que entender que ninguno de los países venderá lo mejor que tienen sin pedir demasiado a cambio. El país debe analizar hasta cuánto está dispuesto a entregar para poder rearmarse.
Desde ya antes de que se conociera el esperado veto británico a la compra del KAI FA-50 muchos planteaban, con más o menos razones, la necesidad de hacer un giro en la elección de proveedores de armas desde occidente hacia Rusia o China, argumentando en general que esos países no solo disponen de equipos iguales o mejores a los occidentales, sino que no tienen ninguna restricción para su venta.
La realidad no deja de ser muy distinta y no tan positiva como creen quienes defienden esa postura. Es cierto que la Guerra de Malvinas sigue teniendo un sabor tremendamente amargo para el orgullo británico, al punto de que a casi cuatro décadas aún siguen buscando la destrucción de la capacidad militar argentina, para que nunca pueda ocurrir una segunda guerra por las islas, lo cual no ha estado en la mente de ningún militar argentino ni en la de ningún político serio del país. Como he planteado en columnas anteriores, la política británica no ha servido más que para alimentar la retórica belicista y épica de quienes en la Argentina solo buscan tener más poder o tapar sus errores políticos. Lamentablemente, Gran Bretaña ya no tiene políticos ni estrategas como antes.
Esta realidad obliga a la Argentina a buscar otros proveedores, es totalmente cierto, y fuera de occidente no hay muchos y es cierto que en aviación solo Rusia y China tienen sistemas de armas completos para ofrecer (aviones de combate más todos sus sistemas asociados). Pero con ellos no todo es color de rosa y no es cierto que la Argentina pueda ir de compras a ambos países y llevarse lo que quiera.
Primero, las ventas de equipos militares son la operación comercial más sensible para cualquier país, ya que está entregando con ellos conocimientos y tecnología que, en manos equivocadas, puede significar que se pongan en evidencia debilidades en el sistema de defensa del país productor de las armas, además de que estos puedan ser adoptados por sus adversarios. En otras palabras, entregar tecnología implica entregar la manera de que alguien pueda estudiar sus fortalezas y debilidades y también trazar un panorama del estado evolutivo de la industria bélica de ese país. Cuanto más avanzado sea el equipamiento exportado, más se están abriendo las puertas de los conocimientos que se han adquirido.
Ha habido ya muchos casos, como fueron el de Egipto con Anwar Sadat, que giró del bloque soviético hacia Estados Unidos, Irán luego de la revolución, en que el nuevo gobierno cedió a sus nuevos aliados el acceso al material comprado en Estados Unidos.
A eso se suma la posibilidad de que el comprador pueda, incluso, emplear ese equipamiento contra el vendedor, como hizo la Argentina en Malvinas empleando armas británicas o Irak en la Guerra del Golfo con material francés y de otros países de occidente.
Por eso, lo primero que mira un vendedor de armas es cuál es la política del comprador y qué tan estable sea ésta. Si el gobierno del país comprador cambia de ideología de manera constante, como es el caso de la Argentina desde los años ’40, o si no tiene una visión clara de qué rumbo quiere tener, si no tiene políticas de estado ni visión de largo plazo, la confianza para venderle material es casi inexistente.
En la Argentina, existe desde los años 30 un constante cambio de rumbo ideológico de los gobiernos, incluso hasta de los propios gobernantes durante su tiempo en el poder (como fue el caso de Perón en sus tres gobiernos, entre el nacionalismo de la “tercera posición” en los años ‘40, el acercamiento a Estados Unidos en los ’50 y al socialismo en los ’70 para terminar volviendo al nacionalismo en sus últimos días). A eso se suma que ninguno ha tenido un proyecto de país ni una visión clara de hacia dónde debía ir la Argentina, lo cual facilitó esos constantes cambios de rumbo, que se dieron principalmente por conveniencia y no por convicción.
Vemos desde hace 80 años constantes cambios de rumbo según sea la fuerza política que gobierne, desde el peronismo, el radicalismo, los militares y, en los últimos años, las alianzas de centroderecha o centroizquierda y el kirchnerismo. La debilidad de todos los gobernantes en los últimos 40 años y la falta de continuidad en las políticas de estado lleva a que la confianza que generan en el exterior sea poca o nula. El miedo de que la tecnología que incorpore un material comprado por la Argentina sea compartida con los enemigos del proveedor por el gobierno siguiente, al cambiar de bando, es enorme y no solo en Inglaterra y Estados Unidos, sino también en China y Rusia.
El primer paso para que la Argentina pueda acceder a equipamiento militar de primera línea, entonces, radica en que el país tenga una política de estado clara, consistente, realizable y de largo plazo. En un mundo polarizado, donde la Argentina necesita comprar equipamiento desde las grandes potencias, porque no puede producirlo sola (porque falta la tecnología, el conocimiento y la capacidad económica para financiarlo), obligatoriamente debemos mostrar una postura clara hacia uno u otro bloque si queremos que ese bloque nos abastezca.
Primer prototipo del caza chino Chengdu JF-17 Block III.
¿Qué se necesita para comprarles?
¿Se puede comprar equipamiento sin alinearse con las políticas del bloque al que pertenece el proveedor? Es posible y ha ocurrido, pero en esos casos se puede dar por una de estas razones: Ese bloque está buscando la forma de atraer al país hacia su lado (el caso de Perú en los 70 con la Unión Soviética) o solo alejarlo del bloque al que está alineado; porque ese país ha entrado en conflicto con el otro bloque (el caso de las ofertas soviéticas durante la Guerra de Malvinas); o solo se provee material de segunda línea, sin la última tecnología y en cantidades limitadas que no representen un riesgo.
Hoy, es muy probable que China acceda a vender material de primera línea a la Argentina solo porque espera mayor alineamiento político con ellos y el compromiso de la Argentina con China sería excluyente antes de que vendan cualquier tipo de equipamiento. Lo importante es ver cuál es el costo para la Argentina de hacerlo.Hay que tener en cuenta que las grandes potencias están en constante negociación entre ellas y saben que abastecer sin límites a un país periférico (como la Argentina), alterando el equilibrio regional o generándole problemas a las potencias oponentes va a generar la reacción de esa potencia (por ejemplo, la entrega de aviones F-5E Tiger II a Honduras ante la posibilidad de que la URSS entregue MiG-21 a Nicaragua, llegándose luego al acuerdo para que la URSS finalmente no entregue dichos aviones).
El ejemplo más extremo y claro se dio en la Crisis de los Misiles, en donde la URSS frenó la invasión estadounidense a Cuba amenazando con ocupar Berlín occidental, pero a cambio accedió a retirar los misiles de la isla, así como los bombarderos Il-28 (que Fidel Castro soñaba con incorporar a la Fuerza Aérea Revolucionaria). Así se puede ver que entre 1961, cuando la URSS comenzó a entregar armas a Cuba, y 1990, cuando dejó de hacerlo, solo les envió armas con capacidad defensiva, pero ningún arma estratégica: nunca les dio bombarderos, ni submarinos nucleares ni misiles balísticos. Tampoco aviones de ataque como podría haber sido el Su-24 ni interceptores como el Su-21 o el MiG-25, los cuales sí estuvieron disponibles para otros países. La razón era que Cuba podía defenderse, pero no le darían armas que Estados Unidos pueda considerar una amenaza. Los soviéticos mantendrían feliz a Fidel sin enfadar a los estadounidenses. En otras palabras, hasta en plena guerra fría, el abastecimiento de armas a los propios aliados estaba condicionado por cuestiones políticas y para mantener el equilibrio.
La oferta de F-16V Block 70 a Colombia, donde Estados Unidos incluso le hizo saber a la FAC que estaba dispuesto a venderles el F-35 Lightning II, es una clara respuesta a la recuperación hecha por Rusia de la flota de Su-30Mk2 venezolanos y a la confianza en la posición política de Colombia.
Si bien muy avanzados para América Latina, los Su-30Mk2 venezolanos no eran la versión más sofisticada cuando fueron vendidos. Foto: Erwin Fuguet.
¿Se puede acceder a material de primera línea sin un compromiso político? De ninguna manera. Incluso se pueden ver casos en los que, a pesar del compromiso político, como ocurre en Venezuela con Rusia, el material entregado no incorporaba la última tecnología. Por ejemplo, los Su-30Mk2 no eran la versión más avanzada que estaba produciendo Sukhoi, pero Rusia solo accedió a vender dicha variante, con sistemas menos sofisticados, a pesar del total alineamiento de la dictadura chavista.
Cuando la Fuerza Aérea Argentina estudió por primera vez el caza chino Chengdu JF-17, la fuerza consultó por el muy superior Chengdu J-10, recibiendo como respuesta que ese avión no estaba disponible para la Argentina. Si bien China ha desarrollado una versión de exportación, simplificada, el problema no radica en si quieren exportarlo o no, sino en que China no está dispuesto a entregarle el caza más avanzado que tienen en servicio a un país con una política errática como la Argentina, donde ninguna fuerza política (ni oficialismo ni oposición) tiene una ideología clara ni un proyecto de país, sino que actúa según su conveniencia.
Hoy la Fuerza Aérea Argentina espera negociar el Block III del JF-17 y ver qué, de todo el equipamiento que el país solicitó, China está dispuesta a vender, pero aún no se sabe qué tecnologías hoy estaría dispuesta China a entregar ni a qué costo (no económico, sino político).
En el caso de Rusia, más allá de que tampoco accedería a venderle a la Argentina su última tecnología, la realidad es que en aviación de combate el país se ha quedado rezagado, sin grandes desarrollos nuevos en materia de sistemas para las aeronaves que se estén fabricando en serie, mientras que su caza de quinta generación recién inicia su producción en serie. Rusia ha ofrecido el MiG-35, cuyos costos operativos están muy lejos de lo que la Argentina puede pagar, mientras que también ha ofrecido versiones del Su-30 y MiG-29, en general ya lejos de la primera línea tecnológica y con costos operativos prohibitivos. A eso hay que sumar que Rusia recién ahora empieza a mejorar muy lentamente el soporte logístico a sus clientes, que ha sido una pesadilla y una de las mayores causas de que muchos países opten por no comprarles material.
China ya produce en serie la versión biplaza del JF-17, que se ha vendido a Pakistán y Myanmar.
Es la política, no el dinero
En otras palabras, el dinero no es lo único que cuenta a la hora de ir a comprar sistemas de armas, sino que, por sobre todas las cosas, es la política y la confianza lo que prima. ¿China o Rusia nos van a vender su última tecnología? No. ¿Están dispuestos a vender grandes cantidades de armas sofisticadas a la Argentina? No mientras la Argentina no tenga un compromiso político firme y de largo plazo apoyando sus posiciones.
Para que un proveedor acceda a vender tecnología, fundamentalmente se le deben dar garantías de que eso no será usado en su contra, sea de manera directa o porque se dará acceso a esa tecnología a una tercera parte. También va a querer otros beneficios, políticos o comerciales y, en el caso de la Argentina, donde China sabe que no tenemos prácticamente otra opción, es muy probable que a mayor tecnología requerida el precio a pagar, tanto político como en ventajas comerciales para ellos, se incremente exponencialmente.
Ahora, la Argentina debe pensar hasta qué punto le puede convenir alinearse con el nuevo imperialismo chino o seguir aliada a los viejos imperialismos occidentales. Si pensamos en su sistema político, con una dictadura con capitalismo de estado, la respuesta es un “no” rotundo. Si miramos los gobiernos que existen en los países aliados a China, en general dictaduras, estados fallidos o democracias debilitadas, la respuesta es otro “no”. Si creemos que podemos mantener una democracia capitalista y con libertades mientras nos alineamos por completo a una dictadura, somos bastante ingenuos.
Es probable que, en este nuevo escenario de guerra fría, ahora entre occidente y China, con Rusia actuando cerca de China (no porque sean amigos, sino porque ambos son enemigos de occidente), los chinos estén más dispuestos a armar a la Argentina, porque podría inclinar la balanza del equilibrio regional a su favor y abrir un nuevo frente en la puja contra occidente. Por ejemplo, armar a la Argentina para que aumente su presión en Malvinas podría forzar a los británicos a desviar esfuerzos para aumentar la protección de las islas, en lugar de enfocarlos en contener el crecimiento chino. Abrirle muchos frentes de conflicto es una manera efectiva de debilitar al oponente hasta hacerle insostenible su economía y su capacidad de dar pelea.
Pero eso no será gratis y la Argentina debe pensar primero si está dispuesta a pagar el costo político que pueda pretender cobrar China.
La Argentina, por su lado, debería comprender que esa posibilidad también es una carta de negociación con los británicos, que, si piensan de manera estratégica, podrían ver que en el escenario que viene es mejor sumar aliados y eliminar pequeños conflictos para tener menos frentes abiertos y poder contener con efectividad a su mayor amenaza. Las demás potencias occidentales deberían entender lo mismo y colaborar para que eso suceda.
Se puede argumentar que la Argentina hoy es irrelevante en el escenario global, pero mucho más lo era Cuba en 1962 y, sin embargo, fue la crisis en Cuba la que estuvo más cerca de llevar al mundo al holocausto nuclear. Nadie sabía dónde quedaba Vietnam hasta que pasó a ser el centro de la guerra fría en los ’60 y lo mismo había ocurrido con Corea en los años ’50, luego fueron Afganistán, Siria y muchísimos otros países que pocos sabían ubicar en el mapa. La historia nos muestra desde hace 70 años que es en los países periféricos en donde se termina decidiendo la puja entre las grandes potencias.
Como ya aprendimos al menos desde la Segunda Guerra Mundial, cuando el mundo se divide en dos, los países periféricos no pueden apuntar a terceras posiciones, porque no tienen el poder de valerse por sí solos y dependen de comerciar con las grandes potencias y los aliados de éstas. Solo las potencias que tienen áreas de influencia y países aliados pueden elegir hacer lo que desean (hasta cierto punto). Si no se está entre las grandes potencias (y la Argentina nunca lo estuvo, solo fue una potencia regional con alcance limitado), la única opción es alinearse a uno u otro bando, para poder comerciar en todos los aspectos dentro de esa área de influencia. Lamentablemente, las naciones menos relevantes deben aceptar las reglas de juego de los grandes e intentar crecer para poder negociar desde una mejor posición, como han hecho países como Japón o Alemania luego de la Segunda Guerra Mundial.
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UAVS FFAA
Los UAV de la Fuerza Aérea Argentina
Detallamos los programas de UAV de la Fuerza Aérea Argentina y cuál es su estado actual.Por Lisandro Amorelli
El desarrollo y uso de los vehículos aéreos no tripulados, o UAV por siglas en inglés (Unmanned Aerial Vehicle), tanto para uso civil como militar, ha alcanzado su mayor auge a nivel mundial hace una década aproximadamente. En los últimos años, cerca de 70 países (entre ellos Argentina) han desarrollado programas militares con drones, qué, dadas sus características, la aplicación más común es para misiones de mando, control, comunicaciones, inteligencia, vigilancia y reconocimiento. En el ámbito civil el uso en investigaciones científicas, monitoreo de incendios forestales y fumigación agrícola, son solo algunos de los empleos.
Pero el uso de vehículos aéreos no tripulados no es una herramienta de reciente creación, ya que, a mediados del siglo XIX, tropas austrohúngaras bombardearon Venecia en agosto de 1849, con cerca de 200 globos no piloteados y cargados con explosivos.
Durante la guerra de Secesión estadounidense (1861-65), también las tropas unionistas lanzarían globos con dispositivos incendiarios contra el ejército confederado.
Ya en 1918, durante la Primera Guerra Mundial, el ingeniero Charles Kettering crea un “torpedo aéreo” (conocido como el “bicho de Kettering”), financiado por el Ejército de EEUU, el cual una vez calculada la trayectoria y alcanzada la distancia a recorrer, el motor se apagaba y el avión caía sobre el blanco con cerca de 80 kilos de explosivos.
En 1924, en Inglaterra se realizó el primer vuelo exitoso de una aeronave guiada por radiofrecuencia desde el navío de guerra HMS Stronghold; y en 1933 se desarolloó el “Queen Bee”, a partir de un biplano llamado “Fairey Queen”
Luego, y ya entrada la Segunda Guerra Mundial, vendrían muchos desarrollos, en especial en Alemania, con las recordadas y famosas Fieseler V1 entre otras.
Paralelamente en los EEUU, avanza el que fue (según los resgistros) el primer drone producido en serie a gran escala: el “Radioplane OQ-2”, que en 1940 sirvió como blanco aéreo para pilotos y para formar a los futuros artilleros de las defensas antiaereas.
Durante la Guerra Fría y hasta la actualidad el desarrollo fue constante, siendo Israel, EEUU y la ex Unión Soviética grandes impulsores de los avances. Los drones fueron utilizados en la guerra del Yom Kippur, en la guerra de Vietnam y hasta en misiones de ataques que han culminado con la muerte de líderes de Al Qaeda en Pakistán, Yemen, Libia y Afganistán en los últimos años.
Desarrollos en la República Argentina
Tal como pasara en el contexto internacional, en Argentina el desarrollo de los UAV vino de la mano de las Fuerzas Armadas. La necesidad de contar con medios para misiones de vigilancia, inteligencia, reconocimiento del terreno (ISR, por sus siglas en inglés), enlace y nodo de comunicaciones, entre otras, impulsó al Ejército, a la Fuerza Aéra y a la Armada de Argentina al desarrollo de diversos proyectos de manera individual, acorde a sus necesidades específicas. Esto no significa que en la actualidad y en el futuro no deba buscarse cierto grado de complementariedad entre las tres fuerzas, pero si es cierto que cada una de ellas tiene necesidades puntuales que deben satisfacer, de acuerdo al terreno y teatros de operaciones donde cada una desarrolla sus misiones.
Es así que el Ejército Argentino comenzó en 1996 con el desarrollo de la familia de los UAV´s “Lipán” (I, II y IIB), desarrollado por técnicos propios. A mediados de 2006 se presentaba el Lipán M3 (hoy con varias unidades producidas), con una autonomía de 5 horas de vuelo, hasta 40 km de alcance, largo de 3,43 metros, envergadura de 4,62 metros, velocidad máxima de 170 Km/H, carga útil de 20 Kg, techo operativo de 2.500 metros, sistema de navegación autónomo y la posibilidad de portar cámaras estabilizadas (térmicas e infrarrojas para vuelo nocturno).
De manera simultánea, el Ejército Argentino desarrolló el UAV “Carancho” para misiones ISR y de reducidas dimensiones, ya que tiene un largo de 0,40 metros y una envergadura de 1,40 metros, capacidad de carga de 500 Gramos, autonomía de 25 minutos de vuelo y un alcance de hasta 10 Km.
En 2012 se anunció el desarrollo del Lipán XM4 y del remolcador de blancos móviles Tehuelche 320.
Lipán XM4. Foto: Lisandro Amorelli
Por su parte la Armada Argentina, desarrollaba en 2005 el “Guardián”. Dos prototipos fueron fabricados por el Departamento de Materiales Compuestos del Taller de Mantenimiento Buenos Aires (donde se construyó el casco del velero ARA Fortuna III) y fue fue presentado en el SINPRODE 2006.
Construído con materiales compuestos (Carbono y Kevlar), sus principales características son: radio de acción de 100 Km, un techo máximo operativo de 3.000 metros, velocidad promedio de 120 Km/H, autonomía de 5 horas y una carga útil de 30 Kg. El “Guardián” tiene como misiones principales: búsqueda, reconocimiento y el control de las operaciones navales, dado que la rampa de despegue puede ser instalada tanto en tierra como en buques. La recuperación mediante gancho de frenado y/o redes también puede instalarse en buques. Operado por la Infantería de Marina (IMARA), puede ser utilizado para identificación de blancos para artillería.
Pero el Guardián no sería el primer contacto de la Armada Argentina con un UAV, ya que a comienzos de los años 80, había incorporado el avión teleguiado MQ-1 “Chimango” que podía ser recuperado una vez utilizado, al poseer paracaídas incorporado. El MQ-1 fue fabricado por la empresa Quimar SA bajo licencia de la empresa italiana Meteor.
Es interesante mencionar el proyecto “PEGASO” de la Armada Argentina, respecto a investigaciones y desarrollo de bancos de ensayo para pulsorreactores y motores cohetes de pequeño empuje destinados a los UAV’s. El proyecto, también estipulaba la fabricación de un dron (del mismo nombre) para ser utilizado como blanco aéreo propulsado por un motor pulsorreactor de hasta 30 kg de empuje, con una velocidad máxima de 450 Km/H, radio de acción de hasta 20 Km, autonomía de 90 minutos y con despegue desde rampa de lanzamiento.
En la Fuerza Aérea Argentina
La historia de la Fuerza Aérea Argentina con los UAV comienza a principios de los años 70, cuando le encarga a la Fábrica Militar de Aviones (hoy FAdeA) el diseño de un vehículo aéreo no tripulado. Los desarrollos culminan con el prototipo del FMA IA-X-59 “Dronner” (también llamado “Tábano”), que fue presentado con un vuelo inaugural el 9 de diciembre de 1972, como una aeronave multifunción, dado que podía ser equipado con cámaras fotográficas y filmadoras para tareas de reconocimiento e inteligencia, y también podía emplearse como remolcador de blancos. Estaba equipado con un motor MC CULLOCH de 45CV y una hélice de paso fijo, un techo máximo de servicio de 5.900 metros, capacidad de 45 litros de combustible que le proporcionaba una autonomía de una hora de vuelo, largo de 4,07 metros y una envergadura de 3,60 metros.
Hasta donde hay conocimiento, se fabricó una sola unidad.
FMA IA-X-59 Tábano. Foto: Santiago Rivas
Las investigaciones y desarrollos continuaron y, varios años después la Fuerza Aérea Argentina presentaba en SINPRODE 2009 el modelo de UAV, denominado PAE-22365 (luego Vigía II), diseñado por el Centro de Investigaciones Aplicadas de la Fuerza Aérea Argentina, junto con el Instituto Universitario Aeronáutico, y que voló por primera vez en 2015.
En paralelo, la Fuerza Aérea Argentina adquirió en 2011 tres UAV “Yarará” a la empresa Nostromo Defensa, con fines de entrenamiento y adaptación del personal al uso de estas nuevas tecnologías.
Durante la última década, La Dirección General de Investigación y Desarrollo (DGID) es quien coordina y planifica todos los proyectos de los UAV (o SANT Sistemas Aéreos Remotamente Tripulados) de la Fuerza Aéra Argentina, a través del Centro de Investigaciones Aplicadas (CIA). Los programas incluyen desde el desarrollo de los vectores aéreos, la adecuación de instalaciones y la formación de los tripulantes, hasta la generación de doctrina específica para su empleo.
A finales del 2020, la FAA modificó las denominaciones, utilizando la sigla AR (Aeronave Remota) de acuerdo a sus características y funciones:
- AR-1F “Búho” (Ex Vigía 1-E): se trata de un Vehículo Clase 1, menor a 25 Kg cuya función es la de instrucción básica de operadores. Cuenta con un motor eléctrico, y puede ser empleado en diferentes modalidades:
· Radio controlado (operación visual)
· Vuelo en primera persona (piloteado a través de video en tiempo real, desde una posición remota y con parámetros de vuelo).
Ya existen desarrollos y producción de una nueva serie denominada Vigía 1E Clase I, con un peso mayor a su antecesor, y que será empleado como entrenador primario y como sub unidad táctica.
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AR-1A “Aukan”: pertenece a la Clase 1 Plus, con un peso máximo de despegue de 100 Kg. Cuenta con la capacidad de operar con comando y control en tiempo real hasta 150 kilómetros de distancia, a una altura de 5.000 pies, con 5 horas de autonomía y la posibilidad de llevar a cabo operaciones de carácter táctico diurnas o nocturnas. De acuerdo con publicaciones recientes de la misma FAA, el CIA obtuvo avances en cuanto a “la capacidad de realizar misiones en modo automático (despegue, ascenso, navegación, aproximación y aterrizaje final autónomo) mediante la integración de un nuevo autopiloto e incorporación de un sensor de video en tiempo real (cámara en una torreta tipo gimbal).”
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AR-2T “Vigia” (Ex Vigía 2-A): pertenece a la Clase 2, con un peso máximo de despegue de 300 Kg. Estos SANT cuentan con la capacidad de portar un sensor multiespectral, lo que le permite cumplir con una amplia gama de misiones militares y civiles. Con un largo de 4,1 metros y 6 de envergadura, cuenta con un motor HKS-700E de dos cilindros de 60 HP, lo que le permite desarrollar una velocidad máxima de 210 Km/h, llevar una carga de hasta 50 Kg y una autonomía de 11 horas. Para la navegación incorporará un GPS/INS, con capacidad de despegue y aterrizaje automático y enlace satelital. Con estas características y prestaciones, califica como un UAV Táctico.
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AR-2E “Kuntur” (Ex Vigía 2-B): pertenece a la Clase 2 Plus. Su primer prototipo se encuentra en fase de desarrollo. Sus principales característica son:
· 14 metros de envergadura.
· Peso máximo de despegue cercano a los 1.000 Kg.
· 17 horas de autonomía.
· Techo operacional superior a los 15.000 pies.
· Capacidad de portar 150 Kg de carga (sensores o armamento) en puntos fijos bajo las alas o en una bahía interna en su fuselaje.
· Contará con un sensor multiespectral y enlace satelital.
AR-2T Vigía. Foto Santiago Rivas.
AR-1F Búho, Ex Vigía 1-E.
Proyecto SARA
El proyecto Sistema Aéreo Robótico Argentino (SARA) fue aprobado en noviembre de 2010, según la Resolución Nº 1.484 del Ministerio de Defensa.
Si bien, y como ya hemos comentado, cada una de las Fuerzas Armadas tiene sus propios desarrollos, el Proyecto SARA está promocionado por el Ministerio de Defensa en conjunto con INVAP SE. Durante la última década el proyecto pasó por varias idas y vueltas, algo muy común en nuestro país.
El programa SARA comenzó con el objetivo de desarrollar y producir UAV de distinto tipo y complejidad, con autonomía suficiente para cumplir con los requerimientos de cada Fuerza. Actualmente el proyecto se concentra en el desarrollo de un UAV Clase 2 para uso común de las tres FFAA y eventualmente algún cliente externo. A mediados de 2020, se comunicó que FAdeA trabajará con INVAP; y Mirta Iriondo (presidente de FAdeA) declaró en septiembre de 2020, que: “la propuesta es avanzar en el desarrollo de un VANT clase II, aunque este proyecto no tiene un cliente o un presupuesto asignado. La idea es desarrollar nuevas oportunidades de negocio presentando una propuesta formal en 2021 en una escala más chica que lo que planteaba aquel programa SARA”.
INVAP proyecta integrar al futuro UAV, un radar de apertura sintética, ya que viene trabajando con esta tecnología desde hace tiempo.
Futuro
Decir que el futuro de una parte de la aviación civil y militar pasará por el desarrollo cada vez mas profundo de los UAV, con un campo de acción inimaginable, es una obviedad y muy poco original. Ya en el año 1989, El Comodoro (R) Miguel Ángel SILVA expresó en su libro “Los Vehículos No Tripulados (VeNTri)” que: “estas plataformas de vuelo serán una revolución en materia de asuntos militares y eran tan antigua como la aviación misma1”.
La USAF más allá de plantearse qué capacidades deben desarrollar los UAV a futuro para poder afrontar las crecientes demandas de los futuros escenarios, se están preguntado “en que parte del proceso del uso de los UAV´s estará el ser humano y como integrarlo al mismo. La clave a futuro, es la parte humana en el proceso.
En el ámbito nacional, y tal como fuera expresado en varias publicaciones de la Revista de la Escuela Superior de Guerra Aérea (RESGA), además de continuar con el desarrollo de los UAV, sus capacidades tecnólogicas y características se deberá avanzar e invertir en:
· Establecer una Escuela Conjunta para Operadores y Pilotos de UAV / VANT
· Diseñar un curso básico y una doctrina común (luego cada fuerza especializará a su personal en las tareas específicas)
· Buscar cooperación, ejercicios e intercambios con otros países
· Definir si realmente se necesita invertir en un desarrollo conjunto, para evitar la erogación de presupuestos
· Definir finalmente el proyecto SARA, su viabilidad económica y financiera para que sea un proyecto sustentable, que las FFAA realmente necesiten
· Definir un espacio común para la fabricación de los UAV´s (FAdeA?) que ya opera con materiales compuestos, y permita eficientizar el proceso de fabricación de los modelos
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RE: Novedades de la Fuerza Aérea Argentina
@el_peca Es correcta su acotación. Mientras tengamos inferioridad del armamento, los usurpadores no se preocuparán. Es necesario que en aire y mar estemos parecidos. No hay que dejar de contar el armamento que existe transcordillera.